Sergio Melnick Israel

Biografía Personal

Melnick Israel Sergio (1951) ingeniero comercial, doctorado en Planificación,  empresario, director de empresas, decano de la facultad de Economía 1984,

Descendencia

Fuentes

Una sociedad aproblemada, Sergio Melnick 11 octubre, 2015

Cada sociedad tiene una cultura que la envuelve y dentro de la cual literalmente vivimos. De hecho, Freud ubicaba dentro de esta al Súper Yo, el que definitivamente afecta nuestro comportamiento en un estado de derecho y un “deber ser” social necesario. La sociedad moderna es en realidad un constructo de teorías de individuos llevadas a una abstracción conceptual colectiva. Para Jung, así como existe la consciencia personal, existe también una “consciencia colectiva común”, que es lo que nos une y da sentido como sociedad. Hoy, con las nuevas tecnologías, esto es cada vez más evidente. La web ya empieza a asimilarse a una especie de mente tecnológica colectiva.

Así entonces, también existe una sombra colectiva, un lado oscuro. Digo esto como preámbulo para decir que la sociedad, tal como el individuo, también sufre de trastornos psicológicos. Y lo señalo ya que creo que nuestro querido Chile ha enfermado como sociedad y requiere urgente de una terapia a nivel colectivo. Somos todos, no un solo sector. No soy un profesional de la psicología, pero diría que por un lado estamos entre la bipolaridad o el “border”. También se nos han constelado ciertos complejos, especialmente el paterno y el materno. El tema de la madre finalmente está conectado a nuestra relación con la divinidad, y básicamente yo creo que nuestra sociedad ha perdido fuertemente espiritualidad y con ello se generan fuertes crisis de sentido. Nuestra sociedad ha perdido el rumbo, y simplemente no sabemos dónde queremos ir.

Hay que ser claros: ni la riqueza ni la igualdad son por sí mismos sentidos trascendentes, son sólo medios. Parte de este problema es quizás la fuerte pérdida de credibilidad de la iglesia, que fue por siglos el pilar espiritual del país. Este fenómeno es mundial, no sólo local, y emergen en la actualidad nuevas formas de relacionarse con la espiritualidad (trascendencia), en un siglo en que vemos aceleradamente fusionarse la biología y la tecnología, y en que la ciencia ya anuncia nuevos paradigmas que dificultan las miradas más tradicionales. Aparecen universos paralelos, la idea clásica de la materia ha muerto, en fin.

Chile ha perdido su gran sentido como colectivo, y las distintas facciones tratan de imponer sus propios sentidos a los demás. Eso no es una sociedad, es una guerra. El único sentido que sirve como nación es aquel que cuente con casi total apoyo colectivo.

El complejo paterno tiene que ver con el logos. Con nuestra manera de ordenar la sociedad, de establecer las leyes, las jerarquías, el orden. Nos comportamos como una sociedad adolescente rebelde sin reglas claras. Esto va desde nuestro desprecio por la limpieza de las calles, buscar los caminos cortos, hasta la delincuencia desatada. Nuestro estado de derecho es relativo, incluso para quienes hacen las leyes que se las saltan o las vadean.

El gran desafío de nuestra sociedad actual es cambiar nuestros mapas de creencias. Las creencias no son lo mismo que la fe. Las creencias son mapas mentales, son programas de orden en base a los que operamos en la vida cotidiana. Por ejemplo, nuestra autoestima es generalmente resultado de nuestras creencias y lo maravilloso es que se pueden cambiar. Últimamente, lo hemos hecho en el fútbol y ahora creemos que le podemos ganar a Argentina y a Brasil, algo que antes creíamos que no se podía.

Pues bien, algunas de las creencias básicas que debemos mejorar como colectivo, como sociedad, son varias a mi juicio. La primera y más tóxica de las creencias que tenemos es la polaridad derecha-izquierda. Mientras sigamos viéndolas como opuestos excluyentes el resultado será cada vez peor. Debemos empezar a verlas como dos polos unidos por una vara común y focalizarnos en la vara (Chile), no en los extremos. Izquierda y derecha pueden colaborar y no guerrear. Esa posibilidad es una creencia. Otra creencia que debemos mejorar es lo relacionado a los roles y relaciones entre hombres y mujeres. El género no es lo mismo que el sexo de una persona. El género es el comportamiento socialmente aceptado de un sexo. La sociedad del siglo 21 será dominada por el género femenino. Lo ideal es que fuere una relación Yin Yang más que de control. Es una creencia el cómo debe ocurrir y esa la podemos construir mejor. Lo mismo ocurre con las minorías sexuales a las que hay que abrir los espacios sociales.

Otra creencia que nos complica es aquella relacionada a la confusión generalizada entre el Estado y el gobierno, y de la relación entre estos y los individuos. Son tres actores muy diferentes entre sí (Estado, gobierno, individuo), a los que hay que sumar por un lado la sociedad civil de las organizaciones intermedias y por otro la globalización forzosa propia del estado actual de la civilización. Cada cual debe tener sus espacios bien definidos y respetados. Toda esa arquitectura responde a creencias (modelos mentales).

Todo lo anterior es parte de la cultura (que en Chile confundimos con el arte) y es la gran base del desafío educacional como sociedad. Esto es parte del tema de la calidad de la educación, largamente ignorado hasta aquí, y a lo que debemos sumar el nuevo lenguaje post simbólico, los desafíos que trae la Web 3.0, la Internet de las Cosas (IoT), la revolución de la movilidad, y la fusión de la biología y la tecnología de la era digital. Por ahí va nuestra sanación como país.

