Jorge Baradit Morales

Biografía Personal

Jorge Baradit Morales (1970): Escritor, autor de la trilogía superventas Historia Secreta de Chile. Diseñador y comunicador se dedica a la literatura desde el año 2005.

Autor de libros de difusión histórica «Historia secreta de Chile» y «Héroes». Conductor del programa «Chile Secreto» de Chilevisión, un híbrido entre documental y reportaje donde repasa hechos históricos. Es uno de los fundadores de la Fundación “Los Ojos de Chile”, la cual recauda fondos para las víctimas de trauma ocular durante el estallido social chileno en 2019. Ese mismo año fue nombrado presidente de la Sociedad de Derechos de las Letras (SADEL), fundación gremial que defiende a los escritores y derechos de autor.

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Descendencia

Fuentes

(1) «Estado nacional» (TVN) 16 mayo 2021, reproducido en El Mercurio 10 junio 2021

(2)  Los convencionales Cozzi y Silva habían sufrido insultos y agresiones en la calle. Consultado por el tema el 13 de julio de 2021 dijo que le parecióa condenable y agrego:»

(3) Libro de Baradit sobre la Constituyente

(5) Del libro de Baradit sobre la Convención.

(6) Del libro del mismo Baradit sobre la Convención

 

(4) 13 febrero 2022

Una intervención en la Convención

Es impresionante ver los rostros de un sector de la convención cuando se aprueba Estado social de derecho, educación sexual integral, derechos reproductivos, Estado regional, etcétera.
Es el rostro de quien ve cómo su mundo se desvanece y da paso a uno que desconocen y al que le temen. Pero no solo sienten que está cambiando, sienten que el país se está derrumbando.
Porque ellos saben cómo deben ser las cosas.
Al inicio, la institucionalidad de aquello llamado Chile vivía dentro de las ciudades empalizadas. Afuera estaba la barbarie, los indios, los negros y los mestizos. Adentro, la gente de bien, los colegios, los curas, las cortes y la civilización. Ellos eran Chile, el resto, las encomiendas que trabajaban para ellos. Luego, ese Chile empalizado se llamaba salitrera; en el centro, fundo, y
en el sur, estancia.
Esa constante histórica escaló los pocos siglos que nuestro país tiene. Ese sector sigue pensando
que Chile son ellos. Continúan viviendo en ciudades empalizadas donde habitan juntos, van a
colegios juntos, asisten a la misma iglesia, se casan entre ellos y hacen negocios entre ellos. No
importa si son más o menos inteligentes, más o menos meritorios, más o menos capaces; ellos
creen que son Chile. Quienes saben cuáles son nuestras tradiciones, cuáles son los valores que
debiesen regirnos, cuál es la cultura aceptable y cuál no. Afuera, sus empleados.
Esa ciudad empalizada de la colonia es el oasis de Piñera… que explotó hace un par de años.
A ellos les invito a entender que Chile no son solo ellos y lo que ELLOS CREEN que es lo bueno.
Sienten que es el fin de Chile, pero es el fin de Chile como ellos lo entienden: «Chile somos
nosotros»; por eso lloran por el rodeo y no por las diabladas, porque creen que Chile es Colchagua
y debe haber huasos desde Arica hasta Punta Arenas, aunque no tenga ningún sentido. Porque no
ven más allá de la imagen que ellos tienen de Chile.
Hoy, el país completo ha tomado el control de su destino en esta convención por primera vez en
su historia. Y no es individualista, no es monocromático, no es mercantilista. Es solidario, lleno de
colores y mayoritario.
Acusan falta de diálogo, pero la verdad es que las visiones pueden dialogar solo hasta cierto
punto. Hay un momento en el que hay que definirse y ahí es la votación —la democracia— la que
decide. La verdad es que las visiones de mundo de la mayoría son demasiado diferentes a la que
plantea este pequeño grupo. Incluso cuando algunos de ellos hacen el esfuerzo por acercarse, se
dan cuenta de que están tan lejos, que ni ese esfuerzo alcanza para acercar posiciones. Por eso
históricamente han dependido de artilugios para sobrerrepresentarse en la vida política, a través del
voto censitario, el sistema binominal o los golpes de Estado. Hoy, están desnudos en un órgano
realmente representativo y les cuesta asumir que no tienen el volumen de poder del que
regularmente usufructan.
Los invito a no tenerle miedo a la voz de la mayoría. El miedo y los fantasmas han sido malos
compañeros en nuestra historia. Por temor al caos generan caos; por temor a un gobierno que iba a
llevar a Chile a un gobierno autoritario, construyeron un gobierno autoritario; por temor a la vía
democrática al socialismo, levantaron la vía armada al neoliberalismo; por temor a la dictadura del proletariado, instalaron una dictadura militar.
No tengan miedo, el miedo lleva al enojo, el enojo lleva al odio, y el odio lleva al sufrimiento.
Lo único que está ocurriendo es que se está construyendo, por primera vez, un Chile no de ustedes, sino de todos y todas.
Por eso el artículo primero dice Estado social, para los trabajadores; por eso dice paridad, para las mujeres; por eso plurinacional, para los pueblos originarios; por eso dice ecológico, porque es otra hermana que debemos proteger y cuidar.
Llamo a aprobar el artículo 1º que esperamos que sean las palabras iniciales del nuevo Chile. Un Estado social y democrático de derecho. De carácter plurinacional y ecológico      Donde el primer fin del Estado que menciona es garantizar el bienestar de las personas, de la sociedad y la naturaleza. Poniendo a las personas en el centro y en el primer lugar por primera vez en su historia. Esto es el corazón del estallido social y de la larga búsqueda de justicia del pueblo de Chile.

