Lastarria Santander José Victorino (1817-1888)1 hijo de Francisco de Asís Lastarria Cortés (1785-1863)2 empresario, patriota, y Carmen Santander Boza; abogado, académico, literario, orador,organizó la Sociedad Literaria de Santiago en 1842, aunque afirmaba que “la base de nuestro gobierno es la democracia” admitía que “le falta todavía el apoyo de la ilustración, de las costumbres y de las leyes” (1); ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y de la Corte Suprema;

(“El señor Lastarria ha vivido hasta ahora 53 años, durante los cuales se ha manifestado observador infatigable, pensador profundo, profesor consumado, jurisconsulto distinguido, escritor y orador eminente, hombre de Estado laborioso, digno y puro. Como publicista y como literato, con su palabra y con su pluma, desde la tribuna y desde el gabinete de trabajo, en medio de las penalidades de la proscripción como en medio de los honores y deberes de altos cargos diplomáticos, ha trabajado con rara constancia por el progreso intelectual y político de nuestro país…. Naturaleza singularmente privilegiada, el señor Lastarria, ha conservado hasta ahora la doble juventud del alma y del cuerpo. Chile, que le debe ya tan eminentes servicios, tiene todavía mucho que esperar de esa venerable juventud” (2)),  casado con Jesús Villarreal Hidalgo, h. José María Villarreal Osorio; 12 hijos.

Lastarria Villarreal Marcial Demetrio (1844-1891)1 abogado en 1866, PL, Ministro de RR.EE. 1888-89, Ministro del Interior 1889, diputado por Rancagua 1876 y 1879, 1885 y 1888, diputado por Rere 1882, “Comprometido con los preparativos de la revolución del 91, firmó la deposición de Balmaceda y se ocultó al estallar el movimiento del 7 de enero. Temeroso de ser descubierto, quiso atravesar la cordillera” (2); embajador en Brasil y Uruguay; “Para que se puede juzgar con fijeza la influencia moral de la escuela en el pueblo, es indispensable llevar una estadística capaz de arrojar luz sobre este asunto… podría compararse época a época… pero sea como quiera, es una convicción pública… que el número de crímenes aumenta en una proporción infinitamente superior al aumento de la población” (1); casado con Amelia Pardo Correa, h. José Pardo Aliaga Borda y Josefa Correa Toro Zambrano2, una hija.

Lastarria Villarreal Aurelio Víctor (1843-1888)3 ingeniero civil 1867, fue ingeniero jefe de la sección de ferrocarriles de Maule a Curicó; ingeniero jefe de los ferrocarriles de Angol a Traiguén y de Renaico a Victoria en 1885; casado con Margarita Cavero Egúsquiza, peruana, h. Juan Celestino Cavero Celis y Margarita Egúsquiza Celis.

Lastarria Villarreal Lucinda casado con Lorenzo Ramón Claro Cruz
Lastarria Villarreal Fresia, soltera
Lastarria Villarreal Rosa, soltera
Lastarria Villarreal Fanny, soltera
Lastarria Villarreal Luisa, soltera
Lastarria Villarreal Ana, soltera
Lastarria Villarreal Daniel, abogado
Lastarria Villarreal Washington (+1920)4 ingeniero, decano de la Facultad d Ingeniería, jefe de la sección de geografía y minas de OO.PP., presidente de la Protección Mutua de Empleados Públicos, conv. Unión Liberal 1920, “Trabajó en la delegación fiscal de salitreras, cuando esa oficina era hervidero de intereses encontrados, de pasiones, de usurpaciones de caliche y de negociados por millones de pesos. Quiso poner atajo a aquel dique de malversación y de escándalo y solo consiguió, para ludibrio de su conciencia, que se desconociera su probidad y se le quisiera salpicar con el barro de aquella podredumbre” (1); casado con Rosaura Cristi Humeres.
Lastarria Villarreal Carmela casado con Santiago Barros Barros, hijo de José Dionisio Barros Morán5 y Susana Barros Gandarillas6
Lastarria Villarreal Lupercia casado con Eduardo de la Barra Lastarria