El difícil escenario nacional, Sergio Melnick 1 noviembre, 2015

El Gobierno de Bachelet ejemplifica muy bien lo que ocurre cuando las ideologías se transforman en religiones. Los dogmas incluso impiden ver la evidencia aun cuando esta sea abrumadora. El voluntarismo, entonces, resulta patológico. El rey va desnudo, todos lo saben, todos lo ven, pero nadie lo quiere decir abiertamente. Así, el discurso sube de tono, la polarización crece, la incertidumbre socava la economía, el desempleo aumenta y también la pobreza, y de esa manera el ciclo perverso se retroalimenta a sí mismo.

La política nacional ha llegado a un nivel de desprestigio y deslegitimización tan grande que las soluciones se ven muy complejas, ya que la política es el único camino razonable. El órgano político de nuestra sociedad está enfermo, quizás en la UTI. En pleno siglo 21 intentar volver a ideas romanticoides como los cabildos o las asambleas populares parece un chiste de mal gusto. Ricardo Lagos es más moderno y abrió un portal web.

El fin del segundo año de gobierno de Bachelet no parece auspicioso ni para ella ni para el país. La economía no da señal alguna de recuperación, sino al revés. El último pronóstico de crecimiento de 2,25% del ministro es poco probable que se cumpla, la inflación será alta, y por más que el Gobierno nos diga que el desempleo disminuye, la evidencia práctica indica todo lo contrario. En algún momento ello deberá sincerarse y será una bomba política. Bachelet destrozó nuevamente las finanzas públicas (tal como lo hizo en su primer gobierno) y dará en herencia un déficit fiscal en torno al 4% del PIB, con una deuda pública que crece a razón de unos US$ 10.000 millones por año. Básicamente está hipotecando el país sin saber cómo se va a pagar la cuenta de la gran farra del “infantilismo progresista”, tal como calificó Ignacio Walker a lo que está ocurriendo. Curiosamente es el mismo Pedro Picapiedra que descalificó a los intelectuales en el nombre de Engel.

A la mala situación económica se debe sumar una reforma que no es laboral sino sindical, rechazada ampliamente por los especialistas de todos los sectores, tal como lo fue la reforma tributaria y la educacional. El Gobierno sigue empujando esa reforma de mala factura técnica como todas las anteriores.

La improvisación en educación ha superado a la imaginación y va dejando un río de decepción y problemas de diversa índole que simplemente no tendrán solución posible y retrasarán la educación del país por décadas. Se inició abiertamente el desmantelamiento de los establecimientos privados del país por vías indirectas camino a una educación estatal homogénea y de mala calidad. Se pidió recursos para una educación de calidad y durante dos años sólo hemos discutido de contabilidad. El pronóstico es aterrador. La tozudez del Gobierno, acompañada de una total improvisación, es tan impresionante que decidió iniciar una reforma estructural a través de una glosa del presupuesto, una práctica antirrepublicana, propia de los famosos resquicios legales de otros tiempos. Aun así, está llena de errores e imprecisiones, además de ser arbitrariamente discriminadora.

La salud púbica incrementa su crisis sin que nada parezca detenerla. En 18 meses ha habido casi una decena de huelgas ilegales en el sector, la deuda hospitalaria crece a niveles insospechados, los hospitales ya no se construyen porque ideológicamente se vetaron las concesiones, en fin. Las colas Auge siguen creciendo, las listas de espera son de no creer, no hay especialistas, y luego empezarán otras huelgas salariales. Lo peor es que no se aprecia un plan claro, al punto que los propios parlamentarios de gobierno le llaman la atención en el presupuesto, dejando en un peso el tema hasta que el Gobierno corrija un poco sus errores.

La delincuencia está literalmente desatada, aumenta en cantidad y gravedad. A eso se suma el terrorismo de La Araucanía, que el Gobierno simplemente no quiere ver. Declaraciones y discursos van y vienen, pero el problema aumenta día a día. El tema de la delincuencia se agravará necesariamente con la economía debilitada. El tema de La Haya nos ha dejado consternados. Nos pusieron una boleta 14 a 2, y el Gobierno nos quiere convencer de que ganamos. El canciller boliviano se pasea por Santiago sin que se enterara nuestro canciller, que tampoco es capaz de evitar declaraciones destempladas del embajador del Perú en La Moneda.

El Gobierno es incapaz de nombrar un contralor tras ocho meses. Conicyt hace crisis. A lo anterior debemos sumar la huelga ilegal del Registro Civil, se viene la negociación de la ANEF, el tema constitucional anunciado por Bachelet transpira sin ambages sus fines ideológicos y poca transparencia real, programada para coincidir con elecciones: cuando se nota la intención se pierde la ilusión.

En síntesis, el escenario nacional va de mal a peor, sin signos de cambio por parte del Gobierno, que más allá de sus discursos sigue incólume con la retroexcavadora refundacional. Es urgente que la Nueva Mayoría adopte una actitud más republicana y no siga con su división del mundo en amigos y enemigos.

Cipolla: la estupidez humana, Sergio Melnick 8 noviembre, 2015

La idiotez no es lo mismo que la estupidez. Einstein sostuvo que había “dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y del primero no estoy seguro”. El historiador y economista italiano, profesor de Berkeley Carlo Cipolla, trató de entender el curioso fenómeno de la estupidez humana. Así logró encontrar algunas reglas de la estupidez que ocurren en todas las sociedades, y fueron publicadas en su libro Las leyes fundamentales de la estupidez humana.  “Un estúpido, dice, es una persona cuyos actos tienen consecuencias negativas en la vida de otra persona o grupo de personas sin que eso le traiga algún tipo de beneficio a él mismo, pudiendo incluso dañarlo”. Día a día son quienes entorpecen las actividades de los otros.

Cipolla describe cuatro tipos de individuos: los incautos (helpless), los inteligentes, los malvados y los estúpidos.  Incluso los malvados, a pesar de ser detestables, son racionales. Perjudican a otros, pero obtienen algún beneficio. Siempre habrá algo que negociar, o formas de protegerse.