Discurso en la Convención

(…) Ingresé a la constituyente con la profunda convicción de que, si bien la base del estallido social era la búsqueda de dignidad a través del reconocimiento de derechos fundamentales, esta constitución iba a fracasar si no incorporaba, además, mecanismos de participación popular para ir modificando y perfeccionando una sociedad cada vez más líquida y cambiante. Porque si los derechos sociales fueron lo que la ciudadanía demandó, la inexistencia de herramientas para exigirlos hizo estallar esta olla a presión sin válvulas de escape.
Por aquello ingresé a la comisión de principios constitucionales y mecanismos de participación.
Porque creo que debemos darnos las condiciones para construir poder popular y herramientas para ejercerlo. Porque no concibo una democracia que solo nos permita marcar una raya en un papel cada cuatro años. Desde ya propongo no solo mecanismos como la iniciativa popular de ley o los plebiscitos, sino también la activa participación vinculante en los gobiernos comunales para que los vecinos deliberen y generen MANDATO a sus autoridades y no solo voten lo que se les ofrece.
Además, con toda la fuerza de una historia plagada de ejemplos espurios, propondré, promocionaré y lucharé por el referéndum revocatorio de mandato para todas las autoridades electas democráticamente. Para que el pueblo de Chile pueda hacer cumplir las promesas y su mandato. Porque el pueblo que elige debe tener el poder de destituir a quien no cumple. Tenemos hoy el ejemplo vivo de falta de probidad instalado en La Moneda, a un presidente con un prontuario tan
extenso como el poder económico que le ha permitido blindarse frente a la ley y la política. Esa impunidad no puede volver a ocurrir.
Esto lo digo desde el excongreso. Desde donde se conversó, se justificó y se celebró la matanza de obreros de la Escuela Santa María. Hoy, como nieto de trabajador del salitre, de campesina y obrera textil; de madre pequeña comerciante e hijo de un taxista y obrero metalmecánico, que debió irse de Chile como inmigrante ilegal para alimentarnos y que nunca más regresó.
Yo vengo del cerro Esperanza, en Valparaíso, ahora estoy aquí, junto a otros chilenos y chilenas de todos esos sectores olvidados de la sociedad, escribiendo una nueva constitución, en un órgano que le quitó de las manos el poder a las élites político-económicas para dárselo a una diversidad nunca antes vista.
Somos una generación que no solo ha tenido la responsabilidad, sino el privilegio de tomar los
sueños y dolores de generaciones de luchadores sociales para dar vuelta una página gigante: la del dominio de los pocos, para dar paso a la democracia de los muchos.
Estoy orgulloso, responderemos al mandato de nuestro pueblo que tanto ha sufrido. Le dedico esta posibilidad a Elizabeth Morales Farías, el resumen para mí de todo lo bueno y hermoso en este mundo. Y a Gabriel Baradit González, luz de mi vida y que representa todo lo que sueño para cada niño y niña de mi país.
Estoy orgulloso de mi pueblo, que hace cincuenta años quiso cambiar este país y el mundo a través del proceso democrático y pacífico de Salvador Allende. Hoy, después de un largo paréntesis, con las mismas herramientas de la razón, el humanismo y la solidaridad, seguimos teniendo fe en Chile y su destino, solo que esta vez sí venceremos.

