15 Ago Jorge Navarrete Poblete
Biografía Personal
Descendencia
Robando para la Corona, Jorge Navarrete 10 enero, 2016
La llegada de Hernán Larraín a la Presidencia de la UDI se produjo en el momento más álgido de los casos de corrupción. Contrario a lo que muchos hubiéramos esperado, se atrincheró en el “principio de inocencia”, sosteniendo que no le correspondía a él, ni a nadie en su partido, hacer un reproche a la conducta de los militantes sin que en forma previa un tribunal de la República hubiera acreditado el delito.
Se trata de un posición equívoca, por no decir deshonesta, por cuanto el pronunciamiento que hace la Justicia nada tiene que ver con las responsabilidades políticas y éticas que deben observar los servidores públicos, en especial aquellos que representan más visiblemente a sus partidos. En efecto, las conductas en que han incurrido varios dirigentes, de manera masiva y transversal, no sólo le han infligido un duro golpe al ya alicaído prestigio de la actividad política, sino que han puesto en cuestión la honorabilidad de sus específicos partidos. Equiparar el estándar legal al político y moral, supone la más absoluta incomprensión de la naturaleza que subyace a la actividad pública y al funcionamiento de un sistema de partidos en democracia, donde por de pronto existen muchas conductas que no siendo antijurídicas, sí merecen un duro reproche ético y electoral por parte de los ciudadanos.
Pero aun siguiendo la extraña lógica que se instala hoy como doctrina -insisto, de manera generalizada y transversal en la clase política- a poco andar notamos la interesada inconsistencia en la aplicación de dicho precepto. Así por ejemplo, el senador Iván Moreira fue uno de los primeros en reconocer públicamente su falta, descartando su inocencia sobre los hechos que se le imputaban y, sin embargo, a la fecha el gremialismo no ha tomado ninguna acción para hacer efectiva su responsabilidad política y ética. Pero hace una semana el panorama ya adquirió ribetes demenciales, cuando habiendo Jovino Novoa reconocido judicialmente su participación en el financiamiento ilegal de la política, fraude tributario mediante, y así sentenciado por un Tribunal de Justicia, la máxima instancia disciplinaria de la UDI resuelve no sancionarlo por cuanto (atentos a lo que viene): no existía ni se había perseguido enriquecimiento personal y, adicionalmente, se trataba de una práctica generalizada.
Puesto de esta forma, podemos sacar tres quemantes conclusiones. Primero, que se puede robar y defraudar bajo ciertas circunstancias. Segundo, que no se deben castigar aquellos delitos que se cometan de manera masiva y popular. Tercero, que específicamente tratándose de la actividad política, tanto para su financiamiento y desarrollo, es legítimo violar la ley siempre y cuando no exista lucro personal. En resumen,entiendo que la UDI no denunciará ni criticará, incluso que justificará, toda sustracción y desvío de fondos públicos cometido por funcionarios de gobierno para las próximas elecciones municipales y presidenciales, siempre y cuando éstos no se guarden un peso de lo defraudado al fisco y a todos los chilenos. ¡Qué bonito!
Fuentes
Planeta fútbol Jorge Navarrete 22 noviembre, 2015
La derrota de la selección chilena ante Uruguay fue un duro golpe a las expectativas de todos los aficionados a La Roja. Para los que somos más viejos fue como la aparición de un fantasma que creíamos haber dejado en el pasado, lo que no sólo nos recordó tantos sinsabores y frustraciones, sino que también valorizó la importancia del trabajo serio y la disciplina, por sobre el talento y la genialidad.
Y aunque resulta caprichoso sacar conclusiones por este primer mal resultado, es ineludible ligar ese evento a otro que ocurría esa misma noche. Después de varias especulaciones e intentos por negar lo que estaba ocurriendo, el presidente de la ANFP dejaba el país escoltado por agentes del FBI, después de haber logrado un convenio para confesar su participación y la de sus secuaces en los gravísimos casos de corrupción que han involucrado a esta actividad.
Sería fácil singularizar esta cuestión en Sergio Jadue, como si su escarmiento personal resolviera este problema y, del mismo modo, satisfaciera el objetivo que persigue la acción de la justicia. Por de pronto, y aunque a ratos se nos olvide, su llegada a la máxima dirigencia del fútbol fue la consecuencia de las contundentes acusaciones que enfrentó su antecesor, Jorge Segovia, otro delincuente que literalmente se fugó del país para evitar asumir las consecuencias de sus actos. Sin embargo, ambos eran sólo personajes menores y laterales de una teleserie que se inició con la derrota de Harold Mayne-Nicholls y la posterior salida de Marcelo Bielsa. Tal como lo dijo el rosarino en su última conferencia de prensa, “con el tiempo el fútbol chileno no le va a perdonar a los actuales concesionarios de los clubes Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile, las consecuencias de este escenario que han creado, más aún teniendo en cuenta los motivos por el que lo hicieron”.
En efecto, y como recientemente señaló el ministro del Interior, hubo aquí una coordinación de intereses espurios, los que no sólo alcanzaban dimensiones económicas y políticas, sino que, en lo profundo resguardaban un arreglo que se vio amenazado por una gestión exitosa que promovía un profundo cambio en las bases y reglas de este negocio. Ese nuevo estilo también afectaba al mundo de los periodistas deportivos, algunos de los cuales vieron peligrar sus favores y granjerías. Muchos de los que hoy rasgan vestiduras por lo que está ocurriendo, y que con un tono enérgico pontifican sobre esta vergüenza, celebraron con entusiasmo la llegada de Claudio Borghi; el “Bichi”, como familiarmente lo referían en sus relatos y comentarios. Dicho proceso, más bien aquella tragedia, sólo fue interrumpida con la llegada de Jorge Sampaoli, un entrenador que, parafraseando a Mozart, abogaba porque la inspiración te sorprenda trabajando.