La primera regla de Cipolla es que las personas siempre subestiman la cantidad de estúpidos que los rodean. Otra regla básica es que estos se distribuyen uniformemente en todas las actividades y tipos de ser humano; no depende de sus cualidades. Los hay en todas las profesiones, clases sociales, género, en todo nivel de educación, lúcidos, normales e idiotas, incluso premios Nobel, profesores y guías espirituales. Muchas veces la persona que siempre parecía inteligente y racional termina por ser un verdadero estúpido. Los estúpidos siempre aparecen en los momentos y lugares más inesperados e inconvenientes para destruir los planes del otro. Entre otros factores, las personas no son iguales, algunas son estúpidas y otras no. Esto, señala el autor, es una característica impuesta por la naturaleza y no por factores culturales. El ser estúpido es una particularidad que se tiene o no, tal como el tipo de sangre, el color de piel o de cabello.

La sociedad humana es de relaciones, entre los cuatro tipos de individuos. En cada relación siempre hay beneficios o pérdidas. Cada uno tiene una cuenta corriente con los demás. El ideal es ganar-ganar, propio de los inteligentes. Un estúpido es aquel que siempre perjudica al otro sin beneficiarse o incluso perjudicándose a sí mismo. No hay nada que hacer, por ello la única estrategia es arrancar a perderse. No tienen arreglo, no tienen racionalidad alguna. Uno siempre saldrá perdiendo. Son enormemente peligrosos, más aun cuando tienen cualquier poder a su disposición. La gente estúpida es peligrosa porque para las personas racionales es muy difícil comprender la lógica de ese comportamiento irracional. El malvado, en cambio, es predecible y por eso es posible defenderse de él. Pronosticar las acciones de un estúpido no es posible, por lo tanto atacará y herirá sin razón, sin un objetivo y sin un plan, en el lugar menos esperado, a la hora menos apropiada. No es posible predecir cuándo el estúpido dará su próximo golpe. El ataque de un estúpido casi siempre ocurre cuando tenemos baja la guardia.

La estupidez entonces es el tipo de personalidad más peligrosa que existe. Un estúpido es más peligroso que un malvado o un corrupto. Cuando los estúpidos entran a escena el cuadro siempre cambia completamente y para peor. Ellos causan daño sin dejar ningún tipo de ganancia o beneficio. La riqueza se destruye y la sociedad empobrece.

De acuerdo a Cipolla, la historia confirma que sin importar el periodo, un país progresa siempre y cuando haya personas suficientemente inteligentes (los que construyen y generan beneficios) en el poder y que sepan mantener a los estúpidos activos al margen, sin permitirles así destruir lo que los inteligentes han logrado. En un país con economía en retroceso existe la misma cantidad de estúpidos que en otro que progresa, pero la cúpula de la sociedad cuenta con más estúpidos y malvados, mientras que el resto de la sociedad está conformada por incautos. Tal configuración fortalece las consecuencias destructivas de los estúpidos y todo el país finalmente se va al diablo.

Este grupo es más poderoso que la mafia. Es un grupo no organizado, que no se rige por ninguna ley, jefe, estatuto o presidente y consigue estar en perfecta sintonía como si fuera guiado por una mano invisible, de modo que las actividades de cada uno contribuyen a reforzar y ampliar la eficacia de la actividad de los otros miembros. Como la cantidad de estúpidos está uniformemente distribuida, dice Cipolla, las elecciones son una ocasión de perjudicar a todos los demás sin obtener beneficio alguno. La burocracia es otro gran fomentador del poder de la estupidez. El inteligente, el malvado y el incauto saben que lo son; el estúpido simplemente no se da cuenta.

Hasta aquí la teoría de Cipolla, que la he resumido como este la presenta. Los comentarios y posibles interpretaciones son ahora de su exclusiva responsabilidad, pero recuerde que la distribución es homogénea en la sociedad.

Ranking de Universidades: ganan las privadas, Sergio Melnick 29 noviembre, 2015

Somos un país altamente ideologizado, donde algunas ideologías se han transformado literalmente en religiones. En ese contexto movemos la agenda pública en base a puros eslogans. Las universidades modernas son algo así como los grandes templos de las ideas y éstas son el gran fundamento de la libertad humana. Las ideas son quienes finalmente lideran los cambios y así definen los rumbos de la historia y también nuestra percepción de la realidad, que aunque parezca una paradoja va cambiando. Controlar la educación es un camino al intento de control de las ideas.

Este gobierno ha iniciado una guerra santa (de acuerdo a su ideología bastante arcaica) contra la educación administrada en forma privada (porque toda la educación superior tiene un componente público indiscutido) y contra la diversidad. Adicionalmente, para acceder a la gratuidad las universidades deben sacrificar la autonomía y empezar a crear co-gobiernos que provienen de la ideología-religión, sin fundamento alguno en las experiencias de las grandes universidades del mundo. Más aun, el Gobierno quiere cambiar el subsidio al estudiante (la demanda) en que estos puedan elegir libremente dónde quieren estudiar, por el subsidio a la oferta, precisamente para llegar a controlar las instituciones educativas.

Curiosamente, mirando las 44 universidades acreditadas, aparece que la educación privada es en promedio ampliamente superior a la pública, incluso lucrando. El Gobierno aún no entiende que el gran desafío es la calidad, no los temas contables. Ofreció calidad, entregará mediocridad.

La gestión efectivamente hace una enorme diferencia en la educación, desde la eficiencia a la calidad, algo que las ideologías de izquierda menosprecian absolutamente, ya que la asumen como una constante, no una variable. La gestión pública es preciso señalar, no es intrínsecamente peor, sino que, por ser pública, es siempre finalmente capturada por el juego de intereses de la política y ahí mismo muere la calidad de la gestión. El ex ministro Eyzaguirre, en un claro desvarío mental-ideologizado dada su gran inteligencia, sugirió la nivelación hacia abajo (los mentados patines) y esa ha sido efectivamente la tónica de las políticas de educación de Bachelet. Aplicada además con la burda retroexcavadora, e incluso con resquicios legales como la glosa de gratuidad.