Trayectoria Política

Jorge Baradit Morales: elegido convencional constituyente 2021 por el distrito 10 de la región metropolitana, con 21.847 votos (5,14%) en la lista del Apruebo (57.023 votos 13.42%) como independiente del Partido Socialsita.

Busca el fin del Estado Subsidiario y la implementación de un Estado social, solidario, garante de derechos y antipatriarcal como una obligación moral,» restaurar la dignidad y la justicia social para todas y todos los postergados e invisibilizados de nuestra patria».
También un Estado que garantice los derechos humanos en todas sus expresiones y generaciones, que considere la inclusión, la salud, la educación, la cultura y la seguridad social como pilar fundamental en el diseño de políticas públicas y bajo estrictos parámetros de perspectiva de género. Quiere cautelar que los contenidos de la nueva Constitución estén en sintonía con las legítimas aspiraciones del movimiento social.

Suscribe el Manifiesto Constituyente por la RENACIONALIZACION y la construcción de un Modelo Alternativo de Desarrollo Económico, 25 de marzo 2021
Recuperar nuestras aguas, nuestros bosques, nuestro largo mar y los minerales estratégicos es clave para poder construir una democracia soberana donde los cambios por los cuales luchamos tengan financiamiento y solidez económica.
Sólo así, las demandas sociales, económicas, políticas, culturales y ambientales que dieron origen a este proceso constituyente podrían ser garantizadas plenamente por el Estado.
Por eso, la nueva Carta Magna debe mandatar un modelo de desarrollo económico que sea capaz de garantizar los Derechos Humanos, incluyendo los Derechos económicos, sociales y culturales. La Nueva Constitución debe mandatar un uso racional y medido de los recursos naturales procurando mayores grados de valor agregado a los minerales estratégicos, generando una diversificación productiva basada en tecnologías limpias para poder ir disminuyendo gradualmente su explotación; con políticas públicas que tracen mecanismos de transición hacia un nuevo modelo económico que supere el actual despojo extractivista.

El 18 de junio de 2021, antes del inicio de la convención, escribí en un cuaderno la siguiente pregunta y respuesta: «¿Qué espero de la nueva constitución de la República? Espero el fin del neoliberalismo y la construcción de un Estado robusto, descentralizado y garante de derechos sociales, para una constitución centrada en el bienestar del ser humano y su diversidad, con criterio de Derechos Humanos, género y medioambiente». (6)

«Eso esta basado (la regla de los 2/3) en la supuesta legitimidad del acuerdo del 15 de noviembre, hacho por un grupo de gente de partido, que sabemos hoy que representa al 2% del país, no a la gran masa de personas que se estaban manifestando, ellos asumieron y se arrogaron la representatividad de un movimiento» (1)

