06 Jul Francisco Vidal Salinas
Biografía Personal
Carlos Enrique Vidal Vargas casado con (María) Cecilia Salinas Opazo (1914-2008), padres de:
Vidal Salinas Francisco (1953) [1] profesor de historia, casado con Inés Maturana.
hermana: Adriana Vidal Salinas (1933) (3) orientadora, casada con Julio Felipe Montt Momberg
[1] Inscripción numero 2.211 nacimiento 1953 Recoleta.
[3] Inscripción numero 3.006 nacimiento 1933 Portales
Descendencia
Fuentes
(1) “30 años después”, El Mercurio 13 octubre 2018.
(2) La Tercera, 9 septiembre 2018.
(3) “La brecha” El Mercurio 16 marzo 2019.
(4) “Número que hablan” El Mercurio 13 abril 2019.
(5) “Reforma tributaria y desigualdad” La Tercera 4 agosto 2011, junto a Eugenio Rivera.
(6) «Unidad, unidad, unidad» columna El Mercurio, 10 de octubre de 2020
(7) La Tercera, 8 julio 2012
(8) Entrevista El Mercurio 13 octubre 2019
(9) Entrevista El Mercurio 24 enero 2021
“Gran operador político. Sin límites en su comportamiento, tiene una incontinencia verbal que en lugar de quitarle poder le da un protagonismo que le gusta mucho. En lo privado tiene una simpatía que cautiva a los amigos y adversarios” Sergio Melnick, Jaime Hales, Los 100 que mandan en Chile, 2009, p. 149.
La gran derrota y el cambio de rumbo 10 septiembre, 2022
En el plebiscito del 4 de septiembre pasado fuimos derrotados en toda la línea. Fue derrotado el Presidente, el Gobierno, los partidos de Apruebo Dignidad y los partidos del Socialismo Democrático.
Fueron derrotados todos los parlamentarios oficialistas en cada una de sus circunscripciones y distritos. Fueron derrotados 13 gobernadores regionales en sus respectivas regiones. Fueron derrotados alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas oficialistas en todas las comunas del país salvo siete excepciones.
Fueron derrotados los escaños reservados de la Convención en cada uno de sus territorios, abrumadoramente, con la excepción de la Isla de Pascua. En este punto fue derrotada la plurinacionalidad, las autonomías territoriales, el consentimiento indígena y la legislación indígena. Fueron derrotados los animalistas por las tradiciones y las costumbres rurales, fueron derrotados los ecologistas en cada una de las zonas de sacrificio del país, particularmente en Puchuncaví y en Petorca.
Esa verdad política hay que asumirla y hacer un adecuado diagnóstico de esta derrota. Pero además, fue derrotado el maximalismo y la refundación propuestos por la mayoría de la Convención, y además, se le regalaron a la derecha disposiciones de la Convención que esta supo aprovechar con buenas y malas maneras, como por ejemplo: el haber rechazado por mayoría en la Convención en que junto con sostener el derecho a la vivienda digna, tozudamente no se le agregó vivienda propia dado que estaba en otro articulado, esa ambigüedad fue demoledora en el mundo popular, pero además colocaron el aborto en la Constitución, lo que nos enajenó a parte importante del mundo evangélico y católico.
Adicionalmente y viviendo actualmente una crisis de seguridad en todas sus dimensiones, se sacó de la Constitución a la PDI y Carabineros de Chile, y en este último caso se sostuvo la desmilitarización de este cuerpo, cual es su identidad esencial en los últimos 95 años. Por si no fuera poco, se sacó de las normas constitucionales el estado de excepción, imprescindible instrumento para enfrentar la violencia política y, además, reiteradamente utilizado por el actual Gobierno. ¿Para qué seguir? Triunfo una vez más en una parte de la izquierda del “avanzar sin transar”, y no existió fuerza política alguna que contrarrestara esa línea política con el avanzar consolidando, que como lo demuestra la historia es la línea correcta.
Lo que más irrita de esta situación descrita es que se perdieron con el rechazo los aspectos y principios para la izquierda y la centroizquierda, como por ejemplo: el Estado social democrático y de derechos; el Estado paritario y el Estado regional.
Frente a esta derrota, el Gobierno ha tomado la decisión de hacer un giro político a lo menos en la integración del corazón del poder en La Moneda. Me refiero al comité político integrado de forma equilibrada por representantes de Apruebo Dignidad y del Socialismo Democrático. Pero no bastan nuevos nombres y nuevos equilibrios si el Presidente, el Gobierno y los partidos que lo respaldan no enfrentan simultáneamente tres desafíos: respaldar a los partidos en el Parlamento en la continuidad del proceso constitucional que se materializará en una propuesta de nueva Constitución; persistir en las reformas estructurales en salud, previsión y laboral, así como en la base material de dichas reformas, cual es la reforma tributaria. Y por último y lo más importante, enfrentar la situación de crisis económica y social derivada del bajo crecimiento y del aumento de la inflación y, por sobre todo, los temas de la seguridad ciudadana sin complejos, sin prejuicios y sin vacilación.
El escenario se aprecia amenazante en el sentido de que una parte de la derecha podría querer dilatar la continuidad del proceso constitucional por la vía de objetar y/o cuestionar los procedimientos para elegir una nueva Convención, pues hay que considerar que la derecha salió muy fortalecida de nuestra derrota.
Les recuerdo que la derecha obtuvo solo un 22% en el plebiscito de entrada, mantuvo ese mismo porcentaje en la elección de sus 37 convencionales, recuperó hace 10 meses en la elección parlamentaria el 38%, y en la segunda vuelta con su candidato llegó a 44%, y el rechazo obtuvo el 62% con el aporte de los amarillos y de la centroizquierda por el rechazo. Ya se escuchan voces en la derecha económica que no es el momento de las reformas y que el resultado del plebiscito llama a cuestionar dichas reformas.
Por todo lo anterior es imprescindible que el Presidente, el Gobierno y los partidos que lo respaldan mantengan su compromiso de una nueva Constitución, mantenga su compromiso con el programa transformador y, por sobre todo, una vez más, enfrente el tema de la seguridad ciudadana en todas sus dimensiones. (El Mercurio)
Familia
Pasó "piolita" 2 y 3, Francisco Vidal 24 octubre, 2015
Durante días, semanas y meses leímos, vimos y escuchamos a la derecha en todo su espectro político, económico y mediático sostener que la reforma tributaria, entre otros «males», castigaba a la «clase media». El Banco Mundial en su informe sobre este tema desmiente -a través de su investigación- estas afirmaciones. ¿Alguno de ustedes conoce este informe? ¿Lo vio en alguna entrevista en televisión, en alguna editorial, en alguna columna de opinión? Reconozco que un diario de la competencia publicó un resumen de este informe y el subsecretario Micco lo comentó en una columna de opinión. Por eso sostengo que pasó «piolita».
Pero veamos qué dice el informe. «Se puede observar, dice el Banco Mundial, que la reforma afectará fuertemente la carga tributaria del percentil ‘1%’ más alto de la distribución del ingreso, mientras que para el resto de la población, sectores populares y medios, la carga tributaria se mantendrá prácticamente constante». ¿Cómo se traduce en números esta afirmación? De los US$ 8 mil millones y fracción, que es el objetivo a recaudar, el 93% de esa cifra -es decir US$ 7.500 millones- se obtiene del 1% de chilenos de mayores ingresos. Usted dirá, ¿y quiénes son estos? Los chilenos que de acuerdo a este informe -y con datos del Servicio de Impuestos Internos- tienen ingresos de alrededor de $8 millones cien mil mensuales, y que son alrededor de 120 mil personas. Pero esta reforma es aún más progresiva, porque el 0,1 -es decir, 12 mil personas- de los que tienen ingresos mensuales de alrededor de $48 millones «se colocan» con el 73% de la recaudación total.
Por último, este mismo informe sostiene que el 75% de la población no se ve afectado en prácticamente nada en su carga tributaria, salvo por los impuestos denominados correctivos -tabaco, alcohol y bebidas- que tienen un impacto marginal. De acuerdo a los datos del Banco Mundial, el gobierno de Michelle Bachelet cumplió en la reforma tributaria sus dos objetivos: recaudar 3 puntos del PIB y que esta recaudación fuera justa, es decir, que paguen más los que tienen más.
PASÓ «PIOLITA» 3
La Fundación Chile 21 junto a Criteria realizó una encuesta sobre aspectos que otras empresas de investigación también han estudiado. Esta encuesta metodológicamente abarcó las ciudades con más de 100 mil habitantes, es decir el 70% de la población, y se hizo a través de 815 casos por vía telefónica, con un margen de error de entre 3% y 4%. Dos grandes novedades resultan de esta medición. Los identificados con el gobierno alcanzaron el 22% de los encuestados; los identificados con la oposición de derecha y centro derecha, el 25%; los identificados con la oposición de izquierda o centro izquierda, el 21%; y con ninguna de las anteriores, el 32%. Datos relevantes, por primera vez una encuesta certifica la existencia significativa de una oposición de izquierda; y por otra parte, coloca en su justa dimensión a la oposición de derecha.
La otra situación que refleja esta encuesta es un desafío para el Gobierno. Veamos los números. Las reformas tributaria, laboral y educacional son mayoritariamente mal evaluadas por la opinión pública, es así como respecto a la tributaria el 55% de los encuestados le coloca nota inferior a 4. Lo mismo ocurre con la laboral, donde alcanza el 57% de los encuestados, y algo idéntico y con mayor fuerza ocurre en la reforma educacional, donde el 77% de los consultados le coloca nota inferior a 4. Hasta ahí no hay novedad. Pero ante preguntas de contenido de estas reformas, sucede exactamente lo contrario. Por ejemplo, que la reforma educacional garantice gratuidad es respaldado por el 90%; que las escuelas no debieran tener fin de lucro es respaldado por el 69%; que las escuelas no debieran seleccionar, por el 62%; y que no debiera existir el copago, el 59%. Lo mismo ocurre con la reforma laboral. Por ejemplo, que la ampliación de beneficios sindicales debe ser acordada entre trabajadores y empresarios, logra un 94% de respaldo; que la huelga es un derecho de los trabajadores que debe respetarse, 90% de respaldo; que se deben fortalecer los sindicatos, 83% de apoyo; y que no debe existir el remplazo en huelga, un 69% de respaldo. Lo que evidencian estos números es que en materia de reformas tenemos que hacer un mayor esfuerzo comunicacional y pedagógico, dado que las reformas son rechazadas en general, pero aprobadas en lo particular. Pasó «piolita» 3, es que, salvo las redes sociales y algunas excepciones, ningún medio publicó estos números.
¿Qué hacer? Una propuesta 24 septiembre, 2022
El 4 de septiembre, la propuesta de nueva Constitución emanada de la Convención Constituyente fue ampliamente derrotada por los chilenos, con un 62% de rechazo.
Jurídicamente, eso significaba que continúa vigente la Constitución de 1980 y sus reformas. Sin embargo, políticamente la realidad es otra. Por un parte, mantiene su vigencia la respuesta de la ciudadanía al plebiscito de entrada, aquel que dijo que el 78% de los chilenos quería una nueva Constitución, como asimismo, que la redacción de esa Constitución fuera hecha por un colectivo 100% elegido por la propia ciudadanía. Por otra parte, durante la campaña plebiscitaria sectores relevantes de la derecha, agrupados en el bloque político Chile Vamos, así como los grupos autodenominados Amarillos por Chile y Centroizquierda por el Rechazo, apelando a la ciudadanía a votar Rechazo, se comprometieron públicamente a que si la opción triunfaba el proceso constituyente seguiría su curso.
En las últimas semanas, los actores políticos enfrentados a la continuidad del proceso han planteado las más diversas alternativas. Un sector político, como por ejemplo el Partido de la Gente, es partidario de hacer un nuevo plebiscito de entrada, preguntándoles a los ciudadanos: ¿Qué mecanismo o entidad preferiría para redactar una nueva Constitución? Esas opciones naturalmente son el actual Congreso o una comisión de expertos o, finalmente, una nueva Convención elegida.
Otro sector político, nucleado en torno al Partido Republicano, más bien opina que no hay necesidad de una nueva Constitución, sino que bastaría con reformas parciales a la Constitución vigente.
Otro sector político, la derecha más tradicional, es decir, la UDI, RN y Evópoli, plantean mezclas y opciones de las versiones anteriores y, además, han agregado aumentar los límites a una futura Constitución por la vía de ampliar los temas que ya tuvo la Convención Constituyente al iniciar su trabajo, como por ejemplo, que Chile es una República; que los tratados internacionales siguen vigentes, y que los fallos judiciales no son alterables. A esos temas la derecha hoy está planteando agregar la autonomía de Banco Central, el presidencialismo, dos cámaras simétricas en el Congreso y la libertad de elección en salud y educación.
Frente a todo lo anterior, el Partido por la Democracia y el Partido Socialista, a través de sus senadores, han planteado la siguiente propuesta:
1. No hay necesidad de un nuevo plebiscito.
2. Elección de una Convención Constituyente de 100 integrantes.
3. Convención paritaria de género en el resultado.
4. Escaños reservados de pueblos originarios por sobre los 100 elegidos y en proporción a la votación obtenida en el padrón de pueblos originarios.