En la edad de la explosión del conocimiento, precisamente la diversidad del sistema educacional es parte esencial de la calidad. Al contrario, la ideología gobernante actual lo que quiere es estandarización, justo lo opuesto. En ese sentido llama también la atención la cantidad de universidades de orientación religiosa que hay en nuestro país, lo que es positivo en tanto no logren alguna forma de monopolio. Hay otras tantas que se definen como laicas, y hasta hay una universidad organizada por el Partido Comunista (hoy en proceso de quiebra) y hubo de la masonería.

El jueves pasado se publicó un ranking de las universidades chilenas, del que llaman la atención algunas cosas notables. Lo primero es que la mejor universidad del país es privada (la UC, perteneciente a la Iglesia y al Vaticano), le sigue la U. de Chile (laica y estatal) pero bastante lejos (90 puntos contra 83).  De las 5 mejores, 3 son privadas, de las 10 mejores, 6 son privadas. Destaca la UAI que se ha posicionado ya en el 4° lugar nacional, así como llama la atención la Usach en el decaído lugar 15.

Lo notable es que las universidades públicas reciben cuantiosos recursos estatales en comparación al resto, las que en apenas unas tres décadas (20 años de los cuales ha habido gobiernos de izquierda) han logrado superar en promedio a las estatales básicamente sin recursos públicos y teniendo que financiar su infraestructura, en la que muchas veces también superan a las públicas. La gestión nuevamente aparece como una variable esencial. Destaca la cantidad de universidades privadas que entran al grupo de las que tienen investigación y doctorados. Un fenómeno que se empieza a notar ostensiblemente por los puntajes más altos que eligen las universidades privadas y que era estimulado por el AFI. El Gobierno entonces, guiado por el cartel del Cruch, literalmente le quitó esos recursos a las privadas para dárselos al cartel en forma totalmente discrecional. También llama la atención en el estudio, lo rentable que es para los estudiantes lograr sus títulos, así como la alta empleabilidad promedio. La educación es claramente una inversión con retorno general pero más para el beneficiado.

La política educacional es demasiado importante para el futuro del país como para dejársela a las ideologías añejas o las retroexcavadoras. No podemos perder nunca el norte de la calidad, como está ocurriendo con las actuales políticas de educación ideologizadas del Gobierno.

Progresismo sin progreso, Sergio Melnick 7 ENE 2018

Llama la atención que aquellos que se autocalifican de progresistas, en realidad se refieren así exclusivamente a temas valóricos, lo que sin duda es subjetivo. El aborto, matrimonio igualitario, drogas y otros son temas importantes del debate social, pero es apenas parte del «progreso» y con posiciones encontradas. Los «guardianes» de los valores han sido siempre las religiones, las que curiosamente tienen distintos conjuntos de valores muchas veces opuestos entre sí.

Por ello, en esencia el «progresismo» ha sido por un lado normalmente un movimiento antirreligioso y, por otro, un intento de corregir problemas precisamente derivados del «progreso». Por ejemplo, la condición social que emerge de la revolución industrial, o los procesos de urbanización. La izquierda que se autocalifica como progresista tiene una posición formal contra las religiones que alguna vez llamaron el opio de los pueblos.

Progresismo se opone a conservadurismo más que retroceso. Es una diferencia sutil, pero relevante. El camino recorrido siempre tiene una lógica profunda, anclada en la esencia del ser humano. La sabiduría más elemental recomienda respetar y entender el sentido de la historia, y la importancia de progresar en algunos aspectos a la vez. El caballo de batalla política de los progresistas es la idea de las «reformas», que responden normalmente a ideologías políticas muy sesgadas. No toda reforma nos deja mejor que al inicio, no solo porque pueden estar muy mal pensadas, sino porque son difíciles de implementar. El «progresismo» vociferante no cree en la importancia de los acuerdos, sino en el «avanzar sin transar».

Los «progresistas» tienen muchas vertientes revolucionarias que impusieron largas dictaduras que difícilmente podrían calificarse como progreso.

Si miramos la historia de la civilización sin duda constatamos un progreso fenomenal en diversos ámbitos. El progreso en efecto tiene múltiples direcciones, no solo la valórica, que es en esencia subjetiva.

El concepto de progreso es esencialmente relativo, como todas las ideas que provienen de nuestra consciencia dual. La industrialización fue progreso en relación a la agricultura, y ésta en relación a la vida nómade. Pero aún hoy, por ejemplo para los ecologistas, la industrializaación puede no ser vista como progreso. De hecho, hay cosas que tienen el doble aspecto de progreso y retroceso a la vez. La comida chatarra facilita la alimentación rápida, y la productividad, pero no es en general saludable. ¿Es progreso? De estos ejemplos hay demasiados en todos los ámbitos.

En mi opinión, el único progreso real para el ser humano es la libertad esencial. No hay dos seres humanos iguales y eso no es trivial. Es decir, el verdadero progreso es el poder lograr lo máximo de lo que cada ser humano es. Como vivimos en sociedad, debemos «sacrificar» algo de nuestra libertad personal en favor de lo colectivo para poder convivir adecuadamente y para poder resolver problemas que pertenecen a la sociedad más que al individuo.

En ese sentido, los verdaderos progresistas son aquellos que defienden la libertad de modo que cada cual pueda definir lo que es su propio progreso. Para que cada cual busque su propio camino de libertad esencial. Aquellos que quieren imponer sus ideas sobre el resto no podrían ser calificados de progresistas. Solo es progresista aquel que respeta profundamente la diversidad y la libertad. Estos atributos no le son propios a la izquierda antigua, lamentablemente la mayor parte de la que tenemos en Chile. La doctrina de la lucha de clases jamás podría ser considerada como progresismo. El Estado omnímodo que claramente castra las libertades, no es progreso. Los gobiernos que no se focalizan en la pobreza tampoco lo son.

