Luis Silva Irarrazaval

Datos Personales

Fuentes

El profesor Silva, las isapres y la democracia 21 mayo, 2023

En una reciente entrevista (DF MAS, publicado el sábado 13 de mayo) Luis Silva, consejero constituyente electo por el Partido Republicano con la primera mayoría nacional, explicó su visión de la democracia.

Ante la pregunta “¿Cómo se avanza?”, Silva respondió: “Para eso están los votos. Y si no los tienen, ellos se tienen que ir de la plaza y sino, llamamos a la fuerza pública porque para eso está, para hacer efectivo el derecho. O sea, cuando nos hablan ahora de la necesidad de llegar a acuerdos, ¿por qué cresta siendo mayoría tenemos que llegar a acuerdos con la minoría?”.

Y para no dejar lugar a dudas acerca de la diferencia entre su peculiar manera de ver la democracia y la del resto de la derecha chilena, el republicano Silva aclaró: “Es el gran problema de Chile Vamos hoy. Ellos no ven esta diferencia. Para ellos dialogar es llegar a acuerdo. Para mí, no.”

Desde luego es de admirar la franqueza de quien hizo campaña presentándose como “el profesor Silva”, pero es una franqueza que también asusta. No puede dejar de hacer recordar a otros líderes -ellos no se presentaban como “profesores”, sino como “caudillos”, “duce” o “führer”-, quienes con la misma franqueza pedían el respaldo popular para aplastar a sus adversarios. Algunos obtuvieron ese respaldo por los votos y otros, por las armas, pero todos cumplieron su palabra: aplastaron a sus adversarios.

La condición para ver a la democracia sólo como un camino para imponer las convicciones propias y hacer “salir de la plaza” a quienes piensan de otro modo, es que esas convicciones hayan alcanzado el grado de una fe absoluta, impenetrable, inconmovible. Es haber alcanzado la condición de aquel que es capaz de inmolarse o llegar a los máximos sacrificios por su fe, pero también de cometer los mayores crímenes por ella.

Es, también, una visión profundamente ajena a la condición humana, porque las relaciones humanas han sido, siempre, justamente lo contrario, han buscado el acuerdo, utilizando la negociación como el medio para alcanzarlo.

Padres e hijos negocian e intercambian volúmenes variables de amor, respeto y disciplina por amor, protección y seguridad. Los amigos intercambian cariño, apoyo y compañía. Jefes y subordinados negocian e intercambian servicios, disciplina y lealtad por remuneraciones, respeto y estabilidad. Electores y elegidos negocian e intercambian apoyo por beneficios.

Y, cuando la negociación no existe, cuando no deriva en un intercambio justo o cuando es rechazada, los seres humanos sólo pueden esperar de otros seres humanos el conflicto. Por ello es que la mayoría de los seres humanos, a diferencia del profesor Silva, buscamos el acuerdo por intermedio de la negociación como forma de relación ante quienes aceptamos como semejantes, aunque sus convicciones sean diferentes a las nuestras.

En este mismo momento, en nuestro país, enfrentamos una situación que nos puede llevar al conflicto o a la negociación. Una situación que pondrá a prueba el talante democrático de los partidos políticos chilenos. El tema es el fallo de la Tercera Sala de la Corte Suprema que obliga a las isapres a aplicar una tabla única para el cálculo del precio de sus planes. La aplicación de esa sentencia generará la disminución del cobro a más de 700.000 afiliados, además de la devolución de montos excesivos, estimados en 1.458 millones de dólres.

Con esa decisión, la Tercera Sala creó una situación potencialmente catastrófica para el país. La Asociación de Isapres ha declarado, por intermedio de su presidente, que de comenzar a aplicarse en mayo el fallo de la Corte en los términos que ha establecido la “Ley Corta” presentada por el Gobierno para su implementación, sus asociadas habrán quebrado en septiembre.

Eso significaría que tres millones de afiliados quedarán sin protección de salud y deberán migrar eventualmente al sistema público que, es sabido, tiene problemas para atender a sus propios afiliados actuales. Pero eso no sería lo más grave: lo verdaderamente grave es lo que ocurrirá con los miles de pacientes que actualmente están en tratamiento. ¿Quién se hará responsable por quiénes se están realizando periódicamente diálisis, quimioterapias y otros procedimientos?

El tema migró, así, desde la corrección de una mala aplicación de “tablas de factores” cometida por las aseguradoras, a un problema de salud pública de enormes proporciones. Su solución, que está radicada en los poderes legislativo y ejecutivo, exige una negociación. De otro modo, de elegirse el conflicto, los únicos que sufrirán las consecuencias serán esos tres millones de chilenas y chilenos que probablemente estén en este momento aterrorizados pensando en su futuro.

¿Es posible la negociación? Sin duda es posible. Sólo hace falta la voluntad política de las partes, una voluntad de la que sin duda carece el profesor Silva y quiénes piensan como él. Las opciones son el proyecto conocido como “Ley Corta”, presentado por el Gobierno la semana antepasada, que plantea que cualquiera sea la cantidad en que cada aseguradora cifre su deuda, le corresponderá a ella plantear su plan de pago y el plazo para elaborarlo.

La ministra de Salud ha asegurado que en ese contexto las isapres continuarán existiendo e incluso se ha abierto a la posibilidad de que nuevas aseguradoras se integren al sistema. La oposición, por su parte, acaba de lograr la aprobación en la Comisión de Constitución del Senado de un proyecto de reforma constitucional que permitiría el alza de los precios de los planes de las isapres, desde el monto al cual quedarían reducidos al aplicarse la tabla de factores, al monto que tienen actualmente, antes de aplicar esa tabla. De ese modo se respetaría el fallo de la Corte, pues se aplicaría la tabla de factores y todas las otras obligaciones que el fallo impuso, pero las aseguradoras no sufrirían la merma en sus ingresos que amenaza conducirlas a la quiebra.

Un posible acuerdo negociado parece claro: el Gobierno acepta la proposición de mantener el actual precio de los planes y la oposición acepta que las isapres devuelvan lo adeudado a sus afiliados de acuerdo con algún plan que ellas mismas definan y convengan con el Gobierno.

Además se puede considerar la posibilidad de que, en ese trámite legislativo, la propia oposición incluya y negocie, vía indicaciones, alguna de las proposiciones que, desde hace por lo menos una docena de años, se han venido planteando en el sentido de reformar el sistema de salud.

Las dos partes ceden algo y las dos partes obtienen algo. Esa o alguna otra fórmula de negociación podría resolver un problema que nos afecta a todos. Y podría lograrse merced a un acuerdo que incluya a las fuerzas democráticas del país. Algo que, a juzgar por sus propias afirmaciones, está fuera del universo conceptual de personas como el profesor Silva.(El Líbero)

Álvaro Briones

Trayectoria Política

Luis Silva Irarrazaval (1978) miembro del partido Republicano, candidato a la convención constitucional 2021, Elegido al Consejo Constitucional 2023 por la circunscripción senatorial de la Región Metropolitana, con la más alta votación nacional, 700.646 votos.

Bibliografia

Otras publicaciones

Section
Etiqueta:
No hay comentarios

Agregar un comentario