23 May Benito Baranda Ferran
Biografía Personal
Benito Baranda Ferran (1959) Psicólogo con doctorado en sociología y fundador de la ONG América Solidaria, organización de la cual es presidente ejecutivo.
• Twitter:@benitobaranda
• Instagram: @benitobaranda
Reside en la comuna de la Pintana hace más de 33 años. Fue director social del Hogar de Cristo entre los años 1991 y 2011. También ha participado en otros organismos sociales como la Fundación para la Superación de la Pobreza y en la Comisión Asesora Presidencial de Expertos para la Actualización de la Línea de la Pobreza y de la Pobreza Extrema.
Section
Descendencia
Fuentes
(1) Estado Nacional (TVN) 16 mayo 2021, reproducido en El Mercurio 10 junio 2021
(2) El Mostrador, 7 agosto 2021
Trayectoria Política
Benito Baranda Ferran, independiente, elegido convencional constituyente en la lista Independientes por una nueva Constitución con 46.969 votos (12,66%) de los 73.505 votos de su lista Independientes por una Nueva Constitución.
Exonerar al P. Costadoat lo daña a él, a la Facultad de Teología, a los estudiantes que se forman allí, y a toda la comunidad universitaria que deberá tomar nota que, en lo sucesivo, el ejercicio de su propia libertad de cátedra estará sometido a censura y eventuales castigos por parte de la autoridad eclesiástica, prescindiendo de la opinión de la autoridad universitaria y de procedimientos transparentes. Se instala así un ambiente de suspicacia, que promueve el acomodo sumiso antes que la creatividad académica. (declaración conjunta, 23 marzo 2015)
Entre sus propuestas está una Constitución con perspectiva de género que avance en la igualdad entre todas las personas, independiente de su identidad de género y orientación sexual; que reconozca a los pueblos originarios; que establezca un Estado descentralizado, que resguarde integralmente todos los derechos; y que reconozca al medio ambiente como base de la vida y de la comunidad.
«En el plebiscito se votó una Convención Constituyente, no sé si la gente tenía tan claro si estaba votando pro una regla en especial que acordaron los partidos políticos. Eso no estaba en el voto, en el voto estaba la Convención Constituyente o la Convención Mixta» (1)
Constituyente Benito Baranda y progresos de la Convención: «Todas las comisiones han avanzado rápidamente»
«Tuvimos cerca de 40 audiencias en la Comisión de Ética. Hemos trabajado todas estas noches hasta muy tarde y ayer lo hicimos así para sacar una propuesta de reglamento de ética un grupo de convencionales» (2)
Bibliografia
Apoya a Boric 16 diciembre 2021
Siempre me ha movilizado trabajar por comunidades históricamente excluidas. Desde esta causa, te cuento por qué creo que @gabrielboric y su equipo, comprenden las demandas sociales y podrán encauzar el desarrollo de Chile hacia uno más justo y digno
Es el único candidato que ha apoyado el proceso constituyente, siendo parte desde un inicio del Acuerdo por la Paz. Hemos trabajado duro para conseguir este proceso que es una oportunidad única para este país, para fortalecer la justicia social y la garantía de derechos.
En su experiencia como líder de movimientos sociales y políticos ha demostrado gran capacidad para articular y llegar a acuerdos con distintos sectores y personas. Esta habilidad es clave para la gobernabilidad y para abrir puentes de participación y colaboración.
Propone aumentar el ROL DEL ESTADO en la economía. La actual Constitución se desligó de los derechos sociales y los dejó en manos del mercado, como la educación y vivienda, causando una gran exclusión. Necesitamos un gobierno que acorte la brecha de las asimetrías desde el origen
Por décadas ha imperado en Chile la lógica de la hiper mercantilización de la naturaleza, bajo el planteamiento falso de que esta es la única vía en que se puede crecer. Pero el crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo, menos en un escenario de crisis socioambiental.
Para abordar esta crisis no basta con un cambio de conciencia, es necesario también un cambio del modelo. En este sentido, @gabrielboric ha planteado un nuevo modelo de desarrollo sustentable y responsable socioambientalmente.
