Eduardo Moore Montero

Biografía Personal

Moore Montero Eduardo (1895-1961) hijo de Eduardo Moore Bravo (1865-1941) [2] médico cirujano, antropólogo y botánico, director del Museo Nacional de Historia Natural (1910-1927), y Elvira Montero Riveros [3]; profesor de historia, abogado, presidente del Centro de Derecho de la U de Chile; hacendado,  casado con Isabel Rodríguez Fornés, hija de Esteban Rodríguez Herrera (hijo de Juan Esteban Rodríguez Segura) y Pastora Fornés García de los Reyes; 6 hijos.

[2] Hijo de Manuel Moore Danforth, natural de Boston y de la chilena Martina Bravo de Naveda y Olavarrieta, ejerció como cirujano primero en la Guerra Civil de 1891 por parte de las fuerzas revolucionarias. Se perfeccionó en urología en Europa, comisionado por la Universidad de Chile, redactó  el Manuel del Servicio Sanitario del Ejército. Publicó el libro Cirugía de la Guerra. Fundó la Viña Queralama, en Paredones.

[3] Hijo de Vicente y Carlota.

Descendencia

Moore Rodríguez Elvira (1930) Partido Demócrata Cristino, casado con Sergio Reyes Bustamante, médico cirujano, dirigente gremial

Moore Rodríguez Eduardo Esteban (1926-2015) [1] ingeniero, Partido Libeal, tres veces regidor de Paredones, casado con María Soledad Valdés Lyon (1930)

Moore Rodríguez María Isabel (1927-2011) [2] casado con Fernando Antonio Pérez Bucchi (1925) ingeniero

Moore Rodríguez Patricio (1932) [3] ingeniero, gerente, casado con Eulogia Infante Vial (1935) profesora, h. José Antonio Infante Lecaros, abogado, PL, y Eulogia Vial Errázuriz (h. Carlos Vial Carvallo (de Macario Vial Guzmán) y Carmela Errázuriz Echaurren (de Federico Errázuriz Zañartu, Presidente de la República)

Moore Rodríguez Tomás Pablo (1937)[4] licenciado, académico, casado con Isabel Margarita Guerrero Levancini (1950)

[1] Inscripción número 1.673 nacimiento 1926 Moneda;   I 404 matrimonio  1951 Providencia

[2] I. 1.435 matrimonio  1950

[3] I. 1.041 matrimonio  1957 Portales;   I. 2.433 nacimiento 1935 Portales

[4] i. 183 matrimonio  1985 Providencia

Fuentes

Trayectoria Política

Moore Montero Eduardo (1895-1961) [1] miembro del Partido Libeal (llegó a ser presidente del partido),  diputado por Colchagua 1933-1937 (1.633 votos de los 6.454 de la lista PL-Conservadora, que logró los cuatro diputados del distrito);

reelegido diputado 1937-1941 (1.146 votos, cuarta mayoría en su lista pero por la ubicación en la célula salió elegido, la lista PL-Conservador tuvo 6.773 votos de un total de 10.839, lista elige 3 de 4 diputados);

apoya la pre candidatura presidencial de Jorge Matte Gormaz en 1938;

diputado por Valparaíso 1941-1945 (814 votos, ubicado en primer lugar en la lista PL-Conservadora, que obtuvo 15.316 votos de un total de 43.001, obteniendo 5 diputados de 12) ;

diputado por Melipilla 1945; senador por O’Higgins y Colchagua 1953-1961; Ministro de Educación 1960-61: “la convivencia obligada que determinan los estudios comunes en el colegio medio, elimina la odiosa discriminación o subestimación de ciertas actividades con respecto a otras. Se fomenta en forma práctica la convivencia democrática, sin distingos de tipo social” (1); consejero de la Caja de Crédito Agrario;

“Y es a la libertad, siempre viva y efectiva, en los espíritus, en los hábitos, en la política y en el trabajo, a la que le debemos esa ‘diferencia’ con otros países. Es nuestro ‘sello’ de chilenidad” (2).

[1] “Emplean una vieja táctica marxista que a veces da resultados, la de repetirse incansablemente y en forma enfática un error, el señor Allende ha querido seguramente impresionar a esta sala. Un hombre inteligente como el honorable señor Allende sabe que esa es la realidad. Pero hay que machacar sobre el error. Esta es una vieja táctica que viene de la lejana Moscú… los militares nacen con una contextura especial y desde que abandonan la Escuela Militar hasta que mueren, son militares. También hay políticos que tienen metidos en el alma principios autoritarios”. A lo cual respondió el senador Allende “Conozco el pensamiento doctrinario del señor Moore porque la definió, cuando, algunos parlamentarios de la época defendían la tentativa subversiva en contra de Pedro Aguirre Cerca; cuando solevantaron los regimiento en Quillota y quisieron convertir en héroe nacional al general Ariosto Herrera. El senador declaraba ser partidario de la democracia intervenida”. Senado, 13 mayo 1959.

(1) El Mercurio 26 enero 1961, página 20. (2) PARTIDOS, página 89.

Bibliografia

En el libro «Partido políticos chilenos» (1964) desarrollo el ideario liberal: «la democracia es la única forma digna de dirigir un pueblo, de conducir los destinos de una colectividad. Pero hay una condición que nos parece infaltable y que no siempre se cumple en el plano de las crudas realidades. Es aquella que dice relación con la cultura cívica de las masas, con esa preparación básica que les permite a los  hombres discriminar libremente, elegir soluciones. ¿como evitar esa influencia constante del agitador que sugestiona y engaña? He aquí el cáncer de la democracia (p. 100)… un liberal que tiene fe en su doctrina y la aplica lealmente a la cosa pública solo puede empeñarse en mejorar las prácticas de la democracia, para rescatarla de quienes la desfiguran o aprisionan y, por último, en sanearla. No olvide usted que la democracia es una divinidad rodeada de enemigos,… el liberalismo es, por esencia, contrario a toda demagogia y antepone los grandes intereses nacionales y humanos al halago fácil y efectista de las masas… (p. 103)

Otras publicaciones

En el libro «Voces de la política, el púlpito y la calle» de Ricardo Boizard (1948) hay un capítulo sobre Edardo Moore: «.. el liberal Moore tiene adentro vigorosos impulsos renovadores. Mira a los bancos de la Falange y comprende la noble belleza de esa rebelión; mira a los socialistas y le facinan sus esperanzas; mira a los independientes y comprende que las ligaduras políticas le impiden desarrollar abierta y desembozadamente su acción… lo que no pudo brillar en los debates de fondo, en que el orador ha debido esconder su personalidad; lo que no pudo destacarse en las discusiones políticas, en que el orador ha debido someterse a na norma ajena; todo su acento y toda su personalidad se desarrollan de un golpe en el ataque,  en lo único en que se le deja libre, porque atacar al izquierdista, aunque se haga con desusada violencia, es un plato fuerte, pero apetitoso, para el burgués…  desde entonces, ha sido Moore una espada emible. Fuerte voz, vigor en la expresión, elegancia y novedad; todo un orador que bien podría librarse de las garras de Metistófeles»

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