21 Jun Ricardo Lagos Escobar
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Biografía Personal
Lagos Escobar Ricardo (1938) abogado en 1960 (“La concentración de capitales y el crecimiento empresario es una realidad que no se puede destruir con leyes, porque las grandes magnitudes de producción son una necesidad imperiosa de las economías modernas. Pero, estas grandes unidades de producción son de dominio privado. Ahí reside el defecto del sistema capitalista. La única y verdadera solución es la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales deben pasar al Estado” (1)), doctor en Economía; secretario general de la U de Chile 1969;
en 1971, Edgardo Boeninger elegido rector de la Universidad de Chile con el 51.42% del voto ponderado, junto al secretario general Raúl Bitrán. Fueron derrotados Eduardo Novoa Monreal y Ricardo Lagos) (3);
casado con Carmen Weber Aliaga (“Soy una señora que fue expropiada durante la Unidad Popular. Heredé de mi padre, que a él le costó su vida, una empresa bastante grande en esa época. Ricardo Lagos era el gerente general y director de la empresa, pero él no aceptó ni un solo trabajo más. No aceptó, no le importó que los obreros quedaran sin trabajo, sin sueldo. La fábrica la hizo quebrar” (8));
casado 2 con Luisa Duran de la Fuente (1941) asistente social, corredora de propiedades.
«Ricardo Lagos es un gran tipo. Viajamos mucho juntos. Una vez fuimos a Washington para conseguir plata con los chilenos que vivían allá. Heraldo Muñoz lo organizó todo. Y queríamos entrevistarnos con Michael Dukakis, que era el candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero era una reunión secretar, porque si se sabía, peligraba. A mi me entrevistaron días antes de viajar en La Segunda y me fui de lengua. El titular fue: «Lagos se entrevistará con Dukakis». Lagos me llamó indignado y me dijo: «Pero huevón». Y bueno, partidos a Estados Unidos, y empezamos a hinchar las pelotas con la entrevista y no pasó nada. Íbamos a entrevistarnos con otros parlamentarios y estábamos sentado en la rotonda, que es un lugar en el Capitolio, que es por donde pasan los políticos que entran y salen, y de repente se abren las dos puertas y sale Dukakis. Entonces, Lagos va y me dice: «Viste huevón, al final estuvimos con Dukakis»… «lo vi en los momentos que estaba mas complicado; por ejemplo, cuando vino la crisis de Punta Peuco. El estaba muy acorralado, ofuscado, creia que todo era una maniobra para embarrarlo a él… y Eduardo Frei lo quería echar del ministeri de Obras Públicas. Estaba listo apra eso y fuimos a hablar con Sergio Bitar a la casa de Frei y le dijimos que se generaría una crisi política muy grave. Al final, Frei dijo: «Ok, yo soy concertacionista, asi que todo está bien»… Ricardo Lagos tiene una capacidad muy grande de absorber castigos. Y lo otro es que yo creo que sabe que la historia no lo va a juzgar mal, y que él es un estadista de estatura, mas allá de loa que puedan vociferar algunos perdejos del momento o el PS» (2)
(1) Tesis de grado, 1960 p. 171.
(2) Entrevista Jorge Schsusohn 21 noviembre 2020
(3) 11/06/1971
Descendencia
Lagos Weber Ricardo Andrés (1962) abogado, PPD, Ministro Secretario General de Gobierno 2006-07, senador por circunscripción Valparaíso Costa 2010-2018, “No buscamos disminuir la inversión ni obstaculizar la creación de fuentes de empleo. Lo que queremos simplemente es que aquellos que más ingresos perciben paguen más al Estado respecto de aquellos que ganan menos, para emparejar la cancha, redistribuir las oportunidades y generar mayores grados de igualdad que permitan que los chilenos puedan ser más felices” (1); en 2013:senador por la nueva circunscripción de Valparaíso 2018-2026 (74.032 votos, 11.2%; PPD 14,1; Coalición 27.5% 2 senadores de 5); cm Luisa Ester Miranda Oyarzun (1960) magister, académica U de Chile, h. Alessandri Miranda Mancilla (1920-1994 de Luis y Luisa) y María Cristina Oyarzun Escuti (1923-1996)
Lagos Weber (Carmen) Ximena (1963) parvularia
Lagos Durán Francisca (1975)
[1] (1) EM 13 enero 2012. (2) EM, 5 septiembre 2013. (3) Entrevista La Tercera 7 noviembre 2015. (4) Entrevista, EM 15 julio 2018. (5) Entrevista, Diario Financiero 2 septiembre 2018. I. 571 matrimonio 1987 La Reina, anulados en 1999
Fuentes
(1) Tesis de grado, 1960 p. 171.
(2) Sobre el primer año de gestión económica del gobierno de Allende, Revista Panorama Económico febrero 1972.
(3) VALDES p. 341.
(4) Al intervenir el 25 de abril de 1988 en el programa político “De cara el país”.
(5) Ricardo Lagos el 23 de mayo de 1993, al dirigirse a sus seguidores tras la realización de la primaria presidencial.
(6) EM 18 septiembre 2010.
(6) Carmen Weber al intervenir en el sierre de la campaña del Sí en televisión.
(7) CIEN_AÑOS II p. 499.
(8) Diario Clarín 2008.
(9) Twitter, 1 agosto 2018.
(10) Declaración por aniversario 11 de septiembre, LT 9 septiembre 2018.
(11) Apuntes de Ricardo Lagos, archivo.fdd.cl:8080.
(12) «Hoy lanzará su publicación «En vez del pesimismo». Lagos suma a Sebastián Bowen y a ex miembro del comando de Bachelet para configurar equipos programáticos: Pablo Navarrete, Gonzalo Cowley» El Mercurio 29 septiembre 2016
(13) Entrevista, 30 de octubre de 2020, luego de plebiscito constitucional
(14) El Mercurio, 14 junio 2012, en relación a declaraciones del presidente del PPD Jaime Quintana que no estaba disponible para dialogar con el gobierno.
(14) «Diálogo desde la Academia» El Mercurio 11 noviembre 2021
(15) Radio Duna, 24 noviembre 2021, ante la segunda vuelta presidencial: «Lo que soy, lo que es mi historia, mi pasado, obviamente que en esta coyuntura tengo que decir Boric«, admitió Lagos en Radio Duna. A su juicio, el diputado «puede dar el ancho» porque «tiene una amplitud de criterio y, en un momento crucial, actuó correctamente». Lagos destacó que «él se atrevió, sólo, a firmar el acuerdo de noviembre (de 2019) que permitió la Asamblea Constituyente y el proceso en el que estamos, y eso habla entonces de alguien que es capaz, en un momento, decir que este es el camino aunque los suyos no lo sigan«. El ex Presidente sostuvo que, con Boric, «tenemos una persona que creo que tiene las posibilidades de tener liderazgos necesarios para orientar a la ciudadanía».
(16) 26 febero 2022
(17) La Tercera, 10 abril 2022
(18) Ricardo Lagos, 16 junio 2022, Carta donde indica que cedería el cupo en la ceremonia de entrega de la Convención para que asistan otras personas.
(19) Declaración frentre al plebiscito constitucional del 4 de septiembre. 5 julio 2022
(20) Carta a El Mercurio titulada «Debate constitucional», 29 julio 2022
(21) El Mercurio, 5 septiembre 2022
(22) 6 sept 2022
(23) Luego de reunirse con la directiva de Renovación Nacional, 12 septiembre 2022
(24) Entrevista La Tercera 15 enero 2023
“Ricardo Lagos es la figura más importante de la historia de la izquierda chilena. Lagos demostró que es posible un socialismo democrático, con sentido republicano y que estimula el progreso institucional y económico” Cristina Bitar, La Segunda 25 enero 2016.
(16) 26 febero 2022
(17) La Tercera, 10 abril 2022
(18) Ricardo Lagos, 16 junio 2022, Carta donde indica que cedería el cupo en la ceremonia de entrega de la Convención para que asistan otras personas.
(19) Declaración frentre al plebiscito constitucional del 4 de septiembre. 5 julio 2022
(20) Carta a El Mercurio titulada «Debate constitucional», 29 julio 2022
(21) El Mercurio, 5 septiembre 2022
(22) 6 sept 2022
(23) Luego de reunirse con la directiva de Renovación Nacional, 12 septiembre 2022
(24) Entrevista La Tercera 15 enero 2023
(25) 30 enero 2023
(26) Columna La Tercera 30 julio 2023
(27) El Mercurio, columna, 3 febrero 2024
Temas
EPOCA La revolución digital ha acelerado su presencia trayendo una profunda transformación en nuestro modo de vida, especialmente en los espacios del trabajo y la educación. El reto del cambio climático sigue ahí con acuerdos aún muy parciales frente a la dimensión de su impacto. Las mujeres aún tienen importantes obstáculos a vencer en su lucha por la igualdad. Las urgencias por avanzar sin retornos hacia un desarrollo sostenible son evidentes. La ciudadanía lo sabe y lo siente. 26 diciembre 2021
Ucrania, de una guerra incendiaria ¿a una guerra fría? 27 marzo 2022
Cuando Rusia lanzó el primer misil contra Ucrania, el 24 de febrero, un mundo se desmoronó. La guerra regresó a Europa, con sus sinsentidos, sus horrores y su dolor. Y regresó en un momento en que era posible pensar que en foros como el G20, o incluso en Naciones Unidas, los diálogos civilizados podían evitar los enfrentamientos. Ya no. El espacio de negociaciones verdaderas ya no se ve.
Los orígenes de este conflicto se remontan a la caída del muro de Berlín, en 1989, y a la desintegración de la Unión Soviética, dos años después. Europa cambió. Países del este, como Polonia, Hungría y otros, buscaron dejar atrás la influencia de Moscú y unirse a la Unión Europea. Y, al mismo tiempo, se sumaron a la OTAN que así, junto con mantener su vigencia, acercó su poder militar a las fronteras de Rusia. En 2007, en la Conferencia de Seguridad Europea en Munich, Putin señaló su rechazo a esa estrategia, pero no pudo ir más allá. Se concentró entonces en actuar en aquellos países que habían sido parte de la URSS: en Chechenia, en Georgia y en 2014 ocupó la península de Crimea, en Ucrania. Aquello pudo haber sido una advertencia para la Unión Europea, para entrar en un debate sobre seguridad con Rusia. Pero no se dio.
El propósito de Ucrania bajo el gobierno del presidente Volodimir Zelensky, de sumarse a la Unión Europea y ser parte de la OTAN precipitó la ira de Putin. A un mes del primer ataque y más allá del resultado militar, es posible vislumbrar las consecuencias que esta guerra tendrá para la Federación Rusa, la Unión Europea y el resto del mundo. El costo político de este enfrentamiento será enorme para Putin, por la soledad en que lo sitúa. En tanto, Zelensky se empina como el gran líder de su país y el defensor de los valores democráticos.
En el Kremlin no imaginaron la fuerza que tendría el uso del poder económico como castigo por la agresión y hoy ven cómo golpea a su país y su sociedad. Excluir a siete bancos comerciales rusos del sistema internacional bancario de pagos y transacciones, la red Swift –incluido su Banco Central–, produjo un impacto nunca antes visto en esa economía. Previendo la guerra, el Banco Central de Rusia vendió en 120 mil millones de dólares sus bonos y los convirtió en reservas de oro en bancos internacionales. Pero, sin acceso al Swift, esos activos están congelados de la misma forma que los retornos por petróleo y gas.
Antes de la guerra, Rusia exportaba petróleo por 700 millones de dólares al día y gas por 400 millones dólares diarios. Ambos productos sumaban anualmente el 50% de las exportaciones y el 28% del presupuesto nacional. Por esto, Putin ha considerado el embargo económico a Rusia como una agresión que amerita una “respuesta nuclear”. ¿Responderá así? Probablemente no, pero allí se demuestra cómo, en el futuro, el control cibernético de las finanzas puede ser tanto o más potente que una división de tanques: el índice MSCI Russia acumula hoy una pérdida de patrimonio bursátil de US$ 247 mil millones.
Los efectos negativos de esta guerra se extenderán por todo el planeta. En primer lugar, en el resto de Europa, cuya fuerte dependencia del gas y petróleo ruso le pasará la cuenta. El continente depende en el 27 % del petróleo ruso, un 41 % del gas y un 47 % del carbón. También están las pérdidas de los exportadores europeos, especialmente de Alemania, que no podrán vender maquinarias y tecnologías a Rusia. Según la OCDE, aunque los países en conflicto representan menos del 3% del PIB mundial, globalmente son importantes proveedores de materias primas –no solo gas o petróleo– y representan el 30% de las exportaciones de trigo, y el 20% de las de maíz, junto a otros productos como el níquel o el paladio. En síntesis, Europa perderá dos puntos porcentuales de crecimiento, y el resto del mundo, uno.
En Estados Unidos, donde las últimas cifras de empleo resultaron muy positivas dada la curva en descenso del Covid-19, los efectos de la guerra se sintieron inicialmente fuertes en la bolsa. Dos semanas atrás, el precio del petróleo estadounidense saltó a 115,7 dólares por barril, su precio más alto desde 2008; y el petróleo Brent, que estaba en 96,8 dólares el 23 de febrero, esta semana llegó a 121 dólares. Y los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años cayeron de 1,84% a 1,74%.
Más allá de estas y otras cifras están las evidencias de un cambio geopolítico mundial. Se hace claro que las dos potencias que asumen el debate principal sobre el devenir del mundo son ahora Estados Unidos y China. Así lo demuestran las siete horas de fuerte conversación en Roma, entre Jake Sullivan, consejero de seguridad nacional estadounidense, y Yang Jiechi, la máxima autoridad de relaciones exteriores del PCCh. Y así lo ratifican las dos horas de diálogo directo entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping. Lo de Ucrania fue el tema principal, pero no el único. Las duras futuras confrontaciones entre Estados Unidos y China se tornan una realidad ineludible. Por su parte Europa, incluyendo Polonia, se rearticula y asume una relación fuerte con Estados Unidos, especialmente tras la visita de Biden.
En esta crisis, tanto India como China han mostrado identidades propias en el quehacer internacional. Cuando la Asamblea General de la ONU condenó a Rusia por 141 votos a favor, hubo cinco en contra dando respaldo a Moscú. Pero China reiteró su abstención e India, más allá de sus actuales cercanías con Washington, optó también por la equidistancia; 50% de su potencial militar viene de Rusia.
Al defender la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, China tiene en mente su propia realidad, en especial Taiwán. Además, en Beijing asumen algo esencial: Putin invade Ucrania pensando en el pasado imperial ruso, su obsesión, mientras que China mira al siglo XXI, imaginándose potencia económica y tecnológica global.
Mientras todo esto ocurre, y especialmente tras la visita de Biden a Europa, parece expandirse un aire de nueva Guerra Fría. Si así ocurre, será distinta, mucho más compleja y multipolar. ¿Y América Latina? Sin voz común, mira el mapa turbulento asumiendo que sólo le queda una opción: asumir las consecuencias. Y no serán pocas.
El diagnóstico de Ricardo Lagos, Daniel Mansuy 2 septiembre, 2015
La súbita irrupción de Ricardo Lagos puede ser leída como una prueba más de cuán desierto se encuentra nuestro espacio público nacional. Treinta años después de haber apuntado con el dedo a Pinochet, y diez después de haber terminado su mandato, Lagos sigue ejerciendo un embrujo tan enigmático como transversal. Más allá de la simpatía que pueda inspirar (o no) su figura, es difícil negar que su palabra tiene una fuerza curiosa: es relevante políticamente, posee orientación y calado.
El contraste es violento, porque -en general- la palabra pública es cada vez más irrelevante. Nos hemos ido acostumbrando a una vociferación constante y a una palabrería vacía que no imprime dirección ni liderazgo. Nuestros políticos hablan mucho, pero dicen poco: sus palabras apenas rozan la realidad. La confusión actual que reina en el espacio público parece guardar relación precisamente con esto: la palabra ha perdido su capacidad ordenadora, y hoy conduce más bien al desconcierto.
La política es ante todo el arte de la palabra; pero ya no confiamos en su fuerza ni en sus posibilidades. Quienes escuchan ya no creen, pues se sienten engañados (lo que no puede sorprendernos: nuestros representantes llevan meses transitando entre las explicaciones irrisorias y la mentira descarada). Por otro lado, quienes hablan deben multiplicar los artilugios para intentar superar esa desconfianza, pero la distancia entre su prédica y su acción parece insalvable. Por lo mismo, no es casual que sean más interesantes las declaraciones en sede judicial que los puntos de prensa: los fiscales logran aquello que la política no.
En ese contexto, no es raro que baste el susurro de Lagos para que todos pongamos atención, pues siempre intenta decir algo, intenta ordenar y encauzar al mostrar un horizonte compartido. De más está decir que esto no lo hace perfecto, pues su discurso también presenta contradicciones y problemas severos: ha variado de posición en cuestiones sustantivas sin mediar explicación (voto obligatorio y regionalización, por mencionar sólo dos), su gobierno no estuvo libre de corrupción, y hay muchas dificultades actuales que germinaron en su mandato (sistema de crédito universitario, problemas en La Araucanía, para no hablar del tren al sur). Con todo, su palabra cala porque tiene una visión del país que le permite comprender la especificidad de lo político, mientras que sus rivales (Piñera y Bachelet)suelen enredarse en discusiones estériles más referidas a mecanismos que a proyectos.
Desde luego es improbable que todo esto le alcance para regresar -la lucha por el poder será demasiado ruda para la alta idea que Lagos tiene de sí mismo-, pero al menos deja en claro la distancia sideral que media entre él y los otros. De modo tácito, el gesto contiene una crítica brutal: nuestros dirigentes actuales no saben hablar ni saben conducir. Se supone que se dedican a la política, pero en el fondo no saben de ella, no conocen su oficio. Más allá de la altanería implícita, el diagnóstico de Lagos, por desgracia, no anda muy descaminado.
Ricardo Lagos: "Con esta Constitución derrotamos a Pinochet" 25 octubre, 2015
Cita versiones de otros países, revisa los procesos constituyentes de la historia local, cuenta las anécdotas que fueron dando forma al texto vigente. En definitiva, Ricardo Lagos navega a sus anchas por la marea constitucional.
Por eso le incomoda que un periodista haya afirmado que se viene “subiendo al carro de la nueva Constitución”, cuando su participación en el debate se remonta a la negociación de las reformas de 1989. “Es evidente que Chile debe plantearse si la Constitución que hoy tenemos es suficiente para abordar la totalidad de los temas que aparecerán con fuerza mañana”, escribió -a mayor abundamiento, en un libro en 2010-. Y fue esa misma preocupación, así como su obsesión por las nuevas tecnologías, la que lo llevó a formar #tuconstitucion, una plataforma digital donde las personas debaten sobre contenidos y mecanismos para una nueva Carta Magna.
Con igual motivación recibe ahora el proceso anunciado por la Presidenta Bachelet, aunque advierte que su éxito dependerá del consenso que logre generar. Su mensaje es claro: “La Constitución debe ser un punto de encuentro”.
“Con el aporte de todos, abramos el debate sobre los contenidos de la nueva Constitución”, dice la página web de #tuconstitucion. ¿Ese es el orden adecuado? ¿Primero los contenidos y luego el mecanismo?
Hemos privilegiado el qué queremos cambiar por sobre el cómo. Ambos aspectos, en todo caso, se fortalecen entre sí. La Asamblea Constituyente de Colombia en el 91, por ejemplo, se convocó una vez que los partidos políticos estuvieron de acuerdo en los contenidos que someterían a debate. En todo caso, yo diría que puede ser más fácil discutir el cómo si ya conocemos el qué. En #tuconstitucion, por ejemplo, la alternativa de la asamblea constituyente recibe un amplio respaldo, probablemente porque de esa manera la gente piensa que se escucha más a la ciudadanía. Pero lo sustantivo que hemos hecho en #tuconstitucion es ir debatiendo capítulo por capítulo.
Según el exministro José Miguel Insulza, “lo que ha pasado con el anuncio de días atrás es que volvimos al método”.
En eso tiene razón José Miguel. Ahora bien, se supone que los contenidos se discutirán en los cabildos. Pero sobre esto quisiera hacer una observación previa, que se remonta al hecho simple de que he sido actor o espectador interesado de todo lo que ha pasado en el debate desde la década de los 80. Entonces, entre los opositores al régimen, no había nadie que no dijera que la Constitución tenía un origen ilegítimo. Pero se derrotó a Pinochet con las herramientas de la Constitución de Pinochet y ese es un punto de partida no menor para todo lo que viene después. Digo esto porque a partir de ese momento Aylwin y todos los demás presidentes juramos respeto a esta Constitución, en tanto presidentes de la República, y los parlamentarios hicieron lo mismo. Luego seguimos removiendo los enclaves autoritarios que hacían imposible la expresión democrática de la ciudadanía y eso lo concluimos en 2005, salvo por el sistema binominal que, afortunadamente, terminó el año pasado. Entonces, se puede decir que la Constitución pasa el test democrático y ahora, superados los enclaves, la ciudadanía percibe que puede empezar a pensar en una Constitución desde los inicios.
Pero no porque la Constitución vigente sea ilegítima.
Por eso me permito decir: miren, señores, con esta Constitución derrotamos a Pinochet.
Después de todo, a usted siempre le van a recordar su discurso de 2005: “Tenemos hoy por fin una Constitución democrática”.
No hay ningún punto que no sea democrático. Otra cosa es que tenga normas que no me parecen adecuadas a mí, Ricardo Lagos. Que el Estado sea o no subsidiario no implica que la Constitución no sea democrática, sino que es una Constitución sesgada ideológicamente, lo que es distinto.
De igual forma, podríamos sostener que el Congreso actual es tan legítimo como el próximo.
Pero si fueron elegidos y todos juraron por la Constitución. Otra cosa es decir que la ley electoral es injusta porque 60% es igual al 40% de los votos. Pero una cosa es que esa legislación electoral no sea justa en nuestro concepto, y para otros obviamente lo sea, y otra es decir que tiene bases antidemocráticas.
¿Le parece desafortunado plantear que el próximo Congreso será más legítimo que el actual para debatir el mecanismo?
Más que legítimo es que representa mejor la voluntad ciudadana en la medida en que habrá una representación más proporcional. Pero ojo, hay muchos países donde se elige un representante por distrito, que es el sistema mayoritario, y también se considera legítimo.
¿Le gustó, en términos generales, el anuncio de la Presidenta?
Me pareció que era concretar el inicio de un proceso constituyente que está en el aire. En ese sentido, me parece positivo. Creo, sin embargo, que es demasiado largo, pero está bien si se quiere hacer un debate en serio y bien hecho a nivel de cada comuna del país. Lo importante es cómo se gestiona eso de una manera neutral. Cómo se explica al ciudadano que cada medida que propone genera consecuencias políticas. Por ejemplo, que si quiere referéndum revocatorio a la mitad del período, entonces lo más probable es que esa autoridad dejará las cuestiones difíciles para su segundo período, como a veces ocurre en EE.UU. Y a veces lo difícil hay que afrontarlo de inmediato.
El problema es cómo se encauza ese debate.
La Constitución usted podría definirla como el procedimiento democrático por el cual una sociedad resuelve civilizadamente sus diferencias. Y si va a resolver las diferencias civilizadamente de una sociedad con reglas democráticas, mientras más amplio el espectro que convoca y mientras más amplia es la cantidad de sectores, mejor. Por eso me parece tan poco feliz lo que ha ocurrido en estos días, en donde aparentemente se quiere hacer del tema constitucional un enfrentamiento electoral. Por el contrario, el tema constitucional nos debe obligar a alcanzar el consenso más amplio posible, porque si soy minoría, no quiero que me impongan un sistema constitucional que no resulte equitativo.
¿Cómo evitar que se contamine el debate constitucional con el electoral?
Teniendo claro para qué va a ser la Constitución. Para mí, la Constitución es muy importante, porque, en último término, es el instrumento que tiene el ciudadano para ser oído en sus demandas. Norberto Bobbio tiene una frase muy bonita al respecto: en último término, en una sociedad democrática, todos tenemos que ser a lo menos iguales en algo y ese algo será el mínimo civilizatorio de esa sociedad.
Igual subsiste la impresión de que estamos más centrados en los mecanismos que en los contenidos.
Mario Fernández, un gran constitucionalista, escribió un libro cuyo título en si es un desafío o una belleza: “La Constitución contra sí misma”. ¿Cuál es la tesis de Fernández? Que la Constitución actual consagra una cantidad enorme de derechos: a la educación, la salud, etc. Son 26 derechos, aproximadamente. Pero como consecuencia del Estado subsidiario, esa misma Constitución no da los instrumentos para llevar a cabo cada uno de estos derechos. Lo interesante es que Fernández, respecto de cada artículo, establece cómo hay que modificarlo para que deje de estar contra sí mismo. Es un tremendo ejercicio, pero que revela el problema. En suma: creo que estamos bien si la Presidenta dice quiero llamar a este debate. Me parece espléndido. El problema es que la gestión de aquello requiere un conjunto de personas muy bien preparadas para, primero, comenzar por el qué y después llegar al cómo.
De hecho, ¿qué garantía de participación y transparencia ofrece un proceso donde la educación cívica corre por cuenta del gobierno de turno, lo mismo que la designación del consejo de observadores y la síntesis de las bases ciudadanas?
En el caso de #tuconstitucion, intenté que el consejo fuera lo más amplio posible y estoy muy agradecido de que hayan querido participar en esta experiencia. Este tipo de cuestiones me recuerdan dos momentos en mi vida: cuando lancé un programa especial como ministro de Educación para las 900 escuelas con peor rendimiento del Simce. Entre otras opciones, incluía la posibilidad de que jóvenes ayudantes apoyaran a los estudiantes que se iban quedando atrás. Se me planteó que podía haber un adoctrinamiento. Después de algunos meses de funcionamiento, los mismos que me acusaban de aquello me pedían incorporar más escuelas. El segundo ejemplo ocurrió con Chile Solidario, cuando había dos mil apoyos familiares que iban a golpear la puerta de la casa de la familia para coordinar el aprovechamiento de programas sociales. Estos apoyos familiares fueron objeto de una gran sospecha, hasta que resolví que el Estado podía financiar mil y que los otros mil los ponían los municipios, que eran de todos los colores políticos. Y nunca distinguí entre ellos, porque la tentación clientelista en estos casos es enorme. O sea, diría que todo depende de cómo se haga. Se puede plantear que la participación fundamental esté a cargo de los alcaldes de cada comuna. Debemos comenzar por creer que si estamos en este propósito, lo primero debiese ser buscar una concordancia lo más amplia posible, más allá de las coaliciones partidarias y el debate político de todos los días. Precisamente porque es Carta Magna y la Carta Magna es para los próximos 30 o 40 años. Y por primera vez queremos hacer una nueva Constitución. Yo hice el símil de la hoja en blanco. Porque las reformas se han hecho siempre a partir del ejemplo del señor Carlos Cáceres, ministro del Interior de Pinochet. Cuando triunfantes nosotros en el plebiscito llamamos a derogar el artículo octavo, porque nos dejaba fuera de la ley, él lo aceptó. Pero cuando le propusimos cambiar el sistema electoral binominal, dijo que no estaba autorizado. Y se acabó la discusión. O sea, dígame lo que quiere cambiar, pero siempre con la traba. Ahora, por primera vez estamos diciendo: no me obligue a seguir con el derecho a veto que usted ha tenido durante 25 años, porque esa es la realidad. Los miedos surgen porque se acabó el veto.
¿A eso apuesta el ex Presidente Piñera cuando propone una reforma constitucional, a mantener el poder de veto?
Habría que preguntarle a él, porque como ahora dijo que quiere una nueva Constitución… No vi que en su período presidencial haya sido muy activo en este sentido. Todo presidente tiene sus prioridades y las establece como le parece, pero sí me parece mal el planteamiento en el sentido de hacer de esto un asunto de los conglomerados políticos: esta es la Constitución de los de A y esta es la de los de B. La Constitución se hace pensando en todo Chile y que intervenga todo Chile. En buena hora que haya un proyecto de dos diputados socialistas presentado en el Parlamento, pero no pretenderán que vamos a discutir a partir de aquello. Cuando dije hoja en blanco, lo que estoy diciendo es que quiero que usted y yo tengamos que ponernos de acuerdo desde el primer artículo. Y si el artículo actual nos parece espléndido, pues lo copiamos igual.
¿Hay materias que usted mantendría de la actual Constitución?
Obviamente. Por ejemplo, muchos me podrán decir que hay demasiados derechos, porque hay dos líneas de pensamiento en esta materias. Está la de ser exhaustivos en la enumeración u optar como la Constitución alemana, donde el Estado reconoce los derechos políticos, el derecho a elegir y a ser elegido. Punto. También el Estado reconoce los derechos económicos, sociales y culturales de sus ciudadanos. Punto final. Se acabaron los derechos. Y se tiene un Estado de bienestar como el alemán a partir de ese artículo. Entonces, no creamos tampoco el fetiche de que todo tiene que estar explicitado en la Constitución y que por ese hecho se resolvió el problema. Por eso, muchos sostienen que los derechos incluidos hoy en la Constitución son en realidad derechos expectaticios. Vale decir, de los más de 20 derechos que establece la Constitución, cuántos son judicialmente implementables. Para mí no hay ningún problema en mantener artículos del texto actual, pero lo importante es que estemos todos de acuerdo.
Eso suena bien: una Constitución basada en los consensos.
Es que es la única forma de concebir una Constitución.
Pero al mismo tiempo usted critica el Estado subsidiario, a pesar de que habrá alguna parte de la población que lo apoya. Al final, pasa a ser una Constitución de la mayoría.
No, porque yo no quiero aplicar a otro lo que la Constitución actual me aplica a mí. Lo dije clarito. Pero lo que sí yo pido es que cuando soy mayoría pueda implementar mi ideología igual como ellos hoy, sin ser mayoría, están implementando todos los días la del Estado subsidiario. Si no hubiese existido Enap no habría podido construirse una planta de gas en Quintero para enfrentar la crisis energética. Y me parece que ante una emergencia de esa naturaleza el presidente tiene que hacer lo que se hizo. Así como no quiero que me impongan un Estado subsidiario, tampoco quiero imponer un Estado activo que se mete en todo. Trato de ser consecuente con lo dicho. Por lo tanto, en el tema constitucional hay un largo camino por recorrer y en buena hora. Lo que no me gusta es que, frente al planteamiento de la Presidenta, alguien se permita decir que es un tongo, porque entonces entramos en un proceso descalificatorio de tal envergadura que no va por buen camino. Chile no se merece eso.
Por eso le preguntaba si el proceso planteado ofrece las garantías a todos.
Si usted me dice que son los grupos organizados los que tendrán mayor presencia y vamos a transformar esto en un debate de sordos, entonces no.
Entonces, ¿no es mejor al final la asamblea constituyente?
Fíjese lo que planteó el PPD: elegir 155 diputados y no sé cuántos senadores, además del mismo número de ciudadanos para que juntos conformen la asamblea constituyente. Bien simple la propuesta. Por supuesto, elegidos bajo el mismo sistema electoral. O sea, hay distintas modalidades, pero por eso me parece tan importante avanzar más en el qué, sin perjuicio de conversar sobre el cómo.
De las cuatro opciones planteadas por la Presidenta, ¿tiene alguna de su preferencia?
Me parece que el mix de parlamentarios en ejercicio más una cantidad de ciudadanos puede ser adecuado. Para la Constitución de 1925, Arturo Alessandri propuso un grupo de notables que escribiría el borrador para someterlo a una asamblea constituyente. Fueron más de 50 personas, pero como el proceso se demoró un poco, al final no hubo tiempo para llamar a la asamblea. Entonces, el Presidente Alessandri resolvió agregar a este grupo otros 40 o más notables y resolvió que esa sería la asamblea constituyente.
Eran otros tiempos. Digamos que hoy ese proceso no pasaría la prueba de la blancura.
Por supuesto, pero lo que digo es que nos olvidamos de la historia. La Constitución se redactó y se sometió a plebiscito. A la gran mayoría de los partidos políticos no les gustó, pero no se atrevieron a ir en contra de El León, salvo dos partidos: el Partido Conservador y el Partido Comunista. ¿Increíble o no? Cada uno con sus razones, pero igual se aprobó por amplia mayoría en el plebiscito respectivo. Ahora tenemos que partir de la base de que la Constitución, porque es la ley de leyes, es lo que permite al ciudadano fijar el mínimo civilizatorio y por eso es indispensable la participación.
¿Los dos tercios de aprobación para la reforma constituyen, a su juicio, una barrera infranqueable? Este gobierno deberá conseguir ese quórum para aprobar su propuesta.
Me gustaría esperar a que llegue ese momento. O sea, sin saber el qué, me parece difícil, ojalá me equivoque, que estén dispuestos a bajar los quórum.
¿Le parece legítima una reforma donde un artículo bajará el requisito de quórum a tres quintos? ¿Es contrario a los quórum elevados?
No, pero usted puede establecer muchas modalidades, como la de dos congresos sucesivos, como era antes, para una reforma constitucional. Por lo demás, creo que es pintoresco.
¿Qué es pintoresco?