Él y los jugadores, junto a una devota e incondicional hinchada, son los únicos responsables de estos triunfos, que tantas alegrías nos han dado. Y todo ello, a pesar de las vulgaridades y miserias del así llamado planeta fútbol.
Para no generalizar, Jorge Navarrete 8 mayo, 2016
Nadie esperaba que la derecha aplaudiera el proceso constituyente o que se sumara a cualquier modalidad propuesta por el gobierno; tal como tampoco lo hicimos los más entusiastas de esta iniciativa. Pero cosa muy distinta es negarse, y de paso impedirle a otros, la posibilidad de llevar adelante este debate, como si modificar nuestra Constitución fuera un mal en sí mismo, sin perjuicio de las diferencias sobre el mecanismo más idóneo.
La posición de la UDI no debería sorprender a nadie. Al menos hay que reconocerles consistencia en la tozudez, en la medida que sistemáticamente se han opuesto a los cambios de este texto que inspiró su fundador, aun cuando se tratara muchas veces de normas abiertamente antidemocráticas y que descaradamente beneficiaban a un sector en desmedro del otro. Confieso que en el caso de RN, su última postura llama a cierta confusión. Es verdad que se trata de un partido donde los cambios constitucionales históricamente enfrentaron al sector proclive a la dictadura con aquellos que genuinamente profesaban una vocación más liberal y democrática, cuestión que con los años parecía haberse decantado a favor de las posiciones más moderadas.
Para ser justos, hay partidos y dirigentes en la derecha que han preferido dar un testimonio diferente. Es el caso de Evopoli, una fuerza política emergente con un marcado sesgo por el cambio generacional, y también de personas como el senador Manuel José Ossandón, un ya conocido disidente. En ambos ejemplos no se percibe una condescendencia con el gobierno, ni mucho menos que se hayan guardado las críticas sobre varios de los aspectos de este proceso. Pero la gran diferencia con el resto de su familia política, es que han relevado el interés general, honrando el esfuerzo efectuado en las últimas décadas, por sobre las pequeñas ventajas: sean éstas propinarle otra derrota al gobierno o acatar los caprichos de quien pretende ser el abanderado presidencial de todo su sector.
Además, y mirado con frialdad, la decisión de esta minoría en la derecha no sólo es políticamente más honesta, sino que tácticamente más eficiente. El gran desafío del sector es competir en todos esos espacios de participación que se vayan generando y no regalárselos a sus adversarios. Si de verdad les preocupa que las reglas propuestas no garantizan un juego limpio, es sólo desde adentro y dando real respaldo a sus quejas, que podrán provocar las respectivas modificaciones. Restarse del proceso, cual niño que se lleva la pelota para la casa cuando está perdiendo el partido, no detendrá ni paralizará el juego. Y por último, lo más importante, creo que hay una porción de la derecha que sí tiene una interesante idea de Constitución, la que merece ser defendida en el espacio público.
Mal que mal, y pese a todo lo que dicen algunos, mostrando ignorancia o derechamente mala fe, será sólo el Congreso Nacional, con la mayoría de sus 2/3, el que finalmente dirimirá por el procedimiento y contenido de nuestra próxima Constitución. (La Tercera)
Ambiente revuelto, Rolf Luders 6 mayo, 2016
El ambiente económico-social está revuelto, qué duda cabe. No sólo nos referimos a Brasil y a Venezuela en América Latina, o a Siria e Irak en el Oriente. El fenómeno también nos afecta en Chile y, desafortunadamente, también a países desarrollados, entre ellos los EE.UU. En suma, se trata de un fenómeno global.
Tome como ejemplo la política comercial. Hace unos días el presidente de los EE.UU. visitaba Inglaterra y Alemania para apoyar a aquellos que no desean que el Reino Unido se salga de la Unión Europea y para avanzar en un Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), ambas acciones orientadas a favorecer un mayor comercio. Simultáneamente dos de los tres candidatos presidenciales norteamericanos, Donald Trump y Bernie Sanders, representando quizás a una mayoría en los EE.UU., pregonaban políticas comerciales proteccionistas.
¿Cómo es posible que suceda esto último, si el actual proceso de globalización ha estado acompañando de un progreso económico y social sin precedentes en la historia de la humanidad? El crecimiento benefició a moros y cristianos, ricos y pobres. Y de acuerdo al Banco Mundial, entre 1981 y 2012, unos 1.100 millones de personas salieron de la pobreza. Asia fue la región que relativamente más se abrió al comercio exterior y en su caso la pobreza se redujo de un 80 a un 7 por ciento de la población. Espectacular. En América Latina el fenómeno se tradujo en una fuerte expansión de la clase media.