Lastarria Santander José Victorino (1817-1888)1 h. Francisco de Asís Lastarria Cortés (1785-1863)2 empresario, patriota, y Carmen Santander Boza; abogado, académico, literario, orador, liberal, organizó la Sociedad Literaria de Santiago en 1842, aunque afirmaba que “la base de nuestro gobierno es la democracia” admitía que “le falta todavía el apoyo de la ilustración, de las costumbres y de las leyes” (1); diputado por Elqui 1843-1846, diputado por Rancagua 1849-1852 (“Lastarria fue el campeón de la mayoría de la Cámara de Diputado en 1849 y 50”); escribe: “en Chile hay una clase privilegiada, cuyo privilegio no está en la ley ni en los derechos de que goza, sino en el hecho, en la costumbre… el sentimiento de hidalguía está en todos los corazones y autoriza en unos el desprecio y en otros la superioridad con que miran a todo el que no pertenece a una familia hidalga”(4); diputado por Copiapó 1855-1858 (‘en 1857 volvió a aparecer en la tribuna parlamentaria para tomar parte en la bulliciosa cuestión de la ley de amnistía’), diputado por Valparaíso 1858-1861 ‘en la legislatura de 58 no se encontraba bien, y en la primera oportunidad que se le presentó, abandonó su asiento, no sin haber pronunciado a la despedida un discurso brillante’), diputado por Quillota 1864-1867 y 1870-1873 (“El señor Lastarria ha vivido hasta ahora 53 años, durante los cuales se ha manifestado observador infatigable, pensador profundo, profesor consumado, jurisconsulto distinguido, escritor y orador eminente, hombre de Estado laborioso, digno y puro. Como publicista y como literato, con su palabra y con su pluma, desde la tribuna y desde el gabinete de trabajo, en medio de las penalidades de la proscripción como en medio de los honores y deberes de altos cargos diplomáticos, ha trabajado con rara constancia por el progreso intelectual y político de nuestro país…. Naturaleza singularmente privilegiada, el señor Lastarria, ha conservado hasta ahora la doble juventud del alma y del cuerpo. Chile, que le debe ya tan eminentes servicios, tiene todavía mucho que esperar de esa venerable juventud” (2)), ministro de Hacienda 1862-1863, diputado por La Serena 1867-1870; senador por Coquimbo 1876-1879, senador por Valparaíso 1879-1885, ministro del Interior 1876-1877, embajador, ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago y de la Corte Suprema;
“En esa legislatura de 1849, Lastarria pronunció discursos que no solo tuvieron eco en el recinto del Congreso, sino en la prensa, en la sociedad, en todas partes,… obrero infatigable alzaba su voz, tan robusta como es pidiendo la reforma de nuestra actual ley de imprenta, la de la ley de elecciones, restricciones al uso de facultades extraordinarias y a las declaraciones de sitio, la abolición del estanco, la reforma de los procedimientos judiciales para establecer la prueba pública y conseguir la celeridad de la administración de justicia, la dotación de los párrocos por el erario, la abolición de las leyes del estilo, la de la pena de azotes, la reforma de la ordenanza militar en la parte penal, la de la guardia cívica para hacerla más independiente y menos onerosa al pueblo, la postal, el establecimiento de un banco nacional para dar existencia al crédito, independencia y actividad al comercio nacional y a la industria; la reglamentación de las atribuciones del Presidente de la República en cuanto a la remoción, suspensión, traslación y destitución de los empleados,…” (3).

“Elementos de derecho público constitucional (1843, 2° edic. 1848, 1893)) “Discursos académicos” (1844).

“Bosquejo histórico de la Constitución del Gobierno de Chile: durante el primer periodo de la revolución, desde 1810 hasta 1814” (1847).

“Proyectos de ley y discursos parlamentarios” (1857).

“Don Diego Portales: juicio histórico” (1861, 1973)).

“Instituta del derecho civil chileno” (1864). “Elementos de derecho público, constitucional teórico, positivo” (1865). “Historia constitucional del medio siglo: revista de los progresos” (1866).