El que un Congreso le diga a otro lo que tiene que hacer. Porque ese otro le dirá ‘mire, le agradezco mucho sus buenos oficios, pero yo voy a hacer lo que quiera’. Basta con que el próximo Congreso diga que quiere reponer los dos tercios y los repone. La Constitución tuvo en su origen un elemento que permitía enfrentar el tema de los quórum. Entre nosotros, en su momento, se hablaba de la Fórmula Cumplido. Resulta que la Constitución de Pinochet establecía un quórum altísimo para reformar la gran mayoría de los capítulos. Sin embargo, el capítulo relativo a las reformas constitucionales no establecía los dos tercios. Por lo tanto, con quórum más bajos, usted podía tener una primera reforma constitucional reformando el capítulo de la reforma a la Constitución. ¿Por qué no se hizo? Porque nos iban a decir que eran resquicios legales. ¿Y qué fue lo primero que pidió el señor Cáceres cuando empezó la negociación de la reforma? Subir los quórum de ese artículo. ¿Por qué aceptamos? Porque teníamos el acuerdo con Jarpa y RN e íbamos a ser mayoría en el nuevo Congreso. Todavía estoy esperando.
¿No es precisamente, en materia de reforma a la Constitución, donde se podrían justificar altos quórum?
Estoy de acuerdo en que modificar una Constitución no puede ser igual que modificar una simple ley. La ley la aprueba y deroga por simples mayorías. Pero una Constitución requiere, precisamente, ese fino equilibrio: que no sea una Constitución pétrea, que la hace inmodificable, pero que tenga exigencias mayores que la simple ley. Cuál es esa fina sintonía, difícil decir. Por eso que me parece tan importante que la Constitución permita también el juego de mayorías y minorías y que no sea una camisa de fuerza donde usted diga ‘si hace eso voy al Tribunal Constitucional’.
Del Tribunal Constitucional quiero hablar enseguida, pero ¿no son esos quórum los que han dado estabilidad?
Estabilidad política, no. Han permitido el veto de un sector y yo no quiero una Constitución que signifique el veto de un sector. Porque no me diga que es estabilidad un sistema electoral donde 60% es igual a 40%, con senadores designados y altos quórum. Eso es la imposición de un sector sobre otro.
¿El Tribunal Constitucional es un enclave autoritario dentro de la Constitución?
No. Tiene que haber un Tribunal Constitucional. El tribunal se estableció en las reformas del año 70. Su presidente al momento del Golpe era un distinguido señor llamado Enrique Silva Cimma. El tema de la designación será motivo de discusión, pero eso ya es un asunto de definiciones de sentido común. Si el TC va a jugar un rol tan importante, se trata de resolver cómo hacemos una designación donde no aparezca el cuoteo político de manera tan patente como aparece en muchos de los designados.
La Presidente dijo: “Hay que generar las condiciones no sólo para que todos puedan participar, sino que todos quieran participar”. ¿No es forzar una preocupación que quizás no está entre las prioridades de la gente?
Pero es como la vieja discusión entre voto voluntario y voto obligatorio. El que todos quieran participar se traduce en que todos quieran aportar para que Chile sea mejor y para que la visión de lo que se quiere hacer sea más colectiva. En ese sentido, me parece positivo.
¿Pero no es el mundo político imponiendo una preocupación que no aparece entre las prioridades?
Todo depende de cómo pregunto. Si yo le pregunto a usted si depende de la Constitución que el Estado pueda o no resolver el problema del gas, a lo mejor ahí sí le interesa.
¿Y cómo se cuida que esta educación cívica no termine siendo una campaña proselitista a favor de una determinada propuesta?
La única forma es que participen todos los municipios, activamente. Ahí usted tiene a todos los concejales comprometidos.
¿Y no dejarlo en manos, por lo pronto, del ministerio que está a cargo de la vocería del gobierno?
Alguien tiene que ordenar todo este cuadro y eso significa el gobierno, obviamente. Nadie está en condiciones de conducir un proceso de esta naturaleza que no sea el aparato institucional que, por definición, es el gobierno.
¿Cómo proyecta su rol durante este proceso?
No hay un manual para ex presidentes, pero en mi caso quise hacer algo como #tuconstitucion, porque me pareció que podía ser una contribución.
¿Usted se cuadra con el proceso planteado por la Presidenta?
Uno como expresidente es un ciudadano más. No me planteo el tema, pero sí creo que uno debiera hacer un esfuerzo porque esas dudas que existen se puedan disipar, como se disiparon en Chile Solidario. Y debiéramos hacer todos los esfuerzos para que se disipen. Está bien plantearlas, pero una vez planteadas hay que suponer que la autoridad es lo suficientemente seria como para no buscar instrumentalizar el debate, porque en ese instante se estaría autoderrotando la búsqueda de un proceso constituyente. Pensar que se va a instrumentalizar en favor de una u otra mirada, por ningún motivo. Por eso me gustaría a mí el más amplio arco de consenso sobre este tema, y bienvenido lo que uno pueda hacer para empujar en esa dirección.
Cumbre del G 20, la necesidad de un multilateralismo eficaz, 29 octubre 2022
Seguro que el Presidente de Indonesia, Joko Widodo, no imaginó cómo estaría el mundo ni cuánto estaría en juego cuando asumió ser sede de la próxima cumbre del G20. Y llegó la hora, este 15 y 16 de noviembre. Los preparativos no han sido para nada optimistas. A comienzos de julio, los cancilleres del G20, reunidos en Bali, no lograron concordar un pronunciamiento sobre la guerra en Ucrania ni cómo enfrentar los impactos globales de ese conflicto. Más bien, se evidenció la división Este-Oeste, con China y Rusia por un lado y Estados Unidos y Europa por el otro. La persistencia de esa confrontación estructural de nada sirve al devenir del mundo y sus pueblos. Por el contrario, es necesario rescatar los cauces de la paz y de soluciones concretas para resistir los impactos de las crisis económica y alimentaria que se vienen encima.
En menos de tres años, el planeta se transformó a una velocidad que aún no terminamos de procesar. A principios de 2020, llegó la pandemia, para la cual no estábamos preparados, pese a las advertencias de los científicos. De un día para otro, los países entraron en largas cuarentenas, mientras los gobiernos no lograban siquiera generar un lugar común donde discutir la inédita situación imperante. La Organización Mundial de la Salud, el sitio creado para esos efectos, fue desacreditado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Posteriormente, menos se pudo usar otro espacio multilateral de la ONU para eso. No hubo una búsqueda de soluciones conjuntas, sino sólo una carrera por conseguir las primeras vacunas, donde lo que primaba era la ley del más fuerte, que en este caso era la ley del más rico.
Cuando respiramos un poco más aliviados, con una pandemia controlada, y dejábamos de lado las asfixiantes cuarentenas, Rusia invadió Ucrania. Hoy, a diez meses del inicio de la guerra, la catástrofe es planetaria. Al doloroso costo en vidas humanas, el sufrimiento y los millones de desplazados, el mundo entero ha vivido las consecuencias económicas, producto de que ambos países son colosos en la exportación de granos y fertilizantes. Existe escasez, crisis agrícola, hambre y una emergencia alimentaria sin precedentes en el siglo XXI. Más de 90 millones de personas se encuentran en situación de pobreza extrema, afectadas por la falta de acceso a cereales, y por sus elevados precios, a causa de la inflación. A esto se le suma la crisis energética, producto de la escasez de gas natural exportado por Rusia hacia el resto de Europa.
Sin embargo, los gobiernos del mundo parecen ajenos a reconocer un espacio multilateral donde puedan realmente buscar soluciones a esta crisis. En este contexto, no es menor el planteamiento que han realizado los Elders, el grupo de líderes mundiales de experiencia, creado por Nelson Mandela, que se reúne cada cierto tiempo para reflexionar sobre un planeta en situación de crisis. En su último encuentro, los Elders han planteado que el G20 debe cumplir con ser un espacio donde se genere un diálogo productivo y de colaboración, para enfrentar las complejas tareas que existen por delante. El G20 integra a las economías más grandes del mundo, y por ello deben ser responsables de su misión en el concierto mundial: impulsar estrategias financieras efectivas, que otorguen soluciones para salir de la crisis económica y humanitaria en la que estamos sumergidos.
Se hizo una vez, entre 2008 y 2009. Ante la crisis financiera que se expandía por todos los continentes, el presidente George Bush convocó la primera reunión de mandatarios del G20. Al primer encuentro en Washington, en diciembre de 2008, asistieron las economías industrializadas y las mayores emergentes. La siguiente reunión, en marzo 2009, fue en Londres. Una histórica cumbre donde, en solo 30 minutos, los líderes de las economías más grandes del mundo aumentaron por tres el patrimonio del Fondo Monetario Internacional. Fueron medidas inteligentes y cruciales, que permitieron Se salir de las urgencias extremas y avanzar hacia nuevas formas de multilateralismo. Se puede decir que las actuales condiciones del escenario internacional son distintas, pero el peso de la responsabilidad es el mismo. Y es aún mayor porque si la gran política no predomina, lo que esos líderes del G20 entregarán al mundo es el caos.
América Latina está en el G20. Tres países –Argentina, Brasil y México– tienen la responsabilidad de transmitir nuestro clamor por cauces políticos efectivos a los tiempos oscuros que vivimos. Ojalá los tres pudieran articular posiciones similares y dar cuenta de una visión compartida. El ideal hubiera sido tener citas previas, para configurar planteamientos consensuados por la región, como lo hicimos en el pasado. El que ahora no lo hagamos evidencia la urgencia de recuperar el diálogo intrarregional, para tener una voz común en el mundo. Y para saber cómo buscaremos incidir en el reordenamiento global en marcha.
A la cumbre en Indonesia seguirán otras en países del sudeste asiático: India, Emiratos y Oman, varios de los cuales –como la propia sede de este G20– no desean que el devenir del mundo esté determinado por las confrontaciones extremas entre China y Estados Unidos, o entre bloques de alineamientos listos para otra guerra. Esos pueblos del Asia y los de este lado del mundo requieren que las diferencias, por críticas y extremas que sean, fluyan por las vías de la política y la paz. Y hay que prepararse colectivamente para eso. Este G20 también nos dice que esa debe ser la próxima tarea para que América Latina rompa con su soledad.
Potenciar lo singular para insertarse en el mundo 25 agosto, 2019
Cuando uno ve lo que ha significado la astronomía para Chile como proyección al mundo, o lo que ha implicado el canal transoceánico para Panamá, es posible entender que la inserción internacional de un país en el mundo global se sustenta también en una singularidad. En aquello que le da identidad predominante. Chile fue, desde el descubrimiento del Estrecho de Magallanes, una especie de puente o de recalada ineludible en las travesías que pasaban del Atlántico al Pacífico. Y allí Valparaíso fue clave. Eso cambió en 1914, con la apertura del Canal de Panamá. Sin embargo, un siglo después, Chile es nuevamente recalada esencial, pero esta vez para mirar al universo, para ese viaje del conocimiento al infinito.
Ambos ejemplos nos dicen algo nuevo respecto de cómo se consolidan las fortalezas de un país en su política exterior. Nadie duda del alcance que tiene ser un país estable, con una democracia madura, eficiente en el comercio internacional y con inversiones bien calculadas. Como tampoco, a nivel de potencias, nadie duda de la fuerza del poder bélico y tecnológico. Pero también es clave saber tomar las oportunidades que se abren para, con imaginación, percibir un futuro distinto.
El desarrollo astronómico de Chile tiene una historia. En ella, es especialmente importante el 10% del tiempo total de observación en los nuevos y modernos observatorios, asegurado de manera exclusiva para los astrónomos chilenos. Cuando aquello se negoció solo teníamos un pequeño número de estos científicos. Pero fueron ellos quienes abrieron los ojos a las autoridades sobre las oportunidades y beneficios que este desarrollo de la astronomía en nuestro país podía tener para Chile. Teníamos un recurso esencial: la transparencia de los cielos, como casi en ningún otro lugar del planeta. Pero no teníamos astrónomos. En 1984, solo 24 trabajaban como académicos en universidades chilenas, 20 en la Universidad de Chile y cuatro en la Universidad Católica. Para el año 2000, la cifra había subido muy poco, aunque la especialidad ya estaba en seis universidades. Pero de allí en adelante, el proceso se aceleró. A comienzos de 2017, los astrónomos en organismos locales eran 221 y los alumnos aumentaron de 40 a 675.
El 10% del tiempo de observación ya lo había conseguido la Universidad de Chile en la década de los 60, en sus tratativas con el National Science Foundation de los Estados Unidos, a raíz de la puesta en marcha del Observatorio en Cerro Tololo en 1967. Fue un antecedente para abordar los acuerdos con los grandes proyectos que vendrían luego. En 1990, Chile acababa de elegir a Patricio Aylwin y tras la dictadura emergían temas y entusiasmo por ser parte de procesos globales que marcaban tendencias. Fue ahí cuando los astrónomos universitarios y los principales astrónomos de Europa agrupados en el European Southern Observatory (ESO) golpearon la puerta. Querían instalar aquí el entonces observatorio óptico más grande del mundo.
Los científicos chilenos deseaban ser parte de dicho organismo, pero la inversión de millones de dólares que se requería parecía imposible de conseguir bajo las circunstancias del país. Ante esa realidad, desde el Ministerio de Educación se le dio otro rumbo a la negociación: accedimos a la inversión de 300 millones de dólares, a cederles varios miles de hectáreas en torno a Cerro Paranal, en Antofagasta, a liberar de impuestos todo lo que ingresaran al país y a darles estatus de funcionarios internacionales. Todo, a cambio de una condición: los astrónomos chilenos serían contraparte y tendrían de manera exclusiva un 10% de los derechos de observación. Hubo discusiones, pero teníamos de nuestra parte la transparencia de los cielos y la mayor cantidad de días -o noches- de observación posible.
Ese 10% les dio acceso a tantos astrónomos chilenos, entonces en formación, y les permitió empezar a competir o, en algunos casos, a asociarse con sus pares internacionales para tener mayor éxito en sus investigaciones. Desde aquel momento comenzó un desarrollo de los observatorios en Chile hasta llegar a convertirlo en una potencia astronómica de talla mundial. Hoy tenemos 22 observatorios establecidos o en construcción, más de 5.000 millones de dólares invertidos, con una participación de 30% de la Unión Europea, 20% de Estados Unidos y el resto de diversos consorcios, varios de ellos con presencia de países asiáticos. La irradiación de estos avances, como el complejo de radiotelescopios Alma o el Telescopio Gigante Magallanes -a inaugurarse en un par de años-, es múltiple. Ejemplo de ello es el entorno de turismo astronómico que se crea o el enorme desafío de transmitir los datos, que obliga a tener las redes digitales más avanzadas en conexión directa con Chile.
Esa dimensión de desarrollo en torno a una singularidad también la vemos en la historia reciente de Panamá. Allí estuvo la visión de Omar Torrijos, quien logró en 1977 el acuerdo con el Presidente Jimmy Carter, para un traspaso gradual del canal a la soberanía panameña. ¿Podrían manejarlo los panameños como lo habían hecho los norteamericanas previamente por 75 años? ¿Tendrían la capacidad de gestión y los trabajadores adecuados? No solo la tuvieron, sino que el canal, ya plenamente en manos de Panamá, dio un gran salto en su desarrollo cuando el Presidente Martín Torrijos, en 2006, convocó a un referéndum nacional para llevar adelante el proyecto del Tercer Juego de Esclusas, que permitió doblar la capacidad del canal.
Ambas situaciones nos dicen que los referentes de un país en los escenarios internacionales del siglo XXI reclaman un ejercicio de imaginación. De ver aquello que hoy abre la posibilidad de tener un rol decisivo en las demandas globales, en las búsquedas de nuevos conocimientos y nuevos emprendimientos. Algo de esto debiera ser parte de la forma en cómo los países latinoamericanos recuperan su capacidad de pensar juntos: mirar hacia adelante. (La Tercera)
Ricardo Lagos Escobar
Ricardo Lagos: «El Rechazo no es la muerte» 9 abril, 2022
“No me cabe la menor duda de que hay que hacer un cambio, eso estoy diciendo. Es indispensable, porque en caso contrario, me temo que podemos tener una Constitución muy inadecuada para las necesidades del país. Hay algunas cosas que se han aprobado que me parecen muy graves y cuando se les ha hecho ver, efectivamente han retrocedido”.
Con una serie de advertencias respecto del trabajo de la Convención Constitucional, el expresidente Ricardo Lagos analizó el proceso constituyente que vive días clave con consecutivas votaciones en el pleno, mientras una serie de encuestas han marcado que el Rechazo a la nueva Constitución ha aumentado en la opinión pública.
En entrevista con el programa ReConstitución de Radio Duna, que conduce Paula Escobar, Lagos aseveró que la Convención vive “un momento delicado, porque hay que escuchar a los ciudadanos, y es delicado porque todavía podemos arreglar muchas cosas que están en proceso de elaboración. Lo importante es, primero, ponernos de acuerdo en qué es una Constitución”.
El exmandatario se manifestó preocupado por algunos debates y definiciones, particularmente por los relativos a la plurinacionalidad, al sistema político y al Poder Judicial. Sin embargo, afirmó que “quiero suponer que vamos a tener un final feliz”.
Lagos afirmó que los convencionales “han hecho un gran esfuerzo”, pero que “es importante entender cómo establecemos una Constitución que es la casa de todos (…); hay todavía algunas reglas con las que nos sentimos incómodos”. Ello, aunque enfatizó que “la derecha ha hecho harto por ser excluida”.
En particular, detalló su inquietud por “cosas que son elementales. La división de poderes viene de Montesquieu, de hace 200 años (…), discutir ahora si el Poder Judicial es poder o no es poder, a mí me deja incómodo”. Y profundizó respecto del Consejo de Justicia, aprobado ya por el pleno, encargado del nombramiento, gobierno, gestión, formación y disciplina en el Sistema Nacional de Justicia.
“El Consejo de Justicia, ¿Qué va a revisar? ¿Los fallos? Es uno de los puntos concretos, tienen que aclararme qué quiere decir revisión integral. Integral, ¿desde el punto de vista administrativo? Por supuesto. Integral, ¿desde el punto de vista de los fallos? Por ningún motivo (…), la palabrita integral no me la han podido aclarar”.
También ahondó en su inquietud respecto de la plurinacionalidad, con la cual dijo no estar de acuerdo. “No, porque ya hace mucho tiempo que tenemos una bandera, un himno nacional, cuando juega la Roja todos somos chilenos. Se ha ido creando en estos 200 años un imaginario de la patria”.
Y se adentró en la eliminación del Senado que se estableció al interior de la Comisión de Sistema Político. “Los países no nacen en un instante, es un largo proceso. Si de algo está orgulloso Chile es de su historia constitucional (…), esta estableció el sistema de dos cámaras desde que nacimos, porque estábamos todos mirando a EE.UU. (…) Ya en la Constitución de 1828 estaban las dos cámaras, y eso fue siempre así. El Senado fue parte de nuestra historia (…), suprimamos la historia de Allende, de Frei Montalva, ¿de qué estamos hablando?”.
Lagos fue más allá y dijo: “Creo que (la eliminación del Senado) es un grave error”. Y consultado por el argumento de algunos convencionales en el sentido de que esta cámara es una barrera, respondió: “Es un argumento un poquito falaz (…) cuando se planteó la posibilidad de eliminar el Senado dije, ¿y qué va a pasar con las regiones? Porque las regiones tienen que hablar”. Y agregó: “Si (el debate) es solo en la Cámara, que es en función del número de votos de los ciudadanos, quiere decir que las ciudades de Santiago, Valparaíso, Viña y Concepción van a tener el 70% de los votos”.
Luego, al ser preguntado por la preocupación del Partido Socialista respecto de la eliminación de la Cámara Alta y la falta de correlato en sus convencionales, Lagos lo atribuyó a la existencia de un “microclima” al interior de la Constituyente. “Cuando hablo con algunos de ellos, estoy acostumbrado a que me digan ‘perdón, Presidente, usted no sabe cómo está el clima acá adentro’”.
Además de haber logrado el mayor cambio a la Constitución en 2005, que puso fin a los enclaves militares, como los senadores designados y el rol político de los comandantes en jefe de las FF.AA., tras dejar La Moneda, Lagos promovió desde su fundación Democracia y Desarrollo la articulación de académicos para apoyar el proceso constituyente que prometió Michelle Bachelet en su segunda aventura presidencial.
En esa línea, consultado si estaba dispuesto, como algunos excolaboradores suyos, a votar Rechazo en el plebiscito de septiembre, afirmó que “quiero suponer que esto va a tener un final feliz. Ahora, ojo, la Constitución que empezaría a regir es la que lleva mi firma”. Y ante la afirmación del Presidente Gabriel Boric, en cuanto a que si gana el Rechazo regiría una Constitución hecha por “cuatro generales”, respondió: “Tendría que actualizar un poco y ver cuánto nos costó sacar esa reforma (…), nos costó los seis años de gobierno”.
Lagos añadió que “hay un sello que queda en la Constitución de los cuatro generales y que no ha cambiado hasta hoy y que es el Estado subsidiario. No está dicha la palabra subsidiario, pero si hay una actividad que la pueden desarrollar los privados, el Estado no se mete ahí. Mire, cuando nos cortaron el suministro de gas de Argentina, yo entonces pude decirle al señor de la Empresa Nacional de Petróleo ‘traiga gas licuado de donde sea, pero vamos a tener gas ahora, porque yo quiero una autonomía’. Una orden del Presidente y se acabó la discusión”.
Finalmente, el exmandatario planteó cuatro nudos centrales para la discusión constituyente.
“Primero, que lo que entreguen sea una Constitución que no sea pétrea, o sea que se pueda cambiar” por un quórum de cuatro séptimos. Lo segundo, los artículos transitorios “hay que implementarlos paulatinamente, no todos de una vez, pero algunos principios pueden comenzar a regir de inmediato”. Y se manifestó a favor de que parlamentarios en ejercicio terminen sus periodos.
En tercer lugar, planteó como nudo los plebiscitos revocatorios. “Tienen que ser respecto de una autoridad unipersonal, no autoridades colectivas”. Y, por último, afirmó la necesidad de “aclarar el Consejo Nacional de Justicia”.
Lagos enfatizó que aún hay tiempo para hacer estos cambios, a los que agregó también el no equiparar a movimientos sociales con partidos políticos.
Por último, consultado por el escenario en que ganara el Rechazo, el expresidente respondió que “tenemos que buscar los mecanismos. Puede hacerse reforma constitucional a través del Parlamento, que vuelve a corregir la Constitución que tenemos (…). Lo otro sería elijámoslos de nuevo, creo que no están recién elegidos estos parlamentarios, eso es una solución inmediata, y que se pongan a trabajar en serio”.
Lagos aseveró que por la elección del Presidente Boric “y lo que implicó el cambio generacional fuimos noticia mundial, muy bien. Esa noticia hagámosla exitosa y eso quiere decir salir bien de esto, y si salimos mal porque hay Rechazo, hay una solución también. No es la muerte, hay una solución, pero hagamos estas otras cosas para que todos votemos Apruebo”.
Lagos también reveló un diálogo desconocido entre él y Boric, luego de que el Presidente no lo nombrara en el cambio de mando. En ese discurso, el nuevo Mandatario destacó el gobierno de Patricio Aylwin y luego valoró el de Michelle Bachelet, saltándose el de Lagos.
“Me sorprendió, no dolió”, dijo al ser consultado sobre este punto. Luego, reveló que el Presidente le dio explicaciones por esto.
“Él al día siguiente me dio explicaciones. Le dije: ‘Presidente, mire, usted sabe por qué lo hizo y yo también sé por qué usted lo hizo. Entonces tiene usted sus razones, ya nombrar a Lagos era mucho. Usted lo habría querido nombrar pero se habría peleado con muchos de los suyos. Entonces ya me voy a pelear por nombrar a Bachelet, bueno nombro uno y no dos”.
Durante la entrevista, Lagos también deslizó críticas al gabinete de Boric. “Para que las instituciones funcionen hay que entender lo que son las instituciones”, partió diciendo para referirse, sin mencionarla, al caso de la ministra de Bienes Nacionales, Javiera Toro, que abordó un tema de fuera de su cartera cuando aseveró que se debía refundar Carabineros.
“Esa persona tiene que convencerse que a lo mejor mañana va a volver a ser dirigente político y hable de lo que quiera. Pero en tanto usted como ministro, tiene que hablar de lo que es. ¿Cómo no entender, verdad? Es demasiado obvio”, dijo. (La Tercera-Duna)
Ricardo Lagos: “Gobernar implica tener todos los elementos de juicio” 15 enero 2023
El expresidente aborda el complejo momento político del gobierno tras otorgar indultos a presos del estallido social y un exfrentista, y señala que hay que sacar lecciones de la crisis. “Están teniendo un proceso de aprendizaje de lo que es gobernar. Probablemente, todos están aprendiendo dónde están los teléfonos”, afirma. Con mayor preocupación -eso sí- enciende las alarmas sobre el proceso constitucional 2.0 y demanda al mundo político elegir expertos de verdad que legitimen esta nueva oportunidad.
El expresidente (84 años) está preocupado. Considera que este mes de enero se juega un momento clave para el éxito o derrumbe del nuevo proceso constitucional: la elección de los 24 consejeros expertos y el comité de admisibilidad que acompañarán a los 50 constituyentes mandatados para redactar una nueva Carta Magna.
Ricardo Lagos ha observado atento la discusión de la nueva Constitución. Ya lo hizo en el pasado -y fue visto como un factótum- y lo hace ahora también para marcar el rumbo de lo que él considera clave. “Tengo temor que algunos quieran elegir algunos ‘cuates’ de por ahí y no verdaderos expertos”, afirma, como quien enciende un botón de alarma.
La señal más evidente se va a cristalizar en la nómina del Comité Experto que defina el Senado y la Cámara de Diputados y Diputadas en la semana del 23 de enero. Su advertencia es clara: “Si fallamos en este segundo intento constitucional, querrá decir que estamos en una situación muy difícil”.
Aquí, el exmandatario aborda el complejo momento político del gobierno de Gabriel Boric, la polémica que se desató por los indultos, la importancia de la experiencia, la necesidad de la humildad y relata también algunos momentos de su propia travesía por La Moneda.
Ya hay acuerdo y cronograma para el nuevo proceso constitucional. Sin embargo, existe la sensación de que la ciudadanía se desconectó. Sus urgencias son otras. ¿Puede ser un factor en contra?
Es verdad. El tema constitucional está lejos de las preocupaciones de la ciudadanía. De alguna manera, el tiempo constitucional ya pasó. Porque en el intertanto, entre el Covid, las consecuencias de la guerra en Ucrania, nuestros problemas se agudizaron con la inflación. La gente vive hoy una situación más difícil.
¿Está más agobiada?
Agobiada, esa es la palabra. Y cuando usted está muy agobiado, se pone malhumorado. Entonces, tenemos un país malhumorado, enrabiado. Muchos amigos de afuera me llaman para que explique qué le pasó a Chile que está igual que el resto de América Latina.
¿Y qué les responde usted?
Que hay un contexto internacional muy duro, pero que también nosotros tenemos culpa. Dígame usted, ¿por qué cuando el Presidente dice: ‘voy a hacer un indulto’, el otro le dice: “Bueno, si usted indulta, me voy de la mesa de seguridad”. Eso sólo empeora las cosas. No hay diálogo.
Pero ahí usted no está recogiendo la dificultad que ha habido con los indultos.
No, por supuesto que no. Pero a lo que voy es que ese tipo de actitudes introduce elementos adicionales a la complejidad que ya teníamos. Por lo tanto, si bien es cierto que no existe una demanda ciudadana por el tema constitucional, no podemos dejar ese capítulo abierto. Hay que cerrarlo bien.
Ya hay un acuerdo político en curso…
Sí, y ese esfuerzo ha sido encomiable. El Congreso delegó el poder en una Asamblea que tendrá 50 miembros y lo hizo con algunas condiciones. Habrá una comisión de 24 expertos que van a colaborar con un borrador. Pero aquí es muy importante que los expertos sean personalidades realmente reconocidas. El mismo criterio corre para el comité de admisibilidad.
Usted sabe que hay reparos con el rol de los expertos. En el mundo progresista hay quienes consideran que todo va a estar demasiado pauteado.
Bueno, es consecuencia de que se hizo una Constitución que contenía temas que no debían estar, que eran asuntos de políticas públicas. Una Constitución es la ley de leyes. Por eso la importancia de elegir bien a estos 24 expertos y los 14 miembros del comité de admisibilidad. Deben estar a la altura de las exigencias académicas, intelectuales y de conocimiento que el proceso requiere.
El proceso también requiere legitimidad ciudadana. ¿Esta estructura se lo puede dar?
Por eso es que los expertos deben ser reflejo de la diversidad de la sociedad chilena. Además, aquí debe estar presente la bendita igualdad entre hombres y mujeres. El consejo de expertos debe ser paritario. ¿Ha visto que en el debate informal sólo se habla de varones? Bueno, el rol de las mujeres va a ser fundamental. Y los partidos deben entender la enorme responsabilidad que tienen.
¿Por qué tanto?
Porque si los expertos no están a la altura, estaremos en problemas. Eso es lo que me tiene más preocupado hoy. Yo espero que elijan a los mejores para que no haya cuestionamientos. La opinión pública, los medios de comunicación van a estar atentos. Y algunos piensan que pueden nombrar a su jefe de gabinete. ¡Eso no puede ser!
¿La advertencia es porque ya está viendo esa inclinación?
Uno ve que salen nombres muy prestigiosos, jóvenes que tienen muchos títulos, pero que están en los inicios de su carrera. Y si algo hemos aprendido en estos meses, es que también hay que tener un poquito de experiencia. No solamente la sabiduría que te dan los papers o los títulos profesionales. Tiene que haber experiencia, personas legitimadas.
¿Algo así como un revival de los viejos?
Exactamente.
También será clave la elección de los 50 consejeros constitucionales. Se supone que ahí radica el poder. Ya se abrió la discusión de si los partidos deben ir en una lista o en dos. ¿Qué cree usted?
Ese es un tema de la política contingente. Algunos ya han dicho que quieren ir solos. Otros quieren formar una coalición más amplia. Lo importante es que cada sector tenga suficientemente claro lo que quiere hacer en materia constitucional y tengan capacidad de diálogo con los 24 expertos y el comité de admisibilidad.
Dice que la discusión sobre en cuántas listas competir es política contingente, pero el resultado final del texto va a depender de quien tenga más consejeros, ¿no?
Es que aquí viene la discusión de con quién sacas más votos. Si juntándose con uno o separándose del otro. Es una vieja discusión de la política. ¿Durante cuántos años existieron diferencias entre la izquierda y los democratacristianos? Muchos. Sin embargo, cuando llegó el momento de enfrentar una dictadura entendimos que podíamos construir un engranaje en torno a las ideas democráticas. Así surgió la Concertación.
Pero Chile cambió…
Bueno, entonces es muy importante no equivocarse en este viejo dilema de las coaliciones. Que si entra gente por este lado, capaz que se me vayan los del otro lado y viceversa.
Ese debate ya está en curso en el PS y el PPD, partidos que usted conoce bien. Creen que al ir juntos con el PC y el FA pueden perder identidad o descuidar a los propios. ¿Existe ese riesgo?
Entiendo perfectamente las dificultades que hay porque –en definitiva- después del resultado del plebiscito, el Presidente Boric reorganizó su gabinete con gran realismo. Pongámoslo así: Mario Marcel dejó de estar solo. La entrada de dos mujeres en carteras importantes, como es la Secretaría General de la Presidencia y el Ministerio del Interior, habla por sí sola.
¿Qué quiere decir con eso?
Que ahí hubo una elección muy corajuda por parte del Presidente. Me refiero a que enfrentado a ese nuevo escenario, el Presidente entendió lo que había que hacer. Ahora, esto también puede ser una definición similar, pero es algo que deben resolver ellos.
Pero eso puede tener efectos, ¿no? Porque si las coaliciones del gobierno quedan en minoría, la derecha va a influir más en el texto final.
Lo que digo es que si usted se extiende hacia un sector, probablemente empiece a perder hacia el otro sector. Y si usted dice: “vamos en dos listas”, en la segunda lista usted incorpora lo que queda de la DC, al mundo liberal o radical. ¿Qué es mejor? ¿Dos listas o una?
¿Que dice usted?
Que es una opción. No es un dogma… Pero es un asunto que tienen que analizarlo ellos. Para mí, lo de fondo, lo más relevante, es cómo van a proceder los partidos políticos para nombrar el comité de expertos y de admisibilidad. Mi inquietud es que los dirigentes estén a la altura de esa definición.
¿Realmente podrían no estarlo?
Algunos pueden creer que pueden seguir girando… ¡No, señores! El país los está observando. Y lo digo así porque esto puede ser fatal. O sea, si no se hace lo que corresponde, podemos seguir caminando por un país que está un poquito a la deriva. Y si fallamos en este segundo intento constitucional, querrá decir que estamos en una situación muy difícil.
¿Qué pasa si se junta la evaluación del gobierno con el plebiscito de salida de este segundo proceso constitucional?
Quiero pensar que este proceso constitucional va a tener éxito. Ya está establecido un itinerario. Todo se resuelve durante este 2023. Por eso es tan importante hacer las cosas bien. Hago un llamado solemne a los partidos: pongan el interés de Chile por delante eligiendo a verdaderos expertos para darle legitimidad a este proceso.
¿Su temor es que puedan terminar eligiendo operadores políticos?
Tengo temor que algunos quieren elegir algunos “cuates” por ahí y no verdaderos expertos. Y así no se construyen los países. Hay momentos en que hay que pensar en grande y poner el interés nacional por sobre el interés particular. Mire, tengo muchos amigos que todavía me dicen que nunca llegaron a conocer Cerro Castillo. Me da pena, pero, ¿qué les digo? A Cerro Castillo se iba a trabaja
Hay un tema con la calidad de la democracia y la fragilidad institucional. Los indultos enfrentaron al Poder Ejecutivo con el Poder Judicial. ¿Lo ve con preocupación?