A pesar del generalizado progreso que ha estado acompañando a la globalización, nos encontramos frente a una reacción negativa en algunos segmentos importantes de la población. Las causas son varias y me gustaría destacar acá el hecho -conocido- de que dicho progreso, si bien generalizado, no ha sido parejo. Por ejemplo, según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, mientras desde 1967 el 5 por ciento más rico de EE.UU aumentó su ingreso real en un 91 por ciento, el quintil del medio lo hizo sólo en un 23 por ciento y el más bajo en un 18 por ciento. Algo parecido, pero no necesariamente en el mismo grado, sucedió en prácticamente todo el mundo, en gran parte porque, como lo demostró Paul Samuelson, el comercio libre tiende a igualar los precios de los factores de producción. Esto quizás explique en buena parte la indignación de muchos.
En momentos como estos, de ambiente revuelto, se diferencian los estadistas de los populistas. Los primeros, aún a costa de perder popularidad, se resistirán al proteccionismo y a otras intervenciones en la economía que puedan, en el corto plazo, mejorar la suerte de algunos, pero a la larga perjudicar a todos. Sería el caso si en los EE.UU. se aplicaran políticas comerciales proteccionistas, como las favorecidas por Trump y Sanders, que resultarán ser fatales para la economía mundial si es que son emuladas por otros países. El equivalente chileno de políticas públicas erróneas son, entre otras, la gratuidad en la educación superior, la titularidad en materia laboral, y la propuesta de nacionalización de SQM. (La Tercera)
Rolf Luders
Trayectoria Política
Navarrete Poblete Jorge (1970) hijo de Jorge Navarrete Martínez, ingeniero comercial, PDC, y Patricia Poblete Bennett abogado, ministra de la Vivienda, PDC;
miembro del Partido Demócarta Cristiano hasta 2010, subsecretario general de Gobierno 2005-2006, columnista del diario La Tercera y analista político.
Jorge Navarrete: “Lo que más me preocupa es un cierto desdén por la complejidad, por no sopesar lo que significa gobernar”. Abogado, diplomado en filosofía política, columnista, Navarrete es hijo político de la Concertación. Votó por Boric y apostó por esta nueva generación en el poder, aun sabiendo que les faltaba experiencia. Pero lo que no estaba en su ecuación es la “frivolidad” que ha visto en el gobierno y que lo tiene desencantado (1) |
(1) Entrevista La Tercera 22 enero 2023
Bibliografia
Columnas: “El camino difícil” (1). “El camino difícil” (2).”Se acabó el aperitivo” (3)
(1) “A la enorme brecha reputacional que hoy pesa sobre los parlamentarios, habrá que sumar el pesimismo y la desesperanza de varios que ya se han rendido…” La Tercera 22 julio 2018.
(2) “Y en cuanto al futuro y refundación de la Iglesia Católica… quizás ha llegado el momento de tomarse nuevamente la Catedral” La Tercera 29 julio 2018.
(3) “resulta imposible que se logre en tan breve lapso e tiempo, discutir y menos aprobar las cuatro iniciativas mas emblemáticas de esta administración, me refiero a la tributaria, de pensiones, laboral y de salud” La Tercera 5 mayor 2019.
Otras publicaciones
«Interesante, pero insuficiente» La Tercera, 4 septiembre 2011 «La discusión en le Congreso sobre el proyecto de primarias debe ser acompañada por otras iniciativas de tanta o mayor urgencia»
«Entre el cielo y el suelo» La Tercera 13 noviembre 2011: «A pocas semanas de anticipadamente anunciar Codelco que ejercería el derecho de opción de compra, Anglo American, notifica de un acuerdo por el cual vendió 24.5% a Mitsubishi… tanto el gobierno como Codelco apostaron a que la empresa britanica cedería, y se equivocaron rotundamente»
«Ya están aquí» La Tercera, 23 diciembre 2012 «Parapetados en sus posiciones de poder, pareciera que transversalmente sus primera y mas importante prioridad es evitar cualquier espacio de competencias que amenace su ubicación en el tablero político; función que algunos creen se desempeña a perpetuidad, como apropiándose personalmente de cargos que son esencialmente transitorios y revocables, en nada mas parecido a la privatización del espacio público»
«Es sorprendente que este nuevo ataque contra Michelle Bachelet por el 27/F, si bien en funcional a las candidaturas de derecha, ni Golborne ni Allamand han tenido el coraje para liderarlo», «Pequeño e ineficaz» 10 febrero 2013
«Se viene marzo» La Tercera, 24 febrero 2013 «En cuento a su propuesta, Michelle Bachelet enfrenta una dificultad parecida a la que desdibujó a Sebastian Piñera: la abultada y desmedida generación de expectativas»
«La Nueva Minoría» «De confirmarse el estrepitoso retroceso de la derecha, es probable que en su interior se verifique un cisma de proporciones, que enfrente a los dos proyectos que allí conviven… impedido desplegar su mayor potencial, abrazando la causa de un liberalismo mas igualitario, que no solo pone el acento en la libertad política y económica, sino también en la justicia social»
«Razones de una derrota» columna La Tercera,7 julio 2013: «el deterioro de la DC en la primaria tuvo su peor rostro en la deshonestidad y en la poca convicción democrática para ceñirse a las decisiones de la mayoría. Se perdió todo sentido colectivo… en lo que a mi respecta, no me duela tanto la derrota, sino nuestra incapacidad para mostrar las razones de por que estuvimos junto a Claudio Orrego, un buen amigo y un político excepcional, que ciertamente merecía mucho mas, pero cuyo equipo se equivocó y su partido le falló. Y para aquellos que todavía decidan perseverar en el camino institucional, les queda un importante consuelo: se perdió una elección, pero se ganó un lider»
«El poder por el poder» 10 diciembre 2013 «Todo parece andar bien en la centro izquierda ¿Pero cuán sincero es este acuerdo o hasta cuándo durará? Esta estretegia para ganar el poder no deja de tener sus riesgos.