“La América” (1865, 1867): «una de sus mejores obras, donde volcó su pasión americanista».

“El libro de oro de las escuelas” (1869).

“Lecciones de política positiva, profesadas en la Academia…” (1875, 1891),  donde desarrolla su ideario filosófico bebido en el sistema de Augusto Comte.

“Recuerdos Literarios. Datos para la historia literaria de la América” (1885).

“Obras completas de don J.V. Lastarria (1906, 1907, vol. 12, 1909, 1913); “Lastarria y su tiempo (1817-1883): su vida, obras e influencia” (1911).

“El manuscrito del diablo” (1941): «En Chile hay una clase privilegiada cuyo privilegio está en la ley ni en los derechos de que goza, sino en el hecho, en la costumbre… otro elemento que sirve de apoyo a esta superioridad es la riqueza;…»

“Lastarria (Obras escogidas) prólogo y selección de Luis Enrique Délano” (1944).

“Correspondencia entre Sarmiento y Lastarria 1844-1888” (1954).

“El pensamiento político de don José Victorino Lastarria” (1957).

“Diario político 1849-1852” (1968), donde narra los sucesos del agitado periodo relacionados a la «Sociedad de la Igualdad».

“Unión y confederación de los pueblos hispanoamericanos” (1979).

“Estudios sobre José Victorino Lastarria” (1988).

“José Victoriano Lastarria: obra narrativa” (2000). “Recuerdos literarios” (2001).

“Antaño y Ogaño: novelas y cuentos de la vida hispanoamericana” (2009). “Recuerdos literarios, vol. 2” (2018).

«Literato distinguido y notable publicista, su fama ha atravesado los mares y se ha extendido por distintas regiones… Lastarria fue el campeón de la mayoría de la Cámara de Diputados en 1849 y 1850… Lastarria tiene espíritu travieso, volteriano… los acontecimientos políticos que se desencadenaron en 1851 envolvieron a Lastarria, el que prudentemente se hizo a un lado después de los primeros sacudimientos, temiendo los azares y penalidades de la vida revolucionaria…» (Oradores chilenos: retratos parlamentarios, 1860)

Austoto Orrego Luco, en su libro «Retratos», incluye una hermosa semblanza de Lastarria visto en la intimidad, suministrando datos de gran interés sobre su modo de ser y sus amistades: «su amor a la verdad moral, a la santa verdad, que para él no era en el fondo más que una emanación de la libertad del pensamiento y la conciencia…».

«José Victorino Lastarria y la democracia en Chile» de Julio Cesar Jobet, revista Atenea, mayo 1955: «liberal intransigente, honesto, expositor brillante de las doctrinas reformistas, Lastarria se alza como la figura intelectual más importante del siglo pasado, a la vez que su adhesión sincera e inteligente al ideario democrático lo llevó a encimarse en el conjunto de los más valiosos reformadores del país».

«José Victorino Lastarria y su tiempo» En el sesquicentanario de su nacimiento, Luis Enrique Délano, Revista Aurora, julio 1967 «De Lastarria bien podría decirse que enarboló en Chile la bandera del liberalismo, que era entonces bandera de progreso, y que, superando los desalientos, por encima de las penurias, más allá de la incomprensión y los destierros y a pesar del desprecio de una sociedad envanecida de su propia decrepitud, nuca le dejó caer sino para ponerla en manos de la juventud que había de sucederlo, en el crepúsculo ya de su generosa existencia»

«Lastarria y la revisión judicial de la ley en el marco de la Constitución chilena de 1833» de Sergio Verdugo (2016)
Se identifican algunos textos de Lastarria, donde sugirió establecer un sistema de control judicial de la ley en el marco de la Constitución chilena de 1833. Luego de revisar la literatura pertinente, se argumenta que la propuesta de Lastarria fue original entre sus pares académicos conocidos, y la más antigua identificada hasta ahora. Además, el trabajo sostiene que la propuesta de Lastarria es consistente con el resto de su pensamiento político-constitucional relevante.