Creo que el gobierno ha hecho una autocrítica y ha respondido de una manera muy potente con el nombramiento del nuevo ministro de Justicia. Ahí es donde está radicado el tema. Y, claro, yo diría: pastelero a sus pasteles. Lo normal en el Ministerio de Justicia es que quien está en ese cargo, independiente de su color político, tiene que ser un jurista reconocido por sus pares.
¿Y no pasaba eso con la ministra Marcela Ríos?
A ver, ¿cuál es la razón de la hegemonía, si se puede hablar así, del ministro de Hacienda? Que sus pares no le discuten. Sus conocimientos son respetados. Bueno, el nombramiento del nuevo ministro de Justicia, ha sido recibido con aplausos por todos. No me cabe duda que lo primero que va a ocurrir es un normal funcionamiento del aparato de Justicia. Por ejemplo, Luis Bates fue mi ministro de Justicia y durante muchos años fue abogado integrante de la Corte Suprema. ¿Cómo lo reciben cuando llega? Bueno, como a un compañero de trabajo porque buena parte de los ministros han sido abogados integrantes.
O sea, la experiencia sí importa, ¿ese es el dogma que se ha caído aquí?
Claro, por eso fue importante la rapidez con que reaccionó el gobierno. En los primeros dos o tres días que se nombró al nuevo ministro de Justicia, el tema empezó a bajar.
Usted fue Presidente. De estos temas sabe. ¿Cómo se hace para otorgar indultos de manera prolija?
Es que cada indulto tiene sus razones de ser. Yo no quiero entrar ahí porque es una facultad del Presidente de la República. Él tiene los elementos de juicio. Aparentemente no los tuvo todos y en consecuencia pudo haber cometido errores. Para enmendarlos, ya tiene nuevo ministro. Ahora, dicho esto, claro que hay que sacar las lecciones.
¿Cuáles?
Bueno, gobernar implica tener todos los elementos de juicio. Y esos elementos de juicio se van formando también. Entonces, creo que es una enseñanza de humildad para aquellos que creían saberlo todo.
Cada tanto usted dice que Chile ha retrocedido o que podríamos estar a la deriva. Muchos lo critican por eso. ¿Cuáles son esos riesgos que está viendo?
Que no se reconozca que tenemos que alcanzar consensos. No podemos seguir aceptando que solo mi verdad es la que vale. Pero para eso hay que tener un criterio amplio. Cuando goberné también eran momentos muy complejos y difíciles. ¿Y sabe cuál fue el desafío que me pusieron mis asesores? Me dijeron: “Presidente, queremos que usted salga caminando de La Moneda”. Me quedé helado. Les pregunté: ¿y eso qué quiere decir? Bueno, que no queremos que salga… (silencio)
… ¿En un helicóptero?
En un helicóptero o que salga muerto. Si pues, eran las dos posibilidades.
¿Lo dice por Salvador Allende?
Exacto. Ese era el ambiente. Entonces, lo primero que tenía que demostrar era que la izquierda podía gobernar. Y después de mi gobierno nadie dudó que la izquierda sí podía gobernar. Y me di el lujo de elegir no solamente una sucesora, sino que una mujer fue Presidenta por primera vez en la historia de Chile.
¿Y esta izquierda joven también tiene que demostrar que puede gobernar?
Me parece que esa izquierda tiene que ejercer rápidamente y entender con humildad que hay un saber mover el aparato público. No es fácil. Al revés. Lo más difícil es el aparato público.
¿Cuánto influye el tema de los liderazgos? Porque el hecho de haber perdido con un 62% en el plebiscito dejó al oficialismo en una posición más débil…
Todos hemos vivido momentos más duros, más malos. Muchos hablaron de que determinados problemas iban a botar a Lagos. Pero cuando llegué a estar más bajo en las encuestas tenía 42% o 44% de aprobación. Claro, me fui con un 70% de apoyo. Pero eso es pasado. Son otras historias, otros momentos…
Ahora es la situación inversa. El Presidente tiene un 70% de desaprobación.
Pero tenemos un Presidente que después de lo que ha pasado, él mismo reconoció las desprolijidades que había habido por parte de sus asesores. Tomó medidas duras. En consecuencia, creo que ha sacado las lecciones del caso. Mi sensación es que es un hombre que aprende muy rápido.
Quizá la pregunta sea cómo se gobierna con un 70% de desaprobación.
Yo diría que es malo gobernar pensando en las encuestas. Se gobierna desde la convicción más íntima que uno puede tener. El problema es que esas convicciones tenemos que pasarlas por el tamiz de la realidad. De cuál es la posibilidad de llevar adelante esas ideas brillantes que tengo. Y esa no es una experiencia acomodaticia. Es realismo político. Y no me cabe duda que las preguntas que usted me está haciendo, el propio Presidente se las debe estar haciendo a sí mismo… En su defensa, fíjese usted las cosas que parecieron imposibles en el primer año y que se hicieron. Hay acuerdo con la Unión Europea. Hay acuerdo con el TPP-11. El Presidente tiene un orden de prioridades.
El difícil arte de gobernar…
Sin duda que es difícil gobernar en el momento en que él asume. No lo puedo comparar con cuando asumí yo. No solamente tenía un cierto liderazgo político. Asumí después de haber sido ministro de Educación y de Obras Públicas. Entonces, claro, cuando llegué a la Presidencia sentí que solo me estaba cambiando de escritorio. No había novedades para mí en La Moneda y ya había aprendido de los dos presidentes anteriores… Ellos están teniendo un proceso de aprendizaje de lo que es estar en el gobierno y de lo que es gobernar. Probablemente, todos están aprendiendo dónde están los teléfonos. Es un proceso de adaptación en que, además, estamos en medio de un cambio epocal.
“La izquierda tiene que ser más pragmática”: Ricardo Lagos 23 enero 2023
Ricardo Lagos Escobar fue uno de los cuatro presidentes de la Concertación de Partidos por la Democracia (junto a Aylwin, Frei-Ruiz Tagle y Bachelet) que gobernaron a Chile desde el retorno de la democracia en 1990 hasta 2010 (estuvo en La Moneda entre 2000 y 2006).
Socialista, doctor en Economía y exministro durante los gobiernos de Aylwin y Frei, Lagos es la versión fidedigna de un hombre de Estado, aún activo, consultado y escuchado ampliamente, lo que, por supuesto, no lo exime de polémicas, como la que se desató hace unos meses cuando criticó públicamente el proyecto de Constitución que, a la postre, sería ampliamente rechazado en el plebiscito del 4 de septiembre.
Conversamos con él en la sede de la Fundación Democracia y Desarrollo que preside, en Santiago.
¿Cómo ve la nueva ola de gobiernos de izquierda en América Latina?
Creo que lo que hay acá es básicamente un cambio generacional, que tiene que ver con un cambio de época de otra envergadura, y es el paso del mundo industrial al mundo digital. Y este es un cambio del que no nos hemos dado cuenta: seguimos trabajando con los valores y las herramientas propias de la Revolución Industrial. Hay una nueva generación que está a mitad del camino entre la época de ayer y la de hoy. Y estos de ahora que están en el gobierno en Chile, con el mayor respeto dicho, creen que el mundo comienza con ellos, porque lo digital comienza con ellos, y tienen razón para creérselo.
Eso ocurre en Chile. Pero en otros países están volviendo líderes que tienen una larga trayectoria. Pienso en Argentina, Brasil, México y Colombia…
Ahí es distinto. Eso tiene que ver más bien con cambios de gobierno, no con cambios generacionales. Que entró Bolsonaro y llega Lula de vuelta, que la marea rosa… la verdad, no sé, es relativo, no me gustaría extrapolar en esa forma. Porque Argentina siempre ha sido Argentina. A ver, ¿qué cambio político tan grande hizo Macri? Siguieron igual de endeudados, igual pidiendo plata al Fondo. Y bueno, Bolsonaro es Trump. No sé si hubiese Bolsonaro sin Trump. Entonces yo no veo tanta marea rosa. La veo sí con claridad en Colombia, ahí hay un cambio. Normalmente Colombia siempre fue un país un poquito de élite. Pero desde la alternancia en el poder entre liberales y conservadores, que un día se pactó tal cual, después siguió esta alternancia más o menos, ¿no? Sí creo que hay una necesidad urgente de reparar las desigualdades en la región. Es una llaga presente que no hemos podido extirpar.
¿Usted ve en este proceso una izquierda pragmática o socialdemócrata? ¿Cómo la definiría ideológicamente?
Yo creo que tiene que ser más pragmática, si es inteligente, esperemos que sí. Porque lo que está claro es que nadie le discute a usted cuando dice: quiero un país donde haya un Estado social, democrático y económico de derechos. Pero eso lleva una cierta forma de organización de la sociedad y a un cierto rol del Estado. Y creo que eso ya está permeado mucho, o sea, cuando usted me dice sí, porque mire que Finlandia. Sí, está bien, ¿pero para eso hay que ser finlandés, sueco o noruego? Creo que está bastante difundido en el sentido de, sí, somos un país de ingreso medio. Entonces, me da rabia cuando veo que estamos de nuevo teniendo que erradicar campamentos (cambuches). ¿Cómo va a ser eso posible si yo erradiqué el último campamento? ¿Qué es lo que se hizo después? Ah, no, es que dábamos unos vales para ir a comprar la casa. Bueno, pero nadie tenía interés en hacerle casa para ese vale. Esto de que el mercado ordena, ¡no ordena nada!
¿No siente que hay cierto pudor de los gobiernos de izquierda a asumir una concepción más clara del orden público y la estética urbana? Como si fuera un tabú, un tema que hay que dejarle a la derecha…
Bueno, esa parte yo no la entiendo. Porque el orden público es uno solo, no hay uno de izquierda y otro de derecha. El orden público consiste, a mi juicio, en que el único poder legítimo para usar la fuerza lo tiene el Estado. Y cuando llega alguien que cree disputarle ese monopolio, entonces no estamos dentro de un Estado de derecho, me está cambiando las reglas del juego. Porque alguien se puede imponer por su pistola, por lo que él tiene. Entonces, claro, usted puede tener mecanismos civilizados para discrepar, como es el derecho a huelga. Pero el derecho a huelga está reglado, ¿verdad? O sea, hay mecanismos para poder protestar. El derecho a la reunión, todos esos derechos están reglados. Pero que usted me diga que voy a ocupar las carreteras como camionero y a partir de que ocupo la carretera entonces ahora hablamos de igual a igual, no lo puedo aceptar.
¿Y qué piensa de quienes dicen que eso es fascismo o autoritarismo y desconocer derechos ciudadanos?
No, los derechos ciudadanos se ejercen de acuerdo con la ley. Los ciudadanos tienen todo el derecho a manifestarse, ir a protestar y decir que el presidente no sirve para nada. Y el presidente está obligado a proteger a esos ciudadanos para que digan que él no sirve para nada. Cuando era chico, caminaba por medio de La Moneda cuando iba a estudiar al Instituto Nacional. Y cuando llegué a presidente, dije: voy a abrir La Moneda de nuevo. Y abrí La Moneda. Y de repente, mientras pasaba, vi que un señor desprendió un lienzo (un puesto) en la acera. No fue necesario que bajara yo a decirle que sacara el lienzo. Los que estaban alrededor le dijeron: señor, ese lienzo, afuera de La Moneda.
¿Sigue siendo Chile un laboratorio de políticas o eso es más una fama que tiene el país hacia afuera? Lo pienso porque se dijo que el proceso constituyente tenía cierto grado de experimentación.
No. A ver, todo tiene una historia. Chile ha sido siempre un país pobre. Chile era capitanía general, no más, pues no era virreinato. Cuando es virreinato usted llegaba con la señora de España, y llegaba una corte. A Chile llegaban a pelear. Acá no había oro, había algo de plata, pero poca. ¿Entonces, qué? Es cierto, había mapuches, que eran peleadores, a ambos lados de la cordillera. El único lugar donde llegó un ejército español, directo de España para acá, fue Chile. Como dijo un rey español: los mejores de mis valientes de Flandes los perdí en la Araucanía. Chile tuvo el alto honor porque los mapuches peleaban, entonces mandaron un ejército. Si usted ve la historia del ejército de Chile, ellos existen desde antes de la República de Chile porque ese ejército llegó de España y ellos se consideran descendientes del ejército profesional que llegó de España. Y ese ejército siguió en Chile, porque no se iban a devolver para allá. Y no necesito decirle que esos españoles llegaron todos sin señora. Y lo que pasó después lo podemos entender, ¿verdad? Esos son los criollos. En fin, hay muchos mestizos.
Se nos olvida que la gran diferencia entre América Latina y Europa es que en América Latina nunca domesticaron el caballo. En Europa lo domesticaron. ¿Sabe lo que implicó domesticar el caballo? Que por primera vez el ser humano podía caminar 200 km en un día. Pero como ser humano a pie no puede más de 50 km. Y caramba que es distinto que usted pueda andar 200 km de conocer alrededor que solo 50 km. Alejandro Magno no habría existido sin el caballo domesticado, y el caballo se domesticó el año 3000 a. C.
Segunda diferencia: nunca supieron leer ni escribir en América Latina. El lenguaje se transmitía oralmente. Por tanto, en el Chile de hoy, cuando a mí me hablan del pueblo atacameño, yo les digo, ¿me podría decir cómo hablan en ese pueblo? Y te miran diciendo, pero señor, si el último que hablaba atacameño se murió hace 100 años. ¿Por qué te digo esto? Porque cuando tienes una Constitución que te dice “Chile, Estado plurinacional” yo digo, ¿podría usted agregarle tres palabritas a lo que acaba de decir? Chile Estado plurinacional en su origen.
¿Será que nos avergonzamos del mestizaje y no lo hemos aceptado?
Mire, es que todos somos mestizos. Ahora con el ADN usted puede tener cosas que son increíbles. Conozco a una familia que son todos suizos, y ahora alguien de ahí se hizo un ADN en Estados Unidos y le dio que era mapuche.
Durante el debate de la nueva Constitución usted planteó el tema de partisanismo. Creo que es una característica de la política de hoy en general: la dificultad para alcanzar acuerdos nacionales.
Bueno, es que, si tú te das cuenta, cuando el presidente electo al día siguiente o subsiguiente va a ver a la Convención y dice, espero que no sea una Constitución partisana. Y bueno, a mi juicio, la Constitución que se hizo era muy partisana. Este es un punto que en su momento conversamos con el presidente Boric, y yo le dije que me parecía que la Constitución era partisana. Y que él fue allá a pedir que fuera no partisana… no le hicieron mucho caso. Porque si usted lee el texto constitucional que se aprobó, es partisano.
¿Cuándo sabe un gobernante si ser pragmático o ser firme con sus convicciones? ¿Hay alguna clave o simplemente las circunstancias van marcando eso?
Yo creo que un gobernante tiene que saber lo que son sus gustos propios de lo que son una ambición-visión ideológica. La ambición-visión es otra cosa. Pero usted gobierna para todos, no para los suyos que piensan como usted. Y eso es muy importante tenerlo presente. Yo no tengo derecho a imponer mi punto de vista al resto. Pero también tengo derecho a imponer los puntos de vista que implique el respeto para todos los seres humanos en una ciudad. Que todos los seres humanos seamos iguales en dignidad, ese el punto de partida. A mí me encanta lo de Bobbio cuando dice que todos tenemos que ser iguales en algo, y eso es el mínimo civilizatorio. El mínimo civilizatorio por definición es un concepto dinámico.
¿Cuál es su diagnóstico de la situación actual de la socialdemocracia? ¿Cree que goza de buena salud o está en crisis?
Yo creo que es parte de la crisis, porque la socialdemocracia surgió como un camino del socialismo pero con vagones, y las discusiones que hubo sobre el particular en Europa. Pero, sí creo que el tema de por qué se produce esta crisis del sistema democrático no alcanzamos a resolverla del todo cuando nos cayó la crisis del cambio de época. Y esa crisis estamos recién viendo de qué se trata. Va a haber instituciones políticas que hoy en día no concebimos. Porque gracias a lo digital el príncipe va a poder escuchar lo que quiera. “Si está de acuerdo con lo que yo voy a hacer marque 1; está en desacuerdo, marque 2; no quiere opinar, marque 3”. ¿Qué institución política es la que le va a permitir al príncipe saber lo que la gente quiere? Está por verse, pero de que eso va a existir, va a existir.
¿Quizá por eso están tan desprestigiados los congresos y los parlamentos? ¿Por qué no tienen el timing para saber qué quiere la gente?
Bueno, yo no requiero un intermediario para decir que esto es una porquería. Y algún tipo de medida va a tener que haber para que el Gran Hermano diga lo que se puede y no se puede decir. Entonces creo que estamos todavía en un terreno muy resbaloso y tentativo, porque estamos en presencia de algo que no concebíamos. Cuando nace internet nos damos cuenta de que hemos creado una herramienta de una importancia que nos sobrepasa, y ¿cuáles van a ser las consecuencias políticas de eso que hemos inventado? Entonces, de repente nos dimos cuenta de que el planeta era finito. Pero, cuando usted pasa de 1000 millones a 1600 en 100 años, entre el año 1800 y el 1900. Para la Revolución Industrial éramos 1000 millones, 100 años después, éramos 1600 millones y después 6000: eso no lo habíamos visto nunca en la historia de la humanidad.
Y ahora, 8.000.
Solo en los últimos 20 del siglo pasado nos dimos cuenta de que no podíamos seguir depredando. Antes pensábamos que el planeta era infinito.
Lagos y rechazo a la reforma tributaria: “No podemos darnos el lujo de decir ‘esperemos un año’ 17 marzo 2023
“Preocupado”. Ese es el estado de ánimo del expresidente Ricardo Lagos por estos días. Como un verdadero balde de agua fría le cayó la decisión de la oposición de rechazar la idea de legislar de la reforma tributaria en la Cámara Baja y siente la responsabilidad de salir a demandar que se busque un acuerdo para concluir un tema que, desde su punto de vista, lleva muchos años postergado.
Lagos advierte que Chile está inmerso en una crisis mundial cuyos efectos no puede soslayar y valora algunas de las medidas que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha desplegado para buscar un acuerdo en torno a una reforma tributaria. Pero sobre todo advierte que “algo muy importante es qué medidas tomamos para reactivar la inversión, ese es el punto crucial”
– A propósito del rechazo, usted dijo que la oposición quedaba al debe y que se tenía que abrir al camino del diálogo y del entendimiento, ¿no le adjudica ninguna responsabilidad al Gobierno?
– Siempre es complejo entrar al tema tributario, porque implica transferir recursos del Estado al resto de la sociedad o, a la inversa, que la sociedad transfiera recursos al Estado. Pero lo que me parece absurdo es decir ‘me niego a legislar’, porque rechazar un proyecto de esta naturaleza quiere decir que no se quiere legislar sobre el tema. Entonces, decir rechazo a sabiendas que eso implica que durante un año no se puede volver a presentar, me parece que Chile no se puede dar ese lujo.
– Pero se lo dio, entonces ¿qué viene ahora?
– Ahora, hay que revertir la situación y, en ese sentido, el ministro (Mario) Marcel ha sido muy claro en la necesidad de reponer y alcanzar acuerdos. Porque se trata de temas que son muy concretos y frente a eso me ha parecido indispensable hacer un llamado a que Chile retome en sus manos la posibilidad de legislar sobre este tema que no puede esperar un año. Cuánto tiempo llevamos hablando respecto de los temas que están candentes y que no están solucionados, pero con esto hay un intento de empezar a caminar para solucionarlos.
– Algunos plantean la necesidad de hacer un “trato tributario” expresado en leyes permanentes en el tiempo, a su juicio ¿cuáles deberían ser las bases de ese pacto?
– Me parece muy importante entender que estamos en una situación internacional totalmente compleja y distinta de la que había hace seis meses y, de repente, tenemos en Estados Unidos la quiebra de un importante banco como resultado de la cual se arrastra una situación muy compleja ¡Y que nos afecta directamente! Se produce en Estados Unidos y automáticamente repercute en todas las bolsas de América Latina y, por cierto, en la bolsa chilena. En consecuencia, no entender que estamos en una situación distinta, porque tenemos un mundo que producto de la guerra en Ucrania -digamos las cosas como son- entró en una zona de turbulencias. No es menor que tengamos un cuadro internacional muy complejo y estamos en una situación muy crucial como país, no podemos darnos el lujo de decir ‘esperemos un año’.
– ¿Cuáles deberían ser los pilares de este acuerdo tributario?
– Algo muy importante es qué medidas tomamos para reactivar la inversión, ese es el punto crucial, porque en términos de turbulencia, la gente dice ‘voy a esperar a ver qué pasa’, otros dicen ‘ya no espero, saqué la plata de Chile’, porque hoy basta un clic y se producen las transferencias de capitales. Entonces, las declaraciones (del ministro de Hacienda) ayer (miércoles) en la universidad son muy importantes, donde plantea que el Gobierno busca reponer medidas proinversión en la reforma tributaria, cuáles son estas medidas proinversión, se señalan dos: primero, rebajar durante dos años el impuesto de primera categoría a las PYME; y, lo segundo, que es igualmente importante (…) se da un tratamiento especial a las pérdidas de manera de tener capacidad de recuperarlas.
– ¿Y van por buen camino?
– La primera básicamente está dirigida a las pequeñas y medianas empresas y, en consecuencia, el que haya un tratamiento especial para ellas es lo que permite que sobrevivan y sabemos su importancia desde el punto de vista de la contratación de mano de obra. Hay temas muy concretos a los cuales en este momento hay que darle particular importancia. Ahora, no es sólo Chile, todos los países están enfrentados a esta definición, cómo Chile se va a dar el lujo de esperar un año. Se puede discutir lo que es más eficaz ¡Pero discutámoslo, pongámonos de acuerdo!
“¿Queremos un nuevo 18-O?”
– Da la sensación de que quedó impactado con lo que hizo la
“Algo muy importante es qué medidas tomamos para reactivar la inversión, ese es el punto crucial”
“No nos engañemos (…) no podemos seguir pensando que tenemos mucho tiempo, el momento de actuar es hoy”.
“Lo que ha hecho la Cámara Baja me parece un tremendo error que se ve agravado porque esta última semana hemos visto las crisis que se han producido en el sector financiero y la crisis de ayer (miércoles) del Banco Credit Suisse, hoy día (jueves) repercutió en la bolsa en Chile”.
oposición.
– Lo que me tiene impactado es la liviandad con que estamos rechazando, muchas veces, la idea de legislar sobre determinados temas; pensamos que esa es la forma, hay temas que tenemos pendiente porque los estamos chuteando para adelante desde hace mucho tiempo. Y ahora tenemos una crisis mayor que nos llega de afuera… ¡Este es el momento, ahora o nunca! Porque qué esperamos, ¿el año? Entonces, ¿queremos un nuevo 18-O?
– ¿Qué consecuencias podría tener postergar un año la reforma tributaria desde el punto de vista de los compromisos sociales del Gobierno?
– Sé que es difícil discutir los temas tributarios, pero también quiero decir las cosas con mucha franqueza: no conozco ningún país del mundo en donde casi la mitad del financiamiento fiscal viene del IVA. Esa es una cifra que nos debe avergonzar a los chilenos, pero ha sido consecuencia de que el sistema tributario ha sido incapaz de satisfacer las demandas de la sociedad chilena, los sucesivos últimos gobiernos que hemos tenido han comenzado a endeudar a Chile. Es feo que diga… pero cuando me fui el 2006 la deuda de Chile era 5% del PIB y hoy la deuda es más del 40%.
– ¿Le gustaba la reforma tributaria original o había que hacerle muchos cambios?
– Para serle franco me pareció que era un debate que estaba bien colocado en el Congreso, donde mayorías y minorías participan del juego democrático. En consecuencia, no me involucré en el tema, pero estaba seguro de que se iba a legislar. Pero cuando se rechaza la idea de legislar y se dice que no se va a legislar durante un año, me pareció que eso no podía ser. Esa es la razón por la que me permití una pequeña declaración y ahora porque estamos hablando el tema, porque me parece que como expresidente no puedo callar ante algo que es tan grave para el país. Porque el interés de uno es cómo Chile vuelve a estar en la primera fila de la platea por buenas razones.
– El presidente de la UDI, Javier Macaya, plantea que sus dichos se pueden deber justamente a que no siguió el trámite de la reforma, porque de haberlo hecho habría escuchado las observaciones de expertos tributaristas, PYME, Colegio de Contadores, entre otros, que realizaron observaciones que no fueron acogidas.
– Siento el mayor de los respetos por el senador Macaya. He tenido posibilidades de conversar con él y creo que tiene una mirada desde arriba, que es lo que muchas veces hace falta. En ese sentido, respeto mucho lo que él diga. Dicho esto, lo único que digo es que se trata de alcanzar un consenso sobre el tema, entre los legisladores. Lo único que no me parece adecuado es decir ‘posterguémoslo un año’. Sobre cada uno de estos temas puede haber distintas opiniones, pero me parece un buen punto de partida el que ha planteado el ministro. Se pueden discutir las medidas mismas, pero no podemos dejar de tomarlas ahora, porque ahora es la crisis que no sólo se reduce a Chile, estamos inmersos en un mundo tremendamente conflictuado, estamos recibiendo los coletazos de aquello y está afectando también nuestra realidad y eso es lo que debemos abordar.
– ¿Siente que la oposición quiere postergar este debate?
– Creo que sí, (aunque) está en su legítimo derecho. Además, es importante lo que ocurrió ayer (miércoles), ahora tenemos a un nuevo presidente del Senado. En el sentido del respeto a la institucionalidad propia del Poder Legislativo, en que la Cámara Alta se dio una fórmula -porque tenían una situación de gran equilibrio entre Gobierno y oposición- que se concretó en un acuerdo de caballeros que permitió que primero presidiera el sector pro gobierno y luego el sector de la oposición. Pero ambos, estoy seguro, están gobernados por el mismo espíritu de encontrar un consenso.
– Mientras se busca un acuerdo en la reforma tributaria, Marcel decidió seguir avanzando en el royalty minero, para luego seguir con impuestos correctivos y rentas regionales. ¿Le parece buena idea?
– Es una forma de abordar el tema, en consecuencia, hay distintas opciones, pero creo que si nos escuchamos, vamos a alcanzar un consenso. Pero hay que resolver el tema ahora, porque durante mucho tiempo no lo hemos querido resolver. Ahora, ante esta crisis internacional, que es grave, nos obliga a tomar las medidas, eso es lo que estoy demandando. Y no es susceptible de esperar un año. Lo que ha hecho la Cámara Baja me parece un tremendo error que se ve agravado porque esta última semana hemos visto las crisis que se han producido en el sector financiero y la crisis de ayer (miércoles) del Banco Credit Suisse, hoy día (jueves) repercutió en la bolsa en Chile. Entonces, cómo no entender que estamos recibiendo las consecuencias de esta crisis y no puede ser quedarnos de brazos cruzados durante un año.
“La necesidad tiene cara de hereje” -¿Diría que hay que avanzar en la medida de lo posible?
-Es que de alguna manera tenemos que tomar en cuenta que la necesidad, bueno, tiene cara de hereje… La necesidad nos obliga ahora a consensuar lo que no hemos sido capaces durante varios años. ¡Para que andamos con cuentos! Tenemos temas pendientes de antes que se ven agravados con la crisis de ahora, no podemos darnos el lujo de seguir esperando. El ministro está proponiendo determinadas opciones, pero son opciones, puede haber otras formas y estoy seguro de que personas… Tenemos a un presidente del Senado con una larga trayectoria política y experiencia, no me cabe ninguna duda que él va a hacer todo lo posible también, igual que el ministro Marcel, por encontrar una solución.
– Le tiene fe al senador Coloma.
– Conozco al nuevo presidente del Senado desde hace un largo tiempo y no me cabe duda que él también se da cuenta de la urgencia y va a querer iniciar su presidencia del Senado con el pie derecho, contribuyendo a encontrar un consenso.
– ¿El Gobierno debiera insistir con el impuesto al patrimonio y la desintegración del sistema?
– Es interesante lo que está ocurriendo con este impuesto al patrimonio. Cuando Estados Unidos dice ‘quiero que el impuesto al patrimonio de los súper ricos sea un acuerdo tributario internacional, porque si yo lo establezco en Estados Unidos, los ricos se van a ir a otro lado’. Si lo dice el presidente de Estados Unidos, sabemos en qué mundo vamos a vivir… Creo que estamos entrando a una etapa distinta, me temo que estamos pasando del Estado Nación soberano a una región de Estados que -para ser escuchados- tienen una mirada común. Tendremos que reflexionar acerca de cuánto de la autonomía tributaria de cada país todavía puede existir respecto de ciertos temas, donde si no lo resuelve bien la capacidad de seguir invirtiendo en ese país disminuye.
– ¿Cuánto perjudicaría al Gobierno no poder avanzar en una reforma tributaria?
– Creo que estamos, entonces, sembrando tempestades futuras. No nos engañemos, hemos estirado la cuerda durante mucho tiempo, el tema tributario se ha venido alargando durante mucho tiempo y ahora estamos ante una situación de crisis que nos llega de afuera, no podemos seguir pensando que tenemos mucho tiempo, el momento de actuar es hoy.
Artículo La Tercera, 31 diciembre 2023
Elecciones en México, EE.UU. y la unidad de latinoamérica
Por Ricardo Lagos
La clave del diálogo entre el norte y el sur hemisférico pasa por construir mayor unidad regional. Dejar de lado lo que nos fragmenta y aprender a hablar de cooperación. Pensar más en la gente y menos en las zancadillas políticas.
ste 2024 traerá dos elecciones presidenciales y parlamentarias claves en América del Norte, cuyas irradiaciones tendrán eco en todo el mundo: el 2 de junio será la elección presidencial en México y el 5 de noviembre, en Estados Unidos. Ambos procesos generan muchas preguntas, pero tal vez las más importantes son: ¿Cuánto incidirán en los desafíos del siglo XXI y cuánto en las actuales confrontaciones heredadas del siglo XX?
Un hecho está claro: el 1 de octubre, México tendrá por primera vez una mujer en la Presidencia de la República. Esto, porque dos mujeres encabezan la carrera electoral, con estilos muy distintos, pero a la vez con apoyo de bloques partidarios que expresan casi el mapa político completo del país. Claudia Sheinbaum, la exalcaldesa de la capital, ganó las primarias y pasó a ser la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que llevó a la presidencia al actual gobernante, Andrés Manuel López Obrador. Al frente está Xóchitl Gálvez, que aglutina a formaciones de ideología diversa, entre ellas al derechista Partido de Acción Nacional (PAN), mayoritario en la coalición, y al histórico PRI. Según reflejan los sondeos y el 70% de respaldo que hoy tiene el mandatario mexicano, todo indica que la ganadora será la exalcaldesa.
Por cierto, considerando la tradición social de México, es un gran paso que una mujer ocupe el cargo más importante en la gestión del país. Es una aproximación histórica al siglo XXI y la forma como se entiende, cada vez más, cuál debe ser la participación igualitaria de la mujer en la sociedad. El desafío para la futura mandataria será grande, porque, más allá de llegar al sillón presidencial, la prueba del cambio estará en la forma como el entorno gubernamental y toda la sociedad acepte esa nueva conducción de la patria mexicana. Seguro, no será fácil, pero esencial para el devenir del México en este siglo.
En Estados Unidos las tendencias del momento hacen suponer que la elección se dará entre el actual mandatario, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump. Para diversos analistas, este lleva las de ganar, no obstante haber impulsado el asalto al Capitolio y su no reconocimiento hasta ahora de que perdió la última elección. Biden asume que su manejo de la economía le da un soporte importante y que impondrá el poder de la sabiduría y la experiencia por encima de quienes lo critican por la edad. Pero está por verse si su obstinación en respaldar a Israel en la masacre producida en Gaza no le jugará en contra de manera definitiva. Si bien no tiene un candidato fuerte en contra para las primarias demócratas, salvo sí mismo, se ve un panorama aún lleno de interrogantes.
Por otra parte, el último fallo de la Corte Suprema de Colorado abre un nuevo frente para la candidatura del expresidente: el pasado 19 de diciembre, el tribunal dictaminó que Trump está «descalificado» para ocupar un cargo público y debe ser eliminado del voto del estado de cara a las presidenciales de 2024. Esta decisión se basa en la disposición recogida en la 14ª Enmienda a la Constitución, que veta a todo aquel que incurra en actos de «insurrección o rebelión» para ser considerado legalmente como un aspirante a puestos federales y, en este caso, a la Casa Blanca. El fallo queda suspendido hasta el 4 de enero próximo, por lo que está sujeto al procedimiento de apelación iniciado. A los partidarios de Trump el asunto no les importa, porque suponen que, si el proceso llega a la Corte Suprema de Justicia, será otra oportunidad para mostrarle al país sus argumentos. En todo caso, las primarias republicanas a comienzos de marzo tendrán la palabra final sobre la candidatura de Trump.
Frente a ambas elecciones, desde América Latina hay un dato a poner sobre la mesa. Ni en el actual gobierno de México ni en el de Estados Unidos la relación con el resto del continente tuvo mayor relevancia. Se cumplieron ciertos ritos, hubo Cumbre de las Américas, pero de ella no surgió una política sólida y novedosa de Washington hacia el resto de la región. Cuando la Casa Blanca miró hacia el sur dejó claro que sus prioridades estaban en la migración y el narcotráfico. Nada más. El presidente de México, a su vez, sólo participó en encuentros latinoamericanos cuando ocurrieron en su país. Su único viaje en seis años hacia el sur fue para la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile. Los ojos siempre los tuvo en otro lado, especialmente hacia interior del país y la interacción desde allí con Estados Unidos y Canadá. Si bien es cierto que los latinoamericanos poco o nada hemos hecho para impulsar con unidad un buen diálogo hemisférico, vemos que estamos en uno de los momentos de mayores fracturas en la región. Ahí está el caso de Argentina, Brasil y México, todos parte del G20, pero que nunca se articulan para construir una posición común frente al devenir mundial.