Wilde y Bachelet, columna La Tercera 22 diciembre 2013 «La Presidenta tiene varios desafios inmediatos, entre ellos nombrar a su gabinete, que supondrá una compeja ecuación, y afinar la oferta programática, que en algunos casos no pasó de titulares»
«Definiciones sobre el lucro» La Tercera, 16 marzo 2014 «Si el gobierno considera que el carácter de bien público que se le otorga a la educación exige el protagonismo del Estado en esa materia, ¿de que manera esta convicción debería también irradiar a otros ámbitos»
«Prédica y billetera» columna La Tercera, 14 septiembre 2014 «no debería existir ningún reparo a que una persona o empresa pueda contribuir económicamente a una determinada campaña, en la medida en que conozcamos el origen y monto de dichos aportes»
«Detras de la Parada» La Tercera, 21 septiembre 2014 «… afloran algunas tareas pendientes en orden a consolidar el proceso de normalización y modernización de nuestras instituciones militares… nuestras FFAA tienen una corta vida profesional,.. destinamos mucho dinero para formar profesionales con muy muy específica calificación y aprovechamos muy poco dicha inversión…»
«Después del fallo» del Tribunal Constitucional, que significo un duro golpe para las pretensiones del Gobierno… sin embargo hay una cuestión que se refiere al triunfo político cultural que se anotó el oficialismo en torno al concepto de gratuidad… la intensidad con la que reclamaron los estudiantes era un antecedente para acometer la gratuidad, lo que no justifica haberla convertido en nuestra primera prioridad» La Tercera, 13 diciembre 2015
«Estética política» «La Tercera, 20 diciembre 2015 «la política, como una forma de organizar nuestra convivencia social, pareciera gozar de una salud menos crítica de la que usualmente sosteneos… una cuestión interesante de analizar de la encuesta es la destacada posición obtenida por Giorgio Jackson…»
«Al estilo de Valdés» «… el gobierno, liderado por Rodrigo Valdés, claramente optó por el camino de la responsabilidad fiscal… la verdad es que no da todavía para tirar fuegos artificiales en Teatinos. Las más duras criticas y ataques están por venir; muchos de ellos desde el propio oficialismo..» La Tercera, 2 octubre 2016
«Democracia regional» La Tercera, 9 octubre 2016 «Poco se avanza si los próximos gobernadores carecen de las mínimas capacidades para administrar sus respectivos territorios»
«El turno del PC» La Tercera, 13 noviembre 2016 «Tanto el PC como la DC intuyen que deben reconectar con sus electorados que a ratos se sienten abandonados por la conducta de estos partidos»
«Macheteando el piano» La Tercera 22 enero 2017 «Como ya nos ilustró la Presidenta de la República, cada día puede ser peor… como era previsible en el financiamiento de los partidos, se cedió en que los recursos se entregaban de inmediato mientras que se dio un plazo a los beneficiarios para cumplir con sus correlativos compromisos»
«¡Venderemos!» columna La Tercera 14 mayo 2017: «Resulta inaceptable que el Partido Socialista invierta en empresas que le han causado un severo daño a nuestra democracia»
«¡Es la política, Presidente¡» 2 septiembre 2018 «… se vuelva a instalar una duda sobre la real capacidad de los colaboradores del Presidente, los que sendo incapaces de abordar y resolver los conflictos propis de su rol y cartera, comprometen no solo a otros medios del gabinete,sino tambien alientan la intervención del propio presidente Piñera»
«Se acabó el aperitivo» La Tercera, 5 mayo 2019: «resulta imposible que se logre en tan breve lapso de tiemo, discutir y menos aprobar las cuatro iniciativas emblemáticas de esta administración, tributaria, de pensiones, laboral y de salud, a los que debemos agregar… la modificación al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental y ley de pesca»
«Se equivocó la ministra (Pérez)?» La Tercera 25 agosto 2019; «resulta reprochable que la ministra secretaria general de Gobierno, aliene con sus palabras el ya arraigado prejuicio en contra de la política, contradiciendo de alguna manera el llamado efectuado por el propio Presidente para cuidar y fortalecer nuestras instituciones…»
«Acusación constitucional contra la ministra de educación. Más allá de la debilidad del libelo, por decirlo de manera muy elegante, lo que se evidencia es la escasa comprensión, tanto en sus posibilidades y límites, del debate político en una democracia» La Tercera, 15 septiembre 2019 «Arma constitucional»
Diario Financiero 26 abril 2021 Columna «Autodestrucción o momento destituyente»:
«En fin, no creo que el Presidente de la República haya tenido a la vista los consejos de este intelectual alemán, a la hora de presentar el requerimiento por inconstitucionalidad del tercer retiro. Pues no discutiendo sus atribuciones, como tampoco la cuestión que subyace al fondo -amén de que el desahorro previsional constituye una pésima política pública-, era previsible anticipar las graves consecuencias políticas y sociales que esta decisión generaría. Pero si hay algo peor que no haber evaluado las consecuencias de esa decisión, es incluso pretender retroceder sobre los propios pasos, cuando el daño ya está hecho, entregando ahora lo poco que se pretendía proteger.