5. Que el voto sea de carácter nacional, es decir, ni a nivel distrital ni a nivel de circunscripción senatorial, sino que el voto al ser nacional sea el mismo en Arica, Santiago y Punta Arenas.
6. Se vota por la lista de partidos y bloques políticos.
7. Es una lista cerrada, es decir, no se vota por personas, sino por las listas, obviamente, cada lista lleva el nombre de los candidatos.
8. Los candidatos que habitan en la Región Metropolitana en esa lista nacional no pueden superar el 35% del total.
9. Los independientes se integran a la lista de partidos.
10. La resoluciones en el pleno de la futura Convención se aprueban por 4/7 o 3/5.
11. Se determina la existencia de 35 expertos constitucionales que serán distribuidos como mecanismo asesor de la Convención, de acuerdo con proporción de votos obtenidos por cada lista.
Las fórmulas antes descritas recogen y sistematizan todo el debate que está ocurriendo en torno a la continuidad del proceso constituyente, y es de esperar que en las reuniones presididas por el presidente del Senado y por el presidente de la Cámara de Diputados converjan, cada vez más, en torno a esta propuesta y sus mejoramientos, de tal manera de reducir la incertidumbre del proceso constituyente abierto y, de acuerdo con lo informado por el servicio electoral, tener la elección de la nueva Convención en marzo o abril del 2023 y el plebiscito de salida de este nuevo proceso, con voto obligatorio, en el último trimestre del próximo año.
Finalmente, lo que está en juego es la credibilidad de la derecha política, de los Amarillos por Chile y de la Centroizquierda por el Rechazo, de cumplir su compromiso público que de haber ganado el Rechazo a la nueva Constitución el proceso constituyente continuaría para elaborar una nueva Constitución. (El Mercurio)
Francisco Vidal
El tiempo se agota 8 octubre, 2022
El proceso constituyente iniciado con la revuelta de octubre de 2019, que continuó con el acuerdo de la nueva Constitución el 15 de noviembre, siguió con el plebiscito de entrada que eligió a los 155 convencionales y concluyó con el plebiscito del 4 de septiembre del presente año, jurídicamente finalizó. Digo esto porque de acuerdo con la reforma constitucional que habilitó todo este proceso, si se rechazaba la propuesta de la nueva Constitución, como ocurrió, seguía vigente la Constitución del 1980 y sus respectivas reformas.
Sin embargo, políticamente el proceso continúa. Esto producto de que las fuerzas del Apruebo —Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático—, junto con convocar a la ciudadanía para que aprobará la propuesta de la Convención, semanas antes del 4 de septiembre, se comprometieron públicamente a que si ganaba el Apruebo, el proceso continuaba con más de 10 reformas a la propuesta de la Convención. Esto se denominó “Aprobar y mejorar”.
Por otra parte, las fuerzas del Rechazo, agrupadas en el pacto Chile Vamos, que integran los partidos RN, UDI y Evópoli, así como la centroizquierda por el Rechazo y los Amarillos convocaron a los ciudadanos a rechazar la propuesta de la Convención y, si esto ocurría como de hecho sucedió, continuar con el proceso constituyente para elaborar una nueva alternativa que no tuviera los errores de la propuesta original.
El Partido de la Gente y el Partido Republicano también se comprometieron a la continuidad del proceso. No obstante este compromiso de las fuerzas del Rechazo, cada día emergen opiniones y decisiones en este bloque que tienden a no cumplir con el compromiso contraído con los ciudadanos.
Por ejemplo, el exsenador Carlos Bombal, en las Cartas al Director de este diario, sostiene que no es necesario una nueva convención y que bastaría con el actual Congreso para hacer las reformas o nuevas propuestas. Asimismo, la Sociedad de Fomento Fabril, la Sofofa, importante entidad empresarial en Chile, en páginas de este diario, su presidente y su asesora constitucional comparten la misma opinión. Por otra parte, otro grupo económico invita a un seminario efectuado esta semana a la diputada del Partido Popular Español Cayetana Álvarez de Toledo, quien, con ironía en dicho escenario, sostiene que el proceso constituyente concluyó con el resultado del plebiscito del 4 de septiembre y asume que el 62% del Rechazo expresó conformidad con la Constitución vigente y el modelo económico que la acompaña. Todo lo anterior se agrava cuando esta semana dos partidos, el de la Gente y los republicanos toman decisiones que apuntan a no cumplir el compromiso.
En el caso del Partido de la Gente, ha hecho la siguiente propuesta formal: convocar a un nuevo plebiscito de entrada con dos preguntas: la primera es si se reitera por parte de la ciudadanía la necesidad de una nueva Constitución y la segunda, si los redactores de esa nueva Constitución debieran ser una comisión mixta integrada por expertos y parlamentarios o una nueva convención. Está claro que este partido desconoce la legitimidad y permanencia del plebiscito ocurrido hace dos años, en el que un 78% de los ciudadanos optó por una nueva Constitución y un 79% de los ciudadanos votó por que quienes redactaran esa nueva Constitución fueran 100% elegidos.
Pero lo más grave, en mi opinión, es la decisión del Partido Republicano de retirarse del proceso constituyente, porque esto genera una tensión entre el electorado de derecha que milita o simpatiza con el pacto Chile Vamos y que cada día expresa su disconformidad con la continuidad del proceso constituyente.
A todo lo anterior se le agrega una nueva dificultad, cual es que los partidos de Chile Vamos han propuesto a los partidos de gobierno la construcción de principios comunes de la nueva Constitución que no pueden ser alterados por una futura convención, o por expertos, o el propio Parlamento. Alguno de esos principios son compartidos por las fuerzas oficialistas, sin embargo, la derecha en el marco de la discusión de esos principios ha agregado concepciones ideológicas y programáticas que mantienen el Estado subsidiario y que ha llevado al oficialismo a rechazar dicha pretensión.
Todo lo descrito anteriormente nos conduce a resolver prontamente, no más allá de octubre, el acuerdo entre los partidos de gobierno y oposición con representación parlamentaria, acuerdos sobre los principios y, además sobre el instrumento que elaborará la nueva propuesta, los plazos y las formas de elección de la nueva convención y el plebiscito de salida. Si por las razones expuestas la derecha, la centroizquierda por el Rechazo y los Amarillos no cumplen lo prometido a la ciudadanía, se abre un nuevo escenario político. (El Mercurio)
Francisco Vidal
Falla geológica 22 octubre, 2022
Hemos debatido en los últimos años prácticamente todo sobre un futuro sistema político, una futura nueva Constitución y un futuro modelo económico. Sin embargo en ninguno de esos debates y discusiones ha salido a relucir explícitamente lo que algunos denominan como la falla geológica del sistema político chileno.
Dicha falla se encuentra en el sistema de partidos políticos y en el sistema electoral, y mientras no enfrentemos dicho obstáculo podrán existir las mejores ideas para una nueva Constitución, para el mejor estado social y democrático de derecho, la mejor paridad, el mejor equilibrio entre crecimiento y sustentabilidad ambiental, entre otros múltiples temas que probablemente no se concretarán.
¿Sabía usted, estimado lector, que en la última elección parlamentaria, en el caso de la Cámara de Diputados, se presentaron legalmente 27 partidos políticos? Claramente esa cantidad de partidos expresa una fragmentación insostenible para cualquier gobernabilidad. De esos 27 partidos, 12 no cumplieron los requisitos legales para permanecer como tales dado que no lograron en dicha elección el 5% de los votos y/o bien no eligieron más de cuatro parlamentarios en más de una región; de los 15 partidos que quedaron legalmente establecidos, solo seis cumplieron los dos requisitos, es decir, alcanzaron más del 5% de los votos y eligieron más de cuatro parlamentarios, de tal manera que hoy día hay nueve partidos con representación parlamentaria que no lograron el mínimo de votos, pero sí obtuvieron el mínimo de parlamentarios.
Si aplicáramos en Chile lo que yo comparto, el modelo alemán, en que solo existen partidos que alcancen el mínimo del 5%, en Chile tendríamos solo seis partidos políticos en el Parlamento: Renovación Nacional; UDI; Partido Republicano; Partido de la Gente; Partido Comunista y Partido Socialista. Si aplicáramos el modelo español, que exige un mínimo de un 3%, en Chile hoy día existirían 13 partidos con representación parlamentaria: a los seis mencionados debiéramos agregar a Evópoli, a la Democracia Cristiana, al PPD, al Partido Ecologista Verde, al Partido Humanista, Partido Comunes y Partido Convergencia Social. En el modelo alemán y en el español, a diferencia de Chile, no existe la alternativa de sobrevivencia sobre la base de elegir más de cuatro parlamentarios.
Si hoy día tenemos 15 partidos con representación parlamentaria, bajar a 13 mantiene la actual ingobernabilidad, por lo cual debiéramos imitar el modelo alemán. Pero adicionalmente a lo ya descrito, tenemos un segundo problema, que son los independientes elegidos en listas de partidos en las elecciones. Prácticamente en todos los partidos con representación parlamentaria existen diputados independientes elegidos como ya lo mencioné. De más está decir que en el modelo alemán y el español no existe esta situación. De hecho, en el actual Parlamento solo hay tres parlamentarios verdaderamente independientes, que son aquellos que compitieron y ganaron a las listas de los partidos, me refiero al diputado Carlos Bianchi, al senador Karim Bianchi y a la senadora Fabiola Campillai, esta última además elegida con la primera mayoría nacional. El problema con estos independientes elegidos en lista de partido, con franja electoral y lo más probable con financiamiento partidario en sus campañas, una vez elegidos actúan como independientes y solo administrativamente pertenecen a sus respectivas bancadas parlamentarias.
Todo lo anteriormente descrito nos conduce a la ingobernabilidad permanente, tanto para gobernar como para constituirse en una oposición sólida. Y creo que ha llegado el momento, en el marco del debate sobre transformaciones institucionales, de enfrentar este tema.
La fragmentación partidaria y la presencia de independientes en listas debilitan y no fortalecen la presencia de partidos sólidos, fuertes, convocantes, disciplinados, condición esencial para un sistema democrático que responda a las demandas ciudadanas. (El Mercurio)
Francisco Vidal
El tiempo se acaba 3 diciembre, 2022
Escribo esta columna siendo el viernes 2 de diciembre a las 16.00 hrs. En el mismo momento transcurre la reunión fundamental de los partidos con representación parlamentaria para intentar lograr un acuerdo que permita la continuidad del proceso constituyente. Esos mismos partidos ya han acordado 12 principios básicos de la futura nueva Constitución, así como un equipo designado por el Parlamento que resguarde en el futuro texto que esos 12 principios no se violen; en consecuencia, lo que falta por dirimir es el mecanismo mediante el cual se elegirá la nueva convención, sea esta 100% elegida y/o una combinación entre elegidos y miembros designados por el Parlamento en calidad de expertos.
La sociedad chilena espera el acuerdo porque no es tolerable que el sistema político fracase tres veces en los últimos cuatro años y vamos a entender por sistema político al Gobierno, el Parlamento y los partidos políticos. Un primer fracaso ocurrió el 18 de octubre de 2019: en su inmensa mayoría, el sistema político nunca pensó en un estallido social de esa envergadura, seguido una semana después por la marcha más grande de la historia de Chile, y concluyendo el 12 de noviembre con una huelga general con cobertura nacional y con una intensa violencia. El segundo fracaso derivó de la situación anterior. El sistema político canalizó el desborde social anteriormente referido por la vía del acuerdo del 15 de noviembre de 2019, mediante el cual los partidos firmantes que representaban al 90% del electorado abrieron el camino de una reforma constitucional que a su vez permitió el plebiscito de entrada, la elección de los convencionales con paridad y escaños reservados y que culminó con el plebiscito de salida del 4 de septiembre de este año. Este fracaso, dado el resultado del 62% de rechazo, expresó que “el avanzar sin transar” de la mayoría de la Convención no tuvo el respaldo ciudadano y solo se limitó a un 38% de aprobación.
Antes del 4 de septiembre, las fuerzas oficialistas apelaron a la ciudadanía con la consigna aprobar y después mejorar, y las fuerzas opositoras, por su parte, convocaron a la ciudadanía a rechazar para después reformar y tener una nueva Constitución. Ese es el compromiso que en estas horas está en juego. En mi opinión, es imprescindible un acuerdo para que Chile tenga una nueva Constitución que supere 42 años de enfrentamientos sobre la Constitución que nos rige, no obstante los avances logrados en la reforma de 1989 y en la reforma del Presidente Lagos el 2005. Es imprescindible de una vez por todas zanjar esta diferencia para que el país logre certeza y estabilidad en el futuro y el sistema democrático que nos rige se fortalezca. Por lo demás, desde el punto de vista de las fuerzas de centroizquierda y de izquierda, el haber logrado que uno de los 12 principios de la nueva Constitución, y que consiste en que esta carta defina a Chile como un Estado social y democrático de Derecho, constituye un triunfo estratégico para las fuerzas transformadoras.
