Fernando Rojas Ochagavia

Biografía Personal

Rojas Ochagavía Fernando José (1974) [1] hijo de Fernando José Rojas Zegers, ingeniero (descendiente de Belisario Rojas Quezada), y María Alicia Ochagavía Ruiz-Tagle (1953 hija de Fernando Ochagavía Valdés) técnica; ingeniero civil, master en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard, académico de la Universidad Católica;  gerente comercial de AFP Habitat 2014-2016; director de Coaniquem; decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad del Desarrollo 2016 director fundación Súmate; casado con María Angélica Larraín Boetsch (1974) profesora, hija de Jaime Larraín Doggenweiler (1949)[2] comerciante, y María Angélica Boetsch Fernández (1952) [3] comisionista; 7 hijos.

[1]  Inscripción número 1.509 nacimiento 1974 Recoleta; I. 146 matrimonio 1999 Lo Barnechea; I. 5.568 nacimiento 1974 Providencia

[2] Hijo de Juan Agustín Larraín Hurtado (1901), P. Conservador, h. (José) Luis Larraín Bulnes, conv. P. Conservador 1918, regidor de Santiago y Teresa Hurtado Lecaros; y (María) Estela Doggenweiler Setz (de Carlos Doggenweiler Eisele y Amalia Setz Wulf)

[3] Hija de Alejandro Boetsch García-Huidobro (1925) ingeniero, agricultor, y María Angélica Fernández Irarrázaval. I. 624 nacimiento 1952 Recoleta

Section

Descendencia

Fuentes

Trayectoria Política

Rojas Ochagavía Fernando José (1974)  miembro de la Unión Demócrata Independiente, director de planificación de la Municipalidad de Santiago en la alcaldía de Joaquín Lavín; subsecretario de Educación 2010-2014; “Una educación de calidad requiere abordar los temas centrales, los que nos obligan a concentrarnos en lo que ocurre en cada colegio y dentro de la sala de clases” (1);   “un dato importante es que en el caso de los 60 Liceos Bicentenario, desarrollados durante el gobierno del Presidente Piñera, la clave es la cultura del esfuerzo y de altas expectativas, muchas veces ausentes con el supuesto equivocado de que un alumno vulnerable no puede aprender” (2); “no hay recursos en Chile para los alumnos en edad escolar que están excluidos del sistema educación. ¡Por favor prioricemos a los que más lo necesitan¡ (3); “¿existe alguna norma que le da derecho a un grupo de alumnos a imponerse por la fuerza al resto de sus compañeros dejándoles sin el derecho a estudiar? ¡que tiene de democrático esto?” (4).

(1) La Tercera 19 de noviembre de 2013. (2) Carta ‘Liceos de Excelencia”, El Mercurio 26 diciembre 2016. (3) Carta ‘Gratuidad para los que lo necesiten’, El Mercurio 28 marzo 2019.  (4) Carta “Democracia o matonaje”, El Mercurio 22 mayo 2019

Bibliografia

Otras publicaciones

«Calidad de los docentes» «me gustaría recordar que la clave de la calidad de a educación está en la calidad de sus profesores» carta El Mercurio 5 septiembre 2012

«Creencias mágicas en educación» carta El Mercurio, 8 agosto 2019: «Concentrarse en lo que ocurre en la sala de clases es esencial, pero ello no se facilita con la creación de los Servicios Locales de Educación, salvo que sea ‘por obra de magia'»

Carta a El Mercurio, 16 julio 2023

Señor Director:

Marcelo Trivelli señala en su carta que es indispensable crear una nueva superintendencia para fiscalizar a las fundaciones y obligarlas a mayor transparencia. Por supuesto, siempre la transparencia es positiva. Pero por favor, profundicemos en el análisis antes de empezar a crear más órganos públicos y contratar más empleados públicos, que le cobran más impuestos a más personas.

En el caso Convenios, ya son aplicables todas esas normas de transparencia y fiscalización al provenir dichos fondos del Estado. Sin embargo, la falta de ética de los funcionarios públicos involucrados ignoró todos esos controles. Esto no se resuelve creando más controles desde el Estado para las fundaciones, como si la culpa viniera desde fuera del Gobierno. Tampoco es culpa del sano principio de subsidiariedad, como algunos políticos han dicho, instalando la tesis de que nada de esto hubiera ocurrido si es que fuera el mismo Estado omnipotente el que construye y resuelve las soluciones para todas las necesidades de los chilenos.

Si hay algo que debiéramos aprender del caso Convenios es que ni el Estado ni ningún actor público tiene una mayor virtud o estatura moral que el resto de la sociedad.

FERNANDO ROJAS
Decano Ingeniería UDD Exsubsecretario de Educación

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