13 May Vicuña Vicuña Angel Custodio
Biografía Personal
Descendencia
Vicuña Pérez Ángel Custodio (1883-1937) [1] abogado en 1905, Partido Liberal Democrático, luego Partido Liberal, diputado por Coquimbo 1926-1930 (elegido en lista sin preferencias para los siete diputados electos, con 8.351 votos); diputado 1930-1932 casado con Beatriz Rivas Vicuña s/d.
Vicuña Pérez Clemente, agricultor, rentista casado con Blanca Villanueva Cárdenas, casado 2 con Ester Salas Errázuriz, hija de Antonio Salas Ochagavía, convencional Partido Conservador 1918 y Sofía Errázuriz Nebel.
Vicuña Pérez Alejandro, [2] sacerdote, publicista, director de la Biblioteca Nacional
Vicuña Pérez Julieta casada con Oscar Riesco Echaurren, abogado, convencional Partido Liberal 1913. hijo de Agustín Riesco Marín y Sara Echaurren González
Vicuña Pérez Ana casada con Tomas Reyes Prieto (1875-1951), padres del parlamentario Tomas Reyes Vicuña
Vicuña Pérez Inés casada con Francisco Eguiguren Errázuriz, casada 2 con Max Grisar
Vicuña Pérez Gabriela (1887) casado con Ignacio Palma Smith, padres del parlamentario Ignacio Palma Vicuña
[1] DIC_FIG tomo V p. 1056
[2] DIC_FIG tomo V p. 1055. «El diario La Opinión, mas que un diario, fue un centro opositor a Alessandri. Apenas anochecía comenzaba en sus oficinas una larga tertulia… la tertulia de los enemigos de Arturo Alessandri: Ismael Edwards, Conrado Ríos, Ricardo Latcham, Justiniano Sotomayor, manuel Cabezón, el presbítero Alejandro vicuña, Luis Dávila, Juan Pradenas, Manuel Hidalgo, el volcánico diputado socialista César Godoy» Gonzalo Vial, Historia de Chile 1891-1973, tomo V, Página 336
Fuentes
Trayectoria Política
Vicuña Vicuña Ángel Custodio (1848-1918) miembro del Patido Conservador, luego Partido Liberal Democrático, diputado por Curicó 1876-1879, diputado por Santiago 1879-1882, diputado por Melipilla 1888-1891; embajador en Bolivia 1890, embajador en Brasil 1898 y Perú 1899;
apoyó candidatura de Federico Errázuriz en 1896; “Ayer, dispersos por los acontecimientos, objeto de todas las injurias de la suerte; sin más patria y hogar que los que nos brindara la hospitalidad de un pueblo altivo y generoso; y hoy, disfrutando de amplísima libertad, en posesión de todos nuestros derechos, levantando nuestras tiendas en el centro mismo de la República y coronando el grandioso edificio de nuestra colectividad política… es difícil, en la vida de las modernas democracias, clavar a firme la rueda de la fortuna… la primera de las grandes doctrinas consagrada en la constitución es el afianzamiento del principio de autoridad, en medio… de la anarquía inmensa que hoy corroe nuestra administración y todos nuestros servicios, el restablecimiento en todo su vigor de la autoridad pública, se impone como una necesidad indeclinable de nuestra vida nacional” (1).
(1) discurso en Convención PLD 1896.