Dado el objetivo estratégico ya logrado, uno esperaría que las fuerzas del Gobierno tengan la mayor flexibilidad táctica en términos de naturaleza de la integración de la convención y cronograma electoral. En mi opinión, nadie debiera cerrarse a un principio táctico que coloca en riesgo el objetivo estratégico logrado. En política estos son los momentos clave que permiten discernir entre el camino y el objetivo. Si se tiene claro lo anterior, el resultado necesariamente será positivo. Ninguna fuerza política progresista puede refugiarse en el instrumento sacrificando el objetivo principal, cual es, tener una nueva Constitución que supere la Constitución del 80 y sus reformas.
Usted, estimado lector, está leyendo esta columna hoy sábado 3 de diciembre. Es de esperar que la lea habiéndose logrado ayer el esperado acuerdo y que el sistema político no haya fracasado por tercera vez en cuatro años. (El Mercurio)
Francisco Vidal
El acuerdo 17 diciembre, 2022
Parto por decirles, estimados lectores, que políticamente estoy de acuerdo con el acuerdo. Sin embargo, me parece interesante reflexionar desde la centroizquierda cómo llegamos y por qué llegamos a este punto político. El acuerdo firmado el 12 de diciembre es el resultado de una nueva correlación de fuerzas derivada de nuestra derrota en el plebiscito del 4 de septiembre.
Creo, además, que esa derrota fue de la máxima envergadura, solo comparable con la derrota y la tragedia del 11 de septiembre de 1973. Por eso me llama la atención que sectores de izquierda, firmantes y no firmantes del acuerdo del 12 de diciembre, se manifiesten contrarios y/o críticos a las condiciones del acuerdo. Parece ser que estos sectores no se hacen responsables de la derrota del 4 de septiembre, cuando la mayoría de la Convención, integrada por sectores de izquierda y ultraizquierda y bajo la práctica política de “avanzar sin transar”, generaron las condiciones objetivas y subjetivas para dicha derrota. El maximalismo, su dimensión refundacional, el desconocimiento de la correlación de fuerzas en lo cultural y social, la carencia de dirección política en la Convención de las fuerzas que compartían responsabilidades en el gobierno condujeron al fracaso. Además, cabe consignar el destacado aporte de la derecha en todas sus dimensiones: económica, social y cultural, y usando todas la formas de lucha combatieron desde el primer día el proceso constituyente.
A partir de la derrota, las fuerzas triunfadoras, es decir, la derecha y la centroizquierda por el Rechazo, estaban en condiciones de colocar límites y normas para continuar con el proceso constituyente. En la vida, en la política y en la guerra, los que colocan las condiciones son los vencedores y no los derrotados, estos últimos o se rinden o siguen luchando en condiciones más adversas. Al firmar las fuerzas progresistas el acuerdo del 12 de diciembre, tienen que asumir que la correlación de fuerzas ha cambiado y que se hace más difícil, pero no imposible, perseverar en los objetivos estratégicos de dichas fuerzas.
La configuración de un elenco constituyente de carácter mixto es el principal desafío para las fuerzas progresistas, considerando que de los denominados 24 expertos elegidos por el Parlamento, 12 por la Cámara de Diputados y 12 por el Senado, la derecha parte con 10 de esos 24 consejeros; 4 expertos de derecha elegidos por la Cámara de Diputados y 6 expertos elegidos por el Senado. Ambas cifras representan la fuerza parlamentaria de la derecha en ambas cámaras. El segundo desafío es la elección de los 50 consejeros siguiendo el modelo del Senado. El primer problema de esta fórmula es la desproporción en la capacidad electoral de las diversas regiones. Primer ejemplo: las regiones de Arica y Parinacota, de Tarapacá, de Antofagasta, de Aysén y Magallanes, con aproximadamente 1 millón de electores, eligen 11 consejeros. La Región Metropolitana y la Región de Valparaíso, con aproximadamente 7 millones de electores, eligen 10 consejeros. Para ser más precisos, la Región Metropolitana, con 5.900.000 electores, elige a cinco consejeros y la Región de La Araucanía, con 900.000 electores, también elige a cinco consejeros. La Región de Valparaíso, con 1.600.000 electores, elige a cinco consejeros y la Región del Maule, con 900.000 electores, también elige a cinco consejeros. Parece ser que la crítica de la derecha a la sobrerrepresentación electoral de los 17 escaños reservados de pueblos originarios de la Convención anterior quedó en el olvido.
Pero aparte de esta situación descrita, la representación política en las diversas regiones mencionadas es diferente; teniendo como referencia la última elección de senadores, tanto en el 2017 como en el 2021, la derecha en la Araucanía y en el Maule eligió tres de los cinco senadores en las respectivas regiones, con el 42% de los votos; en la Región de Valparaíso, con el 36% de los votos, consiguió dos de los cinco cupos, y en la Región Metropolitana la derecha, con el 26% de los votos, eligió dos de los cinco cupos.
No obstante todos los desafíos mencionados anteriormente, vale la pena respaldar el acuerdo del 12 de diciembre porque en el horizonte y dado que en los 12 principios constitucionales acordados existe el 5º principio, que es establecer en la nueva Constitución un Estado social y democrático de derecho, que desplaza al Estado subsidiario de Jaime Guzmán y de Libertad y Desarrollo, y junto a otros principios ya acordados que establecen una nueva Constitución que puede perdurar por décadas. Pero además de estar establecido este principio, el más importante para las fuerzas progresistas, la nueva Constitución sepulta definitivamente la Constitución de 1980 y además debe permitir en la deliberación del Consejo Constituyente la creación de un nuevo sistema electoral en la elección del Parlamento, que permita eliminar la fragmentación política, el desorden y el individualismo parlamentario, ambas condiciones para garantizar la gobernabilidad de cualquier proyecto político en el futuro. (El Mercurio)
Francisco Vidal
Alerta amarilla 9 abril, 2022
Estimados lectores, voy a utilizar la clasificación de la Oficina Nacional de Emergencia, la alerta amarilla, para quienes votamos el apruebo de una nueva Constitución cuya identidad central era la creación de un Estado Social y democrático de Derecho.
Entramos en alerta a partir de las últimas cuatro encuestas de opinión pública, tres de las cuales muestran un triunfo del rechazo a la nueva Constitución y el cuarto estudio evidencia un empate técnico entre el apruebo y el rechazo. Pero para conseguir un objetivo siempre tenemos que indagar por qué se ha producido este fenómeno, es decir, pasar de un 78% que votó en el plebiscito por una nueva Constitución a una situación de empate con los que rechazan una nueva Carta Magna.
En mi opinión, convergen en esta evolución tres factores que se retroalimentan para la situación actual que muestran estos números.
El primer factor indudable es el rechazo a la nueva Constitución por gran parte de la derecha, sea esta en su versión política, económica, social, cultural y sobre todo mediática. Esta derecha nunca quiso una nueva Constitución y solo se abrió a ella en el marco de la revuelta del 19 de octubre y de la marcha más grande en la historia de Chile. Esta derecha está utilizando todas “las formas de lucha” para desprestigiar el trabajo de la Convención y generar un clima de opinión pública en contra de la propuesta de una nueva Carta Fundamental. Sin duda que está teniendo éxito en ese objetivo y por eso nuestro estado de alerta. Quizá vale la pena recordar un video que circuló en las redes sociales que muestra al ministro del Interior de la época, Andrés Chadwick, iniciándose el segundo período de Piñera, en un encuentro con el gran empresariado chileno en CasaPiedra. En el momento en que el ministro sostiene frente a su auditorio que el gobierno de Piñera 2 ha decidido congelar la tramitación del proyecto de reforma constitucional presentado por Michelle Bachelet a fines de su gobierno, el auditorio estalla en aplausos y de pie, ahí estaba el corazón de la derecha económica y sus vinculaciones con el resto de las derechas ya mencionadas.
Pero existe un segundo factor que alimenta el ya señalado y que corresponde a las posiciones más radicalizadas que existen en la Convención. El radicalismo en materia de propuestas, sobre todo en las comisiones, y que dicen relación con los pueblos originarios; regionalismo; paridad y medio ambiente, nutre a la campaña de la derecha.
Asimismo y a manera de ejemplo, algunas propuestas en las respectivas comisiones de trabajo por sus indefiniciones reiteran la “munición” para la ofensiva derechista.
Voy a colocar solo tres ejemplos: en materia de expropiaciones, lo que hay que hacer es garantizar al expropiado el pago inmediato del valor de la propiedad afectada y no traspasarlo a ley derivada en este tema; los fondos previsionales actualmente y en el futuro son propiedad de los trabajadores, como lo han reiterado hasta el cansancio el Presidente Boric y el gobierno; no obstante, al dejar la más mínima duda, nuevamente la derecha se alimenta de la desconfianza ciudadana; tercer y último ejemplo, en materia de sistema político y en el marco de una Cámara de Diputados y Diputadas que se podría constituir en el corazón de la construcción legislativa, no es posible que se proponga en la Convención bajar el umbral de exigencias para la continuidad de los partidos políticos legalmente establecidos de un 5% a un 3% en una elección de diputados o bien bajar el umbral para la sobrevivencia desde elegir 4 parlamentarios a conseguir 3 parlamentarios.
Un botón de muestra: hoy día, con los actuales umbrales, hay 18 partidos representados en la Cámara de Diputados y 10 en el Senado. Así es imposible gobernar. Refuerza lo anterior un sistema electoral de listas abiertas y la posibilidad de que los movimientos sociales puedan elegir parlamentarios, lo que sencillamente termina en una fragmentación ingobernable en el Congreso Nacional.
Pero en mi opinión, también hay un tercer factor que explica el avance del rechazo y el retroceso del apruebo, que es la falta de conducción política del bloque que gobierna Chile y que también está representado en la Convención. Lo que es inconcebible es que los que están en el Gobierno unidos tras el Presidente y el programa estén permanentemente divididos en la Convención. Esto exige una conducción política que obligue a los convencionales que pertenecen a los bloques gubernamentales a tener una sola estrategia en la Convención, constituyéndose por su número en el factor determinante en las votaciones del pleno de la Constituyente.
Para que quede claro, me estoy refiriendo a los convencionales del Partido Comunista, del Frente Amplio, del Frente Regionalista Verde Social, del Colectivo Socialista y del Colectivo del Apruebo, es decir, los mismos bloques que conducen el país desde el Gobierno no pueden estar divididos en la Convención.
En lo personal, creo que la clave para enmendar el rumbo de un posible triunfo del rechazo está en este punto, porque simultáneamente, al haber una sola conducción política, se puede en paralelo enfrentar a la derecha y contener el radicalismo y refundacionismo de un sector de la Convención.(El Mercurio)
Francisco Vidal
Vidal aboga por lista única oficialista de cara a proceso constituyente: "La unidad en torno al Presidente es fundamental" 16 enero, 2023
El exministro del Interior y exministro vocero de Gobierno, Francisco Vidal (PPD) habló con El Mostrador en La Clave sobre la discusión en el oficialismo por la elección de los consejeros constitucionales. Vidal abogó por una lista única, y apuntó que, si el oficialismo va en listas separadas, sería «completamente incompatible con el cuadro actual del Gobierno». A su vez, señaló que «electoralmente, en un sistema proporcional, si un bloque va dividido y el bloque de al frente va unido, la certeza de que saques menos convencionales, en este caso, es evidente». Recordemos que desde Apruebo Dignidad han manifestado su intención de ir en lista única. En Socialismo Democrático, el PPD ha expresado dudas con esa iniciativa y defiende la idea de dos listas oficialistas. En el PS están abiertos a una lista única.
El exministro del Interior y exministro vocero de Gobierno, Francisco Vidal (PPD) abordó este lunes la elección del los consejeros constitucionales, que estarán encargados de elaborar una nueva Carta Magna (teniendo como base un anteproyecto de la Comisión Experta). Al respecto, abogó a que el oficialismo vaya en lista única, apuntando que «la unidad en torno al Presidente es fundamental».
El tema de las listas es debate en las dos coaliciones de Gobierno, Apruebo Dignidad (AD) y Socialismo Democrático (SD). Desde AD han manifestado su intención de ir en lista única. En SD, el PPD ha expresado dudas con esa iniciativa y defiende la idea de dos listas oficialistas. En el PS están abiertos a una lista única.
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«Hay algunos en mi partido, la mayoría, yo soy minoría, que sostienen que es imprescindible ampliar la base social presentando dos listas. Yo soy de la opinión, insisto que soy minoría, en que en el cuadro político actual del Gobierno, la unidad en torno al Presidente es fundamental por razones políticas y electorales», dijo Vidal en conversación con El Mostrador en La Clave.
«Una diferenciación en este minuto, llevando dos listas, con las campañas respectivas, listas que sus candidatos van a tender a diferenciarse para ganar la adhesión ciudadana, creo que es completamente incompatible con el cuadro actual del Gobierno. Y electoralmente, en un sistema proporcional, si un bloque va dividido y el bloque de al frente va unido, la certeza de que saques menos convencionales, en este caso, es evidente», añadió.
Sobre la intención del PPD de ir en lista solo con Socialismo Democrático -y con la posibilidad de incluir a otras fuerzas, como la DC-, el exministro apuntó que una «condición eventual» para esa lista, es la incorporación del PS.
«Si el Partido Socialista toma la decisión de ir en una lista única, la viabilidad de una lista distinta, que ya no sería el Socialismo Democrático porque el hermano mayor se nos va, creo que es completamente inviable», sostuvo.