En efecto, y tal como aconteció en el segundo retiro, es muy probable que las negociaciones culminen en un acuerdo de “retiro institucionalizado” avalado por el propio Ejecutivo. Y entonces la pregunta es obvia: si éste era un desenlace ineludible, ¿por qué se esperó hasta ahora para adoptar este camino? Detrás de esa respuesta subyace quizás uno de los peores pecados de este Gobierno: una suerte de regateo permanente, exacerbando la irritación de detractores y partidarios; para finalmente entregarlo todo igual, pero tarde y de mala manera».
Columnas Diario Financiero 2021
Presidenciales y un escenario Heavy Metal
“Podría suceder que la derecha compitiera en segunda vuelta con la izquierda más radical, o que el balotaje sea entre las dos fuerzas de izquierda, dejando a la derecha al tercer lugar”.
(PLAY >) Los últimos resultados electorales, sumados a los preliminares números que muestran las encuestas, instalan el diagnóstico o la sensación que de cara a la próxima elección presidencial puede pasar cualquier cosa. En efecto, que las preferencias electorales estén distribuidas de manera equivalente en tres tercios abre un escenario de total incertidumbre.
Además de la posibilidad de que el balotaje enfrente a las fuerzas que tradicionalmente monopolizaron la conducción del país en las recientes tres décadas (Chile Vamos y hoy Unidad Constituyente), podría perfectamente suceder que la derecha compitiera en segunda vuelta con la izquierda más radical representada por Apruebo Dignidad (PC, FA y otros), e incluso puede acontecer que el balotaje sea entre las dos fuerzas de izquierda, dejando a la derecha relegada al tercer lugar.
(PAUSE) ¿Pero esta última canción no la hemos escuchado antes?
(< < REW) Los más “experimentados” recordarán el Naranjazo del año 64 y como una parte importante del electorado de derecha abandonó a su candidato Durán para apoyar a Frei Montalva y así impedir el triunfo de Allende.
A los de cierta generación más intermedia nos viene a la mente -aunque al revés- lo ocurrido en Francia para las elecciones de 2002, donde el fracaso de Jospin obligó en segunda vuelta a la izquierda a votar por la derecha de Chirac y así impedir el posible triunfo de los nacionalistas representados por Le Pen.
Y para los más nóveles, tenemos el ejemplo reciente de las elecciones a gobernadores en La Región Metropolitana, donde la derecha, que no pudo pasar a la segunda vuelta, termina en parte apoyando a Orrego para evitar el triunfo de las fuerzas representadas por el FA y el PC.
(FF >>) Es cierto que queda bastante paño por cortar y que cuatro meses en política es siempre mucho tiempo; más cuando hoy se discuten cambios al sistema de sufragio -como la reposición del voto obligatorioque podrían alterar de manera significativa los próximos resultados de las elecciones en noviembre.
Adicionalmente, y en contraste con lo anterior, habrá otro indicador y predictor del resultado de la contienda presidencial, y se refiere al volumen electoral que cada coalición logre movilizar para sus respectivos procesos de primarias voluntarias. Por último, no dará lo mismo si es Lavín o Sichel, Jadue o Boric, y Narváez o Provoste.
(PLAY >) Con todo, en lo inmediato los ojos estarán puestos en la resolución de las tensiones y problemas al interior de las propias coaliciones políticas. En la derecha, por ejemplo, la candidatura presidencial independiente de José Antonio Kast conspira de manera directa con las posibilidades de que el representante de Chile Vamos esté en la segunda vuelta.
Otro tanto ocurre en la izquierda más radical, especialmente de cara a la posibilidad de que la “Lista del Pueblo” decida también llevar una candidatura a la primera vuelta presidencial. Y en la coalición Unidad Constituyente, la creciente tensión por la forma de dirimir entre Narváez y Provoste podría dejar muchos heridos en el camino, mermando así este explosivo nuevo aire que recorre a dichas huestes de cara a sus posibilidades de volver a la Moneda.
(STOP) Y ya que estamos en código musical, le dejo tres clásicos del rock que pudieran interpretar la sensación ambiente en las tres coaliciones políticas: Run to the Hills (Iron Maiden), Crazy Train (Ozzy Osbourne), y Highway to Hell (AC/DC). Decida usted según su estado de ánimo y pronósticos.
«Domingo de contrastes» 5 junio 2021: «Entre la esperanza de iniciar un proceso que nos permita recuperar la legitimidad y confianza en nuestro sistema institucional, con la incertidumbre que conlleva todo cambio sustancial,…
Me quedo con el más distintivo e importante contraste. La abogada Carmen Gloria valladares mostró cualidades que hace tiempo están extraviadas en nuestros líderes y el debate público: a convicción, templanza, sabiduría, sentido común y dignidad»
sabemos que Provoste tuvo la oportunidad de haberse transformado en una tercera opción viable, cuyo paso al balotaje le garantizaba buenas chances de ganar la próxima elección presidencial, aunque eso no ha ocurrido hasta ahora. La candidata DC no se posicionó, como tampoco su discurso, apuntando al electorado moderado; y salvo muy al final, no se han percibido grandes diferencias con el candidato de la izquierda. Y aunque sigue pendiente su último potencial movimiento -me refiero a la aprobación del cuarto retiro previsional- todo indica que la senadora sigue lejos de pasar a segunda vuelta. 25 octubre 2021
Afírmese, que vamos a galopar DF 22 Nov 2021
Hace casi un mes escribí mi anterior columna para este medio, afirmando que Gabriel Boric y José Antonio Kast serían los protagonistas de la segunda vuelta. Decía ahí también que la polarización conspiraba contra las alternativas intermedias o moderadas, afectando de manera predominante a las opciones de Sichel y Provoste. Y los resultados de este domingo sólo confirman dicho diagnóstico y escenario.