Si no se toman medidas hoy para frenar el impacto del cambio climático, el costo a futuro será mayor, y tendremos que enfrentar sequía y agotamiento de recursos naturales. Nuestra calidad de vida y la de nuestros hijos y nietos no está asegurada,
Boric garantizará el derecho social a una VIVIENDA DIGNA y a la ciudad, mediante la búsqueda participativa de soluciones con comités de allegados/as, creación de un banco de suelos públicos y la construcción de barrios de forma integrada.
Hoy debemos avanzar en hacer valer los derechos de la ciudadanía y por ningún motivo retroceder. Necesitamos que el próximo gobierno sepa comprender las transformaciones sociales de nuestro país y de la justicia aún pendiente para grupos como: niños, mujeres, migrantes y LGBTIQ+
Esta semana tenemos una oportunidad única de seguir construyendo participativamente un país igualitario para todas las personas en dignidad y derechos. Para poder generar un Chile fortalecido, unido y justo, necesitamos acortar la distancia de la clase política y la realidad.
“No puedo no estar disponible para mostrar el texto, soy responsable de esto y le va a hacer bien a Chile” 13 agosto 2022
El exconvencional de Independientes No Neutrales, quien es reconocido por ser uno de los que más se han desplegado en campaña, diagnostica a partir de su experiencia en los territorios que el sistema político de la propuesta de nueva Constitución es ampliamente valorado por la ciudadanía. Además, defiende que él y sus pares continúen en la esfera pública de cara al plebiscito, pese a los reparos de algunos sectores que sugieren que deberían “guardarse”.
Dice tener la agenda copada y apenas se hace el tiempo para conceder esta entrevista. Benito Baranda (63) entró a la Convención Constitucional a través de Independientes No Neutrales. Una vez ahí, el psicólogo y exdirector del Hogar de Cristo integró la Comisión de Derechos Fundamentales. Precisamente las normas contenidas en ese capítulo son las que el hoy exconvencional promueve de norte a sur -haciendo uso de su seguro de cesantía- para sumar adherentes al Apruebo.
Baranda identifica que las normas propuestas por la derecha y rechazadas por el pleno han calado en la población, y lamenta que la campaña del Rechazo se base en ellas. Sin embargo, se mantiene optimista del resultado del plebiscito, pues, según explica, confía en aquellas personas que hasta el día de hoy no han votado.
Usted fue uno de los convencionales que más votos recibió. Por lo mismo, antes de la Convención se esperaba que usted jugara un rol muy activo en las negociaciones políticas y en las vocerías. ¿Por qué eso no pasó?
Esa no era mi aspiración. Era la de los periodistas o de la comunidad, pero no era lo que me pedía la gente. La gente me pedía que yo trabajara fuerte en lo que sé, que son los derechos fundamentales. Y en eso trabajé. El resto eran ilusiones, pensamientos de personas, pero no era mi posición dentro de la Convención. No era mi interés asumir ningún liderazgo, no me lo planteé nunca.
¿Cuál diría que fue su rol?
En la Comisión de Derechos Fundamentales tuve, creo, tres roles. Uno de ellos es estimular mucho la participación ciudadana en la construcción de las normas. Lo segundo fue poner al día lo que es efectivamente un Estado garante de derechos. Y tercero, que dentro de cada uno sus derechos, tratamos de estipular siempre la participación de la comunidad, como quedó en salud, en vivienda, en trabajo, en el tema de la participación de los trabajadores dentro también de lo que son las organizaciones y empresas.
¿Cuánto influyeron los No Neutrales en el proyecto de nueva Constitución?
El colectivo había acordado con meses de anticipación nueve lineamientos. La totalidad de ellos quedaron empapados en la Constitución. Son lineamientos comunes también a otros colectivos, no son de nuestra propiedad, pero cada uno de esos lineamientos quedó.
Se infiere que quedó muy conforme con el resultado.
Por supuesto. Considero que esta Constitución es un salto gigante de Chile hacia un desarrollo más equitativo. Permite que las estructuras de poder se actualicen fuertemente. Algunos han criticado cómo quedó el sistema político. Pero cuando uno analiza cómo ese equilibrio de poder se va logrando en relación a las regiones, yo creo que también es un gran avance para Chile.
Pero es justamente el sistema político uno de los temas que algunas personas que están por el Apruebo han criticado, como los socialistas, el PPD.
