Patricio Silva Rojas

Biografía Personal

Silva Rojas Patricio Julio (1946) [1] hijo de Luis Eduardo Silva Zúñiga (1914-1984) [2] y Lady Rojas Rodríguez (1923-2019); médico cirujano, decano facultad de Ciencias de la Salud Universidad Central 2015;  casado con Marcela Ivonne Parada Corzo (1952) parvularia.

[1]   I. 7450 nacimiento 1946 Providencia; I. 528 matrimonio 1974 Ñuñoa.

[2] Hijo  de Arturo Silva. I. 197 nacimiento 1915 Moneda. I. 1.496 defunción 1984 Ñuñoa

Descendencia

Silva Parada Marcela Alejandra (1975)

Silva Parada Paulina Loreto (1977)

Fuentes

(1) “Debate en torno al aborto”, carta, La Tercera, 26 marzo 2016.

(2) Chañarcillo, 1 junio 2018.

(3) «En medicina no se puede improvisar» Carta El Mercurio 27 julio 2021

Trayectoria Política

Silva Rojas Patricio Julio (1946) miembro del Partido Radical, subsecretario de salud 1990-1994;  sobre el proyecto de ley de aborto: “nos enfrentamos a un drama que no es gratuito para ninguna mujer, ni tampoco para el médico, y donde desde el punto de vista de la salud pública el acompañamiento es clave para que ella pueda decidir libremente, en sanidad física, mental y espiritual. Porque la ley, finalmente –es necesario recordar- no obliga, sino que protege” (1); Presidente de la Corporación de Investigación Social: “lo que sucede con la descentralización en el país también ocurre en Atacama, los pueblos más pequeños están abandonados en relación a las capitales regionales, es un fenómeno que ocurre en gran parte de Latinoamérica” (2); sobre la ley de interrupción del embarazo: “para la mujer que debe recurrir al aborto será siempre un drama… claramente las instituciones no pueden tener conciencia, pero se trata de la ley hay que respetarla” (2).

«… dada la larga tradición de cooperación público-privado y docente asistencial que tenemos en nuestro país, se produce la comunicación virtuosa entre los hospitales públicos y clínicas privadas…. el proyecto informar precios de cada examen pretende fijar los precios de los mismos, desconociendo que ellos representan los distintos costos que asumen los prestadores  privados, … como lo indica la declaración de presidentes de sociedades científicas» (3)

Adhiere a «Un comprimiso democrático» diciembre 2021 (ver sección)

Bibliografia

Otras publicaciones

Suscribe «Cuidemos la democracia» 11 febrero 2021: «DETENER LA VIOLENCIA. Chile vive en democracia y garantiza el derecho a opinión, a manifestación y protesta pública, siempre que ella se exprese en forma pacífica y cívica. Ello a pesar de quienes vienen manifestando desde octubre 2019 que en nuestro país no hay democracia, no existe la institución de los derechos humanos y habría una impunidad generalizada. Discrepamos categóricamente de dichas aseveraciones, tenemos argumentos abundantes e irrebatibles para exponer en cualquier momento».

Un compromiso democrático
POR UN COMPROMISO DEMOCRÁTICO

El pasado domingo 21 de noviembre, se decidió, mediante una elección democrática, que dos de nuestros conciudadanos disputen próximamente la Presidencia de la República. El evento tendrá lugar en una atmósfera polarizada y difícil. Son de prever ataques no siempre nobles y es probable que el miedo y la mentira se hagan presentes también. No es algo que deseáramos la mayoría de nosotros, habitantes de esta Patria, pero es el lugar al que nos ha conducido nuestra propia incapacidad de impedirlo. Es la hora de tomar el camino de retorno a la convivencia cívica, de la cual la misma elección que dejó a dos de nosotros como alternativa presidencial, es el mejor ejemplo de lo que se puede y se debe hacer cuando somos conscientes de que es nuestra responsabilidad, y la de nadie más, proteger la democracia como única buena forma de convivencia social.

Por ello, sin presunción alguna ante los dos candidatos elegidos preferentemente por la ciudadanía, pero con el vigor que nos confiere nuestra condición de demócratas, iguales a ellos en derechos y obligaciones, demandamos de José Antonio Kast y Gabriel Boric un compromiso con la protección de nuestra sociedad y de nuestra democracia. Ese compromiso reforzará la seguridad de que nadie en Chile debe esperar de quien resulte vencedor amenaza alguna o motivos de temor por la democracia y sus instituciones. Será un primer paso cierto en el camino de la paz social, la convivencia cívica y la vigencia de la democracia como la norma que fundamenta y estructura nuestra sociedad.

