Jacqueline Van Rysselberghe

Biografía Personal

Van Rysselberghe Varela Enrique (1937-2013) arquitecto, empresario, como dueño de la Empresa Constructora Rysselberghe y Cia. Ltda., diputado  1998-2002,  casado con maría Norma Herrera Caire.

padres de:

Van Rysselberghe Herrera Jacqueline (1965) médico cirujano,  miembro del Opus Dei; casada con Mauricio Pavez Tondi.

Descendencia

Pavez van Rysselberghe Tomás

Pavez van Rysselberghe Catalina

Pavez van Rysselberghe Valentina

Pavez van Rysselberghe Natalia

Pavez van Rysselberghe Magdalena

Pavez van Rysselberghe Fernanda

Fuentes

(1) Entrevista, El Mercurio, 4 febrero 2012.

(2) La Segunda, 18 noviembre 2013. (3) Diario Financiero 27 diciembre 2013.

(4) Carta “La economía no basta”, LT 8 julio 2018.

(5) Entrevista, La Tercera 10 junio 2018.

(6) Entrevista El Mercurio 23 diciembre 2018.

(7) Entrevista, La Tercera 24 marzo 2019.

(8) Entrevista, El Mercurio 22 agosto 2020

(9) El Mercurio 9 noviembre 2020

(10) Entrevista, La Tercera, 16 julio 2021

(11) Entrevista, La Tercera 1 noviembre 2021

Trayectoria Política

Van Rysselberghe Herrera Jacqueline (1965) miembro de la UDI,  concejala de Concepción 1992-1996 (11.677 votos, 7.7%); reelecta 1996-2000 (26.820 votos, 26,8%);

alcaldesa de Concepción 2000-2004 (58.361 votos, 55.3%), reelecta 2004-2008 (55.925 votos, 56.5%), reelecta 2008 (60.889 votos, 63.5%);

Intendente del Biobío 2010, involucrada en un escándalo en 2011 cuando fue grabada diciendo a unos pobladores de Concepción que sus casos habían sido disfrazados como víctimas del terremoto para conseguir subsidios del gobierno”; “Hoy soy infinitamente más prudente de lo que era hace un año. Desde el punto de vista electoral, creo que no sufrí mayor daño. Reconozco que cometí muchos errores. A mí no se me ocurría que estaba haciendo algo malo, pero debí haber cuidado las formas. También cómo se hicieron las cosas” (1); “La sociedad es bastante más conservadora de lo que plantean la Concertación y el PC” (2);

“La UDI se fundó en base a principios que son sólidos, pero sí para repensar, porque la realidad ha ido cambiando en cómo definir el camino y hacia donde vamos, creo que la UDI siempre fue un partido popular orientado a las clases más pobres y hoy esa realidad ha cambiado un poco, porque la extrema pobreza es menor, hoy tenemos más gente en situación vulnerable que en extrema pobreza y más gente en clase media emergente que gente pobre, por lo tanto, me parece que es hacia allá es donde tenemos que apuntar y focalizar nuestras energías, en poder reconectarnos con los problemas de las personas, en poder ser de verdad un camino de servicio” (3);

senadora 2014-2022 por la región del Bio-Bio (128.451 votos, 27.9%), Presidenta de la UDI 2016; “debemos hacer sentir… que tenemos un profundo sentido social para interpretar y hacerse cargo de los anhelos ciudadanos, sus temores y demandas en los distintos ámbitos de la vida” (4); “mucha gente que votó por Piñera entendió que no se promoverá la adopción homoparental” (5);

reelegida presidente de la UDI 2018: “La UDI no está radicalizada, está sin complejos… es un pardo que ya no puede ser manejado en las cuatro paredes del Congreso” (6); “Me gustaría que la presidencia pasara a alguien de la UDI, probablemente, puede ser Joaquín Lavín” (7)

«Hacer un proceso constituyente con un país que parte la campaña en estado de excepción y en plena catástrofe no corresponde, atenta contra la legitimidad del proceso» 22 agosto 2020 (8)

Sobre escaños reservados: «Estamos hablando de puro calculo político, porque llegamos a un acuerdo el 15-N de que el órgano constitucional sería de 155 personas» (9)

«Nuestra gente está asustada, y eso sí moviliza a la centroderecha… yo converse con Joaquín y le planteé que me parecía que había cosas en las que no se podía haber tibieza. La violencia tenía que ser condenada siempre, porque si no comienza a validar. Acá no hay tomas pacíficas. Chile quiere integración social, yo creo en el proyecto de Lavin, y creo que tiene capacidades para llevarlos adelante, pero creo que el país lo quiere hacer en paz, en tranquilidad. Pero para lograr eso no podemos validar la violencia bajo ninguna circunstancia, porque sin no sólo engendra más violencia. Y la verdad es que nosotros ya vimos cómo puede terminar…» (10)

Van Rysselberghe da ultimátum a Sichel: «Tiene dos semanas para conquistar a las personas como yo… lo que quieren nuestros electores es que la izquierda no llegue al gobierno.» (11).