En general, las personas de la élite política y las personas que participan activamente en política tienen observaciones. Pero no la totalidad de esas personas. De las personas con las cuales me ha tocado reunirme, solo dos personas me han hablado del sistema político. La gran mayoría de las personas con las que yo he estado está totalmente de acuerdo con el sistema político. No hay ninguna persona que haya estado en contra. Cuando uno habla con gente que no está en esos círculos de poder, que es la gran mayoría, ellos ven con muy buenos ojos cómo quedó el sistema político.
Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático acordaron los temas que podrían reformar de la propuesta de nueva Constitución en caso de que sea aprobada. ¿Cómo toma esas gestiones que incluso el propio Presidente Boric aunó?
Yo creo que las personas tienen siempre buenas intenciones, sobre todo los que son servidores y servidoras públicos. Imagino que es por el bien de Chile. Que lo hagan bien y que tengan conciencia de que cada modificación que se vaya a hacer en el futuro debe contar con la ciudadanía.
En el contexto de las negociaciones que se dan para llegar a acuerdos de reforma, ¿le preocupa que a la nueva Constitución rápidamente se le hagan cambios sustanciales?
Lo veremos después, cuando ya se manifieste la ciudadanía el 4 de septiembre. Yo creo que allí podremos hablar.
El Rechazo se ha mantenido por sobre el Apruebo en distintas encuestas de opinión. ¿Qué significaría para usted como exconvencional si gana el Rechazo?
No me pongo en ese escenario, porque creo que tenemos un mundo electoral que no conocemos su comportamiento, que las encuestas no pueden capturar, que es ese mundo que nunca ha votado y que va a ir a votar ahora, por el voto obligatorio.
¿No le asusta que en conjunto las encuestas tengan como consenso que el Rechazo tiene una ventaja?
No me produce temor, me provoca mayor energía para poder dar a conocer el texto.
Usted fue uno de los convencionales que propusieron en alguna oportunidad sesiones de descanso, porque diagnosticaron que los convencionales estaban agotados. ¿Fue muy complejo?
Hubo un período en que ocurrió eso. Sentí que era un momento de tomar unas pausas. Yo creo que dificultó mucho la infraestructura. Es un edificio antiguo, que no tiene las dependencias como para tener tanta gente, poder almorzar juntos. Pero bueno, nos adaptamos y salió el texto. Mirando para atrás, digo que ese fue un tiempo duro, pero hay muchos tiempos duros en la vida de la gente. Uno tiene que salir adelante nomás.
¿Cómo se toma que actualmente la campaña por el Rechazo utilice algunas de las indicaciones o normas que se rechazaron en la Comisión de Derechos Fundamentales? Lo han hecho, por ejemplo, con la indicación que presentó Rocío Cantuarias sobre la inexpropiabilidad de los fondos de pensiones.
Yo creo que así es la democracia. Me da pena, por supuesto, porque creo que las personas tienen que ser informadas sobre el texto constitucional, no sobre lo que no fue aprobado. Me produce un poco de tristeza, pero creo que es parte de lo duro que es la política. A mí no me gusta atacar a partir de ello.
Uno puede imaginar que muchas personas votaron por usted justamente por su cercanía con la religión. Algunos se cuestionaron que haya votado a favor de la norma que permitía el aborto libre. ¿Identifica que hay una contradicción en eso?
Yo voté a favor en la comisión para que pasara al pleno, como lo hacemos habitualmente los grupos. Nos pusimos de acuerdo y la gran mayoría del grupo en el que yo participo estaba a favor de la interrupción del embarazo. Pero yo tenía objeciones en relación. Y cuando estuvo en el pleno, yo me abstuve. Nos pusimos de acuerdo con Roberto Celedón, porque los dos pensábamos lo mismo, considerábamos que la interrupción del embarazo fuese fruto de una deliberación en el Parlamento.
Pero las críticas que hubo en su momento fue cuando se votó en comisión. ¿Lo hizo por razones políticas?