¿Habrá cambios en los vínculos de esa América del Norte con el resto del hemisferio a partir de los resultados de estos dos procesos electorales? Es una pregunta abierta. Que una mujer llegue a la Presidencia en México es esperanzador. Y ojalá en los debates de la elección en Estados Unidos haya más siglo XXI global y menos Guerra Fría.
Pero la clave para otro diálogo entre el norte y el sur hemisférico nos reclama construir mayor unidad regional. Dejar de lado lo que nos fragmenta y aprender a hablar de cooperación con agenda concreta y contemporánea. Pensar más en la gente y menos en las zancadillas políticas.
Trayectoria Política
Lagos Escobar Ricardo (1938) participa en el Partido Socialista y fundador y primer Presidente del Partido Por la Democracia 1987; analizando la economía chilena luego de 1971 manifestaba: “el desarrollo del programa de gobierno en su primer año se ha hecho a un ritmo mucho más acelerado de lo que se habría podido pensar” (2); nominado embajador de la URSS en 1973 no llegó a ser ratificado por el Senado; Secretario general de FLACSO en 1973; “la polarización se fue produciendo con el paso de los días, los meses y después los años. Lo que hubo fue un conflicto político de envergadura…” (10); exiliado en Buenos Aires, luego profesor en Universidad de EE.UU., volviendo al país en 1978, integrándose a uno de los muchos grupos en que estaba dividido el Partido Socailista;
miembro de la Alianza Democrática en 1983 (“Desde su incorporación a la Alianza demostró su fuerte personalidad, su inteligencia y su capacidad de vibrar con la política, mostró independencia de en su juicio y su interés para incorporar a nuestra acción opositora a toda la izquierda, incluyendo al PC” (3)); “a mí me detuvieron en 1986, el día del atentado a Pinochet, y estuve preso tres semanas”; enfrentó a Pinochet en el plebiscito de 1988: “Usted general Pinochet no ha sido claro con el país. Usted general, primero dijo que había metas y no plazos. Después tuvo plazos y planteó su constitución del 80. Le voy a recordar, general Pinochet, que usted, el día del plebiscito de 1980, dijo que no sería candidato en 1989… y ahora le promete al país ocho años con tortura, con asesinatos, con violación a los derechos humanos. Me parece inadmisible que un chileno tenga tanta ambición de poder, de pretender estar 25 años en el poder” (4);
candidato a senador Santiago Oriente 1989 (399.721 votos, 30.6%), Ministro de Educación 1990-1992, participa en las primarias presidencial de la Concertación 1993 (“Ha terminado la competencia con Frei y ha comenzado la colaboración con su gobierno” (5)); “hoy estamos en una etapa en que, a partir de nuestra experiencia pasada, hemos perdido la fe en los grandes modelos, no queremos el conflicto, y buscamos los consensos. En los sesenta era tal la certeza de nuestras verdades que buscábamos su afirmación negando el consenso porque, por definición, no podía haber acuerdo con aquellos que estaban en el error. Y esto se dio en Chile con particular nitidez” (11);
Ministro de OO.PP. 1994-1998, elegido Presidente de la República 2000-2006 en segunda vuelta despues de una estrecha elección en primera vuelta;
«El 30 de octubre de 2000, el ministro JUan Guzmán resolvió someter a proceso como autor intelectual del delito de secuestro y homicidio calidicado en el caso Caravana de la Muerte al desaforado senador Augusto Pinochet, incluyendo también a los ex militares Pedro Espinoza, Marcelo Morel Brito, Sergio Arellano Stark y Sergio Arredondo. Como era de esperanse, la decisión judicial estremeció el ambiente político y militar…» (Mi vida, volumen II, p. 437)
El día en que el gobierno de Ricardo Lagos recurrió a la Ley de Seguridad del Estado por la paralización microbusera de Santiago, 12 de agosto 2002: «Todo el rigor de la ley caerá sobre ellos» Se informó que Carabineros detuvo a 664 choferes y requisó 261 máquinas que bloqueaban caminos» recordado en El Mercurio del 20 octubre 2019.
las palabras que el Presidente Ricardo Lagos dijo el 17 de septiembre de 2005, días después que se plasmara la ley en el Diario Oficial, con la Constitución de la República reformada, fueron: «Este es un día muy grande para Chile. Tenemos razones para celebrar. Tenemos hoy por fin una Constitución democrática, acorde con el espíritu de Chile, del alma permanente de Chile, es nuestro mejor homenaje a la Independencia, a las glorias patrias, a la gloria y a la fuerza de nuestro entendimiento nacional, chilenos y chilenas, hoy despunta la primavera».
en el 2008 expresaba; “América Latina está pasando por un buen momento. Este mejoramiento en los ingresos implica un nuevo reto ante el cual varios de nuestros países necesitan respuestas innovadoras. Esto obliga a generar un nueva ecuación entre Estado, mercado y sociedad. Una ecuación donde esos tres factores esenciales de la gobernabilidad contemporánea tengan similar fuerza y energía de desarrollo, Un Estado eficiente, moderno y ágil. Un mercado dinámico e innovador, Una sociedad de inclusiones y certezas posibles. El centro de esta ecuación es el concepto “garantías”. Crear un tipo de sociedad donde la gente sienta que hay seguridad concreta a las cuales tiene derecho” (6);
en el bicentenario “hoy estamos preparados para conseguir que el sueño de construir una estrella al sur del mundo, se haga realidad” (6); “hoy el país aparece en el primer lugar, lejos de América Latina, en el Índice de Desarrollo Humano elaborado por el PNUD. Esto es consecuencia del acelerado crecimiento económico de Chile entre 1990 y 2006, años en los cuales el ingreso per cápita aumentó a una tasa de 4.4% anual, en tanto la tasa de crecimiento per cápita de América Latina fue de sólo 1.1% promedio… (7); “Entre 1990 y 2006 la deuda pública se redujo de un 35% a un 5% del PIB nacional. Hoy esa cifra es del 23.5%, lo que sitúa a Chile como una economía vulnerable. Por esto es importante revertir el deterioro fiscal y generar políticas para fortalecer nuestra economía” (9);
«A ratos uno echa de menos un mayor clima de entendimiento y ve una polarización que no conduce a nada» (14)
«Ese 5% de cotización previsional adicional tiene que ir a una entidad del Estado transparente y eficiente en el manejo de los recursos, y que esté en condiciones de administrar con muchos menores costos que los que cobran las AFP hoy… hoy los dueños del capital tienen una utilidad del 22% al 30% sobre el capital invertido. Prácticamente no hay ninguna actividad que tenga una utilidad de esa envergadura sobre el capital invertido. Las empresas de utilidad pública están todas sujetas a un cierto reglamento y nada puede tener utilidades superiores al 10%» El Mercurio, 8 noviembre 2016;
elección de EEUU 2016, antes de la elección: «El martes sabremos quien gana, pero ya tenemos un resultado apabullante: Donald Trump envenenó esta campaña electoral como nunca ocurrió en la historia de Estados Unidos». Después: «su triunfo no es una buena noticia. A cargo de la primera potencia mundial estará una persona que ha llevado adelante una campaña que se ha saltado las reglas» El Mercurio 10 noviembre 2016
intentó una candidatura presidencial en 2016, respaldado por el PPD, pero se retiró al no contar con el apopo del Partido Socialista (12):
«es desde las ideas donde tenemos que ser capaz de proyectarnos a futuro. Fueron las ideas en esta campaña las que nos dieron una personería y una visibilidad que otros no han tenido. Fueron las ideas. Y si machacamos, a la larga, entonces quiere decir que hemos triunfado». 10 abril 2017
Ricardo Lagos se baja de carrera presidencial: «Debo admitir que en mi propio espacio político, la centro izquierda, no se ha producido una convergencia en torno a este proyecto» «Tampoco se me pasa por alto que e afecto que he sentido no se ha reflejado en un apoyo ciudadano suficientemente amplio como para llevar adelante mis propuestas. Los chilenos me conocen: no soy un caudillo. Sé escuchar la voz del pueblo y someterme a su veredicto. Estoy en política para servir al país, no para acumular honores» Pulso, 11 abril 2017
«¿Puedo dirigirme al país si no fui capaz de convencer a los míos? ¿Cuál es la autoridad para ello?… fallé en lograr la unidad de los míos. Tal vez no supimos abordarlo adecuadamene, pero si quiero decir que en lo que no fallamos fue en la capacidad de generar un conjunto de ideas fuerza que combinó a sectores de muy distintos orígenes y procedencias. Y por lo tanto siento que el apore más produnfo que estamos haciendo tiene que ser el programa que está ahí, que es un punto de partida»… «Lo que echamos en menos hoy es la capacidad de pensar un proyecto de país.Sé está aquí por la luecha sobre el poder. En último término, , eso es la política, el pder para desde el aparato del Estado hacer aquello que la ciudadanía solicita, porque el progeso es inherente al ser hamano. Mientras más pienso la sociedad en que vivo, más pienso que esa sociedad debe ser un poquito mejor» El Mercurio, 11 de abril 2012
Ricardo Lagos defiende reserva establecida en la Comisión Valech durante su mandato: «Yo no he sido parte de ningún pacto de silencio» 13 septiembre 2017 El Mercurio
Columna de Ricardo Lagos: «Una dimensión humana para esta nueva era» abril 2018 «… la democracia debe establecer cuáles son los bienes y servicios públicos que deberían estar al alcance de todos. Sin embargo, para que esta práctica sea legítima y funcione, el proceso debe estar en sintonia con la ciudadanía, porque es ella la que define cuáles son esos bienes públicos…»
«A medida que el país va avanzando, surgen otras demandas» «Mas que por la vía de simplificar, el tema de bajar impuestos me parece complejo» El Mercurio, 16 mayo 2018
En medio de las protestas sociales de 2019, publica una columna, que concluye con: «La transformación de nuestro sistema tributario debe apuntar a aumentar la carga tributaria efectiva de las rentas del capital. Hoy, dichas rentas terminan pagando en los hechos una tasa de impuesto mucho menor que las rentas de igual magnitud provenientes del trabajo. Esto ha limitado la capacidad del Estado de proveer bienes públicos productivos y generar mayor redistribución».
«Para tener éxito en la Constitución debemos tener éxito en la reactivación económica» (13)
«Hoy hay una sensación de que los proyectos son individuales» acto por el 31 aniversitario del triunfo del NO, 6 octubre 2019
«La refirna constitucional de 2005 pasa test democrático, pero no me satisface» conferencia via Zoom, 2 septiembre 2020
«Tememos que ser serios. Esa seriedad es la que nos dio un lugar en el mundo» (14)
Sobre segunda vuelta presidencial 2021: «Boric «puede dar el ancho y tiene una amplitud de criterio que en un momento crucial actuó correctamente. Lo que tengo al frente es algo negativo, que va a llevar las cosas al extremo que va a ser difícil restablecer la convivencia entre chilenos» (15)
“Putin rompió los acuerdos y consensos multilaterales que rigen los vínculos internacionales del siglo XXI. La respuesta al ataque debe ser fuerte y clara como la que dio el primer ministro de Canadá al romper relaciones con Rusia y rechazar la violación del derecho internacional” (16)
La Convención vive “un momento delicado, porque hay que escuchar a los ciudadanos, y es delicado porque todavía podemos arreglar muchas cosas que están en proceso de elaboración. Lo importante es, primero, ponernos de acuerdo en qué es una Constitución”. También afirmó que los convencionales “han hecho un gran esfuerzo”, pero que “es importante entender cómo establecemos una Constitución que es la casa de todos (…); hay todavía algunas reglas con las que nos sentimos incómodos”, aunque enfatizó que “la derecha ha hecho harto por ser excluida”. “No me cabe la menor duda de que hay que hacer un cambio, eso estoy diciendo. Es indispensable, porque en caso contrario, me temo que podemos tener una Constitución muy inadecuada para las necesidades del país. Hay algunas cosas que se han aprobado que me parecen muy graves y cuando se les ha hecho ver, efectivamente han retrocedido” (17)
carta a la Convención, explicando su participación («… luego, frente a un ocnjunto de afirmaciones con motivo de los problemas económicos de los gobiernos pasado de la Concertación, me pareció oportuo eviar un documento escrito junto a Enrique Paris Horvitz que explicaba las compjelas realidades en las que asumimos como bobierno en el año 2000 y cuales fueron los avaences y los logros con los que terminó el periodos en 2006. Digamos solo que la desigualdad disminuyó y el ingreso por habitante nunca ha aumentado tanto como entre 1990 y 2010…» (18)
«Chile necesita y merece una Constitución que suscite consenso y que, más temprano que tarde, nos permita dejar de debatir acerca de ella para convivir dentro de ella. Y porque ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito del 4 de septiembre está en condiciones de lograrlo, estoy convencido de que el desafío político relevante es encontrar la manera de abordar la continuidad del debate constitucional hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana. Corresponderá a las máximas autoridades del país conducir ese proceso.
El desafío por venir consistirá en construir una buena Constitución que nos una, a partir del texto que resulte vencedor. Tengo la convicción que ese es el gran desafío que deberán enfrentar, en un par de meses, las fuerzas políticas y que el Presidente de la República tiene el deber de liderar. A ello contribuiré en lo que se encuentre a mi alcance. La tarea presente, en consecuencia, es comenzar a preparar ese camino y no dejar que el ambiente de campaña lo entorpezca.
Como otras veces en nuestra historia, Chile podrá hablar con una sola voz interpretando a la inmensa mayoría de chilenas y chilenos, que esperan de este ejercicio un país unido en su carta constitucional para el Siglo XXI». (19)
«Hay una gran tarea que nos espera el 5 de septiembre y de ahí en adelante. Chile no vuelve atrás; lo que nos cabe es avanzar hacia una Constitución con visión de presente y futuro, de justicia y progreso, de nuevos desarrollos y nuevas oportunidades”. “En caso que ganara el Apruebo tenemos una gran ventaja, sabemos cuáles son aquellas cosas indispensables a hacer de acuerdo a la Constitución, en el afán de aportarle mejorías a su texto». «De igual manera dije, si gana el Rechazo, que será importante tener claro cuáles son aquellas propuestas de la Constitución propuesta por la Asamblea Constituyente que deben preservarse a futuro” (20)
… me temo que lo que debía haber sido una fiesta de reencuentro de los chilenos ha terminado siendo un proceso donde Apruebo y Rechazo son muy equivalentes. Y esto me preocupa enormemene porque tenemos los chilenos que ser capaces de tener convergencia y unidad. Si no lo logramos ahora, de inmediato, querrá decir que el dia 5, mañana, empezará también un nuevo debate constitucional en Chile» (21)
Ex presidente Lagos «El proceso fue un fracaso. Una falla de la política chilena» (22)
“Me parece que lo más lógico es volver a una elección de una constituyente pero que este panel que se quiere hacer de expertos trabaje en las orientaciones de donde lo son los puntos de encuentro, de manera que haya un cierto material preparado para aquellos que vayan a ser elegidos” (23)
Ricardo Lagos quien ha bregado activamente por la opción de las dos listas. El sábado, dio un discurso ante el consejo y aseguró que “para dar más fuerza al gobierno tiene que haber una expresión fuerte y solidaria del Socialismo Democrático, que el PPD está llamado a encarnar junto a las otras fuerzas (…). No es dramático el que para defender una coalición de gobierno entendamos que el PPD debe ser capaz de encabezar un amplio conglomerado en donde democratacristianos, radicales y socialistas democráticos puedan participar activamente (…)”. (25)
Ricardo Lagos: «La UE sabe que para enfrentar el cambio climático y sus devastadoras consecuencias debe mirar a América Latina, región que posee el 90% de las reservas mundiales de litio -elemento fundamental para almacenar las energías renovables- y la mitad de la biodiversidad del planeta…» (26)
Lagos se despide de la vida pública con declaración del 1 de febrero de 2024. Jorge Correa Sutil: “Lagos ha sido uno de los grandes maestros de educación cívica que ha tenido Chile. Ese me parece su principal legado” (27)
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Bibliografia
La concentración del poder económico: su teoría, realidad chilena, 1965.
Monetarismo global, empleo y estratificación social, 1982.
«La burguesía emergente» IFDA Dossier N. 29, mayo-junio de 1982
«Herencia neoliberal y estrategia económica: algunas notas introductorias» en E. Ortiz «Temas socialistas» (1983)
«Crissis, ocaso neoliberal y el rol del Estado» Artículo publicado en la Revista Pensamiento Iberoamericano, 1984, N. 5. «La tesis central de este artículo es que, como resultado del ocaso de las políticas económicas neoliberales, y de la crisis por que atrviesan las maorías de las economías latinoamericanas, el rol económico del Esado se verá fortalecido»
Carta de Ricardo Lagos al partido Comunista, 21 de diciembre de 1984: “una de mis primeras tareas era la de concretar la firma del Pacto Constitucional” y en seguida precisa que “el pacto fue concebido para alcanzar un acuerdo amplio entre fuerzas políticas, acerca del sistema democrático futuro y además, como una forma que permitiría avanzar hacia mayores entendimientos unitarios”
Democracia para Chile: proposiciones de un socialista, 1985.
«Consideraciones sobe el desarrollo futuro de Chile» (1985) en «Crisis y Desarrollo alternativo en Latinoamérica
«Chile: los grandes temas y tareas de la reconstrucción» reunión con profesionales como presidente de la Alianza Democrática, publicado por la revista APSI: «Nuestro pensamiento es el socialsmo.. durante la dictadura, este pensamiento ha continuado evoluionanco, .. en tanto solo a través de un sistema socialista puede darse una democracia real y profunda… una determinada concepción del socialismo en tanto lo estamos definiendo como un sistema que garantiza la participación de todos en el manejo de la sociedad y mayores grados de autonomía en los cuerpos intermedios que la forman…. las bases materiales de un país deben estar al servicio de toda una soiedad para que la demoracia tenga un sentido real… la democracia no es solamene una técnica para administrar el poder. La democracia teine que ser también algo mucho mas importante: un mecnismo permanente para construir y reconstruir la sociedad en la cual vivimos.. la construcción de un sistema democrático con ciertas bases materiales al servicio de la mayoría, no se sustenta a si msmo si la sociedad no es capaz de establecer en el largo plazo mecanismo de creatividad en el campo de la inteligencia, de la ciencia, del desarrollo de la cultura y del desarrollo del arte. En este sentido, no es retórica decir que para que una sociedad tenga viabilidad nacional, tiene que tener una cierta capacidad para desarrollar ciencia y tecnología….»
«Comentarios a la exposiicón de Cost Rehn» por Ricardo Lagos y Galo Abril (1990) en «Democracia, Desarrollo y Equidad» de José Goñi «Lo primero, es que esamos haciendo observaciones respecto de dos sitemas económicos bastante diferenciados. Un sistema econóico homogéneo, moderno, como es el sistema económico sueco, y un sistema económico con fuertes grados de heterogeneidad en sus estructuras productivas, como es el sistema latinoamericano… la recaudación del sisema tributario sueco representa mas del 50% del producto, mientras en América Latina esta no representa mas del 30%; o cuando se habla de modelos económicos «exitosos», como es el caso chileno, se refiren a casos en que la carga tributaria bajó del 29% del producto en 1984 al 21% en 1988… es necesario plantearse también las cuestiones tributarias que, en definitiva, harán poisible una política social suficientemente eficaz y amplia que, a su vez, solidificará las bases de una mayor flexibilidad en el mercado de trabaj, de un sector público moderno, eficiente y para toda la sociedad y, aun mas importante, una mayor sustentación del sistema democrático».
Después de la Transición 1993;
Programa de gobierno para crecer con igualdad, 1999.
No hay mañana sin ayer: propuesta presidencial Ricardo Lagos en materia de derechos humanos (2003).
Conversaciones en el camino, 2003.
El gobierno de Ricardo Lagos: la nueva vía chilena hacia el socialismo, Roberto Funk, 2006.
Bienvenida, Paridad (2007) Libro de María de los Ángeles Fernández, prólogo de Ricardo Lagos: «»Democraia, en último término, es cómo se genera una sociedad con igualdad de oportunidades e igualdad de oportunidades para ellos y ellas. Y lo que hay en estas notas es una mirada fresca, amplia, cautivante de cómo en torno a dos mujeres se van plasmando las esperanza, los sueños de una pueblo. En un régimenpresidencial ocmo el chileno, el liderazgo de quien aspira a la primera magistratura pasa a ser un elemento central y, en esta coalición de gobierno que ya ha dado tres Presidentes varones a Chile, se empieza a abrir paso -por qué no un cambio-, pero un cambio dentro de la coalición y qué más cambio que tener por primera vez en la historia republicana de Chile a una mujer Presidenta»
El futuro comienza hoy, 2008.
“Cien años de Luces y Sombras” editor, prólogo y epílogo. 2010.
A partir de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Chile nació la idea de reunir, en los dos volúmenes que constituyen esta obra, una mirada integral a los aspectos sociales, económicos, políticos y culturales de Chile, como nación íntimamente vinculada a sus pares latinoamericanos y al contexto histórico mundial. Para ello se convocó a quince destacados profesionales en cada una de sus áreas de especialidad, para que ofrecieran sus reflexiones acerca del devenir de Chile de cara a la nueva centuria.
Resumen y sinópsis de Cien años de luces y sombras II de Ricardo Lagos
«Chile 2030: siete desafíos estratégicos y un imperativo de equidad» (2011) «… esta nueva sociedad chilena demanda una mayor participación en los procesos de diseño, deliberación y decisión de los asuntos públicos. ¿tenemos la institcionalidad adecuada para escucharlos? Por cierto que no. … lo mas importante es que sta emergente clase media acepta la diversidad como parte de la riqueza de Chile, de su identidad como nación; no la considera extraña, no se siente amenazada por sector social alguno, se tiente participe del país como un todo… son entonces estos nuevos sectores medios, culturalmente abiertos, sofisticados en sus práctica de consumo, complejos en sus gustos, globalizados en su mirada, orgullosos de su raigabre poplar, tolerantes e sus costumbres y cambiantes en sus orientaciones políticas y religioss, los que están comenzando a cambiar Chile. Lo que vemos en la calle no es una ovilización en función de una política pública, es el renacer dle pueblo de Chile… el telón de fondo es un mundo en donde aparecen injusticias muy flagrants junto a beneficios demasiado grandes, concentrado en muy pocas manos… Chile ha demostrado que se pude bajar la pobreza en cifras muy significativas, y al mismo tiempo mantener la misma distribución despues de veinte años… no confundamos crcimiento econoico con desarrollo: tenems que definir oy que tipo de sociedad queremos construir en Chile durante los próximos veinte años, y abodar, aora los cambios necesarios para sentar las bases de ese futuro…. Chile tendrá que enfrentar al menos siete desafis en los rpxios 20 años. Ellos son: 1) reformar produndamente su democracia; 2) implementar un cambio revolucionario en su sistema educativo; 3) avanzar en forma muy decidida hacia una sociedad de garantias y obligaciones, 4) avanzar en la infraestructura de conectividad y en calidad de vida urbana, 5) implementar políticas que coloquen a la población coo el principal motor del proceso de desarrollo, 6) sostener tasas aceleradas de crecimiento quebrando la tendencia en la distribución de ingresos, 7) colocar a las energias renovables en el cntro de nuestra estrategia de desarrollo….
«El Chile que viene. Ideas, miradas, perspectivas y sueños para el 2030» Editor con Oscar Landerretche. «Chile 2030: siete desafíos estratégios y un imperativo de equidad»: «Creo que se está en presencia de un cambio epocal que determinará como se organizarán las sociedades futuras para satisfacer estas nuevas demandas (¿que explica que en Esatos Unidos haya surgido un movimiento con el título del 99%? Muy simple. El otro 1% dispone aproximadamente del 24% del ingreso de la economía americana. En 1970 ese mismo 1% disponía solo del 10% de la economía americana. Es un enorme aumento en la concentración del ingreso gracias a las políticas neolibeales y la desregulación del sector financiero…) Si no se logra, este malestar de tantos actores se continuará expresando, como ahora, coordinadamente a través de la red y de plaza en plaza. Internet es la plataform tecnológica para que estos movimientos se organicen, surjan y potesten… Los siete desafíos: hacia una democracia 2.0; de la gradulidad a la Revolución en educación; hacia una sociedad de garantías y obligaciones; Chile nodo y las mejores ciudades donde vivir; la población como motor de desarrollo; crecer quebrando la tendencia en la distribución de ingresos; y Chile, potencia en energías renovables..»
El siglo que despierta, junto a Carlos Fuentes, 2012 América latina y el mundo que viene;
libro «CULTURA Oportunidades de desarrollo» 2011, página 42: «Las personas no tienen hoy sólo derechos civiles, tales como la inviolabilidad del domicilio, por ejemplo, que demandan apenas una actitud de abstención o no interferencia por parte del Estado. Las personas no tienen únicamente derechos políticos, tal como el de participar activamente en las elecciones destinadas a elegir representantes , que responden no ya a la necesidad de limitar el poder del Estado, sino a la de intervenir en la génesis y ejercicio de ese poder. Los individuos no sólo son titulares de derechos sociales, por ejemplo, a la salud, a la educación, una previsión oportuna y justa, que imponen al Estado el deber de definir, adoptar, financiar y ejecutar políticas públicas en campos como esos. Los sujetos, además de todos esos derechos -civiles, políticos, sociales-, tienen también derechos culturales, los cuales no se reducen al de los artistas y creadores a recibir los beneficios materiales y espirituales de las obras de que son autores sino alcanzan, mas ampliamente, el derecho de todas las personas a participar en la vida cultural de su país. Este derecho es el que transforma a las personas de simples consumidores culturales en sujetos culturales»
Columnas del Diario Clarín, 2012.
«La cuestión constitucional: reflexiones de un actor» (2015) En revista Estudios Públicos, invieron 2015. N 139
«En vez del pesimismo. Una mirada estratégica de Chile al 2040» (2016) «No me gusta el lucro en la educación» «Lo que he hecho el sistema de concesiones es enriquecer al Estado de Chile, no a los privados» «No quiero otro caso de desarrollo frustrado para Chile» «Necesitamos un gran diálogo entre nosotros, que a ratos se echa de menos». El Mercurio 30 septiembre 2016
En Libro «¿Pensamos tan distinto?» (2020): «La constitución debe permitir políticas públicas para ambos modelos, porque ¿en virtud de qué vamos a poner pétreo la definición de Estado subsidiario o Estado de bienestar en una constitución? Si este punto se lleva a votación puede ser 40/50 a favor de cualquiera y eso no sería muy democrático. ¿Por qué mi generación va a imponer eso a la próxima?
Así lo vivimos. La vía chilena a la democracia (2013).
«Mi vida. Gobernar para la democracia. Memorias II» (2020) (síntesis en El Mercurio 26 julio 2020) «Los veinte años que van desde el triunfo de Patricio Aylwin hasta el de Sebastián Piñera son dos décadas en las que hubo una clara mayoría democrática a la cual, sin embargo, le fue imposible efectuar cambios a menos que estos tuvieran el beneplácito de la derecha».
Entrevistas
«Para construir un país tiene que haber un mínimo de convergencia de voluntades» entrevista 14 julio 2013
«No concibo la posibilidad de seguir avanzando sin intentar una mirada común… ha llegado el omento de hacer un planteamiento global del pais al que queremos llegar, con metas compartidas que podemos discutir» «A propósito de responsabilidades, el voto es el deber básico de un ciudadano, y debe ser obligatorio» 5 junio 2016 El Mercurio
«Me duela que algunos injurien… no se juega con mi honor» «Es obvio que Michelle Bachelet sabe que no hay pactos de silencio con los militares, porque ella era la ministra de Defensa. Ella participó en las discusiones sobre cómo se hacía esto», planea el ex Presidente, molesto por los cuestionamientos al secreto del Informa Valech. La Tercera, 17 septiembre 2017
«Yo me olvidaría de seguir hablando de Bolivia… Chile tiene temas más importantes» 7 octubre 2018
«Los desafíos de la democracia, según el expresidente Ricardo Lagos, en foro junto a Lucia Santa Cruz, 5 mayo 2019
Columnas
«Bicentenario y unas razones para el optimismo» El Mercurio, 18 septiembre 2010 «hoy tenemos ciudadanos mucho más empoderados en su forma de mrar los asuntos públicos y, por tanto, las modalidades de participación serán distintas de las generadas en el pasado»
«La gan fractura» 7 octubre 2017, La Tercera, La frantura social está emergiendo con fuerz. La desigualdad y la exclusión son madres de la apatía social»
Columna «Es en serio: la vida en el planeta está en peligro» 28 abril 2019
«A 30 años del NO» 30 septiembre 2018 «Necesitamos un reencuentro de la ciudadanía con sus dirigentes… es esencial para las tareas de un Chile que quremos construir todos»
«Nosotros y los «cambios tectónicos», columna La Tercera 31 marzo 2019 «La clave es entender que todo proyecto de América Latina con una voz común reclamar tener a México, a Centroamérica y a los países del Caribe dentro del escenario»
«Europa y A. Latina: hora de reaproximarse» «Debemos construir un diálogo renovado con Europa, en orden a pensar juntos los reordenamientos y normas de un mundo cada vez más global» 30 junio 2019
Columna de Ricardo Lagos: Cardoso y Lula, un diálogo para la buena política. La Tercera 27 junio 2021
Hace un mes atrás tuvo lugar un encuentro en Brasil, que irradia formas de entendimiento esenciales en la política cuando una crisis profunda domina el escenario. Los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso y Luis Ignacio Lula da Silva se dieron cita en un almuerzo absolutamente inédito. Bastó la fotografía de Cardoso y Lula juntos para ver, no sólo en Brasil sino también en otras partes de América Latina, una nítida simbología en ese gesto: la democracia convoca a veces al diálogo para definir los grandes consensos de un país, más allá de las confrontaciones vividas.
Fernando Cardoso y Lula da Silva fueron líderes fundamentales en la lucha contra la dictadura militar de la década de los ’80. Uno como sociólogo –y entonces senador– y el otro como dirigente sindical, alzaron la voz con valentía y firmeza al exigir elecciones inmediatas y el retorno de la democracia. En 1992 le correspondió a Cardoso, como Ministro de Hacienda, la dura tarea de derrotar la inflación que consumía al país: lo logró con el llamado Plan Real, propuesta económica que lo llevó a ser presidente dos años después, y con la que pudo consolidar las cuentas fiscales y el desarrollo económico de Brasil. En 2003 le sucedió Lula da Silva, quien continuó el proceso de crecimiento con nuevas miradas, ampliándolo a los sectores castigados por la pobreza e introduciendo estrategias para enfrentar el cambio climático y evitar la deforestación del Amazonas.
Hoy, muchos años después, el ex presidente socialdemócrata y el líder de la izquierda dejaron de lado décadas de rivalidades para hablar del Brasil actual, de su crisis, de la negligencia de Bolsonaro con la pandemia y del futuro de esa gran nación. ¿Por qué esa cita puede importar más allá de las fronteras brasileras? Porque en muchas partes de América Latina vivimos tiempos difíciles, de luces y sombras. Mientras enfrentamos un tremendo cambio de época con la llegada de la revolución digital, irrumpe un virus que nos aísla, confunde y atemoriza. Hay un enojo latente, que se incrementa ante el profundo desgaste de las instituciones políticas, sometidas a creciente escarnio público por su incapacidad de responder a las demandas sociales urgentes, más vivas aún con la pandemia.
Y entonces la polarización se desata. En 2019 irrumpieron los candidatos presidenciales calificados como antisistema, condición en la que se catalogó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ubicado a la izquierda en el espectro político; al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, situado en la derecha rupturista; y luego al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que ya socavó la débil institucionalidad de ese país. Y todo ello mientras emergían las protestas sociales en diversos países, impulsadas en gran parte por la ira de la ciudadanía. Frente a este malestar, se ve cómo distintos sectores políticos buscan convertir las campañas electorales en campos de batalla. Se opta por el discurso violento y polarizado, clamando ante el ciudadano que esa es la única verdad, y señalando al contrincante político no como adversario sino como enemigo.
Hace un mes atrás tuvo lugar un encuentro en Brasil, que irradia formas de entendimiento esenciales en la política cuando una crisis profunda domina el escenario. Los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso y Luis Ignacio Lula da Silva se dieron cita en un almuerzo absolutamente inédito. Bastó la fotografía de Cardoso y Lula juntos para ver, no sólo en Brasil sino también en otras partes de América Latina, una nítida simbología en ese gesto: la democracia convoca a veces al diálogo para definir los grandes consensos de un país, más allá de las confrontaciones vividas.
Fernando Cardoso y Lula da Silva fueron líderes fundamentales en la lucha contra la dictadura militar de la década de los ’80. Uno como sociólogo –y entonces senador– y el otro como dirigente sindical, alzaron la voz con valentía y firmeza al exigir elecciones inmediatas y el retorno de la democracia. En 1992 le correspondió a Cardoso, como Ministro de Hacienda, la dura tarea de derrotar la inflación que consumía al país: lo logró con el llamado Plan Real, propuesta económica que lo llevó a ser presidente dos años después, y con la que pudo consolidar las cuentas fiscales y el desarrollo económico de Brasil. En 2003 le sucedió Lula da Silva, quien continuó el proceso de crecimiento con nuevas miradas, ampliándolo a los sectores castigados por la pobreza e introduciendo estrategias para enfrentar el cambio climático y evitar la deforestación del Amazonas.
