Maximiliano Ibáñez Ibañez

Biografía Personal

Ibáñez Ibáñez Maximiliano (1863-1933) hijo de Ramón Ibáñez y María Antonieta Ibáñez Rondizzoni, abogado en 1889, licenciado en Ciencias Políticas 1891; periodista, agricultor, académico correspondiente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid 1922;casado con Teresa Barceló Lira.

(1) FIG tomo III página 515.    (2) SEMBLANZA página 227.

Descendencia

Ibáñez Barceló Fernando casado con Juanita Walker Larraín, h. Eugenio Walker Díaz (1885-1957) funcionario, Partido Conservador, Intendente y Juana Larraín Larraín.

Ibáñez Barceló Rosa casado con Alberto Larraín Prieto, ejecutivo

Ibáñez Barceló José Miguel (1910-1996) abogado, superintendente de bancos e instituciones financieras 1958-1964 y 1974-1981; miembro del tribunal Constitucional 1981-1986; casado con María Luisa Langlois Délano (1913) dibujante, padres del sacerdote y poeta José Miguel Ibáñez Langlois.

Ibáñez Barceló Francisco casado con María Eugenia Serrano Lamas (1924) h. Rafael Serrano Vásquez

Ibáñez Barceló Mónica casado con Emilio Balmaceda Balmaceda (1919) abogado, h. Andrés Balmaceda Bello, arquitecto, y Olga Balmaceda Valdés, periodista

Ibáñez Barceló Maximiliano casado con Luisa Larraín Echeverría, hija de Carlos Larraín Prieto, ingeniero agrónomo y Ana Echeverría Vigil

Ibáñez Barceló Carmen (1921) casado con Arturo Larraín Echeverría

Ibáñez Barceló (María) Teresa (1914) casado con Osvaldo Baeza Rosales (1908) arquitecto, hijo de Leoncio Baeza y Rosa

Fuentes

Trayectoria Política

Ibáñez Ibáñez Maximiliano (1863-1933) miembro del Partido Liberal, secretario de la Junta Revolucionaria en París 1891 en contra de Balmaceda; entre 1892 y 1896 fue redactor principal de La Libertad Electoral;

diputado por Linares 1894-1897, durante la campaña presidencial de 1896, trabajó con ahínco por la candidatura de Vicente Reyes, entrando a formar parte del grupo liberal que se denominó doctrinario (2); reelegido diputado 1897-1900, 1900-1903 y 1903-1906, diputado por Santiago 1909-1912, 1912-1915 y 1916-1918,

Ministro de Hacienda 1904, Ministro del Interior 1910, 1916, embajador en Francia 1918-1921, “su credo es sinceramente liberal. Luchó por la conversión metálica después de la revolución y consiguió, en parte, la unificación liberal con la organización de la alianza entre grupos afines” (1).

Nuevamente Ministro del Interior en 1925, del presidente Emiliano Figueroa Larraín. Asistió en pleno el gabinete al Congreso el día 7 de abril de 1926, donde el Ministro del Interior manifestó:

«He pedido la palabra, honorable Presidente, no para exponer el programa del Ministerio, sino para hacer algunas declaraciones que el gobierno ha creído conveniente formular ante las Cámaras. El país acaba de pasar por un periodo critico cuyas vicisitudes no hay para qué rememorar.

Bastará que diga que durante esos días la República estuvo en inmi·nente peligro de caer en la guerra civil, y que sólo el patriotismo y la tradicional sangre fría de nuestra raza pudieron libramos de tal calamidad y nos pennitieron volver, por las vías nom,ales y demo· cráticas, al régimen constitucional y legal». Más adelante recordaba como «los partidos plegaron patriótimente sus banderas: eligieron de común acuerdo, para ocupar la Primera Magistratura, al hombre que en tales circunstancias podía reunir la voluntad y la confianza del mayor número de nuestros conciudada-nos; eligieron también de común acuerdo y sin lucha al actual Congreso; y, finalmente, los partidos celebraron un pacto en el cual estamparon sus sanos propositos de reconstitución de la República y de apoyo al nuevo gobierno. Sobre estas bases tomó el mando S. E. el Presidente de la República, y, respetándolas con fidelidad y con honradez, nombró este gabinete, en cuya organización se rompieron los viejos moldes de nuestra polí. tica, para aar nacimiento a un gobierno de carácter nacional, que aspira a tener la confianza y la adhesión de todos los partidos, y que está resuelto a conducirse lealmente con todos ellos, sin preferencias para ninguno. Hemos procurado corresponder así a los grandes fines que dieron vida al nuevo régimen constitucional y al gobierno del Excmo. señor Figueroa»,

«Nuestros conciudadanos libres ya de las inquietudes de los últimos tiempos, se dedican tranquila y confiadamente en sus fecundas labores cotidianas. La verdad de este cuadro halagador se siente de uno a otro extremo del país; pero yo no sería enteramente franco y sincero si no dijera que aquí, en Santiago, se han observado durante los últimos meses, y se observan todavía, los sedimentos de los pasados trastornos políticos. Quedan aún algunos políticos que no se conforman con los hechos consumados y que querrían que el país hiciera una contramarcha hacia el pasado. El gobierno resistirá cualquier intento de reacción contra las grandes directivas que el pueblo le trazó en la nueva Cons· titución y en las elecciones del Presidente de la República y del Congreso. Aún más, debidamente autorizado declaro en nombre de S. E. el Presidente de la República que, a su juicio, está aún muy lejano el día en que el gobierno del país pueda prescindir del patriótico, espontáneo y casi unánime acuerdo de los partidos que lo llevaron a ese alto cargo, acuerdo que ha sido después solemnemente renovado en pactos políticos de gran trascendencia y en cuyos propósitos de unión y concordia descansa por ahora la tranquilidad actual de la República y su suerte futura»

(1) FIGUEROA tomo III página  515.    (2) SEMBLANZA página 227.

Bibliografia

Bibl: “Revisión del Código de Comercio”, 1890.

“La democracia moderna”, en francés, 1892.

“Alegato a favor de la interdicción provisorio por proligalidad de doña María Olivares de Ibáñez”, 1893.

Otras publicaciones

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