Cuando tú representas a un grupo y el grupo te eligió para ir a una comisión, tú tienes que llevar el voto del grupo. En un tema complejo, como era la interrupción del embarazo, tienes que votar a favor de lo que el grupo considera. Después teníamos plena libertad de acción en el pleno. Creo que con la regulación del inciso tercero, eso va a ser deliberado democráticamente en el Parlamento. Ahí se pondrán los límites, lo más probable es que lo tengamos limitado a semanas, 12-14 semanas. Será el Parlamento el que lo haga, no nos corresponde a nosotros.
Usted es reconocido por ser uno de los convencionales que están haciendo más trabajo territorial. ¿Cómo es la respuesta de la gente?
Hay un muy buen ambiente. Yo no he tenido dificultades, no he tenido a alguien que me insulte o me ataque. Incluso estaban las personas del Rechazo súper respetuosas.
Algunos sugieren que los exconvencionales deberían optar por “guardarse” y apuntan a Elisa Loncon y Daniel Stingo. ¿Considera que hay exconvencionales que generan un efecto contraproducente para la campaña?
Las personas tienen hartas expectativas cuando van las dos personas que nombraste. La gente los estima. En Antofagasta están esperando a Daniel Stingo en los campamentos. A Elisa (Loncon) en general en las comunidades la llaman y la invitan mucho. Si estuviesen en partidos políticos, les podrían dar la orden de que no hablen. Pero son personas del mundo social. Yo creo que es difícil, cuando a uno lo invitan para conversar del texto constitucional, que tú te niegues. Yo no me puedo negar, porque yo trabajé en este texto, hice campaña para estar. No puedo no estar disponible si soy responsable de esto. No me quiero esconder acerca de un texto en el cual me siento interpretado y siento que le va a hacer bien a Chile.
La franja del Rechazo usó algunos videos de convencionales como un recurso para votar en contra de la propuesta de Constitución. ¿Usted cree que los convencionales estuvieron a la altura del proceso?
Yo creo que sí. Algunos tuvieron exabruptos, pero son los menos. Si revisas, la gran mayoría de las personas tuvo un trabajo disciplinado.
¿Le interesa tener futuro político después del plebiscito?
No. A partir de octubre vuelvo a mi trabajo en las organizaciones sociales. Esa es mi vocación y mi trabajo. Yo llegué a la Convención para colaborar en la construcción del capítulo de Derechos Fundamentales. Ese fue mi compito. Mi tarea, perdón. Lo dije en italiano.
La ilusión de Benito 6 febrero, 2015
Benito Baranda es lo que puede llamarse una autoridad moral en Chile. Se hizo conocido como director del Hogar de Cristo y actualmente dirige la organización América Solidaria. Es decir, Benito no sólo habla sino que también hace. Por eso resuenan sus frecuentes interpelaciones a la sociedad chilena. Hace poco disparó contra la tradicional institución de los nuncios vaticanos. Y en el debate educacional cuestionó abiertamente a la Iglesia por defender la selección en sus establecimientos. Es que Benito Baranda, ignaciano en toda regla, es un católico autocrítico. Es la versión laica de otras sensatas voces jesuitas, como la del cura Berríos o la del padre Montes.
Recientemente, Benito Baranda también nos ofreció una interesante reflexión sobre el caso Penta. Dijo que lo que más le llamaba la atención es que personas que se habían educado en colegios de congregación religiosa y luego en universidades católicas, no estuvieran haciendo gala de los valores inculcados por estas instituciones. En particular, se estaba refiriendo a los dirigentes de la UDI –dentro de los cuales mencionó expresamente a su presidente Ernesto Silva–. Echando mano a su arsenal profesional, el psicólogo Baranda agregó que “es impresionante que (ellos) no han tenido un desarrollo de su conciencia ética de acuerdo a la edad y a toda la formación que les han entregado…”. Es una crítica con dos puntas. Por un lado, le pega a la llamada educación de elite, que –según él– está fracasando en su tarea de preparar líderes capaces de asumir sus responsabilidades con altura moral. Por otro lado, apunta directamente contra la hipocresía de un partido que desde su fundador en adelante se golpea el pecho predicando valores cristianos. Son declaraciones que no deben haber caído bien ni en la elite que educa a sus hijos en esos colegios ni menos en el seno del gremialismo. ¿Es una crítica justa?
