Castro Palma (Isaac Florencio) Baltasar (1919-1989) [1] hijo de Florencio Castro e Isabel Sofía Palma, escritor, agricultor, casado con Nelly Wemyss, 4 hijos.

[1]  (1) HOY, 20 abril 1983. (2) CASTRO página 164.

Castro Palma (Isaac Florencio) Baltasar (1919-1989)[1] militante de VNP y PS, luego independiente, Presidente del Frente Nacional del Pueblo 1956, diputado por O’Higgins 1949-1953 y 1953-1957, senador por O’Higgins y Colchagua 1961-1969 (17.6%).

Castro en medio del bloqueo a Cuba, había jugado un rol significativo exportando alimentos a la isla y eso le mereció una relación con Fidel Castro.

“La palabra de Allende, es oída con respeto en el Senado, porque, a más de ser buen orador, se trata de un hombre que conoce todos los resortes del aparato administrativo y legislativo. Repito. En Chile no más es posible encontrar una figura política como la de Allende” (2);

“Yo soy admirador del movimiento militar de la oficialidad joven del 25. Cuando se produjo el “pronunciamiento militar” del 73, seguí siendo un hombre de izquierda, pese a mis serias discrepancias con Allende. Sostuve que los errores de la UP le hacían un daño muy grande a la izquierda chilena y al movimiento popular latinoamericano. Ahora no sólo creo que este gobierno es de derecha, y terminará por la tremenda crisis económica que la competencia ha desatado” (1).

«… de amigo de Allende, se fue transformando durante su gobierno en un acérrimo detractor del gobierno de Allende lo que cobró especial significación durante la Huelga de los Mineros de El Teniente en 1973… se planteó la idea que Fidel Castro, en su visita de 1971, visitara el fundo de Castro… quienes estuvieron por que no se concretara la visita estaban «Pedro Armijo, director zonal de CORA, Gabriel Teran, jefe de área de rengo, los mismo que estábamos por la expropiación del fundo del ex senador por O’Higgins pero que repentinamente desapareció la carpeta. había una reunión donde se tomaría la decisión definitiva si se expropiaba o no y fue en esos precisos momentos cuando desapareció la carpeta del caso… finalmente la expropiación se realizó igual pero cuya medida, luego en dictadura fue revertida…» (3)

[1]  (1) HOY, 20 abril 1983. (2) CASTRO p. 164.

(3) «¿Vencidos? Crónica de la UP en las provincias» página 80

«Un hombre por el camino», novela, 1950, 240 páginas
«Me permite una interrupción? (1963) 214 páginas
«Légamo» (1965)
«Sewell», novela, (1966) 127 páginas
«Doña revolución» (1969)
Mi camarada Padre (1973) 225 páginas
«Distinto Bicoque» (1974) 273 páginas
«Ha almorzado la gente» (1978) 316 páginas
Lo llamaban Pablito (1982)

Sobre Horacio Walker: «Era conservador. Por diferncias internas optó por renunciar a la reelección de su cargo de senador. Nadie lo sacó de aquella resolución. Vaa sorpresa en un medio donde los interesados dejan jorones de dignidad en el camino que deben recorrer para ganar un asiento en el Parlamento. Llegó la histórica división del peluconismo. Walker tomó bando con los que deseaban abrir las ventanas y las puertas, avizorando los fenómenos que se producirían en el mundo. Como abogado se encargó de alegar ante los tribunales respectivos los mejores derechos de sus compañeros a quedarse con el nombre de Partido Conservador. Las primeras instancias le fueron desfavorables. No desmayó. Una y otra vez apeló, golpeó puertas, encaró dificultades. La disputa se transformó en epopeya. En el último momento la victoria fue suya. A poco anar muchos de sus camaradas desertaron para regresar. Su grupo disminuyó considerablemente, a tal punto que Horacio Walker parecía una isla pronta a capitular. Nada: ni una vacilación. El tiempo y los fenómenos políticos, sociales y económicos de la postguerra soplaron a todo pulmón por entre las banderas de los católicos que pensaban como Walker, uniendo sus bitácoras. Es posible que Leighton, Frei, Tomic, Castillo y otros, que venían de la antigua Falange, hayan encontrado que este nuevo compañero de partido les llevaba muchos años de edad por delante; mas habrán tenido que convenir que su dreza para enfrentar los temporales corresponde a la calidad de especiales maderas que es difícil descubrir por estos tiempos.

La Segunda, 4 agosto 1977, entrevista a Baltazar Castro «Escribía artículos para «Clarín» ponía en la picota de sus ataques a políticos de la trinchera contraria, a los que comúnmente acusaba de enriquecerse con su actividad cívica… vendió vino a Cuba… «don Baltazar castro apareció ganando con este negocio de 500.000 botellas unos 300.000 dólares limpios de polvo y paja.
También extrañaba que Cuba tan necesitada de divisas para adquirir repuestos, alimentos, medicamentos y demás item de primera necesidad, los derrochara en vino…  la verdad es que solo una parte de esa suma fue a los bolsillos del exportador de vino. La otra sirvió para financiar las actividades fidelistas en Chile. De éstas, la mas importante era la publicación de la revista «Punto Final».
En la edición de El Siglo dedicada en 1971 al aniversario cubano del 26 de julio, venía una pagina entera de propaganda a la firma «Baltazar Castro e hijos». Dijo así: «el dinero de las exportaciones de vino chileno a Cuba lo emplearemos en construir un Centro de Genética que nos permita poner en práctica las maravillosas experiencias de Cuba en el desarrollo de la ganadería, experiencias que demuestran a enorme capacidad de un pueblo digno, que conquistó su destino»