Boric y Kast fueron y son una opción por el cambio. Mientras el primero lo es por acelerar y profundizar los eventos que se sucedieron con motivo del 18 de octubre, el segundo es también un vuelco hacia la restauración. Ambos representan la acción y la reacción, la pulsión y la repulsión; o, por seguir utilizando binomios, escenifican la reforma y la contra reforma.
Puestas así las cosas, el protagonista de esta elección, y muy especialmente en la segunda vuelta, será el temor. Se enfrentan dos miradas y diagnósticos antagónicos, cuya adhesión electoral estará menos anclada en la genuina representación de sus discursos e ideas, sino más en las aprensiones y ansiedades que genera la posibilidad del triunfo de alguno de ellos. Muchos compatriotas, quizás demasiados, no votarán “por un candidato”, sino “contra el otro”.
Entonces, enfrentaremos una elección sumamente polarizada, la que se resolverá por un margen estrecho, y que estará rodeada de gran emocionalidad y subjetividades. Y aunque ambos candidatos intentarán moderar sus posiciones y mostrarse como alternativas menos radicales, el daño ya está probablemente hecho.
Digo daño, porque cualquiera que resulte electo Presidente de la República enfrentará un gobierno extremadamente complejo. Ninguno tendrá mayoría en el Congreso; ambos enfrentarán un escenario económico y social muy difícil; los dos deberán lidiar con la tensión de una Convención Constitucional, que incluso pudiera modificar o limitar su mandato; y, como si fuera poco, también enfrentarán una dura oposición, quizás la más radical de todas, liderada por quien haya perdido esta elección.
¿En qué pie quedan las tradicionales coaliciones y partidos que protagonizaron los últimos 30 años de la política chilena? ¿Qué será del esfuerzo de renovación en la centroderecha y del intento de reposicionamiento de la centroizquierda? La radicalización pulverizó todos los esfuerzos por contar con una elite política más moderada y razonable.
En efecto, en estas horas muchos de esos partidos políticos ya han dado su apoyo a los respectivos candidatos del balotaje. Y aunque algunos se demoren más y pongan públicas condiciones para su adhesión -aunque sólo sea para aparentar algo de dignidad- lo cierto es que será difícil resistir la fuerza de los polos. Si quizás sólo Parisi pueda tranquilamente intentar mantenerse al margen, cuestión que, en todo caso, nada dice del futuro comportamiento de sus votantes, lo que podría ser la clave del resultado de esta elección en segunda vuelta.
Otro dato interesante es que, desde 1990, todo candidato o candidata que ha ganado la primera vuelta electoral es finalmente elegido por los ciudadanos en el cargo de Presidente de la República. Y aunque nada de aquello está escrito en piedra, sí tiene un efecto simbólico; y eso, sumado al efecto Parisi, podría alterar la predicción que muchos hacíamos del resultado final de este proceso.
En efecto, en esa anterior columna hace un mes, me aventuré a pronosticar que Boric sería el próximo Presidente de Chile. Pero después de estos resultados en primera vuelta, es Kast quien tiene ahora la primera opción de llegar a La Moneda.
“La radicalización pulverizó todos los esfuerzos por contar con una elite política más moderada y razonable. Y aunque algunos se demoren más y pongan públicas condiciones para su adhesión, lo cierto es que será difícil resistir la fuerza de los polos”.
Habemus gabinete Diario Financiero 25 enero 2022
Ydefinalmente conocimos el gabinete del próximo Gobierno. Corrían muchas apuestas y especulaciones. Varias
estas promovidas por los propios incumbentes, quienes ponían figuras e intentaban sacar a otras, en un juego político y comunicacional que se hace previsible y algo bochornoso. Con todo, el Presidente electo cumplió su itinerario sin grandes sobresaltos, en lo que fue corolario de un período sin errores después de haber ganado la elección.
En todo gobierno hay dos cargos de suma importancia: quien tiene el control político y habla en nombre del Presidente, el Ministerio del Interior; y quien tiene el poder económico y maneja la billetera fiscal, el Ministerio de Hacienda. Se trata, además, de dos ámbitos muy caros para la izquierda, especialmente para esta izquierda, cuya vocación por la seguridad pública y el crecimiento económico ha sido ambigua y a ratos contradictoria, transformándose en un motivo de ansiedades y preocupaciones.
Para el caso de Hacienda, se decidió hacer una apuesta segura, Mario Marcel, quien no sólo es un gran economista y con una vasta experiencia pública, sino también quizás una de las personas que mejor conoce el Estado de Chile. Su nombramiento calmó la ansiedad de muchos -especialmente del sector privado, las empresas y los principales agentes del mercado-, pero también da una señal de control sobre un aparato público que debe significativamente mejorar su desempeño, y muy especialmente en el contexto del ingreso de una nueva generación de políticos y funcionarios sin mucha experiencia en el Estado.