En fin, es importante no dejarse llevar por eslóganes políticos . Todos los seres humanos son progresistas en esencia y es solo la libertad la que permite el verdadero progreso. La sociedad de oportunidades es la más progresista en definitiva.

Desafíos en educación-Sergio Melnick 17 junio, 2018

Semanas y semanas de tomas y paros en la educación, sin fundamentos relevantes, son quizá un síntoma que debemos atender con mayor profundidad. El decano de derecho ya no soportó más y simplemente se fue. Desde hace un tiempo ya, que Derecho en la Chile, que fue otrora la mejor, hoy simplemente ya no lo es. Lo mismo ha ocurrido en economía, medicina, periodismo, odontología, y tantas otras facultades.

Universidades privadas tradicionales como la Católica, Santa María, Austral, Concepción y también otras más nuevas como Los Andes, Adolfo Ibáñez, Del Desarrollo, Diego Portales y otras se empinan sistemáticamente a la cúspide de las más deseadas. La U. de Chile sigue tratando de manipular a través del Cruch, entidad absolutamente obsoleta y poco representativa, para tratar de deteriorar por secretaría a las universidades privadas. Basta escuchar el discurso de Vivaldi y Zolezzi por sólo mencionar a dos.

Los rectores en general hacen la vista gorda a las tomas y paros, y no falta el caso del que hasta agradece a los alumnos cuando les devuelven las instalaciones. Jamás habrá sanción académica alguna a pesar de que miles de estudiantes quedaron sin estudiar, no se hicieron clases, no se tomaron las pruebas, etc. Muchos de los liceos públicos son el semillero politizado y también se toman y destruyen sus propias aulas. Todas las tomas son medidas de fuerza, no son ideas.

En la academia la fuerza no tiene mérito de argumento. Las ideas no se validan por votos o popularidad, sino por el análisis riguroso de los pares. Los alumnos no son pares de los profesores, pero ellos creen que sí. Los profesores tampoco se hacen respetar y una buena parte de éstos, absolutamente ideologizados, instrumentaliza sus objetivos políticos a través de los estudiantes. En el Instituto Nacional, por ejemplo, ahora los alumnos quieren elegir al rector. Estos no son siquiera jóvenes, son aún niños. Es la ideología de mala factura que abusa de la mezcla natural del entusiasmo y la ignorancia propia de los jóvenes.

La educación en el siglo 21 tiene muchos desafíos cruciales. El primero es claramente la diversidad. El segundo es la llegada de la inteligencia artificial que alterará radicalmente a la educación y a la sociedad. El tercero es el llamado cuarto paradigma de la ciencia, que importa una nueva lógica para validar verdades. El cuarto es el mundo digital y el lenguaje post simbólico, donde anidan cosas buenas y otras malas, por ejemplo la posverdad. El quinto desafío es entender que la educación supera con creces la institución de los colegios y universidades.

La verdadera sala de clases de este siglo no es un lugar de cuatro paredes, sino el complejo sistema comunicacional moderno y las múltiples capacidades de interacción global. La sociedad se ha transformado en un sistema de educación basado en la reciprocidad dinámica, lo que no tiene precedente. Por ejemplo, en muchos aspectos de la realidad actual, los niños saben más que los padres lo que es simplemente especial. La educación superior debe hacer un cambio radical del sistema de títulos y grados para poder hacer la necesaria diferencia entre educación y entrenamiento. Con ello se puede cambiar la nefasta PSU que ha transformado a los colegios en máquinas de entrenamiento para pasar esa prueba y en consecuencia han dejado de educar.

Es tiempo de empezar a hablar sobre qué es realmente la calidad de la educación en el siglo 21, tema que Bachelet nunca entendió y que este gobierno tampoco ha querido plantear. Es tiempo de dejar de mirar el futuro por el retrovisor. (La Tercera)

Sergio Melnick

Trayectoria Política

Melnick Israel Sergio (1951) Ministro de Planificación 1987-1989; sindicado como un partidario que Pinochet, luego de la derrota en 1988 se volviera a presentar como candidato presidencial en 1989 (1);

“La economía en el periodo Bachelet 2006-2010 creció en un magro promedio de 2.7%, pero el gasto público creció, en promedio, a más del 10%. Un desborde así sólo había ocurrido en la historia reciente durante el periodo de Allende” (2);

“El afán de lucro es una poderosa energía que mueve al ser humano tal como lo hace la energía sexual, el hambre, la defensa, la espiritualidad, el amor, la confianza, el arte y otras. Todas pertenecen a la compleja naturaleza humana. La izquierda siempre ha querido “diseñar” un hombre nuevo, de tablero, así como el Transantiago, y se ha rebelado contra el ser humano como es. Lucro es provecho, beneficio, utilidad, ganancia, interés, rendimiento. El lucro es siempre una retribución a lo que se hace” (3);

en 2014 escribe: “La DC tiene nuevamente una responsabilidad histórica de centrar al país antes de que la polarización avance demasiado” (4);

en 2016 escribe: “nuestro país va en claro rumbo de colisión y no se vislumbra la forma de evitarlo… la UP fue un verdadero desastre, destrozó el país… pero logró instalar como nunca la importancia del tema social… Aylwin hizo una gran gestión de unidad nacional. El gobierno de Lagos demostró que un socialista puede hacer grandes obras y gobernar republicanamente sin destruir al país… finalmente la Nueva Mayoría levantó el tema de la desigualdad excesiva, pero no tiene idea como mejorar el tema y el resultado será al revés” (5);

“Tendencias de Chile: la economía a la aja, la estatización de la educación, la creciente fragmentación política, su descrédito y polarización, la falta de infraestructura y la crisis de la salud púbica nos ofrecen un mal pronóstico de futuro (6).

“Ciudades inteligentes y descentralización debieran ser proyectos de Estado, no de gobierno” (7).