A su vez, indicó que «si el Socialismo Democrático cree en un minuto que desligándose del Gobierno puede ser alternativa presidencial en tres años más creo que está profundamente equivocado».
«Si a este Gobierno le va mal, donde está involucrado el Socialismo Democrático, la alternativa no es uno o una de la nuestras. No, no, no. La alternativa tiene nombre y apellido. El Presidente Boric le traspasa la banda presidencial o a la Evelyn Matthei o a José Antonio Kast«, complementó.
Entrevista "sigo siendo bacheletista" 24 enero 2021
«Sigo siendo bacheletista, claro, y laguista también. Sigo siendo bacheletista y laguista, cada uno en su momento. Sigo siendo bacheletista por dos razones: porque la admiro en lo personal y es un ejemplo de liderazgo. Y segundo, me encantó su progama transformador…. Bachelet quedó en la cabeza de muchos chilenos, porque están viviendo hoy parte de las políticas de Bachelet. Como el millón 600 mil jubilados del Pilar Solidario una vez al mes recuerdan a Bachelet o las 450 mil familias este año, cuyos hijos estudian gratis. Entonces, esto no es porque Bachelet venga y se pasee por la calle, es esto». 24 enero 2021
«El PC siendo un partido, en mi opinión, que quiere transformaciones profundas como las que queremos nosotros… como Presidente pondría al PC en el gobierno. La única forma de darle gobernabilidad al páis es con una oposición unida, sobre unaa plataforma común. … este es el peor momento de la centroizquierda desde 1990. Tenemos a nuestra izquierda a Jadue, posicionado. En segundo lugar, entrando por los palos, Pamela Jiles. A nuestra derecha, no me pierdo, Lavin, Matthei, Sichel, Desbordes, y ahora Briones, y nosotros?. Había que tomar una decisión, y por eso me metí…
2005 23 abril, 2022
Ha surgido un nuevo debate en torno al proceso constitucional, me refiero que ante el triunfo de la opción Apruebo el 4 de septiembre de este año, ¿cuál sería la Constitución a reemplazar?
El Presidente Boric habla de la Constitución de los “4 generales”, en estricto rigor de 3 generales y 1 almirante; otros hablan de la Constitución de Pinochet y Jaime Guzmán, y otros hablan de la Constitución del Presidente Lagos y de sus ministros.
Dado lo anterior, es preciso observar qué es lo que se pudo y no se pudo reformar el 2005. Partamos por el objetivo original de la Constitución de 1980 sostenido por su creador, Jaime Guzmán, el año 1979. Cito: “Si llegan a gobernar nuestros adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quien juegue en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario” (Jaime Guzmán: revista realidad n°7, pág. 19, 1979).
Ahí está el objetivo estratégico de la dictadura civil militar. Para lograr materializar en la realidad el objetivo mencionado, Guzmán creó cuatro “cerrojos” y una tutela militar sobre esos cerrojos.
El primer cerrojo, los senadores designados para alterar la representación ciudadana electoral en esa Cámara de tal manera que a los 26 senadores elegidos por voto popular y en un sistema binominal se le agregaran 9 senadores designados: dos por el Presidente de la República, un exministro de Estado y un rector de universidad reconocida por el Estado; 3 por la Corte Suprema, dos provenientes de esa institución más un ex contralor general de la República y, finalmente, 3 ex comandantes en jefe provenientes de las instituciones de la defensa nacional y 1 ex general director de Carabineros de Chile, nominados por el Consejo de Seguridad Nacional.
El segundo cerrojo para alterar la voluntad popular fue el sistema binominal: se eligen dos parlamentarios en cada distrito y circunscripción y la lista mayoritaria para obtener sus dos parlamentarios electos tenía que doblar en votos a la lista que llegará en segundo lugar, en palabras sencillas, dos tercios menos un voto elegía un parlamentario y un tercio más un voto elegía el otro parlamentario.
El tercer cerrojo era y siguen siendo los altísimos quorum, dos tercios, para reformar los aspectos fundamentales de la Constitución del 80, y el cuarto y último cerrojo, por si todo lo anterior no bastara, el Tribunal Constitucional, transformado en los hechos en una tercera cámara y en cuya composición prevalecía una orientación conservadora. Hasta aquí el corazón de la Constitución de Pinochet y Guzmán.
En estas materias descritas y antes del 2005 solo se reformó parcialmente la integración del Senado, a raíz de las reformas de 1989 a su vez derivadas de la derrota de Guzmán y Pinochet en octubre de 1988, y consistió dicha reforma en ampliar el número de senadores electos de 26 a 38, manteniendo eso sí los senadores designados.
Además, en la propuesta original de Guzmán, las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile se constituían en garantes de este diseño constitucional, para lo cual existían dos disposiciones relevantes referidas a estas instituciones. La primera fue la inamovilidad de los comandantes en jefe y del director de Carabineros durante su mando de 4 años de extensión; es decir, la primera autoridad de la República, el Presidente, no podía exigirles la renuncia, salvo que contara con la anuencia del Consejo de Seguridad Nacional, donde estaba sentado el potencial exonerado y sus pares de las otras instituciones. Para graficar esta situación, les recuerdo, estimados lectores, la situación que se produjo durante el mandato del Presidente Frei Ruiz-Tagle, que le solicitó la renuncia al general de Carabineros de la época y este aún dentro de La Moneda, concluida dicha reunión, le manifestó a los medios: “Yo no renuncio”.
Así llegamos al gobierno del Presidente Lagos quien se propuso reformar la Constitución del 80 en todo lo posible en perspectiva democratizadora y considerando la correlación de fuerzas que emanaba de la propia constitución.
Finalmente, después de varios años de negociación, se llegó al acuerdo con la derecha de la eliminación de los senadores designados y vitalicios a partir del 11 de marzo del 2006, es decir, solo se pudo eliminar el primer cerrojo, así como esta reforma permitió que el Presidente de la República pudiera llamar a retiro a los comandantes en jefe y /o al general director de Carabineros a través de un decreto fundado e informando, no consultando, al Congreso Nacional.
Asimismo, cambió el carácter del Consejo de Seguridad Nacional hacia un organismo asesor del Presidente de la República y que solo podía ser convocado por la máxima autoridad nacional. De tal manera que el Presidente Lagos logró estas dos transformaciones sustantivas y planteó en su discurso, del 17 de septiembre de 2005, que habíamos avanzado hacia una Constitución más democrática que llevaba su firma. Sin embargo, fue la propia derecha la que le quitó el significado fundacional en palabras del entonces senador Andrés Chadwick, quien encabezó junto al entonces senador Espina la representación de la derecha en aquellas largas negociaciones ¿Y que dijo el senador Chadwick frente al discurso del Presidente Lagos? Cito: “Por muy importantes que hayan sido las reformas, que hemos compartido y consensuado, sigue siendo la Constitución de 1980, se mantienen las instituciones fundamentales, tal como salió de su matriz. Para que haya una Nueva Constitución se requiere de un proceso constituyente originario, no de un proceso de reforma” (El Mercurio, 21 de septiembre de 2005).
Es la propia derecha a través de las palabras de este senador la que definió hace 17 años a qué Constitución reemplazará la nueva Constitución, de ser aprobada en septiembre de este año. (El Mercurio)
Francisco Vidal
“Concesiones” constitucionales 26 septiembre, 2020
Estamos a 29 días del plebiscito inédito en la historia del Chile republicano. Por primera vez en 210 años de historia se le preguntará a los chilenos si aprueba o rechaza una nueva Constitución y además se le consultará sobre el tipo de asamblea que la redacte. En este contexto, es bueno recordar algunas “concesiones” constitucionales elaboradas por los arquitectos de este edificio constitucional que lograremos cambiar.
La primera “concesión” que define la Constitución originaria de 1980 la realizó el cerebro de dicha constitución, Jaime Guzmán, en la revista Realidad Nº 7, el año 1979 en su página 19: “Si llegan a gobernar nuestros adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a que uno mismo anhelaría, porque el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario”. Tal cual, estimado lector.
De lo anterior no hay que explicar nada. Gatopardismo puro, que todo cambie para que nada cambie. Pero esa idea del fundador de la UDI requería instrumentos que la materializaran, es decir, algunos candados institucionales. El primer candado fue el sistema binominal, donde un tercio más un voto elegía un parlamentario y dos tercios menos un voto elegía otro parlamentario. Tal demostración de efectividad para proteger la minoría y evitar el triunfo de la mayoría en sus objetivos, el propio Jaime Guzmán lo disfrutó. En la primera elección posdictadura de la circunscripción oriente de la Región Metropolitana, Guzmán y Otero, los candidatos de la derecha, obtuvieron el 31% de los votos, y Lagos y Zaldívar, candidatos de la Concertación, obtuvieron el 61% de los votos. Resultado de este candado, Guzmán y Zaldívar senadores. El segundo candado fueron los senadores designados y vitalicios, que en su versión original comprendía 26 senadores elegidos con el sistema ya descrito y 9 senadores designados.
Tal cual garantizaba a la minoría ser mayoría en el Senado. El tercer candado era que para reformar dicha Constitución en su versión original, era necesario el acuerdo de dos congresos en el tiempo y por si lo anterior fuera poco, el Presidente podía disolver el Congreso por una sola vez. El cuarto candado, aún vigente, son los denominados supra quorum, donde las disposiciones más relevantes de la Constitución requieren de dos tercios en ambas cámaras, lo que hace la realidad política prácticamente imposible para cualquier coalición alcanzar dicho porcentaje. Una vez derrotados la derecha y Pinochet en el plebiscito de 1988, en julio de 1989 se efectuaron 54 reformas, cuyo sentido era que la derecha derrotada no estaba dispuesta a traspasarle a la oposición triunfadora las facultades de la Constitución originaria, y eso condujo, entre otras cosas, a un período presidencial de 4 años y no de 8, a ampliar el número de senadores electos, a evitar que el Presidente pudiera disolver las cámaras y a levantar las proscripción política de entre un cuarto y un tercio de los chilenos que adherían a los partidos de izquierda proscritos por la Constitución originaria.
Y se llegó al 2005. El Presidente Lagos logró 58 reformas a la Constitución, destacándose entre ellas el término de los senadores designados y vitalicios. El acuerdo en este punto con la derecha, en mi opinión, no obedeció necesariamente a un relámpago democrático de la derecha, sino más bien a una razón muy sencilla y que se estaba concretando en la realidad, cual es que por su naturaleza de designación, los senadores designados y vitalicios ya correspondían a un cierto equilibrio entre las distintas fuerzas políticas que habían dejado de ser el oligopolio de la derecha. Otra reforma sustantiva del 2005 fue el cambio de carácter del Consejo de Seguridad Nacional al ser solo un consejo asesor del Presidente y como lo sostenía la Constitución originaria, en que podría ser autoconvocado por dos de sus miembros y que podría haberse producido que en una decisión trascendental para los intereses permanentes del Estado, el Presidente de la República hubiera quedado en minoría.
Finalmente, otro elemento a destacar en la reforma del 2005 fue la subordinación del poder militar al poder político mediante la decisión del Presidente de la República de solicitarle la renuncia a los comandantes en jefe cuando él lo decidiera, solo informándole al Parlamento la razón de dicha petición de renuncia. En la actualidad, la derecha utiliza las reformas del 2005 y particularmente el discurso del Presidente Lagos en dicha oportunidad para sostener que no hay para qué cambiar la Constitución, considerando que las reformas llevan la firma del Presidente y de su gabinete. Pero para desvirtuar dicha posición, nada mejor que una segunda “concesión” constitucional, la del senador de la UDI Andrés Chadwick, publicada en “El Mercurio” el 21 de septiembre del 2005, es decir, cuatro días después de la firma y del discurso del Presidente Lagos sobre dichas reformas. El senador dijo: “Por muy importantes que hayan sido las reformas, que hemos compartido y consensuado, sigue siendo la Constitución de 1980. Se mantienen las instituciones fundamentales, tal como salió de su matriz. Para que haya una nueva Constitución se requiere de un proceso constituyente originario, no de un proceso de reformas”. Siempre la historia colabora con las decisiones del presente. (El Mercurio)
Francisco Vidal
Algunos ganaron, por ahora 11 marzo, 2023
El Presidente Boric, el Gobierno y las fuerzas oficialistas han tenido una gran derrota al rechazarse la idea de legislar, el miércoles pasado, en la Cámara de Diputados. A esa derrota concurrieron las tres derechas políticas unidas: Chile Vamos, republicanos y el Partido de la Gente. En estos temas, como lo registra la historia, la derecha política y económica no se pierde nunca. Colaboraron también con la derrota tres diputados exdemocratacristianos, tres diputadas de la bancada humanista-ecologista verde y el único diputado de los Amarillos que esta fuerza en formación tiene en el Congreso. Este último se abstuvo, pero todos sabemos que en una ley de quorum calificado la abstención implica rechazo.
En los últimos ocho meses, y particularmente en los últimos días, hemos presenciado decenas de columnas y debates en los medios sobre si la reforma era buena o mala desde distintas perspectivas. Pero me voy a remitir a la información oficial, la cual permite transparentar, como también desnudar, argumentos falaces contra la reforma. La recaudación por impuesto a la renta alcanzaba a US$ 2.000 millones en régimen y se encontraba focalizada en el 3% de los 10 millones de contribuyentes que registra el Servicio de Impuestos Internos (SII). Este 3% se identifica con aquellos ciudadanos que tienen un ingreso mensual superior a los $4.300.000, ahí se focalizaba la recaudación. Con este dato resulta ridículo el argumento de que la reforma afectaba a las clases medias, dado que al 97% de los contribuyentes no le afectaba en absoluto la modificación tributaria.
