Calderón Zumelzu Francisco Guemes (1765-1849)[1] nació “en el seno de una familia de la elite criolla penquista” (2), hijo de Patricio Nolasco Guemes-Calderón y Hermosilla y Rosa Zumelzu Ruiz de Berecedo (Obregoso), subteniente en 1786, teniente en 1792, capitán en 1799 General de división en 1820,  dado de baja en 1830 por su negativa de reconocer como legitimo el régimen instalado tras la revolución de 1829;  casado con Carmen González Palma y Roa[2].

[1] (1) GAY VII p. 67. (2) Cuaderno de Historia Militar N. 5 (2009), publicado originalmente en el tomo II de la Colección de Historiadores y de documentos relativos a la Independencia de Chile.  Identificando a los criollos como herederos de los araucanos, brindó por los chilenos como los “hijos de Caupolicán, Colocolo y Lautaro” COLLIER p. 219. Como comandante de armas de Santiago el 25 de enero de 1827 fue tomado prisionero y se le obligó a firmar una orden para entregar la guarnición de Santiago a los jefes conspiradores Enrique Campino y Ambrosio Acosta. FIG II p. 315.

[2] Se le concedió por ley de 7 de enero de 1850, la suma de $ 6.000 para que gozara de sus intereses mientras viviera, debiendo pasar después, en pleno dominio, a sus herederos.

Calderón González Ángela, casado con Mateo González Palma y Carvajal, de la Casa de los Condes de Montes de Oro.

Calderón Zumelzu Francisco Guemes (1765-1849)[1] patriota, liberal fervoroso, participó en la División auxiliar a Buenos Aires 1811-1813;  cayó prisionero tras el sitio de Rancagua; gobernador marítimo de Valparaíso 1818, diputado 1823 por Quirihue (Itata), en el debate de la Constitución de 1823, formó comisión para estudio de propuesta alternativa a la de Egaña (1), diputado 1826 y 1828 por Puchacay, intendente de Aconcagua 1826 durante el gobierno interino de Agustín de  Eyzaguirre, donde fue sobrepasado en la convocatorio a una asamblea provincial, por lo que renunció;

comandante de armas de Santiago, senador 1827 por Valdivia, general de división 1827; en 1828 en el sepelio de los restos de los hermanos Carrera realizo el “discurso fúnebre pronunciado en las exequias decretadas por la patria a los tres hermanos Carrera” (3);

dado de baja en 1830 por su negativa de reconocer como legitimo el régimen instalado tras la revolución de 1829; reintegrado en 1838, se desempeñó como miembro suplente de la Corte Marcial, y en 1844 en la comisión calificadora de servicios; casado con Carmen González Palma y Roa[2].

[1] (1) GAY VII p. 67. (2) Cuaderno de Historia Militar N. 5 (2009), publicado originalmente en el tomo II de la Colección de Historiadores y de documentos relativos a la Independencia de Chile.  Identificando a los criollos como herederos de los araucanos, brindó por los chilenos como los “hijos de Caupolicán, Colocolo y Lautaro” COLLIER p. 219. Como comandante de armas de Santiago el 25 de enero de 1827 fue tomado prisionero y se le obligó a firmar una orden para entregar la guarnición de Santiago a los jefes conspiradores Enrique Campino y Ambrosio Acosta. FIG II p. 315.

[2] Se le concedió por ley de 7 de enero de 1850, la suma de $ 6.000 para que gozara de sus intereses mientras viviera, debiendo pasar después, en pleno dominio, a sus herederos.

Bibl: “El diario de campaña del general Francisco Calderón (Marzo – Abril de 1814) (2). Discurso publicado en Santiago en 1828 (3).

“Discurso fúnebre pronunciado en las exequias decretadas por la patria a los tres hermanos Carreras” (1828, Francisco Calderón).