Lo primero que hay que preguntarse es si acaso los colegios particulares-pagados a los que se refiere Benito Baranda realmente entregan una formación “valórica” superior a la que reciben los niños que asisten a colegios puramente laicos. No es misterio que parte importante de la clase alta chilena cree que la orientación de sacerdotes, liturgias semanales y catequesis obligatoria contribuyen al fortalecimiento de ciertas virtudes que harán de sus hijas e hijos mejores personas. Pues, no hay mucha evidencia de aquello. Al menos lo que recuerdo de mi experiencia escolar está lejos de ese ideal. En lugar de generosidad, era más frecuente la soberbia y la crueldad. En lugar de empatía, la indiferencia al dolor ajeno. La delación compensada, una práctica habitual. La sorda frialdad de los rituales en la capilla, la mecánica repetición de la oración matutina, un millar de alumnos bien formados celebrando el onomástico del padre Rector… no veo en qué pudo ayudar todo aquello a sembrar la honestidad, la compasión o la caridad. No digo que estos valores fundamentales estuviesen ausentes en nuestra infancia. Digo que no fueron el sello de nuestra educación. El valor agregado de los colegios a los que se refiere Benito va por otra parte: reproducen capital cultural y proveen de indispensables redes. Es algo ingenuo esperar de ellos una contribución esencial en la formación moral de los niños de la elite chilena; aunque estén adornadas con crucifijos, esas salas sólo administran el material que proveen las familias.
Pero Benito no es tan inocente. De hecho, reconoce que los colegios y universidades que dicen perseguir el conocimiento iluminados por la fe no están transmitiendo correctamente los valores cristianos, pero agrega que deberían hacerlo. Pero eso es trasladar el problema a la dimensión normativa: ¿son realmente los valores de la Iglesia Católica los que necesitamos para formar mejores ciudadanos? ¿De qué valores estamos hablando? Si se trata de las enseñanzas de la Biblia, tenemos un serio inconveniente: las escrituras están teñidas de actos moralmente repugnantes que son avalados por la deidad omnipotente de Benito Baranda. Es un libro fascinante y riquísimo sin duda, pero como brújula ética es rematadamente equívoca. Si se trata de las enseñanzas vaticanas, tampoco queda claro que sean fuente cristalina. Por cada actuación digna de elogio podemos encontrar un episodio merecedor de reproche. Si se trata del testimonio de aquellos que perdonan pecados en nombre de Dios, estaremos de acuerdo en que tampoco tenemos motivos para confiarnos. En consecuencia, aun si los colegios católicos de elite transmitieran correctamente los fundamentos de su credo, no hay razones convincentes para sostener que las niñas y los niños de Chile recibirán una mejor instrucción moral de la mano de una congregación religiosa que la que podrían obtener al interior de establecimientos laicos que desarrollen un programa de formación típicamente humanista.
Esta es una discusión que quedó relativamente zanjada en el debate político chileno, cuando el entonces candidato Lavín sacó a colación su religiosidad personal como carta de presentación “valórica” en las presidenciales del 99. El entonces candidato Lagos le respondió que sus valores eran los de la clase media laica chilena, educada en el Instituto Nacional y la Universidad de Chile. En efecto, el campo de los valores es un terreno disputado que no tiene nada que ver con la misa dominical: no hay que vacilar en disputar la nefasta pretensión de superioridad moral del catolicismo. Por todo lo anterior, me parece infundada la noble pretensión de Benito. Si la crítica es a la educación de elite por su incapacidad de producir líderes aptos para Chile, vale. Si la crítica es a la educación religiosa por no formar mejores personas, se excede: no hay nada que un establecimiento humanista no pueda igualar en la tarea de forjar carácter y virtudes.