El segundo objetivo de la reforma era recaudar en régimen US$ 1.200 millones a través del impuesto al patrimonio, que afectaba a 6.300 contribuyentes cuyo patrimonio era igual o superior a los US$ 5.000.000 y de ahí al infinito. La recaudación más importante, en régimen, se obtenía de las normas de antievasión y antielusión, que recolectaban prácticamente la mitad de la reforma tributaria: US$ 4.800 millones. Cabe destacar en este aspecto que el trabajo de Jorratt concluye que anualmente en Chile se eluden y/o evaden siete puntos del producto, US$ 21.000 millones, lo que significa que en esta materia el objetivo era solo recaudar un cuarto de lo que se elude y evade. También en esta materia, Jorratt determinó que la evasión al IVA, que pagan todos los chilenos, es del 22%; la elusión y/o evasión en el impuesto de primera categoría a las empresas es del 34% y la elusión y/o evasión en el global complementario alcanzaría el 70%. Adicionalmente se recaudarían US$ 600 millones por la eliminación de diversas exenciones tributarias. Al rechazarse la idea de legislar, todos estos puntos quedan congelados a lo menos por un año. Cabe consignar, además, que en paralelo a la reforma tributaria rechazada se legisla en el Parlamento el royalty minero que pretende recaudar US$ 1.800 en régimen, de los cuales US$ 225 millones van directamente a las comunas mineras (29) y a las comunas más necesitadas (301). Además, queda pendiente para este año la presentación de los denominados impuestos “verdes” o de impacto en la salud de las personas y cuya recaudación esperada en régimen es de US$ 1.200 millones.
Pero al rechazar la idea de legislar, el Gobierno se quedó sin financiamiento para: aumentar la Pensión Garantizada Universal de los actuales $206.000 a $250.00 que benefician hoy a 2 millones de adultos mayores de más de 65 años. Tampoco tiene financiamiento el aumento en un 20% del per cápita municipal para la atención primaria de salud, donde se atienden casi 15 millones de chilenos. Tampoco se podrá financiar la disminución en un 30% de las listas de espera en el sistema público, así como continuar con la creación de infraestructura de salud. Tampoco se podrá financiar la incorporación de mil nuevos carabineros a la planta de la institución. Todo lo anterior, no obstante la urgencia de cada uno de estos temas, deberá esperar un año más.
Pero más allá de esta derrota del Gobierno, el país debe tener conciencia de que es imprescindible un nuevo pacto fiscal considerando que los nuevos gastos imprescindibles y de carácter permanente hay que enfrentarlos con nuevos ingresos permanentes, en eso consiste la responsabilidad fiscal; no es sostenible que nuestro país figure entre las sociedades con mayor concentración del ingreso del mundo, dado que el 1% de mayores ingresos captura el 27% del ingreso total; no es sostenible en el tiempo que el coeficiente de Gini sea prácticamente igual al europeo en la primera línea, pero a través de impuestos y transferencias en Europa el Gini se mejora en 15 puntos y en Chile solo en 4 puntos; no es sostenible en el tiempo que la educación municipal y más del 90% de la subvencionada tengan una subvención promedio mensual de $140.000, compitiendo con la particular pagada, que es el 8% de la matrícula, pero que tienen un aporte promedio mensual familiar de casi $400.000; no es sostenible en el tiempo que tengamos un sistema de salud público que atiende al 80% de los chilenos y que el aporte del 7% de cada ciudadano no alcance a cubrir ni el 20% del gasto que requiere el sistema público de salud. De allí la necesidad de mayores ingresos públicos a este sector.
Por eso sostengo en esta columna que algunos ganaron al rechazarse la idea de legislar la reforma tributaria, pero no será para siempre en la medida en que la mayoría social, que debiera expresarse en la mayoría política, construya un país más justo. (El Mercurio)
Francisco Vidal
Trayectoria Política
Vidal Salinas Francisco (1953) militó en la juventud del Partido Nacional hasta 1973: “yo era parte de la Juventud Nacional golpista… debo haber sido el primera derechista que se cambió de lado” (2), PPD desde 1988 (“En su congreso ideológico de hace dos años, el PPD se definió como un partido de izquierda, democrático, libertario, paritario y en consecuencia, la línea que ha seguido Jaime Quintana es la que corresponde a ese Consejo. El PPD se actualizó y, en consecuencia, no ha perdido identidad, más bien la configuró” (1));
subsecretario de desarrollo regional 2000-2003; Ministro secretario general de Gobierno 2003-05, 2007-2009, Ministro del Interior 2005-2006, Ministro de Defensa 2009-2010; director de Fundación Chile 21: “Para avanzar en una serie de campos es fundamental elevar sustantivamente los ingresos permanentes del Estado” (5);
«Lo que uno espera es que la minoría al interior del PPS (el ‘lagismo’) se acoja a lo que abrumadoramente el partido quiere: un giro a la izquierda» (7);
director de BancoEstado 2014-2018; “se puede atenuar la distancia entre política y ciudadanía…” (3);
“mientras no se comprenda que los desafíos de Chile, junto al insustituible crecimiento económico, son que este vaya acompañado por una justa distribución entre los chilenos y chilenas de ese crecimiento no habrá Presidente ni gobierno, cualquiera sea su signo político, que sea respaldado y evaluado positivamente por la mayoría” (4).
Ministro de Defensa, en 2019 se le menciona como posible candidato a gobernador regional de la región Metropolitana: «el candidato a gobernador no tendrá atribuciones para responder a urgencias ciudadanas como orden público, presupuesto… la ley corta no iría al tema de fondo, que es ambigua en emergencias, en presupuesto; que el orden público sigue inalterable en el delegado presidencial. Así que decidí que no…» (1)
Su presencia en los medios, y en particular en un programa de televisión con Joaquín Lavín, lo situaron como posible candidato presidencial: «si sirvo para la presidencial de la unidad de las tres izquierdas, entendiéndose con el centro renovado de Chain y un programa con un piso común… cuando hablo de desigualdad, me están escuchando 4 millones de chilenos de la fuerza de trabajo que ganan menos de 400 lucas mensuales, según el INE. Ejemplo de desigualdad, 760 servicios ofrece Vitacura y 28 Lo Espejo, si uno se para en Vitacura con Vespucio esta en Holanda US$ 60.000 per cápita, se sube al bus y a los 25 minutos te bajas en Lo Espejo y es la República Centroafricana… la realidad y no la ilusión, es que para gobernar en Chile tienen que ir juntos el centro y la izquierda… el solo hcho de rebajar la jornada de 45 a 40 y mantener la misma remuneración es una gran redistribución… mi mnistro seria el Eyzaguirre de hoy, el Eyzaguirre que asumió Educación con un sentido progresista y transformador y la derecha lo marginó hasta hoy,… el Frente Amplio tiene algunos temas de mucho sentimiento y sentido común que no son viables, porque Chile está condenado a la apetura al exterior y al equilibrio fiscal… los Valdés y De Gregorio, los Cieplan, tiene poco espacio (en mi proyecto) Se convencieron de que el modelo liberal en sus aspectos mas sustantivos es el camino de desarrollo para Chile… el gobierno de Bachlet falló en las vacilaciones… una de las razones de los bajos salarios en Chile es que no hay fuerza de trabajador frente al empleador, la titularidad sindical de Bachelet era clave y la perdimos en el Tribunal Constitucional… como se puede tener un ministro que no cree en tu programa, acuérdese de la pelea entre Valdés y mi amiga Alejandra Krauss cuando dijo ‘ni un peso más para las AFP’ (8).
Francisco Vidal anuncia candidatura presidencial: «Me gustan las cosas difíciles, no fáciles», «Lo haré por convicción, porque creo que estamos en el peor momento de la centroizquierda en los últimos 30 años; no tenemos un proyecto político común ni liderazgo alguno, somo como 12 repartidos en el margen de error en las encuestas. Estoy tranquilo, cero ansiedad, porque tengo claro que primero es el Apruebo, después a primaria de gobernadores regionales» «Después del plebiscito buscaré competir en el PPD, ojalá con Heraldo Muñoz, Lagos Weber y Felipe Harboe. Uno es candidato a una primaria, ojalá ciudadana, del PPD, después primarias con Unidad Constituyente y después elección con la oposición, con Daniel Jadue y Beatriz Sánchez. Recién ahí uno llega a primera vuelta» El Mercurio 20 octubre 2020.
«La magnitud del triunfo del Apruebo es un mandato imperativo para la oposición. No existe argumento alguno para que permanezcamos divididos subordinando el interés superior a los intereses partidarios, y el primer mandato de la ciudadanía es que en la elección de la Convención Constituyente se levante una sola lista» «El gran triunfo de la ciudadanía» El Mercurio, 26 octubre 2020.
«.. nuestra tarea es lograr la unidad más amplia de la Oposición, partiendo por consolidarla en la Convergencia Progresista, en la Unidad Constituyente y mantener el diálogo político con las fuerzas situadas a nuestra izquierda, dado que en una proyección estratégica nos necesitamos mutuamente..» mensaje a dirigenetes del PPD 10 diciembre 2020.
Al presentar su candidatura presidencial en las primarias del Partido por la Democracia, afirmó: «la decisión de ser candidato se sostiene en dos razones. La primera, creo tener la experiencia para ser Presidente de Chile. Trabajé codo a codo con dos grandes ex presidente, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Ocupé dos veces el cargo de vocero y fui ministro por 8 años. Pero la segunda razón fundamental, es que tengo la convicción de que Chile puede cambiar» El Mercurio 6 enero 2021.
«Me hubiera gustado que el apoyo de Bachelet fuera al candidato de la oposición… sigo siendo bacheletista (me encantó su programa transformador) y lagista también… la única forma de darle gobernabilidad al país es con una oposición unida, sobre una plataforma común… este es el peor momento de la centro izquierda desde 1990… había que tomar una decisión y por eso me metí» (9)
Suscribe declaración para pre-primaria presidencial PPD-PS: «Llamamos fraternalmente a la realización de preprimaria democráticas y transparentes, para elegir a la persona que nos representará al socialismo democrático o izquierda socialdemócrata en las primarias legales de la centro izquierda. Y expresamos nuestra esperanza de que este sea el primer paso para una colaboración mucho mas amplia, que articule este sector, lo renueve y vitalice» 11 febrero 2021
luego del fracaso de la inscripción amplia de candidatura a las primarias presidenciales: “Vamos a tener a Jadue de candidato presidencial y a Lavín del otro lado. Tenemos que levantar una candidatura de la izquierda democrática y eso tiene dos nombres posibles, Yasna Provoste o Paula Narváez” 20 mayo 2021
Quienes firmamos este manifiesto, votamos por distintas y distintos candidatos democráticos en la primera vuelta. En una elección limpia y transparente, el pueblo quiso que el candidato progresista que pasara a segunda vuelta fuera Gabriel Boric. Y con el voto mayoritario de la ciudadanía, especialmente de mujeres y jóvenes, también con el nuestro, Boric es Presidente de Chile. Queremos que le vaya bien, a pesar de las duras condiciones internas y externas que enfrenta. Por Chile, por la gente más golpeada con las desigualdades y abusos, para que la nueva Constitución de todos sus frutos, necesitamos que le vaya bien.
27 abril 2022 Declaración de 32 ex dirigentes de la Concertación
«Las rectificaciones prpuestas desenmascaran la estrategia de campaña de la derecha y de los ‘amarillos'» Columna «El Acuerdo», 14 agosto 2022
«Es una locura que la Ministra del Interior diga que Carabineros es una institución autónoma… que la ministra diga eso hoy es una equivocación del porte de una catedral» La Segunda, 18 agosto 2022
«La nueva Constitución debe permitir en la deliberación del Consejo Constituyente la creación de un nuevo sistema electoral en la elección del Parlamento, que permita eliminar la fragmentación política, el desorden y el individualismo parlamentario, ambas condiciones para garantizar la gobernabilidad de cualquier proyecto político en el futuro». El Mercurio 17 diciembre 2022
Vidal profundizó en el punto con La Tercera. “El tema electoral depende de variables que los partidos no controlamos. ¿La derecha va a ir en lista única o separada? Nuestra carta coloca el tema de la elección en un contexto, que estamos eligiendo convencionales y no el proyecto político, donde evidentemente tenemos diferencias con Apruebo Dignidad (…) Yo soy partidario de lista única por razones políticas y electorales. Es muy difícil para mi concepción que cuando un gobierno está en problema, las fuerzas vayan divididas en una elección como esta. Una elección de una coalición dividida, hace que los candidatos busquen diferenciarse de su aliado. En el cuadro actual del gobierno, separar en una competencia electoral a las fuerzas que lo apoyan, hace más difícil la crisis en que estamos” 18 enero 2023
Francisco Vidal: «tenemos que compatibilizar para el empresario de todo tamaño la certeza jurídica, las seguridades en sus entornos empresariales, las reglas del juego lo mas estables posibles» Columna «Cerdidumbres» 22 abril de 2023
Francisco Vidal: El Socialismo Democrático »Cada vez se debate más en los partidos integrantes de este bloque la necesidad de reagruparse para una mejor coordinación política». «En mi opinión, llegó el momento de que las fuerzas que integran el Socialismo Democrático inicien la configuración gradual de una fuerza común que permita simultáneamente apoyar al Presidente y recuperar adhesión ciudadana. El otro camino es la mantención de cuatro fuerzas dispersas y en declinación electoral, condiciones que no permiten apoyar con mayor disciplina al Presidente ni representar a una considerable porción de apoyo ciudadano que se manifestó en las primeras dos décadas posteriores a la dictadura». 3 junio 2023, El Mercurio
Bibliografia
Otras publicaciones
«Conducción superior de las Fuerzas Armadas»: «… los comandantes en jefes no qudan subordinados al jefe del Estado Mayor Conjunto, sino que cumplen funciones de distinta naturaleza…» El Mercurio 17 agosto 2009
«Un consenso madura en Defensa» La Tercera, 27 agosto 2009: «Con la creación del Estado Mayor Conjunto avanzamos en cerrar una vulnerabilidad institucional de la Defensa para dar paso a la necesaria tarea de profundizar la cultura conjunta en las FFAA».
