Santiago Labarca Labarca

Biografía Personal

Labarca Labarca Santiago (1893) [1] ingeniero civil, diplomático,  masón, presidente de la FECH 1918,  (1);  casado con  Berta Vergara Varas, h. Pedro Vergara Silva y Cristina Vargas Valdovinos, 3 hijos

Descendencia

Labarca Vergara (Gonzalo) Sergio (1921)[1] abogado cm María Francisca Bravo Silva (1927) h. Oscar Bravo Zuaznabar[2], regidor de Yerbas Buenas 1953 PAL y María Silva Ahumada[3]

Labarca Vergara Santiago

Labarca Vergara María Gloria (1925)[4] cm Carlos Eugenio Alvarado Venegas (1920-2005) arquitecto

[1] I. 2.110 nac 1921 Recoleta; I. 407 mat 1949 Moneda; I. 2.835 nac 1927 Recoleta

[2] H. Liborio Bravo de Naveda Luco y Rosa Zuaznábar Morales (de José Zuaznábar Clavel y Tránsito Morales Tuller)

[3] H.  Julio Silva Valenzuela (1870-1949) agricultor, PL, alcalde de Olivar, y Rosa Ahumada Santa Ana (de Antonio Ahumada Barahona y Clotilde Santa Ana Céspedes)

[4] I. 2.145 nacimiento 1925 Portales; I. 485 mat 1948 Moneda

Fuentes

Trayectoria Política

Labarca Labarca Santiago (1893) miembro del Partido Radical, en la convención del PR de 1919 defendió, «elocuentemente» la postura de no incluir la palabra «libertad» en la declaración de principios del partido (3); apresado en 1920 por subversivo, diputado por Santiago 1921-1924 y 1924, “En 1925 firmó una protesta contra el estado de sitio y declaró en campaña para conseguir: la institución de un verdadero régimen parlamentario; descentralización funcional de los servicios públicos; establecimiento de la carreja judicial, desde la Universidad; reforma de la enseñanza pública; solución de los servicios de transporte, construcción de caminos, reformas económicas en general, y la solución del problema obrero” (1);

miembro de la Comisión Consultiva Constituyente 1925: “Presidente Alessandri, el papel grande que os corresponde en estos instantes y con el que escribiréis la página más brillante de nuestra historia, es el de aunar las fuerzas civiles de este país” (2):  diputado por La Victoria 1926-1930 (1.047 votos, de los 6.359 de la lista PL-PR-Conservadora, que obtuvo cuatro de los cinco diputados); consejero de Ferrocarriles del Estado 1923; exiliado en 1927;  Ministro de Educación 1931-1932, candidato a diputado independiente 1937 por Santiago (796 votos); presidente de la Comisión de Cambios Internacionales 1939; rector de la Universidad Técnica del Estado 1957-59, Ministro de Hacienda 1944-45; vicepresidente del Consejo de Comercio Exterior 1944;  embajador en Italia 1959-63,

“El drama de Chile lo llevó a actuar en política. Pero, indiscutiblemente, no tenía la pasión del poder. Por ello, más que en las instituciones, creía en el hombre; más que en los sistemas, en el ser humano. Disfrazaba su sensibilidad extrema con una actitud intelectual a veces irreverente. No respetaba los valores por su forma, sino por su contenido. Era en esencia, laico y tolerante, porque seguramente en las horas de meditación, de silencio, en los templos masónicos, al desbastar la piedra bruta y al comprender el significado del compás, tuvo en su ático espíritu la amplitud necesaria para respetar otras ideas, sin claudicar jamás en la defensa de las suyas. Era un hombre de gran sentido moral y humano” (3).

(1) FIGUEROA tomo III p. 608

(2) Intervención en la Convención Consultiva Constituyente 1925. (3) Salvador Allende, Senado 1968.

(3) El partido Radical y el Frente Popular, página 36

Bibliografia

Otras publicaciones

En el libro «Voces de la política, el púlpito y la calle» de Ricardo Boizard (1948) hay un capítulo sobre Santiago Labarca: «… le vimos encaramado en las oscilantes tribunas de los patios universitarios. Era un muchacho cojo, de rostro magro y de braxos movibles; su solo nombre levantaba la presión multitudinaria…. su primera palabra es un clarín, y decimos clarín no en forma figurada ni para caer en el rutina del periodismo; deicmos clarín porque solo a eso se compara la voz tiembrada, cristalina, abierta, clara y musical de Labarca… Orador de pura estirpe latina, su concepto es tan claro como su voz. Irá desarrollando un tema vivamente, ordenadamente, y de vez en cuando iluminará su camino una estrella imaginativa.. es que Santiago Labarca tiene también la rectitud de su vida. Uno siente que cada palabra dicha por él, es una palabra vestida de realidad, es una expresión confuerza de vida y de dolor… cuando en la Dictadura se atropellaron los mas fundamentales dechos indivicuales, había en el radicalismo una espada singularmente eficaz: era la de Santiago Labarca. Fué al destierro, se empobreció, sufrió, y hasta perdió amistades en su propio partido por la libertad…»

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