En el Ministerio del Interior la apuesta fue más audaz. La doctora Izkia Siches ha mostrado un gran talento político y mucha empatía ciudadana; pero, a primera vista, no parecía que dicha cartera fuera la más adecuada para desplegar sus cualidades. Los problemas de seguridad pública se multiplican, por no decir que se han descontrolado, en un escenario que requerirá mucha convicción para tomar decisiones a ratos impopulares. Sin embargo, y como ella misma ha afirmado, hay una vocación por cambiar el sentido y los instrumentos que tradicionalmente han dominado este tema, privilegiando la gran popularidad con la que llegan al gobierno; en una puesta, insisto, que pudiera ser tan interesante como peligrosa a la vez.
Lo evidente es que el círculo de hierro en la Moneda queda circunscrito a una generación que viene haciendo política desde hace mucho tiempo, en la cual se comparten grandes amistades y lealtades en el marco de biografías comunes; en la que no sólo destaca el componente generacional, también una manera de interpretar la política no al servicio de cambiar la sociedad, sino más bien de ser un reflejo de la misma, contribuyendo a recuperar la legitimidad que esta actividad extravió hace ya varios años.
En lo demás, fue un interesante ejercicio donde se lograron armonizar variables que parecían muy difíciles: alta presencia femenina, rostros que no provienen de la política tradicional, ampliar las fronteras de la coalición, y una diversidad que refleja mejor al país de lo que han sido los gabinetes anteriores. Y ahora no sólo resta nombrar las subsecretarías, sino a unos 2.500 cargos que son centrales en la administración pública.
Por lo mismo, y como decía Oscar Wilde, no hay una segunda oportunidad para dejar una primera impresión. Y aunque esta primera imagen fue buena, está lejos de ser suficiente. Lo que se viene en los próximos meses será en extremo complejo, tanto en lo político, como económico y social; y, como tantas veces hemos escuchado, otra cosa será con guitarra.
“Oscar Wilde decía que no hay una segunda oportunidad para dejar una primera impresión. Y aunque esta primera imagen del próximo Gobierno fue buena, está lejos de ser suficiente. Otra cosa será con guitarra”.
Al final del día 1 febrero 2015
Fui un detractor, y lo sigo siendo, de haber iniciado la discusión legislativa de la reforma educacional con un proyecto que termina con el lucro, la selección y el copago. Siempre me pareció que se trataba de objetivos importantes y que comparto; los que, sin embargo, debían acometerse sólo después de haber iniciado un proceso de fortalecimiento de la educación pública, otorgando así una alternativa de igual o superior calidad al conjunto de alumnos que deberán transitar hacia el nuevo sistema.
Las razones por las cuales el gobierno optó por la estrategia contraria pueden ser varias y, a estas alturas, pasan a engrosar la historia de las anécdotas. Según algunos, hay una profunda convicción ideológica detrás de este empeño, mientras otros miran hacia el movimiento estudiantil y a la fuerza que éstos todavía tienen en el quehacer de la clase política en general y del gobierno en particular.
En mi caso, creo que la autoexigencia de contar con los primeros proyectos antes de los 100 días de gobierno, obligó a una estrategia que no necesariamente era compartida al interior del Poder Ejecutivo; por de pronto, la propia Presidenta de la República manifestó algo similar cuando hizo referencia a su “primer sentido”.
Dicho todo lo anterior, y aprobada ya la iniciativa, persistirá el debate en torno a sus bondades y falencias. La fase de implementación de esta parte de la reforma irá despejando dudas o aconsejando corregir cuando sea necesario, construyendo una evidencia en algo que desnude la también intencionada campaña de desinformación que rondó a este proyecto, en la que algunos periódicos de circulación nacional insisten de manera burda, como fue el caso de la portada de Las Ultimas Noticias el miércoles pasado. Por supuesto que se puede discrepar, y varios así lo hicimos en diversos momentos y en varias tribunas, pero cosa distinta es subsidiar la retórica alarmista con imágenes que están muy lejos de la verdad.
En lo personal, y más allá de mis reparos, me parece que hubo un genuino esfuerzo por alterar las asimetrías en un proceso cuyo impacto es central en el porvenir de los ciudadanos. Un empeño que, sin exagerar, pudiera transformase en un paso significativo para redefinir aspectos relevantes de nuestro contrato social. Aunque con la gradualidad que se requiere, este proyecto contribuye a la erradicación de las diferencias económicas, sociales y culturales en nuestro proceso educativo, volviendo a poner el foco en una promesa que hace rato se transformó en una quimera en Chile: que la posibilidad de progresar y surgir de las personas dependería sólo del mérito, el esfuerzo y el talento. Se trata también de un aporte significativo a la construcción de una sociedad más armónica, menos desigual y con mejores niveles de cohesión social. Hay procesos que serán complejos y difíciles, pero llegó el momento de perderle el miedo a mezclarse, a mirar al otro como un igual, a respetarnos en las diferencias, valorando y encontrándonos con los distintos. Y si estamos de acuerdo en el fondo, será siempre más fácil debatir en torno a las formas. (La Tercera)
La Última Tentación 22 marzo 2015
El espectáculo dado por nuestras instituciones sólo contribuye a profundizar la desconfianza. Cualquiera sean la razones que animan a unos y otros, lo que desde afuera se percibe es una insólita pugna entre organismos cuya sintonía y colaboración se hacía más necesaria que nunca.