Hoy, muchos años después, el ex presidente socialdemócrata y el líder de la izquierda dejaron de lado décadas de rivalidades para hablar del Brasil actual, de su crisis, de la negligencia de Bolsonaro con la pandemia y del futuro de esa gran nación. ¿Por qué esa cita puede importar más allá de las fronteras brasileras? Porque en muchas partes de América Latina vivimos tiempos difíciles, de luces y sombras. Mientras enfrentamos un tremendo cambio de época con la llegada de la revolución digital, irrumpe un virus que nos aísla, confunde y atemoriza. Hay un enojo latente, que se incrementa ante el profundo desgaste de las instituciones políticas, sometidas a creciente escarnio público por su incapacidad de responder a las demandas sociales urgentes, más vivas aún con la pandemia.
Y entonces la polarización se desata. En 2019 irrumpieron los candidatos presidenciales calificados como antisistema, condición en la que se catalogó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ubicado a la izquierda en el espectro político; al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, situado en la derecha rupturista; y luego al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que ya socavó la débil institucionalidad de ese país. Y todo ello mientras emergían las protestas sociales en diversos países, impulsadas en gran parte por la ira de la ciudadanía. Frente a este malestar, se ve cómo distintos sectores políticos buscan convertir las campañas electorales en campos de batalla. Se opta por el discurso violento y polarizado, clamando ante el ciudadano que esa es la única verdad, y señalando al contrincante político no como adversario sino como enemigo.
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Intervenciones
Discurso en el funeral de Jaime Castillo Velasco:
«Fue el demócrata, porque para él «los valores de la democracia no pueden ser negados, ni despreciados, ni relativizados», dijo. No es lo mismo democracia que dictadura, tendremos que apoyarnos en esa experiencia o volver a vivir la tragedia. Humanismo y democracia son los verdaderos valores, los valores profundos, dijo él, de la vida histórica de Chile..»
«Podemos pensar muchas formas para aumentar los ingresos tributarios. Si usted termina el FUT no tiene ni para qué cambiar los impuestos… el mundo empresarial tiene que entender que tiene que haber cohesión y ellos tienen que entender que no puede seguir funcionando en un mundo en que los trabajadores prestan plata a UF + 5, y ellos le cobran UF + 20 para comenzar, y si se atrasan, UF + 50» Entrevista La Tercera, 7 agosto 2011.
«En estas grandes cosas, simpre hay una definición política» Lagos sobre el puente de Chiloé. El Mercurio 25 mayo 2012
«Chile y las protestas estudiantiles» La Tercera, 5 junio 2012: «… porque Chile logró avanzar enormemente en 20 años, su gente alcanzó una madurez política que reclama nuevos derechos y no acepta atadura ligadas al pasado… hay un sentimiento social que demanda bienes públicos mayores del Estado… durante 20 años existió una institucionalidad con derecho a veto que impidió aprobar las leyes que iban a favor de una democracia mas profunda… esta ciudanía de hoy, con más visión del mundo y mas empoderada porque maneja el poder las redes sociales para exigir mayor participación en los asuntos públicos, es la que está en la calle…»
Entrevista El Mercurio, 28 agosto 2012 «La responsable de que se llame a un asamblea constituyente es la derecha; en concreto la UDI» «Efectivamente yo dije que esta Constitución pasaba el tes democrático Y lo Sostengo» «Si usted hoy dice que vamos a discutir en serio, y nos ponemos de acuerdo y se acabó el binominal, se acabó la discusión de la asamblea constituyente» «El veto para derogar el binominal ya es descarado; entonces, es natural que la gente diga ‘quiero asamblea constituyente’. Porque si no, es imposible. Porque a la derecha le conviene seguir diciendo que no, porque asi sigue tal coo está, y sigue con el veto» «La forma en que al final los pueblos deciden darse sus constituciones cuando no son escuchados, a veces no es por la vía que establece la Constitución»
Entrevista El Ciudadano, septiembre 2012 «Nosotros cambiamos el modelo. Le dimos primacía al ciudadano y no al consumidor; le dimos primacía a la política y a la regulación y no al mercado» «Los gobiernos de la Concertación no fueron neoliberales» «Sacamos todos los enclaves autoritarios, menos el binominal. En diciembre del 2005 mande el proyecot de reforma a la Consitución del sistema electoral, que la Cámara aprobó, pero no llegó al quorum necesario» «Lo importante es cómo somos capaces de avanzar en un mundo donde el Estado determine las normas respecto de los recursos naturales» «Hemos agotado las mejoras en la distribución del ingreso a través de subsidios directos a los más necesitados». «En un modelo neoliberal el mercado resuelve todo y la base de un modelo democrático es el poder del ciudadano sobre el mercado, del poder político sobre lso grupos empresariales. En Chile establecimos el SERNAC. Eso lo hizo la Concertación. También las normas del tribunal de libre competencia que sancionó un caso de corrupción de farmacias»
Entrevista La Tercera, 2 octubre 2016: «no es menor que en la ultima reunión del G20, el comunicado final reconociera que la globalización es muy importante… pero que hay que tomar medidas para que el crecimiento contenga mahores elementos de equidad porque si se deja al merado determinarlos acabarán en mas desigualdad y concentración… las ideas son los principios fundantes, el proyecto es la concreción, los proyectos se pueden negociar; me es mas difícil negociar mis ideas… las ideas son mis líneas rojas… también hay que saber explicarlo, para que no parezca tozudez… creo que toda competencia es buena en democracia… no hemos sido capaces de introducir sangre nueva en la actividad pública. Y eso no me parece positivo para el país»
«Lagos propone reformar el AUGE y reditar alianza público-privada en infraestructura» Noventa páginas tiene el texto «Piensa en Chile. Propuestas para conversar», que el candidato presidencial del PPD lanzó esta semana «Es una invitación a los progresistas» ha dicho el ex presidente, quien recorrerá el país para ‘enriquecer’ las ideas que plantea. El Mercurio 26 marzo 2012
Entrevista La Tercera, 9 abril 2017 «Me duele que algunos digan que nos soy socialista… se supone que los partidos obedecen a un cierto conjunto de principios, ¿verdad’ En consecuencia, lo normal es que los partidos tienda, en función de los principios, a poyar a quienes forman parte del mismo club, llamémoslo asi» «constato que no ha sido muy exitoso esto (ser un puente de unidad) y, en consecuencia, creo que tenemos un tema difícil, pero donde yo quisiera pensar que vamos a ser capaces de entender como debe ser un ideario socialistas a la altura de estos tiempos y donde también las DC se tienta cómodos, porque ahí está la calve de lo que hemos hecho»… «Allende el 51, cuando todo el partido se fue con Ibáñez, porque Ibáñez era la escoba que iba a barrer todo, dijo: «Eso no interpreta el ideario socialista’ porque si hubiera sido por las encuestas, Allende no es candidato para sacar el 5% de los votos… el 64 es obvio que el presidente se llama Frei… pero Allende siguió hasta el final.. y bueno… así se escribe la historia… La política es étia, es convicción»
El Mercurio, 2 septiembre de 2018: Los argumentos del ex presidente Lagos en la comisión por el CAE
Guerra comercial: ¿del derecho compartido o la ley del más firme? La Tercera, 26 mayo 2019
«Hoy no hay una mirada común ni un núcleo donde debatir» «Tenemos que recuperar un crecimiento de este país, que lo estamos perdiendo entre tanta reforma» 31 mayo 2019, El Mercurio
«Europa y América Latina: hora de reaproximarse»: «en tiempos de cambios crecientes, con efectos en todo el planeta, América Latina debe vincularse mas fuerte con Europa, para preservar los valores comunes y dar al Estado de Derecho y al sistema multilateral, la fuerza para generar un orden de gobernanza internacional sólido…» La Tercera, 30 junio 2019.
«La palabra no convence, convence la acción. Y la acción implica, entonces, tomar decisiones» La Tercera, 29 septiembre de 2019.
«El trabajo y lo justo: ayer, hoy y mañana» entrevista La Tercera, 6 octubre 2019,
“Se cree que lo que se establece en la Constitución es ley, y eso no es así”, indicó Lagos en un ciclo de entrevistas organizado por el diario argentino Clarín, expresando que este error es un potencial riesgo. “Una cosa es consagrar un derecho y otra cosa es garantizar ese derecho (…) No basta con decir en la Constitución que el derecho a la Educación es para todo el mundo, si no que hay que ver cómo se ejecute. Y para eso están leyes“, explicó el ex Presidente. Ricardo Lagos de igual forma criticó la actual Carta Magna por su carácter “subsidiario”, indicando que “si un Gobierno quiere más Estado, tiene que llevarlo a cabo. No me pueden decir que no porque lo prohíbe la Constitución” 9 septiembre 2020.
«Las columnas presentadas en el libro «Gonzalo Vial: política y crisis social» significa para mi un recodar a partir de sus crónicas. En muchos ámbitos no coincidimos, pero es necesario reconocer que estamos enfrente a un gran historiados, un gran estudioso de Chile y un demócrata convencido. En estos tiempos hace falta conversar con aquellos que no piensa cierto por ciento igual. En eso consiste un sistema democrático, en ir enriqueciéndonos mutuamente» «si ustedes tiene una mala educación, porque no puede pagar una buena, usted está perpetuando la pobreza. Porque dos familias pobres, dice, una viviendo en Las Condes y otra en una comuna de la periferia de Santiago, caramba que son distintas, a pesar de que siguen siendo pobres. Se introduce, entonces, el contexto donde se genera la pobreza. … ¿que educación reciben esos niños, dice Vial, si no tienen un espacio donde desenvolverse?…» 25 octubre 2020, El Mercurio
«Para tener éxito en la Constitución debemos tener éxito en la reactivación económica» Entrevista a Ricardo Lagos, 30 de octubre de 2020 «Estamos en otro mundo y eso, a ratos, se nos olvida. Mi impresión es que aquí hay un reacomod (político) que todavía no conocemos»
«Diálogo desde la academia» 10 noviembre 2021 Antes de ser candidato presidencial en 1999 «me preparé un poquito. Cada lunes hacían reuniones con su círculo más cercano, para proyectar cuales serían las características de su gobierno. Explicó que ‘cuando legó la crisis asiática, había un joven llamado Mario Marcel y ese joven había escuchado que frente a la crisis algunos habían desarrollado la tesis del superávit estructural. Fue el origen de la llamada ‘regla fiscal’ «El fundo del futuro va a ser el del Pacífico. ¿Qué presencia vamos tener allí si no entramos al TPP» «ante el mundo ganamos respetabilidad saliendo de una dictadura de manera pacífica… el costo fue aceptar la institucionalidad de la dictadura»… «debemos tener la suficiente prestancia para entender que tenemos que tener puesta la mirada en un horizonte de largo plazo… en las finanzas del Estado, lo vamos a pasar muy mal, estamos en un momento muy difícil. Y en algún momento tenemos que preocuparnos de cómo arreglar las cuentas fiscales… cuestionando los retiros de las AFP: «es muy fácil decir tenemos ahorros, gastémoslos» «Tenemos que ser serios. Esa seriedad es la que nos un lugar en el mundo. La corrupción, combatámosla con todo. Hay violencia, combatámosla con todo, menos con violencia. Lo que no podemos es dejar de respetarnos unos a otros»… destacó el avance en el desarrollo del hidrógeno verde, lo que a su vez permitiría a Chile ser el primer país del mundo en producir cobre verde. ¿Vamos a perder esa posibilidad?
Con con Convención Constituyente:
Lagos afirmó que el ideal sería contar con un sistema presidencial como se define en la actual Constitución, en cuanto a que su figura contempla ser jefe de Estado y jefe de gobierno y es electo por la ciudadanía. Sin embargo, el exmandatario advirtió que sería necesario reducir la asimetría entre el Ejecutivo y el Legislativo para así conseguir “un sistema mayoritario o proporcional atenuado, para una mayor eficacia gubernamental’’
el expresidente Lagos propuso la posibilidad de que un parlamentario pueda ser designado ministro de Estado por el Presidente y establecer previamente un reemplazo para ese parlamentario. También propuso que el Congreso se elija 20 ó 30 días después de elegido el Mandatario (…), pues la ciudadanía podría considerar que “ese Presidente merece tener consideración respecto de cuál es el trabajo que quiere hacer en su programa y facilitárselo con una mayoría parlamentaria”. 22 diciemre 2021
Otras opiniones
Fortin Mapochoe 24 febrero 1986 «Cardoen no es mas que un negocio, una armaduria que al amparo del Estado chilen o aprovecha las restricciones del comercio mundial para traficar con armas prohibidaspor la comunidad internacional…. diferente era la situación en la época democratica, ASMAR FAMAE eran verdaders industrias que cubrian las necesidades de abastecimiento de las FFAA. En Chile sobre el 8% del producto nacional se destina al presupuesto de defensa, el mas alto de América Latina. Cada uno de los submarinos que la armada adquirió hac eun par de años costo mil millones de dólares. Esta situación sera imposible de sotener en un sistema democrático, el gasto militar debe llevarse a su esadística histórica y al respecto los socialistas consideramos que st epuede ser uno d elos puntos de consenso mas fuerte entre los distintos sectores políticos una vez alcanzada la democracia. Para ello es fundamental que las FFAA reemplacen la doctrina de la Seguridad Nacional por una de compromiso con la democacia, y entienda que la sociedad les entrega a ellos el monopolio de las armas, pero que es el pueblo el que decide cuando y en que dirección se deben usar»
Entrevista La Epoca, 8 marzo 1998 «Todavía no ha llegado el momento de las definiciones» «Siento que no hemos sido capaces de configurar una Constitución que interprete a todos los chilenos. LO qu se cristaliza el próximo martes es la percepción del desencanto ante un hecho inédito en Chile. Nunca en nustar historia se ha enfrentado una situación como ésta» «Sería muy interesante… qu euqede en acta lo que significa que aquél que clausuró el Congreso de Chile llegúe al Parlamento por una disposición constitucional que la inmensa mayoría de los ciudadanoa que se han podido expresar en las elecciones de los últimos diez años, han rechazado» «Por lo que se ha hehco y por la forma en que lo hemos hecho, nos ganamos el derecho a plantear al país una Concertación III. Esto es lo más importante, porque es un derecho nuestro y no de otros. Me parece que a veces tenemos la tendencia a olvidar y caer en discusiones bizantinas.. hay qu eentender una visión dle país inserto en el próximo sigleo y que nos obliga a ser muy eficientes. Esto significa entonces que hay raones económicas y éticas. Las sociedades competitivas son sociedades integradas, con un alto grado de cohesión donde el conficto social interno está aminorado, que tiene un grado de satisfacción con lo que existe. Eso no es el caso de Chile…. si tenemos un grado de distribución del ingreso inequitativo, una salud pública y pirvada distinta, una educación de calidades distintas. Si el país percibe que solo puede acceder a mejores servicios, en función de la plata que se da, no estamos bien. La difrencia entre un país mas o menos decmocrático está cuando usted iens que ciertos bienes son algo propio del ámbito privado o público. Si pensa que la educción es una responsabilidad de la sociedd, tiene qu etomar meidas para que ella llegue a todos y con la misma calidad. Por ello digo que el programa de la Concertación III tiene que poner el énfasis en igualdad de oportunidades… medidas concretas, peracionales que tienen que ver como construimos un Chile más democrático. Eso implica una concepción distinta de lo que hasta ahora hems construido. Una cierta forma de entender el ordenamiento del país que construimos que tiene que ver con cosas concretas y con tu capacidad de ejecución… debe haber un gran diálogo de la Concertación con la gente…»
«Chile celebra el bicentenario con una mirad optimista, con la sensación de que tras el trauma vivido con la dictadura militar pudimos transitar a un sistema democrático estable, pero más importante aún, Chile luego fue capaz de una segunda transición: aquella de un país atrasado a uno más moderno, de un país que mira hacia adentro a uno que se atreve a mirar al mundo como la clave para un desarrollo futuro, en donde el crecimiento económico constituye el punto de partida para alanzar más grados de justicia social» BICENTENARIO Y UNAS RAZONES PARA EL OPTIMISMO, El Mercurio, 18 septiembre 2010
«La oposición no está dando el ancho porque no entiende que este tema, coronavirus, es distinto a discutir como vamos a hacer para abordar muchos temas que estaban pendientes antes del virus» en la crisis por coronavirus, «no me gusta una oposición que cree que respecto de esto es también oposición», «lo primero que hacen es amenazar a un ministro con que lo voy a acusar constitucionalmente en circunstancias que no sabemos nada de nada respecto de este virus», «creo que es indispensable como país que entorno a las instituciones que tenemos y hemos creado, el jefe de Estado es el jefe de Estado, tiene un sistema presidencial, hay un sistema parlamentario que establece los límites y poderes, tenemos a aprender a respetarlo mas que nunca», «el gobierno ha hecho bien en tener equipos asesores, ahora lo importante es que una vez que los creó es consultarlos» Radio Duna, 20 abril 2020.
«Confiemos en los valores democráticos, condenemos la violencia de donde quiera que venga… se trata de la mayor crisis que ha tenido Chile a lo largo de su historia. Salir de esto requiere generosidad y la búsqueda de consensos… es el momento de que nos escuchemos unos a otros sin soberbia, pero cada uno con nuestros puntos de vista…»… «Debemos escucharnos entre todos. No hay uno que escucha mejor que otro: nadie es intérprete de la calle» en conmemoración de 30 años del retorno a la democracia. El Mercurio 12 marzo 2020
«para tener éxito en la Constitución debemos tener éxito en lo inmediato, en la reactivación económica, y que la ciudadanía perciba que hay una autoridad en comando. Son muchos frentes en materia de reactivación que no van a desaparecer, porque se está trabajando una Constitución» Entrevista, El Mercurio, 30 octubre 2020
La Tercera, 1 noviembre 2020:
Democracia con másparticipación La nueva hoja de ruta
Por Ricardo Lagos
Es esencial una democracia nueva, capaz de acoger las demandas ciudadanas del siglo XXI. Pero lo nuevo, por cierto, se hace también mirando la historia y asumiendo tantos esfuerzos y luchas por llegar a este momento.
No debe extrañarnos que tanto la elección presidencial en Bolivia como el plebiscito realizado en Chile se hayan constituido en noticias de fuerte alcance internacional. Es lógico que haya sido así. En el país altiplánico se expresó con fuerza el deseo de transformaciones profundas, donde los avances sociales articulen la modernidad con las raíces culturales de sus pueblos originarios. En Chile, la alta participación en el proceso demostró la voluntad democrática de su pueblo y el firme propósito de instalar un diálogo ciudadano capaz de restablecer las confianzas en las instituciones. Pero, por encima de todo, los chilenos llamaron a dejar atrás ese tiempo donde cada paso hacia la recuperación democrática hubo que darlo cuesta arriba, enfrentando la mole constitucional heredada.
Ambas fiestas democráticas han tenido lugar no obstante un escenario complejo y adverso. Allá y acá, fue necesario postergar meses atrás el momento de la expresión ciudadana, castigados nuestros países latinoamericanos por la peor pandemia de los últimos cien años, con el consiguiente impacto de los efectos sociales y económicos que recién comienzan a mostrar su magnitud. Pero, no obstante esa realidad, la fuerza de la voluntad popular y la sorpresa de las cifras entregan una nítida hoja de ruta para orientar la marcha hacia el futuro.
La eficiencia en llevar adelante el proceso electoral en Chile bajo estrictos protocolos sanitarios, determinaron un escenario donde siete millones 400 mil ciudadanos sintieron que debían participar en esta decisión de futuro, con la emoción de ser parte de un momento histórico. Todo eso significó un respiro para el contexto de crispación aún tan fuerte en nuestro devenir político. Además, la alta participación de muchos jóvenes -principales protagonistas de las últimas manifestaciones sociales- encendieron luces de esperanza y optimismo para el desarrollo de nuestra democracia. Es que se rompió con la costumbre. La costumbre de estar regidos por una pétrea Constitución que les permitía a sus adeptos oponerse a cualquier posibilidad de cambio. Ese día se puso de manifiesto que la sociedad chilena ya no soporta una Constitución que solo representaba a unos pocos.
Ahora el desafío es enorme y doble. Tras la lección de abril donde se elijan los convencionales propuestos por los partidos políticos y la sociedad civil, comenzará sus trabajos la asamblea constituyente. Al mismo tiempo, la ciudadanía continuará sufriendo las consecuencias de una pandemia que hace estragos, y que podrían proyectar la pobreza hacia los dos dígitos, afectando profundamente a la «clase media» por la caída de sus ingresos. Por eso, mientras pensamos en una nueva Constitución, el Estado debe preocuparse por reactivar la economía, abrir la billetera fiscal, aprovechar la capacidad de mayor endeudamiento que tiene Chile y enfocar el gasto en inversiones que produzcan una mejora en nuestra calidad de vida y fortalezcan un sistema de protección social. No es momento para la austeridad y las acciones deben responder a las demandas sociales existentes, para fortalecer las confianzas que se comienzan a ganar.
Y es aquí donde aparece el desafío de comenzar a practicar una democracia más participativa. No hay razones para no consultar más a los ciudadanos ni crear los espacios digitales donde estos expresen sus ideas y aspiraciones. Las redes están llamadas a entregar información oportuna, seria y entendible desde dos ámbitos: las ideas que se estén manejando en la asamblea constituyente y las políticas públicas que el Estado ponga en marcha para entregar protecciones y apoyos en la crisis. Cabe usar todo el espectro de herramientas digitales en este nuevo proceso, ellas pueden permitir a la autoridad escuchar las demandas ciudadanas, explicar las políticas que se están tomando por parte del Estado y propiciar la construcción de un diálogo más transversal y horizontal entre las instituciones políticas y la sociedad. A través de ellas se pueden observar los principales focos de carencia económica y concentrar ahí los esfuerzos que se hagan.
Debemos darnos cuenta de que ello es parte de los tiempos. En esta América Latina donde los gobiernos olvidaron la extensa tradición del diálogo permanente entre los presidentes, la pandemia generó desde los espacios académicos, políticos y de la sociedad civil una inesperada práctica de «integración latinoamericana digital». Ya se tornó habitual el encuentro en plataformas como Zoom de economistas, líderes femeninas, dirigentes políticos, excancilleres, líderes juveniles, expresidentes, diplomáticos, representantes sociales, funcionarios internacionales. Y en todos esos foros domina una idea: queremos otra democracia. Más claro aún: es esencial una democracia nueva, capaz de acoger las demandas ciudadanas del siglo XXI. Pero lo nuevo, por cierto, se hace también mirando la historia y asumiendo tantos esfuerzos y luchas por llegar a este momento. Las voces del pasado y del presente deben converger para construir desde la experiencia un mejor futuro democrático. Por ello, es inaceptable excluir a aquellos que en el pasado lucharon para llegar a este momento donde se construirá un nuevo orden institucional.
Opiniones sobre Lagos
Carlos Peña: «Creo que Lagos y Frei Montalva son los dos presidentes mas cultos e inteligentes que ha tenido la historia de Chile» Revista Capital, 2 julio 2004
Arnold Harberger -el segundo economista más importante de la escuela de Chicago, luego de Milton Friedman- señaló en 2007, “que estuve en Colombia el verano pasado participando en una conferencia, y quien habló inmediatamente antes de mí fue el ex presidente Ricardo Lagos. Su discurso podría haber sido presentado por un profesor de economía del gran período de la Universidad de Chicago. El es economista y explicó las cosas con nuestras mismas palabras. El hecho de que partidos políticos de izquierda finalmente hayan abrazado las lecciones de la buena ciencia económica es una bendición para el mundo” [El País, España; 14-3-2007]. Y en 2010, el mismo Harberger señaló que “yo creo que ha habido una gran evolución de política económica en Chile durante el período del gobierno militar, y una vez que se formó el equipo de Patricio Aylwin con Alejandro Foxley y otros, ellos siguieron el mismo rumbo que los gobiernos anteriores, y eso ha seguido hasta hoy día”
[El Mercurio; 19-12-2010].
Ernesto Tironi, el Mercurio 21 junio 2012, Carta: «en la entrevista del presidente Lagos, cuando Clinton le preguntó ¿por que ustes, minstiro socialistas licita carreteras?, le respondió: «porque no tengo los impuestos de ustedes en Alemania y había que buscar los recursos, porque si no, era imposible hacer la cantidad de autovias que hicimos». Me gustaría agregar que probablemente la misma respuesta habría dado a porque cuando el miso fue ministro de Educación firmó los decretos que expandieron notablemente el numero de escuelas particulares subvencionadas. Gracias a ellas, hoy tenemos tantas mas familias con universitarios por primera vez. Gran conribución de Lagos al desarrollo de Chile, junto con otros que invirtieron su trabajo y ahorros (como en mi caso) para construir y administrar los establecimientos, sumándonos a ese esfuerzo»
«Acá, mis amigos, no hay problema financiero. Aquí falta decisión política. Que todo aquello que es concesionable, se concesione; todo aquello que sea financiable por privados, que se libere» La Tercera, 28 agosto 2014
«Ideas o 140 caracteres» José Joaquín Brunner La Tercera, 18 octubre 2016: «Solo Ricardo Lagos, asume la responsabilidad de sus ideas, las elabora metódicamente y las expone sin reducirlas a 140 caracteres»
«… el que tiene que tomar decisiones más que el PPD es Lagos. Queremos que el represente un proyecto progresista que es parte del proyecto PPD, queremos que se discuta ese proyecto y que genere épica y movilice a la gente…Lagos debe resolver si quiere ser Hillary o Sanders. Debe ser Sanders» Guido Girardi, El Mercurio, 12 noviembre 2016
«El presidente Lagos adhirió con entusiasmo a la «tercera vía». Cometió el error de Clinton y Blair: no reformar el sistema económico heredado, que había sido impuesto por una dictadura» Carta Carlos Huneeus, 13 noviembre 2016, El Mercurio, luego del triunfo de Trump.
«Los ejes de Ricardo Lagos» La Tercera, 21 enero 2017 » El ex presidente señalo que ‘el rol de los progresistas es seguir corriendo el límite de lo posible» -evitando ahondar en críticas a la forma en que el gobierno ha conducido el proceso de reformas… aunque también fustigo la actitud de cuestionamiento permanente, al estimarlo una «desconsideración por lo avanzado»…
«Ecos de una renuncia» Ernesto Ottone 16 abril 2017 «no es verdad que el proyecto reformador ha muerto, está magullado, como no verlo, pero hay jóvenes de distantas generaciones que están lejos de los extremos y que pueden con su propio estilo y experiencia abrirte paso en el futuro… Lagos ha señalado que la ‘vida sigue’, es cierto, él posee una enorme ‘autoritas’ y desde allí podrá ser un referente para preservar lo mas valioso de la experiencia chilena, la existencia de un espacio reformados con lucidez política y capacidad técnica que debe resistir tanto la olas de automatismo de mercado como del neopopulismo de los eslóganes…»
Ivan Poduje, 11 abrl 2017 Carta «Ricardo Lagos y el futuro» «… Lagos juntó un equipo y logró sintetizarlas en un segundo documento que contiene 140 propuestas para abordar desafíos, en salud, prevision, crecimiento económico, discriminación o desarrollo urbano»
Rodrigo Valdes, 16 abril 2017, El mercurio, entrevista «No puedo entender el rechazo que Lagos tenía en las encuestas… el poco apoyo me hace reflexionar en que me estaá costando entender la política de la gente mas jjoven. No puedo enender el nivel de rechazo que Lagos tenía en las encuestas… hay un tema bien de dondo en la valoración de los últimos 30 años, desde gente como yo, que estamas muy orgullosos de lo que se logró, a quienes tienen cierta verguenza que creen que fue un cambio sin cambio… confio que Chile tiene la madurez para no caer en esas tentaciones (arranques populistas). Practicamente todos los liderazgos, y sin duda en la Nueva Mayoría entienden bien que son muy complicadas de manejar. Lo importante es la gobernabilidad, y la coalición de gobierno tiene muchas mas posibilidades de seguir si muestra ese orden»
al inscribir su candidatura presidencial: «quiero hacer una mención especial en esta lógica de incluir buenas propuestas, porque hemos incorporado después de una revisión, un análisis y un trabajo conjunto, parte de las propuestas planteadas por el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar. Su propuesta para proyectar el país no puede quedar sin ser incorporada y todos estarán contentos de que hayamos recogidos estas buenas ideas… recuperar el crecimiento es fundamental si queremos financiar políticas públicas. Hay tres elementos: es posible crecer al doble de lo que lo hemos hecho, nos acompaña hoya Alejandro Foxley, a un 4%, partiendo mas bajito el primer año y recuperándose en los tres años siguientes» (El Mercurio, 12 mayo 2017),
Fidel Espinosa, diputado PS: «Le dieron un portazo a Ricardo Lagos y eso impidió que tuviéramos primarias. Les regalamos todo el territorio nacional al Frente Amplio y la derecha para que hicieran campaña» El Mercurio 7 enero 2018
«La tarea número 1 es crecer todo lo demás es música como dijo el ex presidente Lagos» Paulina Yazigi, El Mercurio, 20 junio 2019, columna «Necesitamos crecer (y decirlo sin pudor).
«En su oportunidad, Ricardo Lagos Escobar llenó con especial virtuosismo la imagen de guía patriarcal. Algo muy del gusto de Francisco Vidal (y de muchos, por cierto), pero ahora las circunstancias han variado tanto (en parte por los méritos de los gobiernos de centroizquierda), que hoy ni Lagos es ya Lagos.
Cuando lo intentó, porque en conciencia sentía la responsabilidad de cumplir con un deber, se encontró con que la respuesta colectiva ya no era la de antaño. Ninguno de nosotros busca volver a ningún pasado, sino construir un futuro que no sea repetición de nada. La nostalgia cierra puertas, no las abre» Victor M. Maldonado Roldan, redes sociales 19 agosto 2020.
Este domingo, el expresidente Ricardo Lagos se refirió al proyecto que presentó un grupo de parlamentarios de oposición, el cual busca adelantar las elecciones presidenciales. En ese sentido, el ex Jefe de Estado aseguró que se trata de una idea ilegal, ya que contradice lo que dice la Constitución. “(Los parlamentarios que presentaron el proyecto) Conocen la constitución, saben lo que dice la constitución, y saben que lo que ellos dicen es ilegal”, dijo Lagos sin agregar más respuestas frente a la idea. 29 noviembre 2020
«El presidente Lagos podría ser un elemento aglutinador de un gran acuerdo en la Araucanía» general Eduardo Aldunate, El Mercurio, 17 enero 2021
«Esa historia trágica evoca, con perfección, el terrible error de Ricardo Lagos al abrirle camino político a Michelle Bachelet, con la que se inicia la decadencia de Chile, semejante enteramente al error de Marco Aurelio al entregarle el trono a su nefasto hijo Cómodo». Orlando Saenz 16 myo 2022
«Como siempre, el Presidente Lagos con su dignidad en alto. No se dejó manosear por la Convención. Una vez más, mostró su valentía como lo hizo en la dictadura. ¡Grande el presidente¡» Jorge Andrés Richards, El Mercurio, 19 junio 2022
El expresidente Lagos no exagera, En materia económica, no hay que ir muy atrás para confirmarlo. Entre 2003 y 2013, el ingreso per cápita creció en promedio un 3,7% anual (real). Entre 2014 y 2019, la cifra fue solo un 0,55%. Mirando al futuro, las proyecciones indican que en todo el período comprendido entre el 2014 y 2024 la economía chilena habrá crecido apenas cerca de un 6% (per cápita real). Es decir, el crecimiento que antes tomaba dos años ahora tomará más de diez. ¿No es eso fuente de frustración social? Don Ricardo Lagos E. además identificó tres grandes problemas que afligen al país: el constitucional, la inflación y la seguridad. Sin embargo, me gustaría agregar otro a la lista, uno que limitará las posibilidades futuras de progreso de Chile: la catastrófica situación en educación.
EL PRESIDENTE QUE NOS ENSEÑÓ A PENSAR EL MUNDO Por Por Carolina Valdivia
La política exterior del Presidente Ricardo Lagos tuvo hitos significativos. Asentado en los principios que habían guiado nuestro accionar internacional desde 1990, el Presidente definió los intereses de Chile en el plano externo con precisión, pragmatismo, libre de ideologías y ajustándose siempre a los inescapables designios de la realidad.
Durante su mandato profundizó la integración de Chile en la economía mundial, sellando acuerdos de libre comercio con los grandes actores: Estados Unidos, Unión Europea y China. Esta definición mostró la visión de Lagos de que la fuerza del comercio era capaz de generar conexiones que favorecían la concertación política, trascendiendo el mero intercambio de bienes. Prueba de ello, fue que a la par de firmar estos acuerdos, Chile fue considerado un socio confiable en materias de paz, democracia y fortalecimiento de los DD.HH. (2)
(2) La Tercera 3 febrero 2024
articulos 2020-2021
Aire para el Futuro
columna de Ricardo Lagos, 27 junio 2020
¿Cómo seguiremos después de esta pandemia? ¿Cuánto durará la crisis y hacia dónde debemos salir? A estas alturas, está claro que en casi todo el mundo se perderá mucho de lo avanzado. De acuerdo a un estudio de las Naciones Unidas, la pobreza podría llegar a afectar a 500 millones de personas más de las existentes en la actualidad, es decir, a un 18% de la población mundial. Sería la primera vez desde 1990 en que los índices de pobreza aumentan.
La pandemia desnudó la realidad que se venía incubando: la desigualdad y el hacinamiento en nuestras ciudades -en parte disfrazadas, tanto en los países desarrollados como en los nuestros- se evidencian ahora en toda su crudeza y sus derivaciones permanecerán más allá de la coyuntura sanitaria.
Por eso, el principal foco de las políticas públicas y privadas a futuro debe concentrarse en reactivar la economía, para volver a poner de pie a nuestros países y disminuir, tanto como sea posible, las dramáticas proyecciones anunciadas. Y es allí cuando, desde diversos sectores, asoma la inquietud sobre el modelo de economía y sociedad a construir.