“La clave para mirar adelante es la tecnología. Estamos ante un salto evolutivo fundamental. El organismo colectivo, fusión de la biología y la tecnología, se prepara para nacer como ya lo hizo una vez a partir de la célula” (8).

(1) OTANO partido 75. (2) La Segunda, 25 noviembre 2010. (3) La Segunda, 29 septiembre 2011. “Creer que lo voluntario mejora la democracia es un craso error. No hay libertad sin responsabilidad” EM 18 diciembre 2011. “La elección presidencial de Noviembre está totalmente abierta, ocurrirán muchos eventos de poca probabilidad y alto impacto, y a pesar de poder parecer voluntarista, creo que habrá un segundo período de la Alianza que ofrece un modelo concreto de progreso, de notables resultados en 30 años, y a la que se agregará un novedoso sello popular o social (ojalá no populista) de Longueira”, La Segunda, 4 julio 2013. (4) La Segunda, 19 junio 2014. (5) “Sincerémonos” columna en La Tercera 6 marzo 2016 (6) La Tercera, 3 abril 2016. (7) “Iniciativas que falta… y sobran” LT 8 julio 2018. (8) “El movimiento feminista” LT 10 junio 2018.

 

Luego del plebiscito de 1988 «junto al Ministro Hugo Rosende, el otro ministro que tenía una posición contraria a una reforma constitucional era Sergio Melnick…» (1)

«Carlos F. Cáceres» página 75

Bibliografia

“La clave para mirar adelante es la tecnología. Estamos ante un salto evolutivo fundamental. El organismo colectivo, fusión de la biología y la tecnología, se prepara para nacer como ya lo hizo una vez a partir de la célula” (8).

(1) OTANO página 75. (2) La Segunda, 25 noviembre 2010. (3) La Segunda, 29 septiembre 2011. “Creer que lo voluntario mejora la democracia es un craso error. No hay libertad sin responsabilidad” El Mercurio 18 diciembre 2011.

“La elección presidencial de Noviembre está totalmente abierta, ocurrirán muchos eventos de poca probabilidad y alto impacto, y a pesar de poder parecer voluntarista, creo que habrá un segundo período de la Alianza que ofrece un modelo concreto de progreso, de notables resultados en 30 años, y a la que se agregará un novedoso sello popular o social (ojalá no populista) de Longueira”, La Segunda, 4 julio 2013.

(4) La Segunda, 19 junio 2014. (5) “Sincerémonos” columna en La Tercera 6 marzo 2016 (6) La Tercera, 3 abril 2016. (7) “Iniciativas que falta… y sobran” La Tercera 8 julio 2018. (8) “El movimiento feminista” La Tercera 10 junio 2018.

 

Luego del plebiscito de 1988 «junto al Ministro Hugo Rosende, el otro ministro que tenía una posición contraria a una reforma constitucional era Sergio Melnick…» (1)

Otras publicaciones

Entrevista 25 agosto 2012 la Tercera «La clase política está haciendo un papelón» «Piñera pensó que las obras hablaban por si mismas y eso solo ocurre en el largo plazo. Le dio menos énfasis del debido al espacio político de la sociedad»… » la mezquindad de la calse política, sobre todo de la izquierda dura, es echar a los chiquillos para adelante a dar una pelea que ellos no son capaces de dar» «la sociedad sabia de largo plazo no permite nunca excesivas concentraciones de poder y nosotros las tenemos en todo, en la político y económico»

«¿Camino al futuro o al pasado?» La Tercera, 15 diciembre 2015 «esta auténtica revolución en desarrollo, viene detrás del concepto de la Internet de las Cosas, la web 3.0, la revolución móvil, la nueva mente tecnológica colectiva, las telecomunicaciones avanzadas, y el lenguaje post simbólico. Es una nueva manera de relacionarnos y experienciar la realidad…»

«Por qué les cuesta gobernar» La Tercera, 20 diciembre 2015 «La Nueva Mayoria no tiene en realidad afinidad de ideas ni afectos societarios. Tampoco hubo nunca un programa de verdad, sino sólo eslogans generales. La pugna mas elocuente es entre el grupo conformado por PC, PPD, IC, MAS contra la DC…»

«El difícil enero del Gobierno» La Tercera, 17 enero 2016 «ahora no hay ninguna autocrítica y se busca reafirmar el rumbo diego de la retroexcavadora. La ideología transformada en religión… mantengo mi postura de que los grandes acuerdos construyen grandes países, y las retroexcavadoras solo los destruyen. El camino largo va por el centro, no por los extremos, menos por los fundamentalistas. Ojala Bachelet lo pudiera ver así»

«Las ideas de los estudiantes» 19 junio 2016 «En una civilización que depende de una enorme plataforma tecnológica global, que opera 7×24 y es crecientemente automatizada, la relación del ser humano y la tecnología esta cambiando notablemente, y por ende la educación»

«Democracia y futuro» La Tercera, 2 octubre 2016: » el poder total de una sociedad es un juego de suma cero, es decir, es un tema relativo…. el poder del mas fuerte fue la base del sistema… esa lógica tiene siempre la tendencia a la concentración excesiva del poder y el poder es la base del abuso… uno de los mas grandes desafíos de un sistema democrático es lograr que no se produzcan concentraciones excesivas del poder en todos sus ámbitos… ¿desafíos?.. en primer lugar está el aumento enorme de las expectativas, el segundo problema esencial es la abstención del voto… la civilización es ahora global mas allá de si nos guata o no… en mi opinión la revolución que cambiará esta situación es la tecnología, Tecnologías como el blockchain ya permiten nuevas formas de participación… la clave como siempre son los liderazgos, la educación, el accountability. En Chile desde el 2014 vamos en el sentido contrario».