“Chile no será una sociedad decente mientras que el destino está pre configurado, dependiendo de si uno nace hoy en Lo Espejo o en Vitacura” La Segunda, 29 diciembre 2015.
«Cheyre fue el general que dio la cara por una institución que en los mandos anteriores y, particularmente con Pinochet, violaron institucionalmente los derechos humanos. Eso contribuyó a la verdad histórica. Respecto de la información que tengo del momento de su designación no hubo ninguna acusación en su contra», La Tercera, 18 febrero 2019.
Columna «A propósito de municipios», El Mercurio, 6 julio 2019: «Los municipios son fundamentales en la relación con la ciudadanía, para millones de chilenos y chilenas, sobre todo los municipios mas pobres que con alta o baja población constituyen su refencia principal para sus condiciones cotidianas de vida…»
Columna «Votos 2017 mirando el 2020» El Mercurio 17 agosto 2019: «el 2017, la DC obtuvo el 10.7%, el bloque Convergencia Socialista 19.5%, la Unidad por el Cambio 10.4% y el Frente Amplio 16.4%… a los viudos de la Conertación les recuerso que si la resucitáramos, tendríamos 30.1%, y a los viudos de la NM les recuerdo que tendríamos 34.3%… A lo menos debiéramos buscar la unidad de las tres izquierdas vigentes: la convergencia progresista, la unidad por el cambio y el frente amplio, fuerzas que en su conjunto sumarían el 47% del electorado»
«El socio» El Mercurio 31 agosto 2019: «llegamos al presente: la DC, la Convergencia Progresista PS-PPD-PR, Unidad para el Cambio PC-PRO-Regionalistas, y el Frente Amplio… creo que llegó el momento de establecer un nuevo tipo de sociedad entre las izquierdas unidas, representadas por Convergencia Progresista, Unidad para el cambio y el Frente Amplio, con el centro político reconstituido, la Democracia Cristiana…»
Ante la renuncia del Ministro de Salud Mañalich «Y se fue el dueño de los naipes»: «hay que convencer al Presidente y al ministro de Hacienda que entiendan de una vez por todas que la cuarentena que están viviendo nueve millones de chilenos no se está cumpliendo ante la necesidad de varios millones de salir de sus casas a trabajar para poder comer en la noche» El Mercurio, 14 junio 2020.
A propósito de cambio de Gabinete: columna «Gabinete: hacia la derecha y hacia el Rechazo» 29 julio 2020: «Es un gabinete orientado a ordenar a la derecha tras su gobierno, estructurando un comité político claramente partidario. El mensaje es claro: gobierno con los partidos y espero que después de este gesto se ordenen. No obstante el perfil de los nuevos integrantes, esperamos un diálogo constructivo para seguir enfrentando la crisis sanitaria, económica y social del presente».
Columna sobre cuanta presidencial: El Mercurio 1 agosto 2020: «Divorcio» «Percibo un divorcio entre la evaluación del Presidente sobre lo realizado en la evaluación de la ciudadanía. Si uno escucha al Presidente, no comprende el rechazo a su gestión de mas del 70% de los chilenos y una aprobación que levemente supera al 10%. El Presidente y los chilenos mayoritariamente hablan de dos países».
Ante declaración de Joaquín Lavin sobre socialdemocracia, columna de hoy «Socialdemócratas: en el Chile de hoy»: «ser socialdemócrata es promover un desarrollo con integración al mundo de mayor producción que implique conocimiento, innovación y tecnología. Ser socialdemócrata en materia institucional es adherir sin complejo alguno a la democracia liberal occidental. Es respetar los derechos humanos a cabalidad. Ser socialdemócrata es ser feminista. Ser socialdemócrata en materia de pueblos originarios es lograr un Estado Plurinacional. Ser socialdemócrata en materia de cultura y valores haber sido partidarios de la abolición de la censura y de la pena de muerte. Ser socialdemócrata es respetar el medio ambiente. Ser socialdemócrata es ser responsable fiscalmente. Ser socialdemócrata en materia tributaria es aumentar la carga actual en a lo menos 5 puntos del PIB. Ser social demócrata es mantener una economía abierta al exterior. Ser social demócrata es promover el Estado laico. Ser socialdemócrata es luchar por un Estado solidario. Ser social demócrata es aspirar a que en la futura Constitución el Estado garantice, el derecho a la salud, a la educación, a un empleo decente, a la vivienda y a una pensión digna. Ser socialdemócrata es votar Apruebo y Convencional Constituyente»
«Está el desafío de la elección de 345 alcalde y alcaldesas donde nuevamente es imprescindible lograr la máxima unidad posible de la oposición en cada una de las comunas mencionadas» (6)
«»Noya hay excusas», columna 21 noviembre 2020 «50 días más los partidos políticos y los independientes tienen que inscribir sus candidaturas ante el Servicio Electoral para la jornada democrática del 11 de abril de 2021El desafío de las oposiciones es lograr la unidad más amplia posible en esas cuatro elecciones, dado que con la actual correlación de fuerzas y proyectando la última elección de diputados y diputadas de carecer de dicha unidad es altamente probable que la derecha gane esas elecciones, no obstante ser minoría en la sociedad»
Francisco Vidal @vidalvocero 3 diciembre 2020, Twitter:
Chile debe proteger a sus trabajadores y trabajadoras con:
– Titularidad sindical
– Huelga efectiva con más restricción al reemplazo
– Negociación por rama en la gran empresa
¡Vamos por un Estado social y democrático de derechos!
«Primarias» columna 5 diciembre 2020, «Como tantos dicen, Chile cambió y la ciudadanía reclama participación en todos los procesos… las primarias llegaron para quedarse… el domingo 20 de diciembre, en 85 comunas, sean los ciudadanos los que elijan con su participación al mejor candidato o candidata de este bloque para competir el próximo 11 de abril en la elección final»
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Ante la renuncia del Ministro de Salud Mañalich «Y se fue el dueño de los naipes»: «hay que convencer al Presidente y al ministro de Hacienda que entiendan de una vez por todas que la cuarentena que están viviendo nueve millones de chilenos no se está cumpliendo ante la necesidad de varios millones de salir de sus casas a trabajar para poder comer en la noche» El Mercurio, 14 junio 2020.
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«Primarias» columna 5 diciembre 2020, «Como tantos dicen, Chile cambió y la ciudadanía reclama participación en todos los procesos… las primarias llegaron para quedarse… el domingo 20 de diciembre, en 85 comunas, sean los ciudadanos los que elijan con su participación al mejor candidato o candidata de este bloque para competir el próximo 11 de abril en la elección final»
Entrevistas
«La alianza natural del PPD es con el PS, el PR y el PC» entrevista La Tercera 19 febrero 2018. «El proyecto para el PPD es la izquierda. Una izquierda sin complejos con respeto, por ejemplo, a los DDHH., en el mundo, en Venezuela. Un PPD de izquierda en el sentido social y económico, un partido completamente libertario en lo cultural y sin prejuicios. Y nuestros dos prejuicios en la cultura de izquierda están en la seguridad pública y el crecimiento, y ambos temas de una causa esencialmente popular».
«Ninguna de las cinco oposiciones (DC, PS-PPD-PR, PC-regionalistas, F.Amplio y Humanistas) puede ofrecer una alternativa de gobierno progresista al país» «Si ya ganamos en la reforma previsional de 4 a 6 los puntos, convencer al Gobierno de un ente publico que lo administre y que la mitad vaya a un fondo solidario, la vida me ha enseñado que es mejor avanzar paso a paso», «la historia de Chile te enseña que es mejor ir corriendo el cerco metro a metro a querer correrlo un kilómetro y que termine un kilómetro atrás» 3 mayo 2020
«Estoy por primarias con toda la oposición, desde Daniel Jadue a Andrés Velasco» «Estoy convencido de que la Concertación tuvo muchos éxitos, pero tuvo algunas frustraciones, por culpa nuestra también. El mayor éxito de una coalición de centroizquierda fue disminuir la pobreza de un n68% el 11 de marzo de 1990 a un 8% antes de la pandemia. El segundo gran éxito que permitió lo primero es que nunca antes en la historia de Chile hubo tanto crecimiento económico. El problema, que en mi opinión explica octubre de 2019, es que el país no resistía después de crecer treinta años mantener las brechas de desigualdad hoy vigentes. Por eso llegó el momento de la construcción de un Estado social de Derecho» El Mercurio, 28 octubre 2020.
Francisco Vidal (PPD): “Votaría por Jadue en segunda vuelta, pero yo quiero que eso no ocurra y por eso soy candidato”. En caso de que Joaquín Lavín y Daniel Jadue lleguen a una eventual segunda vuelta presidencial. ¿Por quién votaría Francisco Vidal? El ex ministro del Interior y precandidato presidencial señaló en Radio Agricultura que “por Jadue. Si Jadue llega a la segunda vuelta, no es porque se le ocurrió a Guillermo Teillier o Karol Cariola, es porque tiene en el mundo opositor ciudadano un enorme respaldo. Nadie llega a la segunda vuelta porque se levantó más temprano”, dijo. Sin embargo, cree que podría “darle pelea” a ambos candidatos. “Ahora, yo quiero que eso no ocurra y para eso soy candidato, para competir en primera vuelta seguramente con Joaquín Lavín a mi derecha y a Daniel Jadue a mi izquierda” 14 enero 2021
Francisco Vidal (PPD) sobre CAE y Transantiago: “Fueron errores brutales en gobiernos de la Concertación”. El precandidato presidencial del PPD, Francisco Vidal, señaló que “es necesario avanzar en el país reconociendo las falencias cometidas en el pasado”, advirtiendo que “la confianza se gana a través del tiempo y se pierde en un minuto. La política ha perdido la confianza de los vecinos, porque se miente mucho, se promete mucho sin poder cumplir”. Pese a remarcar las “cosas buenas” durante las administraciones de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, como “el Auge, el fin de la censura y el aborto terapéutico en tres causales”, subrayó en 24 Horas los “errores brutales”, poniendo énfasis en la implementación del CAE y el Transantiago. “En qué minuto a alguien se le ocurrió darle crédito a estudiantes por medio de bancos y con 6% de interés anual”, expresó el ex vocero y ministro de Defensa. Asimismo, calificó al Transantiago como “la peor política pública en muchos años”. A su juicio, “hay errores. Lo importante es decir cometimos errores, y pedir perdón. No se trata sólo de decir nos equivocamos. La clave es la verdad”,21 enero 2021
Sobre Francisco Vidal
Entrevista El Mercurio 13 junio 2010: «Si Vidal tenía propuestas alternativas, él bien pudo haberlas planteado cuando era subsecretario o ministro… el enfoque de Vidal aborta cualquier reflexión posible, porque les echa todas las culpas a otros, a quienes además injustamente ubica fuera de la Concertación, con lo cual casi todo el mundo queda liberado de responsabilidad…. la Concertación perdió votos en el centro, entre los votantes jóvenes. A esos votantes no se les reconquistaba ni con populismo ni con demagogia que pedían algunos».
«Gracias por las felicitaciones, pero después de 20 años de dejar la educación botada, por favor no se ande subiendo al carro» Noam Titelman, presidente electo de la FEUC tras saludo de ex vocero Francisco Vidal
Cómo vamos a hermanar la postura de Francisco Vidal, que está tratando de resucitar, in artículo mortis, a la izquierda republicana chilena y protegerla de la influencia del Frente Amplio, que no tiene nada que ver con el republicanismo según lo conocemos en Chile. Francisco Vidal es una punta de la ecuación y la otra punta podrá ser alguno de los diputados del FA. Hay mucha diferencia dentro del bloque de la oposición. Carlos Larraín Peña, entrevista, 30 octubre 2020
«La contundente derrota de Francisco Vidal, ministro vocero, omnipresente en los medios, es lo mas llamativo y sorprendente de la comunicación política del último tiempo» El Mercurio 6 febrero 2021, Cote Evans, carta.