Candidata a senadora por la región de Ñuble, obtuvo 21.771 votos (12,45) no saliendo electa, su partido obtuvo un senador con 29.78% y su coalición Chile Podemos mas 32.33%.

Bibliografia

Otras publicaciones

Sobre acuerdo tributario, 7 noviembre 2019, El Mercurio: «No estamos de acuerdo con subirle las contribuciones a la clase media profesional, esa gente no es super rica. Estamos abiertos a subirle el impuesto a los super ricos.. Esto es un error y queremos hacer vera al Gobierno este error y convencerlo de que no sea así, de que no podemos castigar a la clase media profesional por lo que ha podido conseguir con el trabajo. El gobierno tiene que necesariamente cambiar su agenda. Es lo correcto y o que hay que hacer frente a la crisis social; pero acá, lo que no podemos hacer es equivocarnos y dar señales erroneas»

Jacqueline van Rysselberghe: «Hacer una primaria presidencial de la UDI sería un despropósito. Hay que estar con quien tenga mejores opciones de ganar». La senadora sostiene que una definición entre Lavín y Matthei, mediante ese mecanismo, no tiene sentido. “Quiero que el próximo gobierno sea de centroderecha y, en especial, quiero que sea de la UDI”, dice. Y agrega que “nosotros compartimos con Lavín muchas cosas, y porque lo conocemos, le creemos” 19 septiembre 2020

“El gobierno estuvo muy cerca de caer, probablemente más cerca de lo que la gente piensa”, añadió. A su parecer, si el país seguía en la escalada de violencia que previa a la firma del acuerdo por la nueva Constitución, la misma gente de derecha le habría pedido a Piñera que se fuera. “No nosotros, pero la opinión pública. Es decir… No sé si me explico, pero se habría generado una situación política muy compleja que habría puesto en jaque la estabilidad del gobierno”, precisó. Por ello aseguró que su momento más difícil al mando de la UDI fue precisamente la firma del acuerdo del 15 de noviembre. 20 diciembre 2020

Entrevista 8 mayo 2021: «Llamaría la atención que dejen fuera a Matthei de la primaria, sería una competencia del club de Toby» «Es un error restringir los liderazgos dentro de la UDI. En un país tan polarizado como en el que estamos viviendo, necesitamos toda la potencia de nuestras figuras» «Es muy probable que Chile Vamos saque más de un tercio, lo importante es que ese tercio nos represente efectivamente y no se deje asustar por la funa o seducir por el aplauso fácil»

Entrevista La Tercera 16 octubre 2021
Jacqueline van Rysselberghe (UDI): “El país estaría mejor si hubiera ganado el Rechazo”

Presidía la UDI cuando estallaron las manifestaciones sociales, en octubre de 2019. En ese rol, la senadora fue protagonista de las conversaciones que derivaron en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución. Aunque dice que no se arrepiente de haber firmado, su balance del proceso es negativo y sus expectativas, pesimistas.

Su expresión la madrugada del 15 de noviembre es recordada hasta hoy. Sentada en uno de los salones de la sede del Congreso, en Santiago, minutos después de firmar el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, la entonces presidenta de la UDI Jacqueline van Rysselberghe estaba molesta.

Ad portas de conmemorar el segundo año del inicio de las protestas que derivaron en ese acuerdo, la senadora recuerda esos momentos y realiza una severa crítica sobre la forma en que la Convención Constitucional está desarrollando su labor.

¿Cuál es su balance del proceso constitucional que derivó tras el estallido del 18 de octubre?

La verdad es que está bastante lejos de lo que uno hubiese pensado que iba a ocurrir. El acuerdo fue un hecho en donde la política dio un respiro y demostró que el diálogo y no la violencia es el camino para acercar posiciones. Pero lo que hemos visto con la Convención Constitucional está bastante lejos de eso.

¿Se arrepiente de haber firmado el acuerdo?

No, no me arrepiento. Hay que recordar que Chile se estaba quemando por los cuatro costados, venía una fuga de capitales masiva -eso es lo que los economistas decían- y, por lo tanto, yo sigo creyendo que el diálogo tiene que ser el camino. De repente, uno piensa si era necesario o no el plebiscito de ingreso, y yo sigo pensando que era bueno que la gente que pensaba que no había que cambiar la Constitución tuviese dónde participar.

¿El país estaría mejor si hubiera ganado el Rechazo?