«Intendentes: ilusión perdida» 9 octubre 2016 «como lo dijo un senador, esta no fue una solución para la descentralización, para las regiones y menos para el desarrollo de éstas. Fue una solución política para los políticos, y todos nos hemos dado cuenta»

«La febril ingeniería social» La Tercera 13 noviembre 2016: «El socialismo es una versión moderna de la monarquía, transformada en un estado omnipotente, que sabe lo que es bueno para las personas… el camino de las concesiones que permitió avanzar decididamente en la infraestructura nacional, fue veta por el gobierno iluminado, porque ellos lo harían mejor. Pero nunca es así… todo esto va siempre acompañado con una campaña de demonización del emprendimiento y los empresarios… la evidencia muestra que el socialismo fracasa ahí donde se intenta porque el ser humano no es una máquina fácilmente programable, omo dicho modelo requiere, y porque los funcionarios públicos son igualmente humanos que el resto, con los mimos males y virtudes»

«Congreso del futuro: aplauso cerrado» La Tercera 22 enero 2017 Para mi hay cuatro puntos fundamentales para seguir: la importancia de cuadriplicar la inversión en ciencia y tecnología que hoy no llega al 0,5% del PIB. Segundo, es necesario hace una reingenería del Ministerio de Educación que hoy ya no es parte de la solución sino del problema. Tercero: hay que aprovechar esta iniciativa para iniciar la colaboración entre las diversas corrientes y ganar confianzas tan necesarias. Finalmente, sería conveniente que los candidatos de las próximas elecciones explicitaran sus posiciones de manera concreta mas allá de las generalidades sobre ciencia y tecnología o la simple creación del ministerio».

«La gran farra de TVN» carta 5 abril 2017 «La ministra Narváez hace una defensa voluntarista de TVN para recibir la «módica suma de $35.000.000.000 que equivale a las perdidas de los 2 últimos años»

Columna «Las crisis del siglo 21» 14 mayo 2017 «las crisis siempre resultan en transformaciones, que pueden ser para mejor o peor.. en la sociedad digital es el gap digital lo que genera la desigualdad y la segregación. Esto es parte del desafío de la educación, que en nuestro país está largamente ignorado. Las grandes redes son ya mas poderosas que la mayor parte de los países y eso cambia las estructuras de poder hasta hoy conocidas»

Imagen

twiter de junio de 2017.

Columnas: “Bonos, legado e inmigrantes” (1). “Guardando las proporciones” (2)

[1] (1) “el bono como un suplemento de ingreso permanente es probablemente una de las peores políticas públicas conocidas” La Tercera 22 julio 2018.

(2) “el gobierno se ha dedicado a sentar las bases para recuperar la actividad económica ampliamente deteriorada”, La Tercera 29 julio 18.

Sobre el movimiento social de octubre de 2019: «¿soy yo el único que esta terriblemente pesimista con lo que esta pasando y el eventual quiebre de la democracia? ¿estoy delirando? Si no soy el único, hay que para esto ya…» 29 octubre 2019, twiter.

Sergio I. Melnick @melnicksergio · 26 octubre 2020
Lo que la izquierda aún no se percata, es que hoy Chile es un país sin recursos, con un déficit fiscal inmanejable y una deuda externa impagable….todavía creen que estamos en el país rico del 2010…el porrazo que se van a pegar es enorme

Sergio I. Melnick @melnicksergio 30 octubre 2020
Lavín y Desbordes se definen como socialdemócratas, es decir socialista democrático. Tienen todo el derecho, la pregunta es porqué quieren ir por la derecha? Peor aún, porqué lo acepta la derecha?
Hay algo que no cuadra o no?

Sergio I. Melnick @melnicksergio 23 noviembre 2020
Ayer escuché a Jadue en el 13, mentir, mentir, mentir con un desparpajo increíble. No hubo a absolutamente nadie para remplazarlo debidamente…
Un partido que carga 150.000.000 de muertos

Sergio I. Melnick @melnicksergio 9 junio 2021
Sichel se niega a decir por quién votará (Orrego-oliva) por que el voto es secreto…los que quieren ser líderes son transparentes y dan la cara. Significa que un aspirante a representar a la derecha votaría por oliva? Sichel al parecer lo podría hacer
GRAVE ERROR de Sichel

¿Podemos creer en los anuncios? Sergio Melnick 3 mayo, 2015

Después de casi tres meses del estallido del caso Caval, que desplomó el apoyo a la Presidenta y al gobierno, Bachelet hace anuncios públicos. La pregunta que surge de inmediato es si le podemos creer.

Veamos algunas de las medidas más destacadas. La idea de fortalecer y modernizar la Alta Dirección Pública es difícil de creer, ya que ella misma despidió al 50% de los funcionarios así nominados. Es evidente que no cree en esa medida, porque si de verdad lo creyese la implementaría respetando la actual normativa.

La limitación de la reelección de cargos públicos es conceptualmente compleja. ¿Por qué debiera limitarse la voluntad popular? Más aún, los ajustes al cambio del sistema binominal que Bachelet está implementando son justamente para poder reelegir a los incumbentes, y  para eso se violó flagrantemente la idea básica de proporcionalidad. Lo inteligente es hacer medidas reales para que hayan más candidatos y competencia y que la ciudadanía elija libremente.

La eliminación de los aportes reservados por encima de UF20 es pura ficción. Es equivalente al mismo principio tradicional de la izquierda de tratar de fijar los precios, una política que nunca es capaz de ganar a la naturaleza humana. La naturaleza humana siempre sigue su curso, pero cuando la regulación es absurda, lo hará de la peor manera, en forma oscura; es decir, se abren los mercados negros. Más aún, nunca una campaña y pre campaña presidencial costó tanto como la última de Bachelet, algo que la Presidenta se ha negado a transparentar, pero que emerge a borbotones.