2015: de lo complejo a lo simple 24 enero 2015
El primer año de gobierno de la Presidenta Bachelet se caracteriza a lo menos por dos elementos: el cumplimiento del programa a través del envío al Parlamento de las principales reformas estructurales, tales como la reforma tributaria, parte de la reforma educacional, la reforma al binominal y la reforma laboral, entre otras. Lo segundo que caracteriza este período ha sido un descenso sostenido en las encuestas públicas y privadas entre marzo del 2014 y enero del 2015 en la evaluación positiva, tanto de la Presidenta, del Gobierno en su conjunto, como de la Nueva Mayoría. Romper esta contradicción es el desafío político de los próximos tres años.
Las reformas estructurales han sido complejas en su presentación -en su explicación y en sus consecuencias- por su carácter de reformas estructurales cuyo impacto en la cotidianidad de los chilenos, en un sentido positivo, es gradual en el tiempo. A manera de ejemplo, la reforma tributaria, desde el punto de vista del grueso de la ciudadanía, ha significado costos en su vida cotidiana, expresado en el aumento de impuestos de consumo general, como cigarros, bebidas y alcoholes, no obstante que sabemos que la mayor parte de la recaudación se concentra en el impuesto a la renta, y en consecuencia impacta en los contribuyentes de mayor ingreso relativo.
La tarea política de los años siguientes es traducir estas reformas estructurales en un mejoramiento de la calidad de vida cotidiana y concreta de la inmensa mayoría de la población. Este desafío, a manera de ejemplo, se debiera lograr en educación inaugurando las primeras decenas y/o centenas de salas cuna y jardines infantiles. Como sabemos, el programa contempla 4.500 de las primeras y 1.200 de los segundos, aumentando la cobertura en el sistema preescolar en 93 mil nuevos cupos. Cuando la gente en la comuna y población vea la nueva sala cuna y el jardín, entenderá inmediatamente el sentido de la reforma y sus beneficios.Asimismo, centenares de millones de dólares irán al mejoramiento de la educación pública. Cuando se pinten los primeros 400 establecimientos y se mejore el resto de la infraestructura de la educación municipal, la gente entenderá no solo el destino de los fondos de la reforma tributaria, sino también el sentido de la reforma educacional, independientemente del envío de los proyectos durante este año que dice relación con la educación pública.
Cuando a partir del 2016 se inicie el fin del copago, que concluirá el 2018 con el 93% de la educación particular subvencionada gratuita, donde sus padres y apoderados recuperarán para sus presupuestos familiares alrededor de US$ 500 millones sin afectar su opción educacional, la gente entenderá una vez más, porque lo vivirá, el objetivo de las reformas tributaria y educacional. Cuando en el sistema de educación superior se inauguren los 15 centros de formación técnica, las dos nuevas universidades regionales O’Higgins y Coyhaique, y se inicie a partir del 2016 la gratuidad total de la educación superior, decenas de miles de familias y sus hijos comprenderán porque vivirán -insisto en eso- el resultado de las reformas. En salud ocurrirá lo mismo, cuando durante estos próximos tres años se inauguren 20 nuevos hospitales y más de 200 nuevos consultorios de diversa complejidad. En el ámbito de la convivencia pasará lo mismo. Dos millones de chilenos resolverán, en parte, las complejidades de la vida en pareja con el Pacto de Unión Civil.
En materia laboral, millones de trabajadores experimentarán en sus vidas concretas un mejoramiento de sus remuneraciones y de sus condiciones de trabajo a partir del fortalecimiento de sus sindicatos, de la negociación colectiva y de su derecho a huelga sin reemplazo.
Asimismo, en marzo de este año, por segunda vez y a raíz de la decisión de la Presidenta Bachelet, millones de personas recibirán el bono que corresponde para enfrentar un mes complejo desde el punto de vista del presupuesto familiar.
La lista sería interminable. Lo relevante para el desafío político -como lo dijimos al inicio de esta columna- es llevar a la vida simple y cotidiana de las personas los efectos de las reformas complejas y estructurales que la Presidenta Bachelet le ofreció al país en su programa. De esa manera, la Mandataria recuperará e incrementará la adhesión y la evaluación positiva de su gestión, así como el Gobierno y la coalición política que lo respalda, la Nueva Mayoría. (El Mercurio)
10%; 36%; 31% y 21% 31 julio, 2022
Los números que encabezan esta columna corresponden a la última encuesta de la empresa Cadem y coloca a los encuestados ante cuatro opciones frente al plebiscito del 4 de septiembre. En mi opinión, esta pregunta da cuenta del proceso político en curso, en el que se han diversificado más las opciones del Apruebo y del Rechazo. El 10% corresponde a aquellas personas que dicen apruebo y punto. El 36% es la respuesta de personas que dicen primero aprobar y después mejorar. El 31% son las personas dispuestas primero a rechazar y después a reformar la actual Constitución o bien emprender el camino de una nueva Constitución. Finalmente, el 21% son las personas partidarias del Rechazo y punto. Si uno compara estos números con el plebiscito de entrada, donde el 78% votó por una nueva Constitución y el 22% rechazó esa posibilidad, llegamos a la conclusión de que se mantiene el rechazo absoluto en un mismo porcentaje: 22% de rechazo en el plebiscito de entrada y 21% de rechazo a la actual propuesta constitucional. Por otra parte, el 78% que aprobó una nueva Constitución hoy se encuentra dividido en tres partes: los que aprueban a secas; los que aprueban primero y después mejoran y los que rechazan primero para después reformar. Si uno suma los dos apruebos, da un 46%, y si uno suma los dos rechazos, da 52%, considerando, para completar el 100%, que hay un 2% de encuestados que no tienen respuesta a la pregunta mencionada.
En este cuadro, para la opción Apruebo, la posibilidad de cerrar y dar vuelta la brecha actual es convencer a parte del 31% que votó por una nueva Constitución y que hoy día está por el rechazo para reformar, mediante garantías de reformar aquellos aspectos que los han llevado al actual rechazo. En mi opinión, eso es lo que correspondería al actual Gobierno y a las fuerzas políticas que lo respaldan: enunciar estas reformas antes del plebiscito, de tal manera que estas personas tengan la garantía de que aquellos aspectos que los han llevado a rechazar son posibles de mejorar y/o cambiar.
En esta línea política, por ahora, el Partido por la Democracia y, en términos generales, el Partido Liberal han propuesto los siguientes mejoramientos:
1. Tener una Constitución sin cerrojos y que, conforme a nuestras mejores tradiciones democráticas y los requerimientos del futuro, permita reformas a ella en base a sólidas mayorías.
2. Sobre el sistema político, planteamos cuatro ajustes:
a) Eliminar la posibilidad de reelección inmediata del presidente o presidenta de la República.
b) Eliminar la iniciativa parlamentaria en materias que tienen costo presupuestario, porque se prestará para acorralar a los gobiernos con propuestas populistas. Lo mismo es cierto para la autorización mediante ley de endeudamiento en el caso de municipios y regiones.
c) Restablecer la denominación del Senado y, considerando que se optó por el régimen presidencial, analizar reformas a sus atribuciones bajo dos propósitos: garantizar un sano y efectivo equilibrio de poderes y evitar las deficiencias de “cámaras espejo”.
d) Definir los criterios de un sistema electoral que asegure gobernabilidad. Propiciaremos una nueva y mejor legislación electoral. La fragmentación política y la proliferación de partidos o movimientos que reivindican solo sus propias causas volverán muy difícil concordar un proyecto común de cohesión y justicia social. Debe haber un piso de porcentaje mínimo para que los partidos puedan elegir parlamentarios en el Congreso, que proponemos sea del 5%.
3. Resolver errores y deficiencias sobre el diseño de la administración de justicia:
a) Reponer el concepto de Poder Judicial,
b) La composición del Consejo de Justicia debe contar con una clara mayoría de jueces.
4. En materia de seguridad, abordar dos cambios que preocupan a la ciudadanía:
a) Reponer el estado de excepción constitucional de emergencia;
b) Sin perjuicio de que la nueva Constitución trata —aunque sea genéricamente— la existencia de “las policías”, se debe realizar una mención explícita a Carabineros y la Policía de Investigaciones.
5. Ampliar expresamente el derecho de propiedad intelectual a la propiedad industrial.
6. Reconocer en materia de relaciones internacionales que el ejercicio de la soberanía y el principio de no intervención en los asuntos internos de los países debe tener como limitación el respeto a los derechos humanos y los tratados internacionales ratificados por Chile y vigentes.
7. Respecto del consentimiento indígena establecido en el art. 191, a objeto de evitar interpretaciones equívocas o de mala fe, se debería volver a la propuesta realizada por la comisión de Armonización, precisando con ello que su sentido y alcance se remiten a las reglas del Convenio 169 de la OIT.
Para que gane el Apruebo es imprescindible tomar una decisión de proponer estos cambios antes del 4 de septiembre. Es de espera que el Presidente, el Gobierno, Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático concuerden en este camino. (El Mercurio)
Francisco Vidal
Aprobar para mejorar o rechazar para reformar 2 julio, 2022
En el título de esta columna se juega el destino del resultado del plebiscito del 4 de septiembre. Una empresa encuestadora, junto a la tradicional pregunta de si aprueba o rechaza la propuesta de la Convención, complementariamente abrió otra pregunta, colocando a los encuestados ante cuatro alternativas.
Su resultado fue el siguiente: por el Apruebo a “secas”, 11%; por el Rechazo a “secas”, 18%; por rechazar y después reformar, 30%, y aprobar primero y después mejorar, 35%. Es decir, de acuerdo con estos números, casi dos tercios de los encuestados están en la disyuntiva que plantea el título de esta columna, mientras que los Apruebo y Rechazo constituyen el restante casi tercio de los encuestados.
Por otra parte, esta lectura de la opinión pública nos demuestra que el Rechazo originario a la nueva Constitución, el 22%, se ha movido muy poco y lo nuevo es que la aprobación mayoritaria a la nueva Constitución expresada en el plebiscito de entrada, 78%, se ha dividido entre estas dos opciones.
En consecuencia, la disputa principal en la campaña que se inicia la próxima semana va a estar en el debate no de los convencidos por las opciones sin adjetivos, sino por los que se mueven en el amplio margen de aprobar para mejorar o de rechazar para reformar. Asimismo, queda claro que la voluntad mayoritaria por una nueva Constitución es un camino sin retorno, independiente del resultado del plebiscito del 4 de septiembre.
Como lo he expresado en anteriores columnas, mi voto va a ser aprobar y después mejorar. Es literalmente imposible para las fuerzas progresistas rechazar un estado social y democrático de derecho, dado que ese objetivo, hasta ahora inédito en la historia de Chile, permite objetivamente alcanzar una sociedad más justa. En materia de salud y educación, el Estado social y democrático de derecho beneficia a entre el 80% y 90% de los chilenos.
Es imposible rechazar la configuración de un Estado regional, que les da más poder y autonomía a las regiones y comunas del país y que potencialmente beneficia al 60% de la población que vive fuera de la Región Metropolitana. Es imposible rechazar el Estado paritario, en que, por primera vez en la historia de Chile, las mujeres lograrán el equilibrio e igualdad con su contraparte masculina en todos los ámbitos. Finalmente, incluso es imposible rechazar el Estado plurinacional en su sentido general, porque incorpora a la sociedad chilena al 12% de los ciudadanos que se han autoidentificado como descendientes de los pueblos originarios.
Con la misma convicción sostengo que una vez aprobada la nueva Constitución hay que mejorarla en muchos aspectos, particularmente en el sistema político, en asegurar la responsabilidad fiscal, en restablecer el estado de excepción constitucional, en precisar el pluralismo jurídico y en tantas otras materias específicas. Por lo demás, el 5 de septiembre, una vez aprobada la Carta, se abre un camino en que confluyen los logros ya enunciados y las mejoras a establecer.
La alternativa de rechazar para reformar nos deja el 5 de septiembre a “fojas 0” y ante la voluntad mayoritaria de tener una nueva Constitución, habría que empezar a discutir todo de nuevo, además de la incertidumbre que genera la duda de si la derecha política y económica estaría dispuesta a reformar la Constitución que con tanto ardor han defendido desde hace 42 años, no obstante las reformas de 1989 y del 2005.
Dado lo anterior, el esfuerzo en la campaña es explicar que la mejor opción para la estabilidad política, económica y social del país es, primero, aprobar y, después, mejorar, como ya se ha explicado. Siendo las dos alternativas, el Apruebo y el Rechazo, completamente legítimas democráticamente, claramente se diferencian en las consecuencias para la estabilidad que requiere urgentemente la sociedad chilena. (El Mercurio)
Francisco Vidal
El compromiso de la centroizquierda 4 junio, 2022
La situación concreta de la realidad política chilena, desde la perspectiva de la centroizquierda, es la siguiente:
1. El gobierno del Presidente Boric ha perdido entre 20 y 30 puntos de aprobación ciudadana desde que asumió el mando de la nación el 11 de marzo.
2. Por primera vez, en la historia política chilena, el gobierno es apoyado por dos coaliciones políticas diferentes en su historia y que se plegaron al gobierno en momentos distintos. Apruebo Dignidad, en primera vuelta, y la centroizquierda, en la segunda vuelta.