Yo creo que sí, que estaría mejor, porque el Rechazo no era dejar las cosas inmóviles. Era simple y sencillamente hacer los cambios a través de las vías institucionales que existían. Pero no se dio así, la gente lo entendió de una manera distinta y, bueno, hoy día tenemos una Convención que se disfraza de Pikachu.

¿Con la perspectiva del tiempo, no ve una alternativa distinta a ese acuerdo?

No, la alternativa, en ese minuto, no se veía. Y recordando todo lo que vivimos, no creo que hubiera habido otra salida.

¿Qué recuerda de ese momento?

Lo que recuerdo y que, de alguna manera, augura lo que pasó ahora, es que después de llegar a acuerdo en prácticamente todo, esperaba que la conferencia de prensa hubiese sido un momento de grandeza, donde todos hubiésemos reconocido que habíamos cedido por el bien del país. Lo que escuché en la mayoría de los discursos fueron descalificaciones. En ese minuto, y esa es la razón de la cara que yo tenía, me di cuenta de que probablemente esto no iba a terminar bien.

A dos años del estallido social, la polarización parece haberse instalado en el país. ¿Ve como un déficit del acuerdo el no haber logrado temperar el clima político y social?

Absolutamente. Pero no sé si es solo del acuerdo, es un poco más profundo. Es el déficit de ciertos sectores de la sociedad por no condenar la violencia y justificarla. Lo que vimos el 18 octubre fue un estallido de violencia y, hasta el día de hoy, no se condena abiertamente y lo vemos en la Convención a cada rato.

¿Y quiénes incentivan esta polarización?

Está incentivada por sectores radicales de izquierda. Les conviene esto, porque mantienen las conversaciones en un nivel donde es blanco o negro, bueno o malo, o estás conmigo o estás contra mí. Es como lo que le pasó a la “tía Pikachu”: se salió de la revuelta y se puso institucional, probablemente con las mismas ideas que tenía antes, y la funaron. Esa polarización sirve a los que no están institucionalizados.

La regla de los 2/3 fue el principal elemento que la derecha “amarró” en el acuerdo. En su sector cuestionan que se la van a poder “saltar” con el plebiscito dirimente. ¿Cuál es su visión?

Aquí hubo un acuerdo firmado por todos los sectores políticos, se hizo una reforma constitucional y hay que cumplirlo. Y dentro ese acuerdo, no existen los plebiscitos dirimentes y la Convención no tiene ni el poder ni las facultades para llevarlos a cabo. Yo espero que, por lo menos, quienes suscribieron el acuerdo en el Congreso mantengan la palabra empeñada y no empiecen a borrar con el codo aquello que escribieron con la mano.

Se requiere una reforma constitucional y, por eso, algunos afirman que esto podría ser letra muerta…

Y espero que así sea, pero lo que pasa es que la Convención está tratando de ir más allá de lo que el mandato constitucional le permite. Ellos tienen que escribir una Constitución, no tienen que evaluar si les dan libertad a los presos de la revuelta ni si ponen más plebiscitos o cambian mecanismos. De lo contrario, no van a alcanzar.

Eso quiere decir que si se cumple el plazo máximo de un año, ¿no respaldaría una nueva prórroga?

Creo que si se les acaba el plazo, se les acaba. Lo discutimos en su momento y se estableció de esa manera: nueve meses con un plazo adicional de tres meses, y si no regía la Constitución actual. Eso es lo que se estableció, ese es el acuerdo y es lo que se tiene que cumplir.

La norma de los 2/3 se mantuvo en el reglamento. ¿Contribuye para que el resultado sea una “Constitución moderada”?

La idea era justamente esa, que no fuera una Constitución de derecha, pero tampoco de izquierda, que fuera una Constitución de los chilenos, que sea la “casa de todos”. La regla de los 2/3 va a ayudar en la medida en que se respete, pero ya se está tratando de soslayar.

¿Tiene esperanzas en torno al proceso?

Soy bastante pesimista. Cuando en una institución como esta no hay capacidad de escucharse, el resultado es difícil que pueda ser bueno.

¿Se siente representada por los convencionales de la UDI?

Sí, y creo que debe ser muy frustrante estar ahí cuando quieres buscar acuerdos y no hay capacidad ni siquiera de que te escuchen, no te dan la palabra. Si el Parlamento hiciera la mitad de lo que hacen los constituyentes, estaríamos colgados en la plaza pública.

Usted es pesimista respecto del resultado…

(Interrumpe) Va a ser una Constitución de izquierda.

¿Y qué actitud tiene que tomar la centroderecha en la Convención, mantenerse hasta el final o poner algún límite y abandonarla si ese límite se traspasa?

Mantenerse hasta el final y denunciar cada una de estas cosas.

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