«Lo que si me parece maravilloso… no, no me parece maravilloso, me parece conveniente, que ellos ahora tambien sufran un poquito lo que los chilenos hemos sufrido desde el estallido social: persecución, violencia, represión en las calles». Al día siguiente se retractó: «Las palabras que emití ayer no me representan, yo soy y fui victima de violencia del Estado, de la violencia política y no se la deseo en realidad a nadie» (2);

Mi salida del Colectivo Socialista comenzó prácticamente a la semana de instalada la convención. Aunque al inicio fue solo una inquietud, la sensación nunca dejó de crecer en mi interior. Claramente no pertenecía a esa cultura. El problema era mío y me demoré en resolverlo. (3)

En esa línea, el convencional Jorge Baradit (ex Colectivo Socialista), se refiere al acuerdo PS-FA como una “reconciliación con el padre”. “Muchos dicen que el Frente Amplio mató al padre. Yo creo que fue todo lo contrario, se reconcilió con el padre. Se reconcilió con el PS. Los frenteamplistas son todos hijos de antiguos concertacionistas” (4)

El 17 de febrero tuvimos el primer pleno para votar esas primeras normas que pasarían a la constitución. Viendo la situación hacia atrás, supongo que tampoco fue una buena señal para las personas comunes que el primer artículo que pasó a formar parte de la nueva constitución fuera el de pluralismo jurídico:   «Plurinacionalidad, pluralismo jurídico e interculturalidad. La función jurisdiccional se define en su estructura, integración y procedimientos conforme a los principios de plurinacionalidad, pluralismo jurídico e interculturalidad». (5)

La noche en que aprobamos el artículo 1 del borrador, donde se declaraba Chile un Estado social y democrático de derecho, lloramos abrazados con Bea, Giovi, Cote Oyarzún, Cristián Ramírez, Ale, Paulina y Clara. Salimos llorando a la conferencia de prensa, muy tarde en la noche. Pude decir «Estoy muy feliz, porque hoy, 11 de abril de 2022, para la convención constitucional muere el modelo de Pinochet»
(…) Estado social y democrático de derecho es la llave que va a clausurar el Estado subsidiario que en cuarenta años no entregó mejor salud, no entregó mejores pensiones, no entregó mejor educación. Y esa misma llave abre las grandes alamedas, para que el Estado garantice los derechos y le entregue dignidad al pueblo de Chile (6)

El día 19 de abril, cuando comenzamos a aprobar el derecho a la salud de calidad y gratuita, el derecho a la vivienda digna y el derecho a un gran sistema de seguridad social que te proteja integralmente, sentíamos que estábamos tocando la utopía (6)

Bibliografia

Trinidad (2013) Ambientada en un Chile futurista, la triada de personajes femeninos de Trinidad desenmascara la podredumbre de un sistema político corrupto.
Historia secreta de Chile 2 (2016)
La guerra interior (2017)
Historia secreta de Chile (3) 2017
Synco (2018)
La dictadura: historia secreta de Chile (2018)
Lluscuma (2018) Baradit mezcla hechos en el centro de la historia documentada, el golpe de 1973 en Chile y sus consecuencias- con eventos de ciencia ficción: avistamientos de ovnis y el delirio de una sociedad violenta.
Ygdrasil (2019)
Rebelión (2020)
Héroes 2 (2021) con la portada con foto de Salvador Allende

Jorge Baradit «La Constituyente» Historia secreta de Chile (2022)

