Amunátegui Aldunate Miguel Luis (1828-1888) profesor, PL, escribió junto a su hermano Gregorio Víctor diversas obras, Ministro de Justicia e Instrucción, diputado por Caupolicán, diputado por Santiago, Ministro del Interior , casado con Rosa Solar Valdés

padres de

Amunátegui Solar Domingo (1860-1933)[2] Abogado y académico, agricultor, secretario de la Facultad de Humanidades;  Rector de la U de Chile; como escritor ‘ha enriquecido el acervo intelectual de Chile con obras que le sobrevivirán y que forman un conjunto valioso para la bibliografía chilena’; casado con María Lecaros Barros, h. Pablo Lecaros Valdés y Rosalía Barros Fuenzalida

[2] En una ocasión, Domingo Amunátegui afirmó que, en 1810 había sólo dos hombres que realmente creían en la independencia total de España: José Antonio de Rojas y Bernardo O’Higgins. COLLIER página 103

Amunátegui Lecaros María, funcionaria cm Jorge Barros Hurtado, h. Guillermo Barros Jaraquemada; cm2 Evaristo Bilbao del Campo

Amunátegui Lecaros Fernando, falleció soltero

Amunátegui Lecaros Sergio, abogado, PL, candidato a diputado 1932 por Melipilla y Maipo (561 votos de los 2.201 de la lista Liberal; que logra un diputado de los cuatro del distrito); cm Rosa Zañartu Zenteno, h. Enrique Zañartu Prieto.

Amunátegui Lecaros Carmen cm Rafael García Huidobro Fernández (1900) h. Vicente García Huidobro García Huidobro y María Luisa Fernández Bascuñán..

Amunátegui Lecaros Rosa cm Guillermo Salinas Cerda (1895) h. Carlos Alberto Salinas Godoy y Rosa Cerda Portales; cm2 Enrique Sánchez Matte, h. Enrique Sánchez García de la Huerta (ver) s/s.

Amunátegui Lecaros Ximena cm Vicente (García) Huidobro Fernández, el poeta, hermano de Rafael, cm2 Godofredo Iomi, argentino: hijos Godofredo, Juan Pablo, Ximena, Francisca, Renata.

Amunátegui Lecaros Eugenia cm José Barros Hurtado (1898), h. Guillermo Barros Jaraquemada.

Amunátegui Lecaros Paulina casado con Ignacio Cruzat Santa María, ingeniero h. Ricardo Cruzat Vicuña, agricultor, convencional P. Conservador y Adriana Santa María Sánchez.

Amunátegui Lecaros Miguel Luis casado con Sonia Morey Rosas, h. Juan Morey Flaquier y Carla Rosas Steck.

Amunátegui Lecaros Gonzalo cm María Isabel Cousiño Besa, h. Wenceslao Cousiño de la Fuente, arquitecto, y Olga Besa Foster (1902-1996)

Amunátegui Solar Domingo (1860-1933)  Partido Liberal (en los últimos años liberal aliancista), subsecretario de justicia 1887,  Ministro de Justicia 1907, 1909 y 1910; Ministro del Interior 1918 (solo 3 meses) y Ministro del Interior 1923 (debía presidir las elecciones parlamentarias: ‘nunca pudo un político, llegar al poder en hora menos propicia y grata’), miembro de la Comisión Consultiva Constitucional 1925, asistió a 32 de las 33 sesiones celebradas. Formó parte también de la Comisión Consultiva. Intervino especialmente en los temas relacionados a la libertad de enseñanza y la separación de la Iglesia y del Estado.
Estima que la Constitución de 1925 es la mejor y mas completa que ha tenido Chile desde que nació a la vida republicana, lo que consignó en su libro «El progreso intelectual y político de Chile» (1936).
Destaca: 1. La separación de la Iglesia y del Estado 2. El ejercicio del derecho de propiedad. 3. Supresión de la Comisión Conservadora y del Consejo de Esado. 4. La elección del Presidente de la República por votación directa. 5. Establecimiento del Tribunal Calificador de Elecciones. 6. Un sistema de nombramientos judiciales que daba mas garantías para el buen acierto. 7. Ampliación de las facultades de la Corte Suprema para solicitar, en casos justificados, la permuta o traslado de los jeces, 8. La administración de cada provincia residiría en el Intendente, asesorado por una Asamblea Provincial de la cual será Presidente. 9 Preceptos destinados a facilitar las reformas contitucionales. (1)

candidato a diputado por Melipilla 1926 (1.045 votos, de los 6.359 de la lista PL-PR-Conservadora, que obtuvo cuatro de los cinco diputados).