La respuesta, necesariamente política, está en el multilateralismo: es la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Mucho antes de la pandemia, en septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó 17 metas para el año 2030, las cuales están reunidas en un documento con ese nombre. El texto hace “un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad” al llegar a esa fecha. Promueve un crecimiento económico sostenible, inclusivo y equitativo, con fuerza en la innovación productiva, creando mayores oportunidades, guiados por la meta de reducir las desigualdades sociales.
Dejar atrás el modelo Trump
Por Ricardo Lagos, 26 julio 2020
¿Cómo miraba el mundo a Estados Unidos hace un siglo atrás y cómo lo ve hoy? A comienzos de 1920 entró en vigencia el Tratado de Versalles, a partir del cual se creó la Sociedad de las Naciones, entendida como un foro para arbitrar en las disputas internacionales y preservar la paz. La entidad no logró impedir la Segunda Guerra Mundial, pero sentó las bases para crear las Naciones Unidas y su propuesta de un orden internacional compartido. ¿Quién tomó la iniciativa de crear la Sociedad de las Naciones? El Presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson.
Hoy, en 2020, el Presidente Donald Trump se ubica en el extremo opuesto de la historia. Nada de sociedad de las naciones ni de organismos multilaterales para enfrentar juntos los desafíos del siglo XXI. Con su actitud negacionista del coronavirus, Trump ha impedido que Estados Unidos haga una contribución positiva en la escena internacional, marginándose de la discusión y obstaculizando una coordinación entre las principales potencias del mundo.
Hace poco, un medio español señaló que la especialidad de Trump era dar marcha atrás a los grandes consensos mundiales. Llegó a la Presidencia y sacó a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, el TPP. En junio de 2017, anunció el retiro del Acuerdo de París contra el cambio climático, rechazando las advertencias de los científicos, y también abandonó la Unesco, Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Asimismo, se marginó del Pacto Mundial sobre Migración y Refugiados y rompió el Acuerdo con Irán. Este año dijo que Estados Unidos suspendía su participación en el tratado que prohíbe los misiles nucleares de medio y corto alcance, firmado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987 y, en medio de la pandemia, se salió de la Organización Mundial de la Salud.
Su lema «América First», bajo el cual ha gobernado, ha confirmado que no cree en ningún tipo de sistema de gobernanza internacional y ha optado por intentar imponer sus propias reglas del juego. Es decir, decidir personalmente cuándo, con quién y cómo se discuten los grandes temas globales.
Esta política ha generado consecuencias diversas. En solo tres años, el gobierno de Trump ha abandonado la responsabilidad que Estados Unidos ejercía en términos globales, a partir de su peso como nación, y traspasado ese liderazgo a otros países, como Alemania o China. Este repliegue internacional tiene especial importancia para América Latina, porque Estados Unidos no es sólo el principal socio económico de la región, sino también un referente histórico de los valores democráticos occidentales. Frente a un sistema internacional desordenado, sin liderazgo, en medio de una pandemia y bajo la amenaza de una profunda crisis económica, ¿dónde está América Latina? ¿Dónde podemos discutir nuestro futuro?
Aquí es donde cabe ser categóricos: no podemos seguir el modelo Trump. Al igual que en el resto del mundo, en América Latina no tuvimos una respuesta regional a la crisis sanitaria, en parte por la ausencia de los liderazgos tradicionales. Los presidentes de México y Brasil han tenido posturas ambivalentes y minimizaron la amenaza del Covid- 19, generando dramáticas consecuencias en sus respectivos países y dejando un vacío de referentes en la región. Sin embargo, si bien no diseñamos políticas comunes en términos sanitarios, aún hay tiempo para rescatar los puntos de convergencia, enfrentar la crisis económica que se viene y construir una agenda común, permitiendo a la institucionalidad regional recuperar su rol en la coordinación de políticas. Al margen de nuestras diferencias ideológicas y de distintos modelos de desarrollo, existe -como aquí ya hemos dicho- una base común para saber hacia dónde vamos: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 aprobada por Naciones Unidas en 2015. Esos deben ser nuestros referentes para movilizar la inversión estatal, rescatar la economía regional de la crisis que ya estamos sufriendo y avanzar a un desarrollo que articule ser humano, medioambiente y calidad de vida.
En ese marco, cabe unirnos regionalmente ante el quiebre que el Presidente Trump busca generar en las normas multilaterales bajo las cuales el Banco Interamericano de Desarrollo ha funcionado por 60 años. Propone un candidato norteamericano de su entorno, sabiendo que la costumbre, es decir, un derecho consuetudinario, ratificó que el BID siempre sería conducido por un latinoamericano. Eisenhower planteó la cuestión del equilibrio hemisférico, en función del cual el aporte de capital inicial del banco fue en un 60% de Estados Unidos y en un 40% de los países latinoamericanos, dado que estos aportaban también experiencia y conocimiento de su región. De allí derivó el acuerdo sobre la presidencia de la entidad, que se hizo norma permanente y que ahora Trump busca quebrantar. Frente a ello, hay que unirse y rechazar una opción que nos recuerda viejas prácticas de intromisión que ya dábamos por superadas.
Lo adecuado ahora es buscar la fórmula para postergar la reunión de septiembre. La pandemia está aún encima y es necesario concentrar los esfuerzos en las prioridades y enormes tareas que vienen. Los países miembros del BID deberíamos concordar primero una agenda para los próximos años, donde los cambios, demandas sociales y transformaciones productivas tengan un marco de desarrollo común. No es la hora de lo «interamericano» contagiado de Guerra Fría, ni tampoco del «desarrollo» clásico. Pensemos primero en el futuro del BID y la importancia de su aporte financiero, y luego elijamos a su conductor, que además debe ser generador de consensos y no de rupturas.
Que la actual Constitución lleve mi firma no significa que no esté de acuerdo en redactar una nueva. Gracias a que en 2005 se logró eliminar a los principales enclaves autoritarios es que hoy podemos soñar con escribir una #NuevaConstitucion que refleje al nuevo Chile y su futuro.
Hace un año, 1.200.000 personas se tomaron las calles para exigir cambios sociales, económicos y políticos profundos con la convicción de construir un proyecto colectivo que encarne la voluntad del pueblo chileno. Continuemos ese camino y celebremos este aniversario votando
Candidatura presidencial 2017
Ricardo Lagos intentó una candidatura presidencial el 2017, cuando en el Partido Socialista también lo intentaban Isabel Allende, José Miguel Insulza y Fernando Atria, y el PPD había impulsado la candidatura de Lagos.
Andrés Zaldívar: “No veo otra carta (que Lagos) en la Nueva Mayoría”
La decisión de Lagos vale más porque corre riesgos-Sergio Bitar
«Los años del Presidente Lagos» Roberto Ampuero 9 octubre 2016 «Con su administración, Lagos hizo un aporte significativo a la izquierda: probó, tras el malogrado gobierno de Salvador Allende, que un socialista era capaz de presidir Chile sin polarizarlo ni hundirlo en una crisis económica… sin embargo, al anunciar en la repostulación su ‘compromiso’ de continuar las reformas estructurales de Bachelet, Lagos se internó por una vía riesgosa: su continuismo no convence a la izquierda jacobina y genera inquietud en el centro y la derecha» «Muchos de quienes consideran a Lagos ‘viejo’ para postular a la Presidencia no tienen reparos en celebrar a Fidel Castro (90) y a su hermano Raúl , de 88 años».
«¿Piñera vs. Lagos? Axel Bucheister, La Tercera 16 octubre 2016 «Respecto a Lagos, el ministro Fernández da la sensación de vivir en la fantasía que acusa, cuando desconoce los magros resultados que arrojan las encuestas para Ricardo Lagos y el alza en ellas de Alejandro Guillier, como también el encono que le tiene le tiene la izquierda dura -que en el hecho es la que manda en la Nueva Mayoría- que jamás lo aceptará como candidato. ¿Y en Chile Vamos? La posición de Sebastián Piñera es más expectante…
«Lagos refuerza equipo de campaña y presiona por definición presidencial del PS» La Tercera 24 marzo 2017. Cuando con apoyos como Luis Bates y Francisco Vida; Rafael Gumucio; los diputados Marcelo Schilling, Juan Luis Castro y los senadores Rabindranath Quinteros y Carlos Montes. Dieron a conocer el documento «Piensa en Chile, propuestas para conversar»: «Ofreceremos mas tranquilidad a nuestros adultos mayores, con un nuevo sistema de pensiones y un Auge especial para ellos. Impulsaremos un nuevo sistema de protección social, con un subsidio asistencial único».
Columna de Camilo Escalona: «La fuerza del liderazgo» La Tercera 15 octubre 2016 «… como Ricardo Lagos pone el énfasis en alcanzar una mayor crecimiento, lo anatemizan como amigo de los empresarios; como valora el balance estructural en el gasto fiscal es conservador; como tiene ideas claras se le sindica como el partido del orden… el objetivo que se ha propuesto Ricardo Lagos es coherente con el interés país, como corresponde a un dirigente que surgió como figura nacional en la brega contra la dictadura, que se proyectó a la presidencia por su trabajo tesonero y fructífero en la restauración democrática, con identidad y domicilio conocido, requisitos necesarios para superar la crisis de confianza que afecta al país»
El embajador Ricardo Núñez en México, que apoya la precandidatura presidencial de Ricardo Lagos, afirma que «la crisis general del sistema político en Chile es muy profunda, no se resuelve con candidaturas más o candidaturas menos, se resuelven con un gran acuerdo nacional para rearmar nuevamente un sistema político que sea capaz de dar cuanta de los desafíos que Chile tiene. Y que ahí el PS, ojalá mucho más consolidado que lo que tenemos ahora, sea capaz de jugar un rol determinante como lo jugamos en el pasado.. no es el momento de utopías ni de visiones que estén desapegadas de la realidad. La realidad es muy distinta a la que algunos veces se piensa… el Partido Socialista está en el intríngulis más delicado que ha vivido en muchos años» (El Mercurio 23 de Marzo 2017)
Isabel Allende admite dolor del PS por bajo apoyo a candidaturas de Lagos, Insulza y Atria: «hay una frustración dentro de los socialistas». El diputado Osvaldo Andrade señaló: «yo me preguntaría que hemos hecho cada uno de nosotros, desde las responsabilidades que tenemos para que esta situación dolorosa haya ocurrido». Fernando Atria afirmó que «espero que Isabel Allende no se sume a quienes, contra ala institucionalidad del partido, están buscando formas de cancelar la consulta para escoger al candidato del partido» El Mercurio, 23 de marzo 2017.
Luis Larraín «Candidaturas Presidenciales» 25 marzo 2017 «La Nueva Mayoría fue una máquina de destrucción y paradojalmente la primera víctima ha sido Ricardo Lagos, símbolo del Chile que quieren cambiar quienes creen que la política consiste solo en criticar y vocear la revolución y no en construir consensos para decidir a evolución del país. Por eso la candidatura de Ricardo Lagos ha resultado tan difícil. Y aunque hay intentos por reflotarla en los partidos de la izquierda alarmados por el estancamiento e incluso declinación de la popularidad de Alejandro Guillier, será difícil que pueda estar en la papeleta electora con ese nivel de rechazo interno….».
Isabel Allende, 29 marzo 2017 La Tercera: «El ideal sería que tuviésemos ojalá los cuatro nombres. Me refiero a Lagos Guillier, Insulza y Atria. «Los estimados candidatos Insulta y Atria se encuentran muy débiles frente a las propuestas de Lagos. En el momento que vivimos en Chile, con la amenaza de un posible gobierno de derecha, hay que oponer una candidatura de gran densidad política, y para eso la persona indicada es Lagos» afirma el senador Rabindranath Quinteros.
Oscar Guillermo Garretón «Apuestas del PS» La Tercera 3 abril 2017: «… con Lagos, gane o pierda la coalición, se tendría a futuro una centroizquierda con propuestas para el Chile que viene; o un legado de gobernabilidad seria y exitosa, en vez de la gobernabilidad mala y rechazada que caracteriza a la Nueva Mayoría a ojos de la ciudadanía»
Gloria de la Fuente y Francisco Soto, Voceros de Ricardo lagos: «Nueva Constitución» La Tercera 19 marzo 2017: «La nueva Constitución no es una discusión baladí ni que convoque solo a la élite. Su sentido profundo es buscar un nuevo pacto social… nuestro país requiere articular un gran consenso constitucional que permita superar el actual Estado subsidiario, para avanzar en un Estado participativo, pluralista y solidario, que promueva la inclusión de las minorías en las políticas públicas y proteja sus derechos. Un Estado que garantice derechos y deberes ciudadanos, desarrolle una gestión eficiente en materia de servicios y fomento, y compatibilice la acción pública privada en la economía…»
Jaime Ravinet apoya precandidatura presidencia de Ricardo Lagos en 2016: «creo que es la mejor alternativa parra convocar a un movimiento amplio verdaderamente de centroizquierda que sea capaz de darle estabilidad a este país, pero a la vez hacerlo crecer, desarrollarse, progresar, modernizarse» (El Merurio, 30 septiembre 2016). «Es una pena que cálculos pequeños hayan impedido la competencia para la Presidencia de la República de un gran estadista. Fue uno de los mejores presidentes de Chile. Fiel a sus profundas convicciones socialdemócratas, condujo al país en uno de sus mejores períodos de la historia, después de haber contribuido destacadamente al restablecimiento de la democracia y haber servido como eficiente ministro den los gobiernos de Aylwin y Frei Ruiz-Tagle… mas allá de sus posibilidades de éxito, Ricardo Lagos dio muestras de generosidad y espíritu republicano al poner su nombre a disposición de Chile…. ¡Qué pena!» («Chile se pierde a Lagos» carta El Mercurio 13 abril 2017)
Sergio Muñoz Riveros, «Lagos» 13 abril 2017 «El PS no hizo una apueesta doctrinaria ni programática, sino fuertemente condicionada por los empleos públicos. Al respaldar a Guillier y no a Lagos, el PS estuvo dispuesto a entregar un cheque en blanco a una persona de ideas más bien difusas. Eso lo dice todo… cumplió con su deber como líder democrático ayer y hoy…»
Marco Enriquez: «No hay que pelearse nunca con la historia y Lagos es parte de la historia de Chile. Valoro de Ricardo Lagos, del cual fui parte de sus equipos publicitarios en el año 1999, que siempre entendió que un liderazgo sin un programa, sin coraje programático, es un liderazgo sin interés. Vamos a echar de menos el enorme esfuerzo que hizo Ricardo Lagos. Con Iván Poduje hicieron hasta líneas de metro con un mapa (La Tercera 15 abril 2017).
José Joaquín Brunner:»Ricardo Lagos representa la enorme transformación del país durante los últimos cincuenta años. No solo la transición de una dictadura a la democracia sino de la Guerra Fría a un mundo multipolar, de la revolución al reformismo, del Chile como un caso de desarrollo frustrado al Chile que expande sus capacidades y se transforma en una sociedad de masas y nuevas clases medias» (La Tercera, 15 abril 2017 «La decisión del Partido Socialista).
Hugo Herrera «Epitafio» La Tercera, 15 abril 2017: «Ricardo Lagos ha muerto políticamente. La muerte política de Lagos es la del político vivo mayor de su generación. Lagos fue soberbio, pero valiente. Tuvo capacidad de prostergarse, de colaborar junto a toros, de concebir y sentir al país, de mirarlo en el largo plazo. Cometió errores graves y su gobierno vivió un momento de inestabilidad importante. Pero encarnó la Presidencia de la República con prestancia, con plena conciencia del papel simbólico de la institución…. Lagos era capaz en economía, en política y en filosofía. Se desenvolvía en los asuntos de la gestión y la administración, sin olvidar que la política queda trunca cuando se es ignorante en materia de ideas, en el pensamiento, en los grandes asuntos de la cultura. La caida de Lagos sella el cambio de época… el país se sume en un periodo de inestabilidades…. hay quie dice que en la política chilena, cual la hispana o la germana, se abrirán cuatro bandas: dos extremas, dos más centristas»
Andrés Santander, secretario general PS «Unidad en la adversidad» 15 abril 2017: «la porfiada desigualdad, los abusos que irritan, el modelo cultural individualista y, ciertamente, la pérdida de sintonía de prácticamente todas las elites con la sociedad producen sentimientos de desamparo, desprotección, desconfianza y descrédito de las instituciones… el retiro del expresidente Lagos de la campaña presidencial no pone en riesgo la continuidad del bloque. La reflexión va más allá de un candidato, es una definición estratégica, es nuestra política de alianzas.
Andrés Benítez, «Viudos de Lagos» La Tercera, 16 abril 2017: «… Y Lagos, hay que decirlo, no supo diferenciarse Porque, en su afán por conseguir votos, comenzó a desvirtuar su discurso, a coquetear con la izquierda extrema, al punto de traicionar su propia historia…Los viudos de Lagos debieran aprender de él, y en vez de incendiar el país, aceptar que éste quiere ora cosa.
Alfredo Jocely-Holt, La Tercera, 15 abril 2017 «Desconocida del PS»: «Razones para tener reservas respecto de Lagos, abundan. Su mal record de candidato es bien sabido desde cuando quiso ser rector de la Universidad de Chile y no se la pudo; también desde la senatorial contra Zaldivar y Guzmán y en las primarias contra Frei el 93; cuando apenas pudo ganar la presidencia el 2000; cuando el 2009 taponeó a Insulza e igual terminó desintiéndose (¿el mismo juego de pero del hortelano que dejar fuera a Isabel Allende?)…. en lo referido a record político, a Lagos, flancos débiles no le faltan:…»
Joaquín García-Huidobro «Después del funeral» El Mercurio 16 abril 2017 «Esta semana, el grueso de la izquierda ha decidido abandonar las posturas socialdemócratas. Para la derecha, sería una mala idea limitarse a contemplar cómo el adversario se hunde en una confusión sesentera. Es el momento de constituir puentes con la izquierda moderada… El muerto de esta semana trágica no fue simplemente Ricardo Lagos. En el ataúd principal de este entierro hay un cuerpo de mujer: la socialdemocracia… la izquierda ha dejado de ser centro izquierda y ha decidido navegar en aguas muy distintas…»
«El pecado de Lago» María de los Ángeles Fernández «el problema de Lagos fue no remontar en las encuestas. Pero si cometió un pecado, fue no tratar de pasar por algo distinto a lo que es: un político… pero pudiera ser también un hito más en el avance de una anti política que, en Chile, cobra formas variadas, difusas y hasta inadvertidas por quienes las encarnan. Al día de hoy, se apoya en generalidades, se cobija en un ciudadanismo hasta la náusea y refuerza las asociaciones de la política con lo corrupto e injusto
Cristián Warnken «Carta a Ricardo Lagos» 22 abril 2017: «Si cierro los ojos, veo -como en un sueño- unas banderas ondeando entre la multitud, cuando era muy niño, el año 73: después el sonido de los aviones y helicópteros apagando ese fervor y trayendo el miedo… huérfano de utopías que se desmoronaron en cámara rápida o que se transformaron solo en retórica, en «palabas vacías»… al escuchar su discurso… era un Lagos mas sereno, mas sobrio que cerraba la transición con una renuncia. Qué impecabilidad y que sobriedad: solo 6 minutos para decir lo necesario. ¡Que soledad la suya! Sentí que algún punto su soledad se tocaba con la de nosotros, los ciudadanos huérfanos. No pude dejar de recordar la soledad de Allende en un palacio en llamas… una izquierda solo movida por el resentimiento y aferrada al poder no es una izquierda por la que valga la pena dar la vida… Ya no fue necesario apuntar el dedo: solo bastó su mirada, por la que me sentí interpelado. No sé a qué, pero a algo nuevo, que todavía no comienza. Cuando se abran de verdad las grandes alamedas»
Una nueva democracia para el continente actual 29 agosto 2021
Una nueva democracia para el continente actual
Estamos a pocos días de que se conmemoren los 20 años de La Carta Democrática de las Américas. Hoy, dos décadas después, es una comprobación de cuán dinámicos son los procesos ciudadanos, capaces de fortalecerse en sí mismos y llevar la relación entre poder y ciudadanía a nuevos niveles de interacción y creatividad política, como lo estamos viviendo en Chile, en países de América Latina y otras regiones del mundo. Aquello que en 2001 nos parecía una buena descripción de lo que era el ser y el hacer de la democracia, ya no es suficiente para las realidades de este tiempo y las demandas del futuro.
Fue en Quebec, el 2 y 3 de febrero de 2001, donde 34 jefes de estado, elegidos democráticamente, decidieron en la Tercera Cumbre de las Américas generar un documento que estableciera un compromiso común de protección y fortalecimiento del sistema democrático en el continente. La redacción de la Carta se realizó durante los primeros meses de ese año, bajo la mirada de los cancilleres de los estados firmantes, quienes se reunieron el 11 de septiembre de 2001 en Lima para discutirla y debatir su aprobación. Nadie imaginó que ese mismo día la historia contemporánea cambiaría de manera abrupta. En medio de las noticias del atentado a las Torres Gemelas, el Secretario de Estado Collin Powell pidió ratificar de inmediato la Carta, antes de retornar de urgencia a su país. El texto se aprobó por unanimidad, como una declaración de principios en defensa de la democracia representativa, explicitando la total subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil, rechazando los golpes de estado y dictaduras de cualquier tipo y validando los mecanismos de equilibrio y separación de poderes del Estado.
Hoy, la Carta aparece como hija de su tiempo, ligada a un pasado que, en cierta forma, quedó atrás. En ella predomina lo que podríamos llamar el resguardo de los derechos clásicos del desarrollo social y humano, con Estados donde las elecciones libres son el cauce principal de la organización institucional política. Si bien no hay nada cuestionable en lo que el texto dice, sí aparece algo retrasado por lo que no declara: no habla de democracia participativa, no hace referencia al cambio climático ni a las transformaciones profundas que el desarrollo digital traería a nuestras sociedades, con nuevas formas de vinculación y exigencias entre gobernantes y ciudadanos. Si bien habla de no discriminación étnica, por ejemplo, no menciona la plurinacionalidad, concepto hoy tan presente en el debate regional.
El Estado de Derecho debía ser cumplido y cada ciudadano tenía la posibilidad de expresar su punto de vista en las urnas. Los líderes manifestaban sus opiniones a través de los medios de comunicación tradicionales y los partidos políticos ordenaban a sus militantes y parlamentarios. Hace 20 años, el alcance de Internet era incipiente y aún no aparecían los smartphones con todo su aporte a un debate bullente en las redes sociales.
Hoy el mundo es otro y la democracia es un concepto más difícil de definir. La política, gracias al avance digital, es horizontal; el ciudadano común quiere ser escuchado y es obligación del gobernante aprender a oírlo a través de los instrumentos que existen para ello. En suma, el mandatario moderno gobierna para la democracia. La comunicación es inmediata y los gobiernos, para mantener una democracia fortalecida, deben moverse con flexibilidad política ante las demandas sociales, las que además mutan por la rapidez de la transmisión de conocimiento y las nuevas realidades que surgen vertiginosamente.
En ese marco, el ejercicio democrático contemporáneo reclama de dos direcciones de acción con lógica convergente. El gobernante necesita instrumentos eficientes para escuchar a la ciudadanía y adelantarse a sus expectativas para que éstas no se frustren (o por lo menos explicar los tiempos necesarios para satisfacerlas); y la ciudadanía requiere de canales visibles e influyentes para generar instancias de encuentro verdadero con el Estado y sus gobiernos. Hoy, los grupos civiles que se organizan a través de whatsapp para exponer sus demandas, hacer exigencias y respaldar a sus líderes, son una realidad. No siempre los ámbitos del poder han visto su desarrollo e influencia. Ahí está el ejemplo del proceso constituyente en Chile, con fuerte presencia de organizaciones diversas, gestadas a partir de bases sociales de debate común, desde donde recogen orientaciones y construyen un relato a llevar a la Convención Constituyente. Todo un hito, no sólo para la historia del país, sino para otras regiones del mundo.
Este continente, ahora tan fracturado, requiere de una reflexión profunda para repensar el sentido fundamental de sus democracias y de sus modalidades y, a partir de eso, construir un nuevo concepto que interpele a todo el continente. Es necesario poner al día una Carta Democrática con mirada de futuro, donde participación y eficiencia se articulen en los escenarios de la era digital; donde en lo hemisférico se asuma la diversidad y donde se construya una identidad compartida, especialmente entre Norte y Sur, desde el respeto mutuo. Esa tarea reclama una presencia urgente de nuestros pensadores y académicos, golpea la puerta de nuestras universidades y centros de estudios pidiendo nuevos paradigmas y nos hace mantener la esperanza de que es posible la integración y el debate común entre nuestros pensadores, en esta América Latina de hoy, y generar un nuevo devenir para la región en torno a la palabra “democracia”. Y con ello una voz latinoamericana más sólida para hablar al resto del mundo.
Entrevista 4 noviembre 2015
Ricardo Lagos a El Pais: «No, yo ya fui presidente» Descartó la posibilidad de que se presente como candidato par avolver al sillón de La Moneda «Creo que para un hombre de mi edad (77 años) el futuro está un poquito pasado… no no yo ya fuie presidente»
“La política tradicional no entiende las nuevas tecnologías”
¿En qué momento se encuentra la región?
Respuesta. La situación en América Latina es igual a la de otros países en los que la revolución de las nuevas tecnologías ha establecido una relación distinta entre el ciudadano y la política. Este es un ciudadano más empoderado, que exige mucho más porque sabe mucho más. El canal natural de expresión, que era el partido político, sigue existiendo, pero su legitimidad es distinta. En América Latina la época dorada ha sacado a 60 millones de personas de la pobreza, aunque ellos consideran que se pusieron de pie y los vimos.
P. ¿Y Chile?
R. En Chile, de 10 jóvenes en enseñanza superior, siete son primera generación en la familia. Eso sí que es cambio. Las familias sienten que finalmente sus hijos tienen un futuro que ellos nunca soñaron. Brasil, México, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Costa Rica… van a tener del orden de los 25.000 dólares por habitante entre los próximos cinco y 10 años. El cambio es muy fuerte. Esto, unido a las tecnologías, hace que en muchos países pueda surgir un cuadro político distinto al de los partidos tradicionales. Puede pasar como en España.
P. ¿Cómo ve el auge de los partidos independientes?
R. Son una expresión ante la deslegitimidad de la política tradicional. Así, un comediante llega a presidente [Jimmy Morales, en Guatemala]. Ese tipo de insatisfacción con el stablishment también se da en América Latina.
P. ¿Cuál ha sido el error de la política tradicional?
R. No entender las nuevas tecnologías, la nueva manera de relacionarse, no entender que hoy hay un ciudadano que se informa más y exige ser considerado. Está por conocerse cuáles van a ser las instituciones políticas como resultado de la Red.
P. ¿A qué aspira Chile?
Hay un silencio estruendoso en América Latina sobre Venezuela
R. Es un país de economía mediana. Cuando eres pequeño buscas acuerdos de libre comercio porque quieres tener mercado más grande. Brasil, con 180 millones de habitantes, protege su mercado interno. Chile aspira a ser un puente entre los países del sudeste asiático y América Latina.
Los flujos mayores del comercio mundial y de más rápido crecimiento están ahora en el Pacífico y no en el Atlántico. Quizás por primera vez estamos en la primera fila de la platea. A las empresas españolas les hemos dicho que Chile es la forma de entrar en Asia.
P. ¿Cuál es el estado de salud de la democracia latinoamericana?
R. Es sólido. Hay algunos bolsones negros. Algunos no saben que hay vida después de ser presidente y quieren reelegirse eternamente, son los presidentes duracell. La ventaja de América Latina es que sabemos quién es democrático y quién no, y que en el mundo moderno de hoy o andas con credenciales democráticas o no andas. Y sabemos administrar bien nuestras economías. Si no lo haces, es porque no quieres. Los desequilibrios macroecónomicos a la larga salen caros. Brasil mantuvo un nivel de gasto muy alto y ahora hay que hacer el ajuste.
P. ¿Y Venezuela?
R. Las denuncias del fiscal [Franklin Nieves]… no digo que haya sido así, pero es lo más probable. Yo estuve preso en la época de
Pinochet, después del atentado. Pensaban que yo era el autor intelectual. Me interrogó el fiscal y me dejó con prohibición de salida del país. Yo me indigné: “Usted es abogado igual que yo y sabe que nada de lo que he dicho justifica eso”, le dije. Me enseñó un lápiz y me respondió: “Esto es todo lo que tengo ante la fuerza que me está presionando. Cada vez que interrumpo el juicio es porque me llaman de La Moneda para que le deje preso”. Me impactó su franqueza. Con Leopoldo López los expresidentes hemos sido claros en denunciar lo que pasa. Es hora de que los que están en activo hagan algún tipo de declaración. Hay un silencio estruendoso en América Latina.
P. ¿Por qué?
R. Porque no quieren opinar de lo que pasa en el país vecino y que les acusen de intromisión.
P. Pero se levantan muchas voces en contra del régimen de Nicolás Maduro…
R. Es verdad. En defensa de América Latina diré que se han dado dos noticias muy importantes. Una, que habrá paz en Colombia, y eso va a generar otra situación a nivel latinoamericano. Esa paz se va a hacer sin intervención de ninguna potencia extranjera. Otra, el entendimiento Cuba-Estados Unidos. Las buenas noticias no son económicas, son políticas.
P. ¿Por qué aumentan los casos de corrupción de Chile?
Los desequilibrios macroeconómicos a la larga salen caros
R. Esos casos son consecuencia de la ley electoral de 2003. Ese año me pareció indispensable regular el financiamiento público de la actividad política. Si el dinero va a influir en los resultados electorales, tenemos un sistema democrático imperfecto. Yo no tuve mayorías en mi mandato y había derecho a veto por parte de la oposición, sobre todo la derecha. Me pusieron la condición de que las empresas pudieran dar dinero a los partidos, un 3% como mucho, que se descontaba de impuestos. La empresa se acostumbró a dar plata. Ahora se va a acabar con eso.
P. ¿Su opinión sobre la gestión de Michelle Bachelet?
R. La presidenta ha tenido el problema familiar [un caso de especulación inmobiliaria por parte de su primogénito]. Su gran capital ha sido su credibilidad, su honestidad, y cuando pasa esto se le ha generado una situación compleja. Ha tomado las medidas necesarias. Hay que exigirle a la clase política que se autoregule, que haya mayor vigilancia sobre los recursos de todos los chilenos.
P. ¿Se presentará usted a las próximas elecciones?
R. Yo creo que para un hombre de mi edad [77 años] el futuro está un poquito pasado. Otra cosa es que me embarque en los
temas de futuro, que en Chile van a ser el agua, la energía… el cobre va a dejar de ser una commoditie porque va a tener diferentes precios según el nivel de emisión de gas de efecto invernadero. En el mundo del futuro se va a calcular cuánto se emite por habitante… Un expresidente se dedica a estas cosas. Respecto a que en dos años hay elecciones, las encuestas…, no, no, yo ya fui presidente.
P. ¿Su postura sobre el aborto y el matrimonio gay?
R. Son cosas que van llegar, antes o después. Es la evolución de la sociedad.
P. Su madre murió a los 108 años. ¿Que le enseñó?
R. Le faltaba un mes para llegar a los 109. Bebía licor dulce y jugó al tenis. Yo tuve una enseñanza tradicional. Ella nació en ese núcleo del fundo rural que emigró a la ciudad. Como sus hermanas, era profesora. La forma de sobrevivir en Santiago era la educación. Me enseñó el sentido público de servir.