Pedimos de ellos la aceptación explícita de los siguientes compromisos:

  1. El compromiso con el respeto irrestricto de los derechos humanos, individuales y sociales. En todo tiempo y lugar y sin dobles estándares. El reconocimiento de los mismos, constituyen la expresión máxima del desarrollo civilizatorio de la humanidad. Sin respeto de estos derechos, ninguna libertad y ninguna garantía tienen vigencia. Demandamos de quien va a ser Presidente de Chile, su compromiso sin restricciones ni vacilaciones de ningún tipo con los derechos de expresión, organización, libre circulación y libertades políticas, sociales y económicas.
  2. El compromiso con la democracia representativa. Esto es el compromiso con el sistema democrático basado en libertades individuales y colectivas –de la que hacen parte importante los derechos humanos–, en la división de los poderes del Estado y en el equilibrio y mutuo control entre esos poderes, elegidos por ciudadanos que son a su vez libres e iguales en derechos y deberes. Y junto a esto, el principio de un ciudadano un voto. Con ello estamos demandando del futuro Presidente de Chile su compromiso con el respeto y mantención del sistema que lo llevará a él mismo a ocupar la primera magistratura de nuestro país.
  3. El compromiso con el Estado de Derecho. O el compromiso de respetar, sin subterfugios, interpretaciones o el aprovechamiento de resquicios, la letra de las leyes y normas constitucionales vigentes, así como acatar sus modificaciones cada vez que ellas tengan lugar por intermedio de procedimientos igualmente legales y constitucionales.
  4. El compromiso con la unidad del Estado de Chile. Sabemos que más de un pueblo puede habitar en nuestra patria, pero el Estado es y debe seguir siendo uno y unido, representante de todas y todos los chilenos. Cualquier desmembramiento o desgarro del Estado sólo significaría el inicio de la destrucción de la casa común de los pueblos que en este momento conviven en Chile.
  5. El compromiso con una justicia constitucional autónoma. El respeto de las leyes y las normas constitucionales no puede ser juzgado por los poderes del Estado que son a su vez actores del proceso legislativo y judicial. La vigencia de la democracia y el ejercicio recto del orden legal hacen necesario la existencia de un poder dirimente, autónomo e imparcial.
  • El compromiso y defensa de la existencia de aquellos órganos autónomos que garantizan calidad democrática e institucional del país. Nos referimos al Servel, instancia que asegura la imparcialidad en las elecciones democráticas; nos referimos al Tribunal Constitucional que ejerce la función de cautelar la constitucionalidad de las leyes; nos referimos a la Contraloría de la República, que vigila y sanciona el correcto funcionamiento de la administración pública y los recursos del Estado; nos referimos al Banco Central, que vela por el control de la inflación y la sana economía, sin perjuicio de la orientación que a la política económica los gobiernos quieran darle, pues requiere de una voz autónoma que advierta de los riesgos que acechan a esta esencial actividad social. Asimismo, el Ministerio Público, la Defensoría Penal Pública, la Alta Dirección Pública y el Consejo de la Transparencia. Las anteriores son funciones que solo pueden cumplirlas organismos independientes e imparciales, dotados de las capacidades que la Constitución y las leyes quieran otorgarle.
  • Condenar la violencia y asegurar el orden público, tareas ineludibles en una democracia y sociedad debidamente organizada. Adoptando al efecto las medidas que el estado de derecho faculta al Gobierno y a los Poderes del Estado.
  • Velar por el desarrollo del proceso constituyente establecido por el Congreso y ratificado por el plebiscito del 25 octubre 2020, acogiendo y actuando desde el poder ejecutivo lo que sobre ella decida el pueblo soberano en el plebiscito de salida.

Todo esto sin perjuicio de cómo los abajo firmantes votemos, o elijamos nulo o blanco, según las inalienables convicciones personales. Pero algo nos une: la confianza en que la serenidad de juicio de quienes hoy son los posibles futuros gobernantes de Chile, les llevará a escuchar nuestra demanda, ejercida en plena legitimidad democrática y ciudadana.

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