(1) Los Constituyentes de 1925

Archivo Episcolar de Miguel Luis Amunategui

Pipiolos y Pelucones (1939)
«La época de nuestra Historia Nacional mas censurada, mas vilipendiada, mas ridiculizada, ha sido la que empieza con la abdicación de O’Higgins y termina con el triunfo conservador de Lircay.
Nada es mas injusto. Se achacan a los hombres de esa época toda clase de desaciertos y se les supone toda especie de defectos; y se olvidan las dificultades políticas, sociales y materiales que hubieron de combatir y salvar.

Santiago de Chile, 11 abril 1897

Excmo. Señor: Por el vapor ingles que mañana sale de Valparaíso con dirección a Europa envio á Vd. un ejemplar de la biografía que publicó mi padre de don José Joaquín de Mora, i un estudio que acabo de consagrar al mismo interesante personaje. He creído que estos trabajos merecerían ser leídos por persona tan ocupada como Vd., por la circunstancia de que ellos se refieren a un notable hablista i poeta español. En mi folleto doi a luz cuatro largas composiciones poéticas de Mora que sin duda no son conocidas en España. Agréguelas V.E. a los versos que del mismo Mora ha publicado mi padre, i tendrá una coleccion completa de las poesías que aquel injenio andaluz, compuso en la América Española. V.E. sabe que Mora no quiso incluir estas composiciones en el libro que de sus versos hizo imprimir en la Península. Me equivoco. Hubo excepciones, pero pocas, i mi padre las apunta en su ensayo de biografía.

Referir la vida del gaditano Mora no era fácil tarea, por la diversidad de paises que él recorrió; pero despues de lo publicado se allana considerablemente la empresa, que, convendria fuera realizada por un escritor como V.E. Poco sabemos los americanos del último período de la ajitada existencia de Mora, la cual trascurrió principalmente, segun entiendo, en la tierra de sus mayores.

Sintiendo haber robado algunos minutos a la laboriosidad de V.E. me ofrezco humilde servidor Q.V.M.B.

Santiago de Chile, 29 enero 1899

Respetado señor: hace ya mas de una semana que recibí su carta de 16 de diciembre, mui lisonjera para mí, como hijo i como autor. En ella recuerda Vd. a mi padre con términos tales de afecto que manifiestan de un modo evidente la sinceridad de sentimientos, con que Vd. le distinguía. En cuanto a mi persona, me asegura Vd. que ha leído con interes el folleto que le envié sobre la permanencia de don José Joaquín de Mora en la república de Bolivia. Esta es una honra que me enorgullece.

En los tiempos coloniales no habia dicha mayor para los indianos de América que recibir una cédula del rei. ¡Qué motivo mas grande de satisfaccion para un chileno que el haber sido agraciado con una carta del primer crítico español!

Si me he demorado en contestarle ha sido porque su carta llegó a mis manos en el día del fallecimiento de mi tío Gregorio Víctor Amunátegui, único de los hermanos de mi padre que sobrevivían, i sin duda, el mas querido para mí puesto que fué mas que hermano de mi padre. Tal vez Vd. sepa que fue el colaborador literario y político de toda la vida de Miguel Luis Amunátegui. La ilustración de mi tío era extraordinaria, pero mayor fue su modestia. No extrañe, pues, que haya dejado algunos días para llorarle.

Le envío a Vd. por este vapor los tomos 11 i 12 de las obras de don Andrés Bello que Vd. me pide. La edición terminó con el tomo 15, que, según Vd. me dice, se halla en su poder.

No necesito ofrecerme a Vd. como S.S.Q.B.L.M.

Carta de Domingo Amunátegui Solar a Rafael Altamira, Santiago de Chile, 6 de noviembre de 1909

Resumen: Domingo Amunátegui Solar, rector del Instituto Pedagógico de Chile le agradece a Rafael Altamira, el envío de su autógrafo para publicar en la revista «Andina» y solicitándole le envíe su foto.