Todavía peor, pareciera que la disputa versa sobre cuán profunda y extendida debe ser la investigación que se lleva adelante, como si todavía fuera posible que un acuerdo de la clase política pudiera alterar de manera significativa el curso de los acontecimientos.
Tal idea resulta absurda por varias razones.
En primer lugar, porque el deterioro reputacional de la elite, tanto pública como privada, es de tal magnitud, que no hay condiciones ni posibilidades de proponer algún pacto que pudiera ser aceptado sin más por la ciudadanía. La rabia y resentimiento que se percibe en muchas personas es el resultado de un largo proceso, que se pudo haber corregido y enmendado en demasiadas ocasiones, y sin embargo hicimos caso omiso a las señas y advertencias que hace años se nos vienen dando. Incluso hoy, cuando recién se aquilata la gravedad del asunto y las consecuencias que pudiera traer para el futuro, aflora esa irritante tentación de pensar que nuevamente podrán ser pocos los que resuelvan una cuestión que les concierne a todos.
A continuación, porque esta crisis no podrá superarse mientras sigamos evitando la verdad, o al menos una parte significativa de ella. Pretender atenuar o contener la acción de la justicia es el más evidente síntoma de que no hay arrepentimiento o, peor todavía, de que suponemos que algunos ciudadanos deben ser tratados de manera diferente en la medida que la sanción a sus faltas o errores pudiera acarrear difíciles y dolorosas consecuencias para el país.
Incluso más, y guardando todas las proporciones de la comparación, la eventual posibilidad de pensar en una futura especie de amnistía supone, primero y antes que todo, el esclarecimiento de lo sucedido. Todo acto de reparación y construcción requiere antes un gesto de reconocimiento y perdón.
Por último, porque la forma y manera en que abordemos esta coyuntura pudiera ser decisiva para el devenir de nuestra democracia. Por estos días muchos alertan sobre los peligros del populismo y la incapacidad de nuestras instituciones para contener y conducir este proceso. Tal diagnóstico, probablemente cierto, es la consecuencia de un modelo institucional obsoleto, al que se mira con recelo y desprecio. Se trata de un sistema que no sólo ha defraudado en varias ocasiones las expectativas que sobre él descansaban, sino que también resulta mayoritariamente ajeno a los ciudadanos, quienes sienten que no tienen posibilidad alguna de incidir en los asuntos que les afectan.
Recuperar la confianza en la democracia y la lealtad hacia nuestras instituciones pasa inevitablemente porque su rediseño sea consecuencia de un proceso amplio y deliberativo. De hecho, la vital tarea de recuperar a la política no puede quedar sólo en manos de los políticos. (La Tercera)
Cuadrando el círculo, Jorge Navarrete 15 octubre, 2015
Incluso para quienes somos abogados, resultó difícil comprender las diferentes posibilidades contenidas en el itinerario constitucional que la Presidenta Bachelet nos notificó por cadena nacional. Se trataba de un anuncio tan esperado como disputado, donde las diferencias no sólo cruzaban a los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, sino que también se habían instalado en el propio seno de La Moneda. A las dificultades ideológicas se sumaron también las condiciones de posibilidad que generaba un nuevo escenario, donde la sola mención a cambios estructurales es vista como una profundización de la incertidumbre, más todavía si los principales promotores ostentan bajísimos niveles de aprobación ciudadana. Los más temerarios, incluso, insinuaban severos problemas de legitimidad, lo que ciertamente aconsejaba revisar los planteamientos que originalmente se habían efectuado durante la campaña.
Es por estas razones, y quizás por otras que no sospechamos, que la decisión fue proponer una fórmula tan vasta como ambigua, la que aparentemente recoge desde las aprensiones de los sectores más conservadores, en la fórmula de una comisión bicameral compuesta sólo por miembros del Congreso, hasta los anhelos más participativos de una Asamblea Constituyente promovida por varias organizaciones de vanguardia. Sin embargo, lo fundamental y decisivo es que la Presidenta no sólo postergó la materialización efectiva del itinerario para una fecha posterior a su gobierno, sino que entregó dicha decisión al próximo Parlamento, el que pese a elegirse y renovarse parcialmente con un sistema electoral proporcional y más representativo, mantiene o circunscribe todas las posibilidades dentro del ámbito institucional. Los anhelos por un mecanismo más transversal e inclusivo, aunque no vinculante, son recogidos con una dinámica de participación ciudadana, la que a su turno será precedida por un programa de reforzamiento cívico sobre la Constitución y su importancia.
Para variar, son muchas las dudas y preguntas que aun no tienen respuesta. La ambigüedad siempre ha sido una aconsejable fórmula para soslayar conflictos mayores y así evitar pagar los costos que implica defraudar las expectativas de algún sector en particular. Sólo quizás de esta forma se podía cumplir formalmente con lo consignado en el programa, sin asumir los mayores riesgos que contemplaba la original aspiración que tuvo Michelle Bachelet. Y aunque estoy esperanzado en torno a las externalidades republicanas que el procedimiento propuesto generará para muchos ciudadanos, contribuyendo a un debate más informado y de menos estereotipos, amen del efecto movilizador que este eje de discusión pueda tener en la próxima campaña electoral y en la relevancia que le asignen las diferentes fuerzas políticas que opten por ganar el gobierno y verse representados en el Congreso; es que también creo que nunca con tanta precisión este gobierno había dotado de contenido a su mentado concepto del realismo sin renuncia.