La política de fortalecer el poder fiscalizador de los reguladores del mercado es una política permanente que se hace, no se anuncia. En este tema, todos estamos de acuerdo que se requieren buenas regulaciones y sobre todo autónomas del gobierno de turno. No se necesita una crisis para avanzar en esta dirección, sólo principios, que después de un gobierno entero y 13 meses de nuevo gobierno es claro que no existen. ¿No será que estamos en la crisis por no haber hecho este trabajo a tiempo? En este tema, la mantención del director de Impuestos Internos, públicamente cuestionado, y directamente involucrado, indica que Bachelet no tiene en realidad el ánimo de avanzar en ese sentido.

La propuesta de ampliar las obligaciones y alcances de las declaraciones de interés es casi de perogruyo. Lo interesante es que ella misma no permitió que su hijo lo hiciera cuando fue nombrado en un alto cargo en La Moneda, a pesar de la presión pública. Se refugió para ello en un resquicio legal más que basarse en la ética de la transparencia. Entonces, ¿realmente cree en ello? La respuesta es obvia.

Es casi para la risa la propuesta de limitar las contrataciones de familiares, que es uno de los pecados más denunciados de su propia gestión. Entonces, ¿realmente cree en ello? El reinscribir a todos los militantes de los partidos es un absurdo.

La idea de endurecer las penas y sanciones, tanto en el sector público como en el privado, es necesaria, pero se obvía lo esencial: la ética y la probidad como pilar esencial del trabajo público.

Finalmente, está la propuesta de iniciar un “proceso constitucional” en seis meses más, algo que nadie ha entendido, que es vago, suena a improvisación y anuncio para la galería. Lo más serio de este asunto es que no tiene sentido hacer todas las propuestas anteriores si se pretende cambiar la Constitución. Es una contradicción elemental, propia de todas las improvisaciones que han ocurrido hasta aquí en su gobierno y que hoy tienen amplio rechazo de la población.

En suma, los anuncios son tardíos, son meras intenciones y titulares, y sin enfrentar los problemas propios de su gestión como el director de Impuestos Internos, el caso del recaudador oficial de sus campañas, las boletas del ministro del Interior, la enorme cantidad de parientes contratados, y la transparencia de su propia campaña. El problema real se evadió, el pronóstico es malo.

Desafíos del segundo tiempo Sergio Melnick 18 mayo, 2015

Lo realmente relevante del cambio del gabinete fueron los ministros del Interior y Hacienda. El resto es casi anecdótico. Los dos son figuras que ya estaban en el gobierno, por lo tanto no son ideas novedosas. Por cierto, son dos figuras muy relevantes y en mi opinión un avance más que significativo en relación a los ministros salientes. Peñailillo nunca tuvo la talla de vicepresidente del país, y Arenas fue algo así como la suma de las incompetencias junto a una arrogancia pocas veces vista en el cargo.

Estos dos ministros son el verdadero nuevo eje del gobierno, que le deben reportar a una Presidente muy deteriorada en imagen, en general indecisa, y sin liderazgo alguno, pero con la enorme autoridad legal. El complejo escenario actual depende de lo que estos dos ministros puedan llegar a lograr. De fracasar en su gestión, es decir, no ser capaces de cambiar las tendencias del primer año, el pronóstico es realmente malo.

En lo político, Burgos tiene varias urgencias. Primero, debe lograr reiniciar el diálogo constructivo entre los diversos actores, que se perdió en el último año. Para eso debe poder erradicar de manera creíble la idea de la retroexcavadora y moverse suavemente al espacio de los grandes acuerdos. En mi opinión es algo en lo que el ministro de verdad cree. Lograr este nuevo clima es posible y lo mejor para la gran mayoría, pero no lo es para los extremos, y esa será su piedra de tope (PC, MAS, IC, PPD, una parte del PS). En la práctica significa, por ejemplo, cambiar la actitud frente a las reformas, y efectivamente escuchar las críticas y sugerencias.

Esto es particularmente importante para la reforma laboral que ya tiene mayor rechazo que aprobación, y que como viene es técnicamente tan mala como las anteriores. También es fundamental mejorar las reformas en los temas de educación. Los planteamientos que se escuchan del gobierno en educación superior son simplemente delirantes y deben ser reconsiderados casi de raíz. Fue un grave error mantener al ministro Eyzaguirre, que ha improvisado de muy mala manera.

De igual modo ocurre con el tema constitucional. No es un drama cambiar una Constitución si se hace con nobleza y sabiduría, y de verdad se busca un acuerdo amplio como lo requiere una carta fundamental. El tema del financiamiento de la política es también clave y muy práctico. Si se deja llevar por ideales muy románticos, en los hechos el narcotráfico puede terminar siendo quien financia y vaya que tienen experiencia en ello, como lo vemos en otros países.

También tiene una dura tarea el nuevo ministro en el tema seguridad, delincuencia y Araucanía. En el corto plazo sólo le cabe endurecer la mano. En el largo plazo requiere otro enfoque de carácter más social. Para ello debe empoderar a Carabineros y a la PDI, y quizás requiera algunos ajustes legales. Si la delincuencia sigue subiendo, el escenario se complica en demasía.

Por otro lado, el ministro Valdés no la tiene fácil. Su primera tarea es tratar de cambiar las expectativas económicas y subir la nariz de la inversión. Para ello debe dar confianzas efectivas a los empresarios y a las pyme con algo más que palabras. La segunda tarea es controlar el gasto fiscal desatado que impulsó Arenas, y que lo enfrenta a un déficit fiscal de quizás 3% a 4% del PIB para este año, y el doble para el próximo. De ser así, su nombre es el que finalmente quedará grabado en la historia con esas cifras tan negativas. También debe tratar de mejorar a como dé lugar la reforma laboral, ya que si no lo hace, todo esfuerzo por cambiar las expectativas será infructuoso. Sin duda tiene un problema con el director del Servicio de Impuestos Internos, que de no cambiarlo le restará credibilidad y aparecerá como un ministro muy débil.

Etiqueta:
No hay comentarios

Sorry, the comment form is closed at this time.