3. Ambas coaliciones, individualmente o sumadas, son minoría en el actual parlamento: 67 diputados en la Cámara, de un total de 155 parlamentarios, y 19 senadores, de un total de 50.
4. Las encuestas conocidas hasta ahora predicen el triunfo del Rechazo el 4 de septiembre y/o un resultado muy estrecho.
5. En los momentos difíciles del Gobierno, como lo fue el denominado “quinto retiro” y el anteproyecto denominado “estado de excepción intermedio”, las bancadas parlamentarias de gobierno se dividieron.
6. Todo indica que la desaprobación del Gobierno ante la ciudadanía obedece en primer lugar a vacilaciones, contradicciones e indecisiones en materia de migración, orden público, delincuencia y violencia en la macrozona sur, así como un desempleo que permanece alto, una inflación anualizada superior al 10% y la proyección de un bajo crecimiento económico para este año.
Frente a este cuadro de hechos concretos, el discurso presidencial del 1 de junio abre una esperanza. El estilo, el tono, la mirada con perspectiva histórica y fundamentalmente la propuesta de contenidos transformadores hacia la construcción de una sociedad más justa y más libre debieran renovar las convicciones y las esperanzas de las fuerzas transformadoras que están detrás del Presidente. Lo anterior obliga, en particular a la centroizquierda y especialmente al bloque denominado “socialismo democrático”, a ser particularmente leales con el Presidente y que esto se manifieste en las bancadas parlamentarias de ambos bloques apoyando las tareas legislativas del Ejecutivo. La primera prueba de esta conducta deseada ocurrirá a fin de este mes, cuando el Gobierno presente la reforma tributaria, la base material de los compromisos transformadores en salud, educación, vivienda y pensiones. No existen alternativas de “matices” ni de individualidades parlamentarias, dado que estas reformas permiten las subsiguientes en las materias descritas. De más está decir que siendo minoría en ambas cámaras se requiere, aparte de la disciplina de la fuerza propia, establecer un diálogo inmediato con el Partido Demócrata Cristiano y sus bancadas, 8 diputados y 5 senadores, así como una relación positiva con los tres diputados humanistas, los 2 ecologistas y los 7 parlamentarios del Partido de la Gente. La suma de lo anterior permite lograr la mayoría en la cámara y llegar con esa fuerza a un Senado empatado. Como lo indica la historia, frente a la reforma tributaria, cuyo objetivo es recaudar más de US$ 14.000 millones en régimen, tendrá una ofensiva desde la derecha en todas sus expresiones: la derecha económica, la derecha política, la derecha comunicacional y la derecha cultural. La transferencia de poder que implica esta reforma será ampliamente resistida por las derechas mencionadas, y por lo anterior, se constituirá en “la batalla de las batallas” considerando que para las fuerzas del Gobierno esta reforma es la más importante por los argumentos ya descritos.
La centroizquierda en general y el socialismo democrático en particular, deben desplegar la máxima fuerza política, social y cultural para enfrentar la ofensiva de la derecha y ser capaces, pedagógicamente, de explicarle a la ciudadanía que cada punto de lo recaudado se utilizará y servirá para mejorar la salud, la educación, la vivienda y las pensiones de una inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas. En paralelo a este esfuerzo, la centroizquierda debe desplegarse para ganar el plebiscito del 4 de septiembre, para tener una Nueva Constitución que de acuerdo con su principal objetivo, cual es la creación de un Estado social y democrático de derecho, sea coherente y consistente con la orientación estratégica y el programa de gobierno reforzado en la Cuenta Pública del Presidente Boric el pasado 1 de junio. (El Mercurio)
Francisco Vidal
El acuerdo 14 agosto, 2022
Finalmente, después de un par de semanas de diálogo político, las fuerzas que apoyan al Gobierno tanto en la coalición Apruebo Dignidad como en el bloque del Socialismo Democrático han levantado un compromiso posplebiscito para materializar el concepto primero aprobar y después mejorar. Dicha propuesta, además, ha sido respaldada por el Presidente Boric, quien anteayer ha garantizado que las reformas propuestas se van a cumplir.
El principal objetivo de este acuerdo, sin eufemismo alguno, es cambiar la correlación de fuerzas electorales en perspectiva del plebiscito del 4 de septiembre. Hasta ahora, todas las encuestas de carácter público dan por ganadora a la opción Rechazo en el plebiscito. Sin embargo, cuando uno desagrega la información otorgada por algunas de dichas encuestas, el cuadro es más diversificado en materia de opciones ciudadanas, es así como el domingo pasado en la encuesta Cadem, y situado el ciudadano encuestado entre cuatro opciones que surgen del debate y del proceso político, el resultado es el siguiente: por el Apruebo a secas, 10%; por primero aprobar y después mejorar, 35%; por rechazar y después reformar, 33%, y por el Rechazo a secas, 19%. La suma de ambos apruebos y de ambos rechazos da por ganadora a la opción Rechazo. De estos números se desprende el objetivo principal del acuerdo, que consiste en recuperar para la opción Apruebo parte importante de los ciudadanos que hoy día plantean el rechazar para reformar, que además optaron en el plebiscito de entrada por una nueva Constitución y que, según Cadem, un 13% de ese universo incluso votó por Boric en la segunda vuelta. Las rectificaciones que propone el acuerdo partidario están dirigidas explícitamente a ese universo, es decir, no pretende que los republicanos de José Antonio Kast cambien de opinión, sino aquel universo mencionado.
Además, las rectificaciones propuestas desenmascaran la estrategia de campaña de la derecha y de los “amarillos” al precisar y modificar los aspectos más críticos de la propuesta constitucional. De esta manera, los que estamos por el apruebo para después mejorar valoramos lo sustantivo de la propuesta constitucional, es decir, el Estado social democrático de derecho, el Estado regional y el Estado paritario, pero además, estamos dispuestos a recoger las observaciones, las interrogantes y las dudas que han surgido en el marco de la campaña electoral. En varias actividades en que he participado con ciudadanos y ciudadanas, en terreno, me han planteado interrogantes que calaron hondo en sus preocupaciones, como, por ejemplo, la propiedad de la vivienda, la fragmentación del Estado nacional por las autonomías indígenas y otros aspectos. El mérito del acuerdo es despejar todas esas dudas y de ahí se desprende la ofensiva de la derecha y de los “amarillos” por minusvalorar la propuesta de los partidos de gobierno. Por otra parte, al plantear específicamente el tema de plurinacionalidad, el tema del Poder Judicial, el tema de los derechos sociales, el tema del Sistema Nacional de Salud y el Sistema Nacional de Educación permite despejar las dudas de los ciudadanos y demostrar que la ofensiva en estas materias de la derecha ha sido distorsionadora de la realidad.
Es de esperar que esta propuesta llame a la reflexión a los que se han situado siempre en la centroizquierda y hoy están por el Rechazo, de tal manera que al persistir en el Rechazo, no obstante estas rectificaciones, el tema va más allá de la autoidentificación en la centroizquierda.
En mi opinión, rechazar desde la izquierda y la centroizquierda el Estado social y democrático de derecho, que ha sido, por lo demás, en la historia de Chile el objetivo explícito de la izquierda y la centroizquierda, nos situaría en una conversación diferente entre las cuales está el que legítimamente en democracia las personas cambien su identidad política esencial. (El Mercurio)
Francisco Vidal
No a una nueva "cocina" Francisco Vidal 9 mayo, 2015
El objetivo estratégico del Gobierno es construir una sociedad más justa, con menos desigualdades y abusos. Este objetivo se plasmó en el programa de gobierno que la Presidenta de la República está llevando a cabo. La resolución del problema de la desigualdad en nuestro país tiene instrumentos de largo plazo y de corto plazo. Un instrumento de largo plazo es la reforma educacional en todos sus capítulos. La brecha entre educación fiscal, particular subvencionada y particular pagada se irá cerrando en el mediano y largo plazo. El otro instrumento para construir una sociedad más justa es la reforma laboral. Tiene resultados inmediatos apenas se aplique la ley, en términos de otorgar mayor poder al mundo de los trabajadores y sus organizaciones sindicales.
La legislación laboral en Chile en su historia contemporánea, como otras tantas legislaciones, tiene que ver con el contexto político, social y económico del país, y con la correlación de fuerzas inherentes a la distribución de ese poder. La legislación de la década del 20 y el Código del Trabajo del año 1931 no se entienden sin la crisis política de esa década, la constitución de las capas medias como actor político y el surgimiento de la izquierda, en tanto partidos y conductores de la organización sindical. El incremento del poder de los trabajadores entre el año 32 y 73 tiene que ver también con la correlación de fuerzas desplegadas en ese período. No es casualidad ni producto del azar que la mayor tasa de sindicalización en la historia de Chile y el mayor poder de negociación colectiva de los trabajadores se lograron durante el gobierno del Presidente Salvador Allende. Tampoco es coincidencia o producto del azar que durante la dictadura militar el movimiento sindical haya sido aniquilado y la legislación de 1980 de José Piñera y el nuevo Código del Trabajo que de allí surgió colocaran a los trabajadores en una situación de profundo desequilibrio frente al capital. Tampoco es ajeno a la nueva correlación de fuerzas la reforma laboral del Presidente Aylwin en 1990, que restituyó, «en la medida de lo posible», antiguos derechos sindicales arrasados por la dictadura.
Por lo anterior y ante el triunfo de Michelle Bachelet, de la Nueva Mayoría y del programa que los acompaña, en el 2013, es imprescindible una reforma laboral sustantiva que recupere, por una parte, a plenitud el poder y fuerza de los trabajadores organizados frente al poder del capital. Eso es la reforma laboral hoy día en trámite en la Cámara de Diputados. Cabe recordar que al enviarse este proyecto al Parlamento, la tasa de sindicalización en Chile, incluyendo al sector público, no alcanza al 15%; y la tasa de negociación colectiva no supera el 10% del mundo del trabajo. Solo a manera de comparación, a principios de la década del 70 esta cifra superaba en el primer caso el 30% y el segundo, más del 20%. Las claves del actual proyecto de ley son la titularidad sindical y el fin del reemplazo en la huelga. Ambos instrumentos son convergentes en el fortalecimiento del poder de negociación en el mundo del trabajo.
La debilidad del movimiento sindical en los últimos 40 años, precisamente, proviene de la vulnerabilidad de ambos instrumentos. Por ejemplo, el hecho de que la lucha del sindicato por mejores condiciones de trabajo y remuneraciones, automáticamente les llegue a los no sindicalizados, debilita la organización sindical por razones obvias. Es decir, para muchos trabajadores da lo mismo estar sindicalizado o no, ya que los beneficios de los primeros les llega a los segundos sin el menor esfuerzo. Por otra parte, el reemplazo en las condiciones actuales de los trabajadores en huelga transforma en letra muerta el principal instrumento de poder de los trabajadores, que es la paralización de las actividades de esa unidad económica. Si la empresa con la huelga que hoy conocemos puede seguir operando, le da lo mismo si los trabajadores la declaran o no.
Por todo lo anterior, es imprescindible que el Gobierno y la Nueva Mayoría no cedan ante el mundo empresarial, que no está por restablecer el equilibrio entre el trabajo y el capital, sino por el contrario, en perseverar con las reglas instauradas en la dictadura y mejoradas «en lo posible» durante la transición, que han mantenido el desequilibrio entre el factor capital y el factor trabajo, privilegiando al primero. Es de esperar que la «cocina» y las «galletas» esta vez no funcionen en el Senado.
Francisco Vidal (PPD) confirma su candidatura presidencial 19 octubre, 2020
Una serie de llamadas inició hoy el vicepresidente del PPD, Francisco Vidal. En esas conversaciones, el exvocero de gobierno le comunicó los parlamentarios y presidentes regionales de su partido su decisión sobre una disyuntiva que venía analizando desde hace meses: ser el candidato presidencial de su colectividad.
La definición se da luego de que el exvocero de gobierno declinara -pese a las presiones internas- de ser la carta de su partido para la gobernación metropolitana, candidatura que terminó asumiendo la exministra de Salud, Helia Molina. En ese sentido, el actual vicepresidente del PPD zanjó una difícil candidatura que, entre otras cosas, lo haría enfrentarse al actual presidente de su colectividad, Heraldo Muñoz.
“Efectivamente les dije lo siguiente: voy a competir en la presidencial”, confirmó Vidal a La Tercera.
Además agregó: “Dado que muchas personas me han dicho que postule a la precandidatura del PPD llamé a los parlamentarios y les dije que estaba dispuesto”.
Asimismo, el exministro sostuvo que, el lanzamiento lo hará post plebiscito. “Lo lanzaré después del domingo, porque no quiero confundir que la primera tarea es el Apruebo”, sostuvo, añadiendo que también le comunicó su decisión a los presidentes regionales del PPD.
Además, el exsecretario de Estado también tomó una postura respecto de la forma en que espera que su partido define a su carta para La Moneda. “La definición del PPD la va a tomar el consejo nacional el 5 de diciembre (…) En ese consejo se va a definir el mecanimso por el cual el PPD va a definir a su precandidato presidencial. Son tres, uno a puerta cerrada que es el consejo nacional, que no me gusta. Otro que es la primaria nacional, la que me gusta a mí y otro que es por encuesta”, señaló. (La Tercera)