Otras publicaciones

Felipe Kast: «Diputado Boric, usted sabe perfectamente que el proyecto del indulto para quienes quemaron Chile estaba listo para ser votado entre la primera y segunda vuelta presidencial, ¿y que hicieron ustedes? Lo sacaron de la tabla. ¿Por que? Sabiáon que eso poner en riesgo la votación que sacó en segunda vuelta Usted mismo se disfrazó de una persona que le importaba el orden público. Nunca se refirió a los indusltos, y no se atrevió a pedir que se vote… poque no le convenía. Aora que ya ganó le da lo mismo sacarse la careta y decirle a todo Chile y a los senadores que votemos a favor del indulto»
Jorge Baradit «Quemaron Chile… frases con la que tratan de inventar una realidad que sosenga lo que en verdad les pasa: DETESTAN el proceso constituyente y perder los privilegios que les entrega la Constitución del 80»
Kast: «¿Inventa la realidad?… en el mundo parelelo de Baradit (el que no se refería con mucho respeto a las mujeres) en Chile no se quemaron iglesias, locales de emprendimiento supermercados y tampoco el Metro» La Segunda 14 enero 2022.

Allende Baradit

Columna de Pablo Ortúzar: Allende Baradit, La Tercera 17 julio 2021
La inauguración de la Convención Constitucional fue pródiga en símbolos. Pero ninguno fue más desconcertante que el del novelista Jorge Baradit portando la pluma del Presidente Salvador Allende, prestada por la familia de este último. “Entrega un mandato claro”, tuiteó el convencional, ahora famoso por defender la agresión callejera contra sus pares de derecha.
Baradit pertenece a una de las generaciones políticas más lamentables de la historia de Chile. Los hijos de la Concertación que nunca lograron rebelarse contra el padre y fijar una identidad. Personajes tipo Mala onda, de Fuguet, que pasaron de predicar el hedonismo lascivo de los 90, a convertirse ahora en sacerdotes de la cancelación. Perdidos, cómodos y fatuos, en suma, arrastrados por las modas epocales, sin un centro de sentido. Nihilistas secos como pan tostado, enmantequillados levemente con el progresismo del día.
¿Qué puede tener que ver Baradit, entonces, con Allende? Sorprende algo. Allende, aunque sea de otro calado, cuando es desconectado de su fulgor final, aparece arrastrado constantemente por la vanidad (“¡carne de estatua!”), la superficialidad y la contradicción. Sus gustos privados son más los de un Tiberio que los de un Cincinato socialista. Y el devaneo incesante de su lealtad entre la revolución y la vía democrática, así como entre el partido y el pueblo, desesperan a cualquiera. No le agacha el moño a Fidel, pero le regala una pistola a su sobrino mirista. Rechaza la vía armada, pero usa su valija diplomática para mover armas, y se hace fotografiar, en delirio fálico, metralleta en mano.
Si hay un “mandato claro” ahí, proviene de la clave de lectura que el médico viñamarino entregó en su último mensaje, cuando llamó al pueblo a no salir a combatir a las calles y condenó la violencia como método de acción política. Allende, así, dejó este mundo elevándose sobre sí mismo, pensando no en la gloria partidaria o propia, sino en la vida de los hombres y mujeres humildes que parte de su coalición de gobierno hubieran querido usar como carne de cañón contra los militares. Murió, entonces, como Presidente de la República -de todos los chilenos- y no como comandante o compañero.
Una de las razones principales del naufragio de la Unidad Popular es haberle cedido demasiado a la ultraizquierda, que los traicionó siempre. Otra es haber buscado imponer cambios radicales con poco apoyo popular y alienando al resto de los actores políticos (el PC en guerra a muerte con la DC, y la derecha -que apoyó nacionalizar el cobre- aterrorizada por la ultra). Y una tercera razón es la irresponsabilidad en materia económica: imprimir billetes no es crecer ni redistribuir.
Construir a ritmo calmo, con miras al bienestar del pueblo -y no a delirios mesiánicos-, en base a mayorías democráticas y acuerdos amplios, aislando a fanáticos y violentistas, y cuidando las bases del crecimiento económico, todo en un marco republicano de límites y contrapesos, ¿cuál, sino esa, sería la lección?
Baradit y sus compañeros de generación de la convención probablemente no tengan otra oportunidad relevante para intentar ir más allá de sí mismos. Aquí se juega su modesto legado vital. Ojalá lo consideren.

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