Mi intuición es que Benito Baranda tiene una lectura de su fe que no se corresponde con la realidad. Eso no es pecado – quizás yo también tengo una lectura idealizada del liberalismo, pero me cuesta darme cuenta desde adentro–. Sin embargo, es importante hacer notar sus presupuestos para entender mejor su discurso. Hace un tiempo, Baranda llamó la atención acerca de lo contradictorio que le parecía habitar en el subcontinente más desigual del planeta y al mismo tiempo el más católico de todos. En su dibujo mental, nuestro catolicismo debería llevarnos inexorablemente a reducir la brecha en nombre de la solidaridad y la justicia social. Pero no hay contradicción alguna. Por el contrario, es lo que uno esperaría al observar las tendencias globales: la religiosidad florece en contextos sociales vulnerables y retrocede cuando las instituciones sociales y políticas reducen la incertidumbre. Dicho en crudo, cuando los pobres dejan de ser pobres, el aparato terapéutico de la religión se vuelve prescindible. Mejor calidad de vida material, introducción de derechos sociales y generaciones más educadas anticipan tiempos difíciles para la religiosidad popular. Lo anterior sugiere que Benito no puede quedarse con ambas: si Latinoamérica se desarrolla –como lo están haciendo Chile y Uruguay–, el proceso secularizador se profundizará y el catolicismo se debilitará.
Por supuesto, la ilusión de Benito acerca de lo que es el verdadero catolicismo no afecta ni remotamente la sinceridad y trascendencia de sus obras. Quizás es esa misma ilusión la que lo alimenta a continuar. En ese caso, bienvenida la ilusión. Pero no deja de ser una ilusión. (El Mostrador)
¡La Serpiente no prevalece!: sepulcros blanqueados, Benito Baranda 9 septiembre, 2015
Acerca de los correos dados a conocer por la prensa entre los dignatarios de la Iglesia Católica chilena queda confirmado que nuestro Arzobispo ha actuado con poca transparencia y luego ha faltado a la verdad en los descargos que ha realizado. Deshonesto y vergonzoso.
Necesitamos una Iglesia Católica que además de anunciar la verdad la viva partiendo por nuestros líderes que son los Arzobispos y Obispos, donde su existencia privada sea igual a su vida pública, y donde las bellas y profundas enseñanzas evangélicas no solo sean expresadas en los documentos y homilías sino también puestas en obra en las acciones y prácticas, en particular en el gobierno de la comunidad eclesial que le corresponde, algo que deja mucho que desear a lo menos en la Arquidiócesis de Santiago.
La fidelidad a la Iglesia y a sus pastores no puede estar sometida a que se termine por negar la verdad y a la justicia, ya esos tiempos pasados murieron y no nos atemorizan las sombras de las excomuniones ni las amenazas veladas de las autoridades eclesiales, ni menos las descalificaciones personales que realizan – haciendo uso de su autoridad- a partir de sus intervenciones semi-privadas en las comunidades particulares, la coherencia de vida hoy es una exigencia y la autoridad ya no la puede ejercer un pastor solo por el cargo que le ha sido asignado sino que tiene que validarse por intermedio del propio testimonio, como tan tempranamente nos lo pidió en mismo Cristo. Hoy la autoridad debe necesariamente legitimarse.
Quienes creemos en Jesucristo y su Iglesia no necesariamente le debemos una obediencia ciega e irracional a las autoridades que nos han asignado dentro de la estructura y gobierno eclesial, de hecho cada uno tiene su sagrada conciencia en la cual puede encontrar mucha verdad y una guía maravillosa para vivir cerca de Jesucristo y ser parte de la comunidad fundada y deseada por Él, sin ir más lejos San Gregorio decía que ‘los pobres son nuestros Maestros’ no que los Obispos eran nuestros maestros.
¿Quién falsea realmente la verdad? En este contexto chileno y luego de tomar conocimiento de estos correos solo me queda reflexionar que ojalá que la llamada ‘serpiente’ prevalezca ya que -en esos términos- al parecer en ella está la verdad, la justicia, la honestidad y el amor que nos ha sido regalado en Jesucristo, la prefiero ante la hipocresía, la incongruencia, la mentira y el ‘tráfico de influencias’ eclesiales, que no hacen más que dañar la realización de las enseñanzas del Evangelio y la construcción de una comunidad católica al servicio de los más pobres y excluidos, de las víctimas y de los violentados.
Al parecer algunas de nuestras autoridades eclesiásticas están ciegas y ya dejaron de pensar en el servicio a Jesucristo centrándose más en las siempre tentadoras atracciones del poder y en la defensa de la ‘estructura’, que terminan por alejarlos del servicio y la justicia. Los hechos y la historia reciente al menos parecieran ratificar esta percepción, de ser así Dios nos guarde de este descarrilamiento.
Sorry, the comment form is closed at this time.