Sobre Ricardo Lagos
Lagos solo tendrá una oportunidad si el gobierno de Bachelet se desordena y fantasea más aún. Allí la gente pensará que su orden acional y contenido es superior a cualquier entusiasmo transormador. Carlos Peña 24 julio 2916, El Mercurio
«Leonidas Vial… El 7 de marzo de 2000, junto a otros cien empresarios y corredores de bolsa, se reunió en el CEP, junto a Ricardo Lagos, presidente electo del país… Vial le habló ese día a Lagos sobre los beneficios de liberalizar la cuenta de capitales y eliminar algunas restricciones sobre el mercado… ¿qué quería Vial finalmente? En concreto, se refería a dos obstrucciones que él y el mundo financiero consideraban clave. Primero, había que eliminar el requisito de permanencia de un año an el país a los capitales extranjeros; después, terminar con el impuesto a la ganancia de capital, que a comienzos de esa década gravaba con un 15% las utilidades que obtenían los inversionistas tras vender una acción en la bolsa. Era un shock anímico directo al mercado de valores. Y Lagos así lo entendió ese día. «Usted ha puesto el tema en la agenda», le respondió a Vial… ambas medidas se concretarían un año después, en lo que se conoció como la primera reforma al mercado de capitales….»Piñera y los leones de Sanhattan. Crónica del auge de la élite financiera chilena» Sergio Jara Román (2018)
Madre del líder venezolano Leopoldo López se reúne con Ricardo Lagos, quien expreso: ‘nos pusimos al día sobre como poder avanzar para poder tener un diálogo que permita recuperar la democracia en Venezuela» septiembre 2017
Orlando Saenz, carta «Me gustas cuando callas…» El Mercurio, 27 noviembre 2021 «¿acaso se le olvidó a don Ricardo Lagos que Boric no ha hecho otra cosa que denostar, sin argumentos ni análisis lógicos, la constitución de 1980 que precisamente el Presidente Lagos transformo en una respetable Carta Fundamental que le regaló a Chile décadas virtuosas de desarrollo? … sin embargo, como todo gran hombre, don Ricardo Lagos tuvo el notorio defecto de escoger mal a sus posibles herederos políticos. Si hay que perdonarle a Alejandro que haya elegido a Hárpalo como tesorero, habrá que perdonarle a él que le abriera carrera política a Michel Bachelet y que busque heredero en Gabriel Boric, o sea, a los ultimadores de la Concertación y de la Constitución reformada que fueron la obra fundamental de su vida política»
Max Colodro «Lo que hay detras de la alerta de Lagos sobre el rumbo de la Convención: sensatez, convicción democrática y republicana…»
Adriana Valdes, academica de la Lengua Chilena: «Creo que ya no va a funcionar la téctica de desacreditar a Ricardo Lagos. Se verá como lo que es: una tirria envidiosa. En tiempos como estos es cuando se aprecia su capital político»
Evelyn Matthei «Aunque en muchos temas políticos pensamos diferentes, valoro la valentia y la visión republicadan del ex presdiente Lagos. La CC debe emmendar el rumbo y entregar una propuesta de Constitución seria por el bien de Chile
Enrique Mujica: «El que creo que Lagos está muerto políticamente, lea bien la realidad. El fin de semana abrió la visión cr´tica de la CC, sin Kast mediante, del sentido común»
Gaspar Dminguez: «El presidente Lagos tiene n punto, por cierto… los convencionales debemos tener la suficiente humildad para poder escuchar las voces de personas desde organizaciones sociales, de expertos»
Patricia Politzer: «A mi no me gustaron las palabras de Ricardo Lagos, porqu él está señalando que hay muchas cosas que cambiar, cuando las cosas todavía no se han acoerdado»
Pamela Jiles: «Peligrosa la idea que intenta instalar la élite: que la desyuntiva del plebiscito de salida es entre la Constitución de Boric o la de Lagos»
Patricio Walker: «Comparto la preocupación del presidente Lagos. Ojala que la Convención reaccione. Aquí se juega el futuro de Chile. Es clave que el presidente @gabrielboric se juegue para que Chile tenga una MEJOR Constitución, aprobada por una amplia may0ria»
Mauricio Daza: «Ante fracaso 2/3, amarillos por Chile, tercera vía y «una que nos una», arremete el Ricardo Lagos de siempre operando para los mismos de siempre: falacia ‘Constitucion de Lagos versus la propuesta de Convención’. Reforma 2005 mantuvo pilares constitucionales del 80 (estado subsidiario, entre otros)» 11 abril 2022
Claudio Alvarado R «Cuando defiende el Senado y cuestiona la plurinacionalidad, el expresidente Lagos reivindica la historia larga de nuestra república» 11 abril 2022
Daniel Jadue @danieljadue 10 abril 2022
Pinochet impuso la Constitución. Lagos hizo reforma sin participación del pueblo. Resultado: profundización de la desigualdad, segregación, negocios en la educación y salud, pensiones de hambre. A no dejarse engañar por la élite que quiere dejar todo como está! #AprueboDeSalida
Ascanio Cavallo, 19 junio 2022: No cabe duda de que, entre los cuatro expresidentes vivos, el más rechazado en el conjunto de la Convención es Piñera. Pero en el segundo lugar está, también sin duda alguna, Lagos. Que Boric lo convirtiera en el único omitido en su discurso inaugural no pudo ser un lapsus, sino tal vez, más tosca que florentinamente, un modo de evitarle una rechifla. Lapsus y aforo se parecen a gritos. La consigna en contra de “los 30 años” tiene por centro a Lagos, aunque eso sólo se dice en gritaderas anónimas. Lo único que el largo esfuerzo de demolición contra Lagos no ha tenido en cuenta es al propio Lagos. El arrogante Lagos de hoy es el mismo arrogante Lagos de ayer; para llamarlo así hay que coincidir con Pinochet. No hay en Chile una historia de resistencia cívica como la suya. Segunda cosa: la carta tiende a liberar al expresidente de explicitar su voto en el plebiscito de septiembre, ahora que en sus partidos históricos, el PS y el PPD, se profundizan las grietas ante el proyecto constitucional. Es difícil que después de esto se le pueda solicitar un llamado a votar de tal o cual modo. Ha sido una forma sorpresiva de ganar libertad.
El Mercurio 23 junio 2022, Leonidas Montes: «La verdadera dignidad, que fue tergiversada durante el estallido social, reapareció bajo la figura del Presidente Lagos. Su elegante carta nos recordó lo que realmente significa esa idea». Se refiere a la carta donde indica que no asistirá a la clausura de la Convención Constituyente.
Carlos Gajardo «El Gobierno del Presidente Lagos ha sido injustamente tratado despues del 18 de octubre. La crítica de los ’30 años’ se centra mucho en el gobierno de Lagos, más que en el de Bachlet»
Mauricio Morales «Arrodillarse ante Lagos y valorar los 30 años no es creible pero funciona»
Isabel Pla: al visita del presidente Boris a Lagos «es un gesto político, que no le quito valiez, pero lo que el Presidente hace es darle una señal a su propio mundo y al mundo que está más dusoso respecto del Apruebo»
Sergio Bobadilla: «El triunfo es de Lagos. El que lo criticó por años, ahora necesita sacarse una foto con quien no lo representa y a quién quería borra de la historia de Chile. Bien Ricardo Lagos ahí, Lagos 3 Boric 0»
Ricardo Neumann «Estos compadres crecienon políticamente ‘matando al padre’ y ahora lo resucitan para ver si pueden salir del abismo en el ue están… don @RicardoLagos mis respetos, pero no siga criando cuervos, que ya sabe lo que pasa…»
Juan Pablo Swett «… me parece una falta de respeto Pdte Boric que hoy use la imagen del ex presidente Lagos después de toda su historia en redes sociales faltándole el respeto»
Alex Callis «de vedd me pierdo con la coalición que gobierna. No sé si es la del presidente Boric, que se reúne y valora al ex presidente Lagos, o la que vota en contra o se abstiene de apoyar el estado de excepción en la Cámara»
Oscar Contardo «En 2013 Lagos presentó un libro en un salon del GAM. Cuanse me iba vi a Boric saliend de la presentación de Lagos leyendo su libro. Supose cierta admiración hacia él. Creo que tienen una inteligencia similar» La Segunda, 24 junio 2022
Carlos Peña se refiere a la foto que tomó Boric en su encuentro con Lagos esta semana: «la selfie (foto) es así un resumen simbólico, y casi una culminación, de lo que le ha venido ocurriendo a la centroizquierda todos estos años: retrocediendo una y otra vez en el plano de las ideas frente a la izquierda de más a la izquierda; creyendo que así salva algo de sí misma y debilita a la derecha, cuando en verdad es al revés; avergonzándola de sí misma hasta la impudicia y sonrojándose ante su pasado reconociendo culpas y dando explicaciones por no haber hecho lo que nunca genuinamente creyó o persiguió; simulando en la hora undécima oponérsele a esa izquierda de más a la izquierda, solo para, finalmente, acabar uniéndosele no en las ideas, sino simplemente en el poder, pero uniéndosele no en un plano de igualdad, sino en una -¿como decirlo?- disimulada sumisión» «La selfie» 26 junio 2022
«Esta semana, Ricardo Lagos confirmó -si algien tenía dudas- que su talento políico sigue intacto. Entiendo por talento político algo qe excede la mera astucia: Lagos es mejor político porque mira más lejos; y, si me apuran, ve más lejos porque arranca desde más atrás. De hecho, si hay una dimensión llamativa de sus intervenciones es precisamente su plena conciencia de estar inscrito en la historia larga de Chile» «La mala noticia que les trajo Lagos», 10 julio 2022, Daniel Mansuy
«Dejemos a Lagos tranquilo por ahora (sin selfies, ni visitas suplicantes), pero a partir del 5 de septiembre hagámosle un llamado potente pidiendo su ayuda». Cesar Barros, 13 agosto 2022
Nuevas tecnologías, democracia de futuro 28 noviembre 2021
En Chile llegó la hora de mirar menos los 30 años del pasado y más a los 30 años del futuro. No cabe la mirada por el espejo retrovisor, hay que optar por quienes están dispuestos a dar un salto adelante
Mirando la secuencia de elecciones que se dan en América Latina, como las de Perú, Chile, Argentina, así como las cuestionadas en Nicaragua y Venezuela, y la de Honduras este domingo, alguien me pregunta desde lejos: ¿qué y cómo piensa hoy el ciudadano latinoamericano? La respuesta –que no es fácil– obliga a mirar las expresiones políticas de hombres y mujeres de nuestros países con ojos de siglo XXI.
Todos los análisis coinciden en que las matrices que orientaban el voto de la ciudadanía –como los conceptos de izquierda y derecha– así como el acceso a la información, han cambiado profundamente. Gracias a las nuevas tecnologías, el vínculo entre poder y sociedad pasó de ser vertical a horizontal. Hoy se expresa en una interacción cotidiana en la que el ciudadano puede decir lo que piensa e interpelar las posturas de sus dirigentes a través de un tweet, un comentario en Facebook, un video en Tik Tok o Instagram, o un comentario en un grupo de WhatsApp. Sabemos que allí hay verdades y falsedades, pero es una realidad determinante. Los medios clásicos están presentes y un debate presidencial en televisión puede llegar a alcanzar una sintonía importante. Pero el tema no es de audiencias, sino de credibilidad. ¿Dónde y cómo el ciudadano contemporáneo configura sus convicciones? Es una pregunta que muchos dirigentes de partidos políticos –especialmente aquellos con décadas en la confrontación electoral– se hacen sin llegar a respuestas claras.
Los expertos lo dicen: la fidelización a una matriz política ya no predomina en nuestros países. Hay cada vez más volatilidad; lo que se votó ayer de determinada manera no anticipa una votación en el mismo cauce político mañana. Y esto, señalan informes recientes, está ligado a una sociedad muy irritada. De allí a la emocionalidad política como forma de resolver el voto hay solo un paso. Ya en 2018, el Latinobarómetro daba señales preocupantes: el apoyo a la democracia cayó al 48% (el nivel más bajo desde 2001); la indiferencia entre democracia y autoritarismo subió del 16% al 28%; la insatisfacción con la democracia trepó del 51% al 71%, mientras la satisfacción cayó del 44% al 24%.
Es en estos escenarios donde los populistas encuentra su oportunidad. Está el ejemplo de El Salvador, aunque no es único. En febrero 2019, Nayib Bukele obtuvo una victoria cómoda en la primera vuelta, infligiéndole una dura derrota al bipartidismo salvadoreño. Ya en el poder y ante una agenda de promesas en crecimiento económico, reducción de la pobreza, mejoras en las condiciones de seguridad ciudadana y lucha contra la corrupción, pronto tomó acciones antidemocráticas como llegar al Congreso con tropas militares para exigir la aprobación de una ley, intervenir el poder judicial, perseguir la libertad de prensa y, en estos días, allanar las sedes de seis ONGs que luchan por los derechos de las mujeres. Típico ejemplo del que llega al poder por vía democrática para después montar una autocracia. Y, ojo, ha habido aplausos extremistas a sus medidas.
Si bien cada país tiene realidades diferentes, los principios democráticos son esencialmente los mismos: el ciudadano tiene el poder del voto. El desafío de las fuerzas políticas emergentes y sus líderes es entender el contexto en el cual se consolida ese poder. ¿Cómo se combinan las palabras cambios estructurales y orden institucional? ¿Cómo señalar al ciudadano que las políticas públicas no se ejecutan de un día para otro, mientras éste vive impregnado de la inmediatez y los hechos de coyuntura?
Tal vez porque uno ha vivido lo que ha vivido puede decir que el desafío principal de quien está en la política es saber escuchar a la gente. Y en eso, los métodos han cambiado. Ya no es la plaza ni la gran concentración con el líder hablando a la multitud donde surgen las orientaciones principales. Es en el diálogo directo, cercano, por una parte, y es en la comprensión de la emocionalidad política en el ámbito digital, por otra. Sin embargo, en muchos casos, las élites políticas siguen insertas en las viejas convenciones, incapaces de entender el cambio epocal que vivimos con la revolución digital. Es desde esta realidad, desde las nuevas formas, con lo digital cruzando a nuestras sociedades, desde donde las nuevas generaciones deberán construir la relación entre poder y futuro, entre mirada estratégica y debates de coyuntura.
En Chile llegó la hora de mirar menos los 30 años del pasado –de los que la historia se hará cargo– y más a los 30 años del futuro. Es allí donde la revolución digital en marcha –aquella donde la brecha digital se supere, donde la educación se transforme, donde el teletrabajo se torne permanente, donde los flujos del decir ciudadano orienten– marcará los tiempos, como ya lo está haciendo. No cabe la mirada por el espejo retrovisor, hay que optar por quienes están dispuestos a dar un salto adelante, especialmente cuando un espíritu realmente democrático los inspira. Aquellos que en este tiempo digital están construyendo una gobernabilidad moderna con un Estado fuerte y orientador, un mercado innovador y sustentable, y una Sociedad con oportunidades y protecciones. Una gobernabilidad que desde esa mirada de futuro entregue seguridad y orden, porque está basada en el progreso y el desarrollo justos. Y en eso, las nuevas tecnologías pueden ser una herramienta valiosísima para escuchar a la gente, reconstruir la credibilidad y fortalecer el principio democrático por excelencia: que los ciudadanos ejercen el poder a través del voto.
El Chile de Boric, un aporte al mundo La Tercera 25 diciembre 2021
Normalmente esta columna analiza temas internacionales. Pero, en esta oportunidad, porque así lo amerita lo vivido, hablaremos de Chile. Porque, mirando las reacciones registradas en el exterior, cabe hacerse una pregunta que acarrea responsabilidades: ¿por qué esta elección ha concitado tanto interés internacional?
Primero, veamos el contexto y las circunstancias. Hoy el mundo está en una encrucijada donde todos estamos buscando respuestas a las interrogantes que nos atraviesan y donde, en lo inmediato, predominan los cuestionamientos ante una pandemia sin perspectivas de un fin próximo. Como dijo el Secretario General de Naciones Unidas a mediados de 2020, “el Covid-19 se ha comparado con una radiografía, revelando fracturas en el frágil esqueleto de las sociedades que hemos construido”. La revolución digital ha acelerado su presencia trayendo una profunda transformación en nuestro modo de vida, especialmente en los espacios del trabajo y la educación. El reto del cambio climático sigue ahí con acuerdos aún muy parciales frente a la dimensión de su impacto. Las mujeres aún tienen importantes obstáculos a vencer en su lucha por la igualdad. Las urgencias por avanzar sin retornos hacia un desarrollo sostenible son evidentes. La ciudadanía lo sabe y lo siente.
En un escenario incierto y desconocido, se buscan nuevos derroteros y se mira hacia líderes jóvenes capaces de guiarnos en este cambio de época. Así se han dado las opciones por las Primeras Ministras de Nueva Zelanda y Finlandia, como también antes en Canadá. Todos líderes menores de cuarenta años.
La elección de Gabriel Boric coincide entonces con una tendencia que marca rumbos en el mundo y, por ello, desde muchas latitudes se mira a Chile con expectación. Una elección presidencial que parecía muy polarizada y reñida tuvo un desenlace, desde el punto de vista de las instituciones republicanas, impecable. En numerosas capitales, incluso de los países más desarrollados, se destacó con positivo asombro el funcionamiento del sistema electoral chileno y la rapidez en la entrega de los resultados. Y también se remarcó que, a poco de conocerse el nombre del futuro mandatario, su contrincante, José Antonio Kast, lo visitara dando así una señal de respeto a lo que la ciudadanía acababa de expresar con su voto. Por su parte, el presidente Piñera felicitó al presidente electo Gabriel Boric, en comunicación abierta que todo Chile pudo ver y escuchar donde, además lo invitó a almorzar a La Moneda para acordar la mejor forma de efectuar la transmisión del mando.
A partir de ese momento el mundo entero informó y dio a conocer las distintas reacciones de líderes internacionales sobre el triunfo del candidato que será el Presidente más joven que ha tenido Chile: 36 años al momento que asuma en marzo. La Unión Europea, a través de su Alto Representante para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, señaló su alegría por el desarrollo inobjetable del proceso y adelantó su asistencia a la transmisión del mando, haciendo un especial énfasis en fortalecer vínculos con Chile. Por su parte, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, demostró su total disposición a trabajar en conjunto para fortalecer los sistemas democráticos de la región y a asegurar las condiciones económicas y de solidaridad que enfrenten la crisis sanitaria mundial. En Latinoamérica, las felicitaciones también se dieron con prontitud. Entre las primeras estuvieron la del presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien ofreció su colaboración para “fortalecer los lazos” que unen a ambos países, y la del mandatario peruano, Pedro Castillo, quién lo felicitó señalando que la victoria alcanzada era también la de su propio pueblo.
En los medios de influencia internacional hubo un consenso: en Chile llega una generación de recambio. Para la televisión alemana DW-TV es una elección histórica que marca un antes y un después porque “trae un algo nuevo en la forma de comunicar y hacer política”. Según el diario inglés The Guardian, cabe ubicar al nuevo mandatario en la tradición socialdemócrata europea, que también está buscando nuevos contenidos y proyecciones de su visión política. Aproximación emerge no sólo en Chile, sino también en Alemania, Portugal y Grecia, un sector socialdemócrata que tiene mucho que aportar en enfrentar los grandes cambios que vivimos.
En 1988 Chile asombró al mundo cuando logró, sólo con un lápiz en mano de millones de chilenos, terminar desde las urnas con la dictadura militar. Vino un itinerario político complejo, cuya meta siempre fue ampliar los espacios democráticos. Fue ese devenir, donde la alternancia en el poder con distintos signos demostró la fortaleza democrática del país, lo que nos trajo a esta elección. No es menor lo registrado en los últimos dos años. Un estallido social inesperado, que llevó a definir un cauce donde, por la vía democrática, se instaló una Convención Constituyente marcada por la paridad de género y la presidencia de una distinguida representante de los pueblos originarios. Y, si todo marcha con las certezas, criterios y consultas ciudadanas pertinentes, será el joven Presidente Boric quien firme la nueva Constitución.
El mundo hoy está mirando cómo lo vamos a hacer. La tarea no es menor, hay obstáculos y ciertas amenazas que ya asoman. Por eso, la responsabilidad de Gabriel Boric y su equipo es enorme. Ya en la transmisión del mando, con la presencia de representantes gubernamentales y, seguramente, de una amplia diversidad de rostros de la sociedad civil, se expresará este interés en ver cómo avanza Chile hacia una nueva etapa de desarrollo. Aquí, en este país al sur del mundo, se estarán jugando nuevas ideas y miradas en el avance de la humanidad hacia un nuevo tiempo de justicia social y paz ciudadana.
"La situación de América Latina hoy en día es pésima. No existe"
Década de los 90, cena de gala en el Palacio de La Moneda. Patricio Aylwin, el presidente de la democracia recientemente recuperada en Chile, agasaja a George H. W. Bush. El entonces inquilino de la Casa Blanca comienza a hacer preguntas. Las respuestas que recibe lo dejan pasmado.
Bush.- Dígame, presidente, ¿y qué ha sido de Pinochet?
Aylwin.- ¿Pinochet? Está ahí, sentado en esa mesa.
B.- ¿¡Cómo!? ¿Está acá, en el Palacio?
A.- Claro, es el comandante en jefe del Ejército, le corresponde estar acá, es una visita de Estado.
B.- En este palacio murió Allende, ¿no?
A.- Sí, en el segundo piso, si quiere se lo muestro después.
B.- Bush: No, no hace falta, gracias. Y dígame… ¿la viuda de Allende murió?
A.- ¡No…! Para nada. Mire, ¿ve esa mesa? Allí está la viuda de Allende.
B.- ¿Usted me dice que en este palacio están Pinochet y la viuda de Allende, ambos en la misma cena?
A.- Sí.
«Quedó claro que el briefing que le habían hecho a Bush no era muy bueno», dice Ricardo Lagos, que larga una carcajada. El presidente de Chile entre 2000 y 2006 tiene hoy 83 años. En aquellos 90 era ministro de Educación de Aylwin y fue testigo del intercambio entre los dos jefes de Estado.
«Esas son las formas de este país», dice Lagos durante una entrevista en Santiago de Chile. «Ahora, que Pinochet era un dictador, era un dictador. ¡Por supuesto!».
Socialista (para algunos un socialista de derechas), Lagos tiene una visión clara sobre Gabriel Boric, el presidente electo que asumirá el poder en marzo con 36 años: «Es alguien comprometido con su gente y con su pensamiento, con un alto sentido ético. Entiende claramente que la democracia hay que preservarla». Y lo compara con Pablo Iglesias: «Pedro Sánchez se ha manejado muy bien, le impidió a Iglesias en España lo que Boric logró en Chile, el sorpasso».
P.- Gabriel Boric fue muy crítico con los 30 años de democracia en Chile, pero ahora es el heredero de esa democracia. Se habla de dos Boric, el combativo, más incendiario, y el más moderado antes de la segunda vuelta. ¿Cuál de las dos caras de Boric va a prevalecer?
R.- No lo sabría decir, no tengo la bola de cristal para adivinar el futuro, pero sí creo que cuando hay que condenar a alguien como Maduro, él entiende que hay que condenar a Maduro, porque Maduro es un dictador.
P.- Menos de una hora después de cerradas las urnas, Kast se reunió con Boric para reconocer su derrota, y poco después Sebastián Piñera, el presidente en ejercicio, saludaba por videoconferencia al electo. Y en una hora de recuento ya estaba claro el ganador. Lo que sucede en Chile no es habitual…
R.- Esa parte la hemos internalizado como nuestro pequeño orgullo, nos parece que las formas son importantes. Así fue la transición, con importancia en las formas. El mejor ejemplo es esa anécdota de Aylwin y Bush.
Miembro del Club de Madrid y buen amigo de Felipe González, Lagos vuelve constantemente a sus años de presidente para explicar lo que sucede hoy en Chile. El estallido social a partir de octubre de 2019 se explica por la desigualdad, da a entender. Y le entrega al entrevistador dos folios en los que se ve y explica una curva que refleja el «índice de Gini», que mide la desigualdad social. Según la curva, nadie redujo esa desigualdad tanto como lo hizo Lagos en sus seis años en el Palacio de La Moneda.
P.- Boric dijo que terminará con las jubilaciones privadas, y asegura que el Estado debe encargarse del tema. ¿Está de acuerdo?
R.- ¡Lógico! Y no es problema que administre el Estado, tiene que administrarse de tal manera de que todos los fondos estén administrados por una sola mano, eso es evidente. Es un enorme negocio administrar eso, las administradoras deben administrar a esta altura un PIB de Chile, eso es lo que ya tienen acumulado [259.000 millones de dólares]. No está mal, ¡eh!
P.- ¿Está tomando Chile un camino peligroso?
R.- El 80% de la inversión en Chile es de origen privado, solo el 20% es del Estado. El tener cuentas fiscales balanceadas no es de izquierda ni de derecha, es de sentido común. Usted no puede tener un déficit fiscal permanente, lo puede tener transitorio, pero después tiene que recuperarlo. Es demasiado simple. ¿Conoces tú un país donde el IVA sea la mitad de los impuestos que recauda el Estado? Ese es Chile. Ahora que tenemos un IVA electrónico, ¿por qué no le devolvemos el IVA al 10% más pobre? Esto tiene que ver con la dignidad de la gente.
P.- ¿Qué debería hacer Boric con el Partido Comunista, que forma parte de su coalición?
R.- Me gustaría pensar que el Partido Comunista es un partido sensato. Lo fue con Allende, aquella vez fuimos los socialistas los que no estuvimos muy bien… Pero hay sectores del Partido Comunista de Chile en los que da la impresión de que la Unión Soviética sigue existiendo. Son las utopías regresivas que les gustan a algunos.
P.- Venezuela, Cuba y Nicaragua. ¿Pueden ser una razón de disputa en la coalición que complique a Gabriel Boric?
R.- Seamos claro, lo que hay en Nicaragua es una dictadura. Y los amigos comunistas aún tienen dudas sobre eso…
P.- ¿Cómo ve América Latina?
R.- La situación de América Latina hoy es pésima, porque los presidentes no hablan. Y eso no lo entiendo. Antes nos hablábamos aunque no pensáramos lo mismo, yo podía hablar con Fox, aunque pensáramos distinto. Para la Guerra de Irak los dos estábamos en el Consejo de Seguridad de la ONU e hicimos una alianza. Ahora, América Latina no existe. ¿Dónde está? En el G20, usted tiene a México, tiene a Brasil, tiene a Argentina. Bien, tres de 20 no está mal… Siempre que hablemos con la misma voz. Antes nos poníamos de acuerdo, ahora están en otra. Los presidentes de Brasil y Argentina no se hablan, López Obrador no sale nunca de México… La situación es pésima.
P.- Y ahora el progresismo latinoamericano está esperando la llegada de Lula…
R.- Usted no puede hacer política exterior en función de ideas políticas, de ideologías. La política exterior se hace en función de los intereses de su país. Mi idea es que América Latina hable con una sola voz para que se la escuche.
P.- Hay gente que cree que Chile vuelve a una situación comparable con la que se generó con Salvador Allende en 1970. ¿Qué puede decir?
R.- No, no, son cosas distintas. Allende es producto de la Guerra Fría. Mire la declaración del Secretario de Estado, feliz con la elección del señor Gabriel Boric y el ejemplo de democracia que da Chile. ¿Se imagina una declaración así en la época de la Guerra Fría? Boric va a tener un campo bastante fértil para actuar internacionalmente, creo que él se da cuenta de la importancia de eso.
Tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos 6 enero 2019
Entrevista La Tercera, 6 de enero de 2019:
«El 2018 terminó en condiciones muy duras… la golpiza al presidente del Tribunal Constitucional; la crisis de Carabineros y la disputa sin cuartel entre el contralor Jorge Bermudez y la subcontralora Dorothy Pérez. Dice estar preocupado y llama a todos, sin exclusiones- a inquietarse tambien y poner esfuerzos en generar un acuerdo nacional para superar la crisis de instituciones en el país y hacer frente a los desafíos que implica un nuevo mundo…
se trata de como queremos organizar el país, porqque hablemos con franqueza: nunca he visto una crisis de instituciones del aparato del Estado como ahora. Nunca he visto un contralor disctiendo con la subcontralroa y terminando en la Corte Suprema; ¿que le puedo decir cuando el presidnete del Tribunal Constitucional, a la salida de una audiencia, lo golpean y lo botan? ¿En que mundo estamos? Cuando se ven las dificultades que ha habido en las Fuerzas Armadas, respecto de los viajes, víaticos, que no sé que, el desafalco en una magnitud que uno dice ¿pero cuáles son los controles de los aparatos del Estado? Acá se ha producido un deterioro de nuestras instituciones.
Hay dos fenómenos simultáneos, uno nuestro, de Chile, pero hay otro que es más amplio, que tiene que ver con las nuevas tecnologías y ese deterioro es tal vez universal. Por ejemplo, ahora el ciudadano quiere ser escuchado y se lo manda a decir por el Twitter inmediatamente. ¿Cuáles van a ser las intituciones pol´tiicas que van a seguir como resultado de esta necesidad de escuchar? Hay mecanismos. El Parlamento de Finlandia tiene un sitio web y un parlamentario puede decir «pido que este proyecto de ley se someta a la red» y los ciudadanos tiene un número clave y participan dle debate, no para obligar al Congreso, sino que para que esté informado. Y en Uruguay, cuano no gusta una ley se puede derogar a través de un plebiscito representativo…
tenemos que hacer un esfuerzo por entendernos. Penar ¿que tipo de país queremos? Se necesitan, claro, nuevas pol´tiicas que aborden esto. ¿Nos podemos poner de acuerdo? En establecer principios, tener una mirada común, a eso voy. Se requiere un gran consenso para acordar el tipo de país que queremos…
veo con preocupación lo que está pasando, no me gusta, porque veo que el sistema democrático empieza a estar en peligro, no en Chile, en el mundo. Las democracias hay que cuidarlas. De repente nos encontramos con un punto de no retorno y los que tenemos más edad vimos como llegamos al 11 de septiembre…
llegó el momento de ver como construimos un consenso. Está el avance de la tecnología, las formas de producción en un mundo globalizado, el deterioro de nuestas instituciones….
primero, estamos de acuerdo en que tenemos una crisis de propor ciones mayúsculas, que tiene raices internas y externas, podemos establecer ciertos principios de como queremos que sea nuestro país, nuestra sociedad, entonces,… hay que establecer principios…
ahora tenemos una situación de crisis muy grande. A ver… ¿en que situación encuentra hoy día a Carabineros en Chile?…
Ricardo Lagos: “Falta decisión política” 4 septiembre 2014
Ricardo Lagos: “Falta decisión política”
El expresidente chileno realiza un fuerte diagnóstico de la situación actual del país
El expresidente Ricardo Lagos (2000-2006), durante cuyo Gobierno despegó el liderazgo de Michelle Bachelet como ministra de Salud y Defensa, realizó un fuerte diagnóstico de la situación actual del país: “Aquí no hay un problema financiero. Aquí falta decisión política”, señaló recientamente el exmandatario frente a una audiencia compuesta mayoritariamente por empresarios, en el foro de ICARE. Lagos apuntó sus críticas a las dos últimas administraciones en materia de infraestructura, la de la propia Bachelet (2006-2010) y a la de Sebastián Piñera (2010-2014). Y ejemplificó con el transporte: “Teníamos 40 kilómetros de metro en el año 2000 y terminamos con 89 el 2006. Dejamos hechos los hoyos para terminar con los siguientes 20 kilómetros. Pero desde esa época hasta hoy, hay unos cuantos hoyitos hechos. Ocho años perdidos”, indicó el ex jefe de Estado, el primer socialista en llegar a La Moneda después de Salvador Allende.
Lagos instó a impulsar una agenda entre el sector público y el privado y a no descuidar las concesiones, un método que desarrolló con fuerza en su Administración y que permitió un avance fuerte en materia de infraestructura pública. De esa forma, explicó Lagos, se debe concesionar todo lo posible con el objetivo de que el Estado libere recursos para las prioridades sociales. El exmandatario interviene escasamente en las discusiones de coyuntura y su arremetida, en esta ocasión, también tuvo relación con una discusión política que se ha dado en el conglomerado de centroizquierda Nueva Mayoría: hasta dónde es posible inaugurar un nuevo ciclo sin desconocer las obras ejecutadas por la Concertación entre 1990 y 2010. “Se construye sobre los hombros del que lo antecedió”, indicó Lagos.
Las palabras del expresidente incomodaron a La Moneda, que reaccionó después de varias horas a través de su portavoz. No había sido una semana fácil: pocos días antes, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, había respondido con fuerza a las críticas de Piñera. “Yo le pediría a un expresidente que definió la educación como un bien de consumo, que tenga tino y prudencia y que no se deje llevar por la ansiedad de precandidato presidencial”, indicó.
La propia presidenta esta semana se refirió por primera vez a las críticas de Lagos. En una entrevista con la Televisión Nacional, la mandataria hizo una defensa de la libertad de expresión y señaló que evidentemente la pueden utilizar los expresidentes. Pero también, aunque con sutileza, marcó diferencias con Lagos: “Hay distintas formas de liderazgo y de conducir”. “Yo tengo una manera de tomar las decisiones que es dialogante y participativa. No sólo es importante lo que se construya, sino también saber qué opina la gente. Chile es un país moderno no sólo porque hacemos concesiones y tenemos una infraestructura potente, sino que también modernidad significa que la ciudadanía pueda dar su opinión”, indicó Bachelet.
América Latina: nuevos desafíos de reinserción en el mundo 30 enero 2022
El traspaso de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, de las manos de México a Argentina es una buena noticia de comienzo de año y un buen paso de continuidad. No ha sido fácil el andar de la entidad en los últimos años –Brasil suspendió su participación–, pero en ese traspaso vemos señales de una acción futura positiva. Se trata de un espacio en el que los 33 países de América Latina y el Caribe deben pensar en cómo responder a los desafíos actuales, y buscar los consensos y puntos de encuentro para el diálogo consigo mismos y con otros.
Y es aquí donde aparecen las preguntas: ¿Será este espacio capaz de dar coordinación a lo que cabe hablar con Estados Unidos, cuando ocurra la Cumbre de las Américas en junio próximo? ¿Podremos articular ciertas posiciones compartidas ante la Unión Europea y sus invitaciones a trabajar más y con más cercanía en la nueva realidad internacional?
En septiembre pasado, en la primera cumbre presidencial de Celac después de mucho tiempo –y más allá del tan comentado mensaje vía Zoom del Presidente Xi Jinping–, hubo otra presencia muy importante para nuestro devenir y cuya intervención no fue tan conocida entre nosotros: la participación de la Unión Europea, a través del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. En su intervención, Michel utilizó como metáfora de nuevos vínculos el recién inaugurado cable submarino que conecta a Portugal con Brasil. Lo señaló como un ejemplo exitoso de las múltiples posibilidades de acercamiento que existen entre ambos continentes, dejando de lado, además, que el sur deba recurrir siempre a los cables Estados Unidos-Europa.
El 2 de diciembre, bajo la hábil mano diplomática de Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, hubo un encuentro singular: las altas autoridades de la UE se reunieron con siete mandatarios del continente, entre los cuales estaban los de Brasil y México. ¿Cómo eligieron a los asistentes a este evento? Seleccionaron a quienes a la fecha estaban a la cabeza de una entidad regional: Brasil por Mercosur, México por la Celac, Colombia por la Alianza del Pacífico, Ecuador por la Comunidad Andina y, con igual criterio, los otros tres, Guatemala, Costa Rica y Surinam. Un logro de Borrell, quien ha mantenido un vínculo permanente con América Latina y ha sido preponderante en propiciar la llegada de las vacunas de un continente a otro. La invitación de Michel y Borrell fue clara: trabajar en conjunto para enfrentar con una mirada común el complejo escenario económico y sanitario en un contexto de plena revolución digital.
Sólo 12 días después de la cita ministerial de Celac en Buenos Aires tuvo lugar otro hecho importante para América Latina y el Caribe: el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la realización de la IX Cumbre de las América en Los Ángeles, el próximo 6 de junio. La propuesta llama a trabajar sobre tres áreas centrales. La primera –y sin la cual ningún desarrollo es posible– es fortalecer y profundizar los sistemas democráticos del continente, reconociéndolo éste como el único compatible para construir tareas en conjunto. La posibilidad de las democracias latinoamericanas de acortar la brecha entre lo prometido y lo logrado, señala la convocatoria, depende de que se respete el estado de derecho y de cómo los gobiernos se concentren en ello.
Biden también propone, como segundo punto, trabajar para que nuestros países se transformen en sociedades equitativas, esto es, crecimiento económico con distribución adecuada entre todos los sectores de la población. El crecimiento equitativo es también fundamental para fortalecer los sistemas democráticos, la herramienta para asegurar un trato digno a todos los ciudadanos.
Y el tercer punto puesto sobre la mesa es cómo generar un crecimiento sustentable, compatible con el cambio climático. O sea, saber crecer sin contaminar. En el siglo XX, el paradigma era aumentar el ingreso por habitante; en cambio, en el siglo XXI, el paradigma será saber cuánto cada persona emite en gases de efecto invernadero. El avance en la disminución de emisiones por persona indicará el grado de avance de cada país.
Comenzamos entonces el 2022 con la invitación a pensar nuestros desafíos y necesidades junto a dos potencias mundiales como Estados Unidos y la Unión Europea, con los que compartimos una mirada cultural e histórica sobre los valores democráticos a mantener y profundizar en nuestros países. Una relación que reclama también autonomía y respeto en el diálogo. Ello ayudará a ser fuertes también en los ineludibles lazos a desarrollar con otros colosos como China o India. Y desde allí ser capaces de establecer, a partir de nuestros propios intereses, el diálogo que nos determine acercamientos pendientes con África o toda el Asia-Pacífico.
Los desafíos en las tres áreas propuestos por Biden, o el acercamiento tecnológico que menciona Michel, suceden a la luz del cambio epocal que estamos viviendo: vamos de la Revolución Industrial a la Revolución Digital. Este cambio civilizatorio nos obliga a revisar los manuales ideológicos de ayer: hay que abrirse a otras tareas más cercanas a los ciudadanos de hoy en pro del entendimiento común. Por ahí debe ir Celac: en lo inmediato, buscar para junio un planteamiento colectivo ante Estados Unidos. Y responder al desafío de Europa.
¿Queremos tener una inserción internacional de América Latina y el Caribe con cierto peso en el reordenamiento global? Lo primero, levantar una agenda nueva con realidades de hoy que nos unan. Segundo, responder con estatura propia a los diálogos que nos plantean nuestros socios históricos, como también a los de más lejos que llegaron con el siglo XXI.
Ante la convención constituyente
En concreto, la segunda propuesta que elaboró parte de la comisión de Sistema Político -la derecha y el Colectivo del Apruebo se restaron- pretende instalar un presidencialismo atenuado, régimen que suele caracterizarse por quitar algunas de sus facultades al Poder Ejecutivo y empoderar al Legislativo, y un bicameralismo asimétrico, estructura de Congreso que diferencia las atribuciones y funciones de sus dos cámaras. Sin embargo, la propuesta ha sido cuestionada por algunos sectores que acusan que se trata de un “unicameralismo encubierto”.
El exmandatario, según las mismas versiones, está inquieto por cómo quedó ese acuerdo y, entre otras cosas, la idea de eliminar el Senado, lo que, a su parecer, haría perder un contrapeso importante con el Poder Ejecutivo.
Esto, en línea con lo que han planteado senadores del PS que han desplegado una fuerte ofensiva en contra del contenido del acuerdo alcanzado y han instado a mejorarlo en la discusión en particular.
Por lo mismo, según algunas versiones, Lagos también ha conversado, en más de una ocasión, con uno de los coordinadores de la comisión de Sistema Político, el convencional Ricardo Montero (Colectivo Socialista) para transmitirle su inquietud.
La preocupación del ex mandatario socialista se suma a los cuestionamientos que ha recibido el colectivo, tanto dentro como fuera de la Convención, de la exConcertación, la derecha e incluso el propio PS. Entre todos les han hecho saber que no ven con buenos ojos que se hayan sumado al acuerdo, en particular debido a cómo quedaría configurada la cámara territorial que reemplazaría al Senado. Esas voces apuntan a que los socialistas empujen cambios durante la discusión en particular del informe y que, en esa instancia, rechacen y presenten nuevas indicaciones.
Ya en diciembre pasado, Lagos expuso, de manera telemática, como invitado en la comisión de Sistema Político. Ahí, justamente defendió el presidencialismo y aseguró que “necesitamos que el jefe de gobierno-Estado sea elegido por la ciudadanía, en el país la historia presidencial es muy fuerte”. Asimismo, defendió el sistema bicameral del Poder Legislativo.
Si bien, el expresidente Lagos transmitió en privado a los convencionales sus inquietudes sobre cómo están quedando las medidas en la comisión de Sistema Político, previamente ha manifestado sus reparos en público. En septiembre pasado, a través de una carta enviada a la mesa directiva de la Convención, Lagos transmitió su “preocupación” por las propuestas reglamentarias elaboradas por la subcomisión de Derechos Humanos que buscaban revocar el secreto de la Comisión Valech.
“Es un planteamiento no sólo llamado a quebrar un compromiso del Estado de Chile, sino que pasa por encima del respeto que debemos a miles de compatriotas que en sus opciones de vida, tras cruzar por los horrores de aquel tiempo brutal. Lo que aquí está en juego son principios éticos profundos vinculados al quehacer político”, señaló en la oportunidad. La Tercera 8 abril 2022.
Pandemia y guerra, costos impredecibles para todos 1 mayo 2020
No es cualquier titular el de la portada de The Economist de esta semana: “The Fed that failed: How inflation humbled America´s central bank”. La influyente revista inglesa dice que la Fed (la Reserva Federal) norteamericana fracasó. Y llama a ver como “la inflación humilló al banco central de Estados Unidos”. La tasa interanual de inflación en ese país se disparó en marzo a 8,5 %, la más alta en más de 40 años. El alza se debe principalmente al encarecimiento de la gasolina, los alimentos y las materias primas, pero también a la alta cantidad de circulante entregado como apoyo social hace un año, junto a medidas hoy consideradas erróneas. Detrás está el impacto de la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales contra Moscú, que han desencadenado un alza en los precios del combustible y los alimentos en todo el mundo. Y a ello se suma la pandemia en su tercer año, reflotando con fuerza en China.
No hace mucho, no habríamos imaginado que en 2022 estaríamos ya en el tercer año de una pandemia y, a la vez, viviendo una guerra en el borde de Europa que está lejos de encontrar la paz. Ambos eventos, inconmensurables, han generado costos enormes en el mundo contemporáneo.
Un mar agitado, que habrá que saber navegar.
Ante la crisis generada por la pandemia, con impacto en los ingresos de millones de personas, en todo el mundo se tomaron medidas de urgencia. El presidente norteamericano Joe Biden, apoyado de hecho por presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dispusieron tres trillones de dólares para ir en ayuda de las personas sin empleo e impulsar un plan de estímulo. Si aquello fue valorado en su momento, dos años después tiene consecuencias macroeconómicas y financieras complejas: una alta inflación que trajo el aumento de precios y el alza de las tasas de interés de los créditos. Esto último, aplicado para contener la inflación, significó el aumento de la deuda de los créditos hipotecarios, con la consiguiente recesión en el sector inmobiliario.
Esto nos recuerda lo ocurrido en 1980, cuando la inflación arreciaba en Estados Unidos, y Paul Volcker, quien llegó a hacerse cargo de la Reserva Federal, subió las tasas de interés, encareciendo el crédito fuertemente. Las consecuencias de esa medida llegaron a todo el mundo, y por cierto a Chile, provocando la imposibilidad de mantener el precio del dólar y generando la debacle de los bancos, insolvencias y quiebras de empresas, entre otros.
Por otra parte, la guerra en Ucrania generó efectos económicos impredecibles, que superan el territorio invadido, las destrucciones, los muertos y los cinco millones de refugiados. Por un lado, Ucrania es el principal productor de trigo y otros cereales del mundo, lo que ha hecho que estos productos se encarezcan y suban a precios exorbitantes a nivel internacional, sumándose como un factor más en el problema de la inflación. Además, las inéditas medidas de presión y castigo a Putin por la invasión, aplicadas por la Unión Europea y Estados Unidos, pusieron en cuarentena las transferencias económicas rusas –y con ello las internacionales– generando una enorme presión en el comercio mundial.
Hay consenso sobre las medidas tomadas contra Rusia, pero surgen diferencias en las nuevas respuestas ante la pregunta de lo que vendrá. La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, planteó en la conferencia Atlantic Council, en Washington, que era necesario revisar las instituciones de Bretton Wood y las normas del acuerdo de 1944 para modernizar el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones financieras internacionales. Pero su propuesta llama a la parcialidad y la segmentación: propone reformular las referencias de intercambio en función de los valores democráticos de los países que ejercen el libre comercio, rechazando a aquellas naciones que, pese a definirse como democráticas, utilizan a las materias primas como un instrumento de coerción para influir sobre otros países. Difícil lograr consenso sobre aquello.
En un mundo interconectado como el nuestro, lo que sucede en Estados Unidos, Europa o China incide directamente en las economías latinoamericanas. Si Shanghai se encuentra en cuarentena y centenares de buques esperan apretujados más de 12 días en su puerto, cunde la preocupación en nuestros países. Ya el encierro de Shanghai implica la paralización comercial del 30% de la venta del cobre, lo que ha llevado a la moneda chilena a ser una de las que mayor valor ha perdido a nivel internacional durante este año. Y eso trae alertas porque en Chile, para otorgar ayuda a los más afectados por la pandemia, el Estado aumentó su deuda externa de un 30% del producto interno bruto a un 48%. Es decir, el 18% de lo que Chile produce en un año se gastó para satisfacer las demandas mínimas de la ciudadanía. Esto ha generado un proceso inflacionario muy alto, que obligará al Banco Central a subir la tasa de interés, lo cual traerá una fuerte alza en el costo del crédito.
En esta hora de tempestades, sería lógico ver a Latinoamérica compartiendo ideas para resolver sus dificultades. No se ve fácil, porque hace mucho que no nos hablamos. Sin embargo, ante los momentos duros que avecinan, cabe pensar cómo encaramos en conjunto los desafíos tanto a nivel continental como local. Quizás buscar un nuevo multilateralismo Norte/Sur.
Y, por cierto, lo político se agita: hay elecciones llenas de cambios en Colombia y un rescate democrático en Brasil. Chile está llevando adelante una transformación liderada por la Convención Constituyente, que debería traer tranquilidad y establecer líneas de acción para nuestro futuro. Esto está por verse. Lo único claro es que si queremos ser capaces de cruzar este tiempo de desafíos mayores, la unidad y los consensos fundamentales son de máxima prioridad.
Eso, tanto en el continente, como entre nosotros, en Chile.
Comunicación a la Convención Constitucyente, mayo 2022
«Una mirada, de luces y sombras de la economía en Chile desde la recuepración de la democracia»
Recuerda que la pobreza en 1990 era de 40$, con «los mayores nives de desigualdad de los que se tenga registro… hoy después de 32 años de democacia la situación es muy difrente, Chile está en la gran mayoría de los indicacdores de bienestar social a la cabeza de América Latina».
Luego recuerda que los primeros 15 años «el marco constitucinal estaba marcado por profundas deformaciones autoritarias», lo que limitó la labor…
la pobreza retrocedió al 11% en 2020.
«La transformación de las condiciones de vida de cilenas y chilenos ha sido evident en las últimas décadas, los ingrsos de las familias aumentaron considerablemente como también el acceso a bienes y servicios».
Reconoce que el impulso de los primeros 18 años «se debilitó» y que surgió «un sentimiento de injusticia crciente»
Rusia-Ucrania, de la guerra local al hambre global 29 mayo 2022
Se hace ineludible seguir hablando de la guerra entre Ucrania y Rusia porque los costos de este conflicto ya se extienden a campos muy diversos, más allá de la confrontación militar. La principal consecuencia, que afecta literalmente a todo el mundo y especialmente a los países más pobres, está en el alza de precios y la escasez de alimentos básicos de consumo internacional. Como dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass, junto a otros expertos, estamos frente a la amenaza de una “catástrofe humana”.
La inseguridad alimentaria, en aumento incluso antes de la pandemia, ha tenido efectos determinantes y ya en 2020 el número de personas que sufría hambre superaba los 800 millones. Pero la paralización del granero ruso-ucraniano dispara estas cifras, afecta especialmente a los países de menores recursos, profundiza sus desigualdades económicas y amenaza con provocar una crisis de desnutrición, turbulencias político-sociales y tensiones geopolíticas de gran escala.
Rusia y Ucrania son los mayores exportadores de aceite de maravilla y de cereales del mundo, representando entre ambos el 30% del mercado global de estos productos. Rusia es el mayor exportador de trigo, con el 20% de las ventas mundiales, mientras que Ucrania concentra el otro 10%. Al no producir maíz ni trigo, Ucrania –considerada “el granero de Europa”– deja sin granos a más de 400 millones de personas en todo el mundo y a países completos que dependen de él, como Egipto, Líbano o Somalia. Un total de 45 países importan un tercio del trigo de los dos países en guerra y otros 18 importan de allí más del 50% del trigo que consumen.
A nivel mundial aún no existe una respuesta común para enfrentar este tremendo desafío. India –el tercer productor de trigo del mundo– prohibió las exportaciones de este cereal para asegurárselo a su población, mientras que Indonesia hizo lo mismo con su producción de aceite de girasol. Esto ha asfixiado aún más el mercado cerealero, provocando un aumento del 60% de su precio en tres meses.
A este complejo escenario se suma otro factor: Rusia y Bielorrusia son los principales productores de nitrógeno y de potasio en el mundo, elementos básicos para la elaboración de fertilizantes. La producción de fertilizantes nitrogenados deriva del amoniaco y la urea, ambos componentes asociados al gas natural, energía producida principalmente por Rusia y ahora, por tanto, muy escasa. Dado el alto valor del gas natural en este contexto, grandes compañías europeas de fertilizantes recortaron su producción a la mitad. Como consecuencia, el valor de este insumo se incrementó más del 70%, generando una baja del rendimiento de los cultivos mundiales a la mitad –un tercio de los alimentos que se producen en el mundo dependen de la fertilización nitrogenada– y trasladando este aumento de precio al resto de la cadena alimentaria.
Todo ello tiene derivaciones políticas que pueden llegar a ser muy críticas. Hace una semana el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, un día antes de la reunión del Consejo de Seguridad, señaló: “Más de medio millón de personas vive en condiciones de hambruna, un aumento de más del 500% desde 2016. Estas aterradoras cifras están inextricablemente vinculadas a los conflictos, tanto como causa que como efecto. Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos”, vinculando así de manera directa el hambre con los estallidos políticos y sociales.
¿Cómo compensamos entonces la disminución de las cosechas de cereales? ¿Cómo abordamos el alza de precios de los fertilizantes nitrogenados? Todo indica que ha llegado el momento de enfrentar esta crisis de manera global y local. En primera instancia, instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Internacional de Desarrollo deben impulsar medidas de apoyo, como ya lo hizo el Banco Mundial que hace unas semanas anunció un plan de 12.000 millones de dólares para combatir la crisis alimentaria en países de África, Europa del Este y Asia. De manera local, los países deben aplicar medidas para proteger el poder adquisitivo de los hogares más pobres, evitando que pierdan el acceso a los alimentos básicos mediante programas de protección social específicos y enfocados en la nutrición. También, impulsar subsidios para implementar medidas que permitan el desarrollo de sistemas alimentarios más resistentes, diversos y sostenibles.
Como América Latina, todo esto nos coloca ante el desafío –una vez más– de pensar y actuar en conjunto sobre las formas de enfrentar la crisis alimentaria que afectará, de una u otra manera, a nuestros países. El 40% de la población de nuestra región está subalimentada, porcentaje que varía por territorios. En Centroamérica, esta cifra alcanza al 16% de su población, mientras que en el Caribe al 9%. Llevados a números concretos, estas estadísticas duelen. En Chile, uno de los países con el menor índice de subalimentación del continente (3,4%) casi un millón de personas se van a dormir con hambre cada noche.
La situación hace urgente una política prioritaria en seguridad alimentaria. Y esto no se funda sólo en cuánto produce la agricultura de la región –que tiene de los índices más altos en el mundo– sino en cómo los alimentos, los buenos alimentos, son accesibles para todos. En contextos de pobreza y carencia de protecciones, el hambre amenaza y la desigualdad se instala en el plato de comida de cada día. Evitarlo es tarea urgente. Algo que tal vez debiera ser discutido en la Cumbre de Los Angeles.
Aunar criterios y políticas, antes que sea demasiado tarde 26 junio 2022
Gustavo Petro irrumpió en el escenario político de Colombia con un discurso que nunca ha tenido la oportunidad de gobernar el país. Ahora, mientras sus seguidores celebran un triunfo resonante, comienza a correr el tiempo donde los colombianos le exigirán resultados amplios, contundentes y prontos para concretar los enormes objetivos que prometió en su campaña. Para ello, no bastan las decisiones que tome al interior de Colombia, sino que también será determinante lo que ocurra fuera de sus fronteras. En un mundo que bajo cualquier análisis se muestra complejo, incierto y perturbador.
Todos dependemos de todos y la situación inflacionaria internacional es un gran ejemplo de las consecuencias de la interconexión entre países. Ante la crisis económica causada por la pandemia, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impulsó un fuerte paquete de reactivación, con más de 3.500 billones de dólares. En su momento, se dijo que esta medida no traería consecuencias financieras, lo que posteriormente se mostró ser un grave error, ya que el resultado fue una inflación récord en más de 40 años en ese país, superando el 8%. Ante ello, la Reserva Federal elevó las tasas de interés de los créditos, limitando la capacidad de consumo y también el crecimiento económico. Muchos analistas dicen que la Fed está luchando por ponerse al día, pero que la realidad le explota en la cara. Los efectos de su política afectan a otros países, con monedas devaluadas y una economía golpeando duro a los más pobres.
Este fenómeno ha repercutido en América Latina con efecto dominó. Toda la región sufre las consecuencias del problema inflacionario estadounidense y no existe ningún organismo continental donde decidir cómo enfrentar colectivamente este contexto. De hecho, la última Cumbre de las Américas en Los Ángeles debatió más sobre los países que no fueron invitados que sobre el desarrollo de una política concreta de apoyo hacia las naciones latinoamericanas ante la crisis.
A su vez, la región ha sufrido el efecto del Covid-19 como ninguna otra en el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de abril pasado, la cifra de muertos ascendía a 1,7 millones en América Latina; es decir, con un 8% de la población mundial, la región tiene un 30% de las víctimas fatales. La pandemia puso en evidencia la interconexión mundial, donde un nuevo virus, surgido en una ciudad china, causó un desastre internacional de enorme alcance en menos de tres meses. Inicialmente, los grandes países pensaron que sería algo transitorio. Y, mientras que los políticos eran incapaces de establecer un lugar donde discutir la pandemia, fue la ciencia la que asumió la urgencia y la misión de desarrollar una vacuna en tiempo récord, compartiendo conocimientos para avanzar juntos.
La OMS, el lugar definido en términos internacionales para hacer frente a una crisis de este tipo, fue rápidamente desacreditada por Estados Unidos, cuando Donald Trump tomó la insólita decisión de retirar a su país como miembro de la institución. Hoy, pese a encontrarnos en una fase más optimista, la pandemia no termina. El principal asesor médico de la presidencia de Estados Unidos, Anthony Fauci, advirtió que surgirán nuevas variantes del Covid, junto a otros virus desconocidos, ante a los cuales hay que prepararse de manera global y definir un espacio para discutir científica y políticamente los alcances de estas nuevas enfermedades, cuya presencia permanecerá durante buena parte del siglo.
Cuando pareció que lográbamos contener la expansión del Covid-19, surgió la Guerra de Ucrania. Emulando la anexión de Crimea en 2014, Putin cometió el error de pensar que la invasión a Ucrania sería similar. Estaba muy equivocado, y no previó que despertaría a los gigantes dormidos – la Unión Europea y la OTAN–, que entendieron que esta guerra atacaba a uno de los suyos. Países que históricamente habían sido neutrales –sobre todo por la enorme frontera que comparten con Rusia– como Finlandia y Suecia, dejaron de serlo y solicitaron el ingreso a la OTAN, y la Unión Europea demostró con fuerza su apoyo y compromiso con Ucrania. Surgió así una Unión Europea fuerte y dura, símbolo de lo cual fue la visita conjunta a Kiev del Presidente de Francia, Emmanuel Macron; el Canciller de Alemania, Olaf Scholz; y el Primer Ministro de Italia, Mario Draghi.
Estados Unidos puso su fuerza en las sanciones –más contundentes que nunca– pero Biden fue claro cuando habló ante el Congreso: “Nuestras fuerzas no están participando y no participarán en el conflicto con las fuerzas rusas en Ucrania”. Por su parte, las grandes potencias asiáticas, China e India, con respuestas políticas de alguna manera coordinadas, coincidieron en abstenerse cuando se sometió a votación en el Consejo de Seguridad la resolución contra Rusia. Ellos miran con ojos de futuro hacia el Pacífico y valoran el TPP11, algo que otros parecen no saber hacer.
En suma, si miramos desde nuestros países hacia afuera, vemos que la guerra, la pandemia y la inflación han desatado una crisis alimentaria en pleno siglo XXI. Mientras que en el puerto de Odesa, en Ucrania, hay más de 25 millones de toneladas de trigo y maíz retenidas para ser exportadas, la inflación ha disminuido la capacidad adquisitiva de los sectores más pobres, quienes a su vez son los más vulnerables ante nuevas enfermedades y virus.
Los líderes de nuestros países, como Petro, necesitarán de mucha sabiduría y creatividad. El mundo requiere con urgencia un espacio común, validado por todos, en el que se puedan discutir éstos desafíos y los futuros, porque para enfrentar una pandemia, una guerra o el cambio climático, es fundamental una integración de las potencias con los países en vías de desarrollo. Aunar criterios y políticas es esencial, antes de que sea demasiado tarde.
Reunion de Ricardo Lagos con parlamentarios PS 8 agosto 2022
Un grupo de 6 diputados socialistas llegaron a las 11:00 a la Fundación Democracia y Desarrollo, donde conversaron cerca de una hora y media con él. No le pidieron explícitamente que apoyara el Apruebo, en momentos en que el Rechazo lo aventaja por 10 puntos, pero su sola presencia en la fundación apuntaba a ese objetivo, señala un asistente. Lagos no cambió la posición de neutralidad que ha tenido, les regaló un libro y habló de los escenarios que se abrirán después del 5 de septiembre.
Qué observar. A las 11:00 horas, mientras en el comité político de La Moneda se abordaban las negociaciones para cambiar el texto constitucional antes del plebiscito, el ex Presidente Lagos recibió a un grupo de diputados del PS. En la lista estaban Ana María Bravo, Daniela Cicardini, Juan Santana, Marcos Ilabaca, Tomás de Rementería y Nelson Venegas.
- El encuentro duró cerca de una hora y media. Y si bien los parlamentarios no le pidieron explícitamente que saliera a respaldar el Apruebo, todos entendían que su presencia en la fundación Democracia y Desarrollo, en momentos en que el Rechazo toma una ventaja de 10 puntos en diversas encuestas, apuntaba a que el ex Presidente hiciera un gesto de apoyo a la propuesta de la Convención Constitucional, a menos de un mes del plebiscito.
- Lagos, sin embargo, mantuvo su posición equidistante del Apruebo y el Rechazo.
- Mucho antes de la reunión había definido no pronunciarse sobre el plebiscito ni ceder a las presiones que se esperaban para que hiciera un gesto al Apruebo.
- Entre las múltiples objeciones del Presidente al texto está el concepto de plurinacionalidad: Piensa que en la nueva Constitución se debería haber dicho que Chile en su origen fue integrado por diversas naciones, pero que después todas esas naciones se integraron en una sola nación chilena. Tampoco concuerda con los profundos cambios al sistema de justicia, además de que el que la irrogación de gasto no dependa solo del Poder Ejecutivo y el espíritu de la propuesta.
El libro que le entregó a los socialistas. El ex Mandatario le entregó a cada uno de los presentes una copia del libro “Tu Constitución”, que editó en 2016 la Fundación que él presidente y tuvo la colaboración de 15 expertos constitucionales de todo el espectro político. Uno de ellos fue el ex convencional Jaime Bassa (FA), a quien se asocia como uno de los impulsores de algunas de las tesis más duras de la Convención que rechaza Lagos, como el fin del Senado.
- Lagos les planteó a sus interlocutores que había que prepararse para el 5 de septiembre, más allá de que gane el Apruebo y el Rechazo. Se trata de una posición en la que este lunes se mantuvo y que había manifestado en julio, cuando pateó el tablero de la campaña y se convirtió en uno de los primeros líderes de la centroizquierda en no marcar por la opción que promueve Boric y sus 2 coaliciones oficialistas, más allá de no declarar su voto.
- Es difícil pensar que una persona como Ricardo Lagos no haya estudiado a fondo el texto de la Convención Constitucional y no tenga opinión totalmente formada. Y, por este motivo, para sus cercanos era inviable que cambiara su posición, que apunta a que el Apruebo y el Rechazo tienen falencias importantes.
- Para entonces, Lagos le bajó el costo a personeros de centroizquierda críticos del Apruebo y su posición supuso un golpe para Boric, quien lo había elogiado antes de reunirse con él en la Fundación Democracia y Desarrollo, también en julio. Para el Presidente era clave que él le prestara un apoyo decidido al Apruebo. No solo por las severas críticas que realizó al trabajo y definiciones de la Convención. Buena parte de sus dudas reflejan la preocupación de la centroizquierda, al punto que el partido que él fundó, el PPD, se inclinó por la tesis de “Aprobar para mejorar”.
¿Nuevo trato con el PS? Para algunos socialistas consultados, la reunión con el ex Presidente sirvió de todas formas para retomar la relación de los socialistas -al menos de sus diputados- hacia el ex Presidente, cuya posición fue cuestionada por la directiva que dirige Paulina Vodanovic. El secretario general Camilo Escalona lo llamó incluso a rectificar.
Las condiciones al Apruebo y el Rechazo. Durante la reunión, el ex Presidente expuso de manera tangencial cuáles eran las reformas que, a su juicio, deben realizarse a partir del 5 de septiembre, ya sea si gana el Apruebo o el Rechazo.
El 4 de septiembre escribió el documento en el que señalaba lo siguiente en caso de triunfar el Apruebo.
1. Modificar la Nueva Constitución respecto de los tribunales, cambiando la denominación de los “Sistemas de Justicia” por “Del Poder Judicial”, además de cambiar la integración y las facultades del Consejo de la Justicia.
2. Eliminar la iniciativa parlamentaria en las leyes de concurrencia presidencial.
3. Revisar el régimen político que la Nueva Constitución propone, en especial, el rol del Presidente de la República y el bicameralismo asimétrico, vale decir, el fin del Senado.
4. Corregir el diseño del Estado Regional, especialmente en fuentes de financiamiento y autonomía financiera.
5. Revisar el exceso de organismos autónomos a nivel constitucional, que, según él, perfectamente pueden ser regulados a nivel legal.
- En caso de que triunfe el Rechazo, el ex Presidente propuso trabajar en al menos 5 aspectos.
1. Incorporar en la nueva Constitución los nuevos derechos sociales garantizados que contempla la propuesta de la Convención. Se trata, por ejemplo, el derecho al cuidado, la vivienda, la ciudad, el deporte, de los consumidores, a la seguridad alimentaria y al agua, entre otras cosas.
2. Incorporar los derechos de la tecnología que propone la Nueva Constitución, como la protección a los datos personales y la autodeterminación informativa.
3. Incorporar toda la regulación que se propone en relación al cambio climático.
4. Reconocer los derechos de las minorías o grupos históricamente excluidos, como las diversidades y disidencias sexogenéricas.
5. Rebajar el quórum para reformas constitucionales que establece la actual Constitución, de 3/5 o 2/3 a 4/7; eliminar las leyes orgánicas constitucionales, las de quórum calificado y las interpretativas de la Constitución, además de suprimir el control preventivo del Tribunal Constitucional.
Declaración 5 julio 2022
Rusia-Ucrania, de la guerra local al hambre global 29 mayo, 2022
Se hace ineludible seguir hablando de la guerra entre Ucrania y Rusia porque los costos de este conflicto ya se extienden a campos muy diversos, más allá de la confrontación militar. La principal consecuencia, que afecta literalmente a todo el mundo y especialmente a los países más pobres, está en el alza de precios y la escasez de alimentos básicos de consumo internacional. Como dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass, junto a otros expertos, estamos frente a la amenaza de una “catástrofe humana”.
La inseguridad alimentaria, en aumento incluso antes de la pandemia, ha tenido efectos determinantes y ya en 2020 el número de personas que sufría hambre superaba los 800 millones. Pero la paralización del granero ruso-ucraniano dispara estas cifras, afecta especialmente a los países de menores recursos, profundiza sus desigualdades económicas y amenaza con provocar una crisis de desnutrición, turbulencias político-sociales y tensiones geopolíticas de gran escala.
Rusia y Ucrania son los mayores exportadores de aceite de maravilla y de cereales del mundo, representando entre ambos el 30% del mercado global de estos productos. Rusia es el mayor exportador de trigo, con el 20% de las ventas mundiales, mientras que Ucrania concentra el otro 10%. Al no producir maíz ni trigo, Ucrania –considerada “el granero de Europa”– deja sin granos a más de 400 millones de personas en todo el mundo y a países completos que dependen de él, como Egipto, Líbano o Somalia. Un total de 45 países importan un tercio del trigo de los dos países en guerra y otros 18 importan de allí más del 50% del trigo que consumen.
A nivel mundial aún no existe una respuesta común para enfrentar este tremendo desafío. India –el tercer productor de trigo del mundo– prohibió las exportaciones de este cereal para asegurárselo a su población, mientras que Indonesia hizo lo mismo con su producción de aceite de girasol. Esto ha asfixiado aún más el mercado cerealero, provocando un aumento del 60% de su precio en tres meses.
A este complejo escenario se suma otro factor: Rusia y Bielorrusia son los principales productores de nitrógeno y de potasio en el mundo, elementos básicos para la elaboración de fertilizantes. La producción de fertilizantes nitrogenados deriva del amoniaco y la urea, ambos componentes asociados al gas natural, energía producida principalmente por Rusia y ahora, por tanto, muy escasa. Dado el alto valor del gas natural en este contexto, grandes compañías europeas de fertilizantes recortaron su producción a la mitad. Como consecuencia, el valor de este insumo se incrementó más del 70%, generando una baja del rendimiento de los cultivos mundiales a la mitad –un tercio de los alimentos que se producen en el mundo dependen de la fertilización nitrogenada– y trasladando este aumento de precio al resto de la cadena alimentaria.
Todo ello tiene derivaciones políticas que pueden llegar a ser muy críticas. Hace una semana el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, un día antes de la reunión del Consejo de Seguridad, señaló: “Más de medio millón de personas vive en condiciones de hambruna, un aumento de más del 500% desde 2016. Estas aterradoras cifras están inextricablemente vinculadas a los conflictos, tanto como causa que como efecto. Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos”, vinculando así de manera directa el hambre con los estallidos políticos y sociales.
¿Cómo compensamos entonces la disminución de las cosechas de cereales? ¿Cómo abordamos el alza de precios de los fertilizantes nitrogenados? Todo indica que ha llegado el momento de enfrentar esta crisis de manera global y local. En primera instancia, instituciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Internacional de Desarrollo deben impulsar medidas de apoyo, como ya lo hizo el Banco Mundial que hace unas semanas anunció un plan de 12.000 millones de dólares para combatir la crisis alimentaria en países de África, Europa del Este y Asia. De manera local, los países deben aplicar medidas para proteger el poder adquisitivo de los hogares más pobres, evitando que pierdan el acceso a los alimentos básicos mediante programas de protección social específicos y enfocados en la nutrición. También, impulsar subsidios para implementar medidas que permitan el desarrollo de sistemas alimentarios más resistentes, diversos y sostenibles.
Como América Latina, todo esto nos coloca ante el desafío –una vez más– de pensar y actuar en conjunto sobre las formas de enfrentar la crisis alimentaria que afectará, de una u otra manera, a nuestros países. El 40% de la población de nuestra región está subalimentada, porcentaje que varía por territorios. En Centroamérica, esta cifra alcanza al 16% de su población, mientras que en el Caribe al 9%. Llevados a números concretos, estas estadísticas duelen. En Chile, uno de los países con el menor índice de subalimentación del continente (3,4%) casi un millón de personas se van a dormir con hambre cada noche.
La situación hace urgente una política prioritaria en seguridad alimentaria. Y esto no se funda sólo en cuánto produce la agricultura de la región –que tiene de los índices más altos en el mundo– sino en cómo los alimentos, los buenos alimentos, son accesibles para todos. En contextos de pobreza y carencia de protecciones, el hambre amenaza y la desigualdad se instala en el plato de comida de cada día. Evitarlo es tarea urgente. Algo que tal vez debiera ser discutido en la Cumbre de Los Angeles. (La Tercera)
Ricardo Lagos Escobar