19 Jun Renato Garín González
Biografía Personal
Garín González Renato (1986) hijo de Marco Antonio Garín Reyes y María Isabel González Miranda, abogado 2012, magister en Periodismo, master en Teoría Legal; integró Red Liberal.
Renato Garin @GarinDiputado, 15 marzo 2020:
«Ha fallecido mi padre Marco Antonio. Era el hijo menor de Hilda Reyes y Waldo Garin. Un hombre decente, responsable y sagaz. Su cuerpo será cremado y se reunirá con mis abuelos y mi tío Cristián. Gracias a quienes rezaron y mandaron buenas energías».
Inscripción número 3.286 nacimiento 1986 Providencia.
Descendencia
Fuentes
Familia
Sobre Renato Garín
El momento desagradable de esa tarde fue cuando Renato Garín, muy molesto por haber obtenido solo dos votos en sus aspiraciones a la presidencia de la convención, se acercó a increpar a diferentes convencionales de los que esperaba apoyo Se enfrascó en una discusión con Agustín Squella. Me acerqué con la intención de calmarlo, pero se dio vuelta y se fue a sentar solo, unos metros más allá Me senté a su lado para decirle que no fuera tan vehemente, que lo tomara con más tranquilidad,
siempre pensando en que podría conversar con él Pero se giró con el rostro deformado por la rabia.
¿Qué tenía que hacer para que votaras por mí, ah? me dijo con el volumen de voz un poco más alto de lo aceptable. Siguió insistiendo fuera de sí ¿Quién te crees para compararte conmigo? ¡Soy profesor de la Universidad de Chile! ¡Quién eres tú! ¡Mis libros están en la biblioteca de la universidad, los tuyos andan por ahí tirados en la cuneta! gritó, insultó y entendí que era el momento de parar e irme. Después de ese día se transformó en un fantasma en la convención. Dejó de lado el traje y la corbata, y circuló cubierto con un polerón con capucha durante algunos días para luego dejar de asistir, diría que durante meses, siempre conectado por zoom, hablando poco. Un personaje que buscó espacio en todos los sectores, incluso entre la Coordinadora Plurinacional, de izquierda más radical. Uno de los personajes extraños del proceso.
Baradit en su libro sobre la Constituyente, sobre el dia inicial de la Convención.
La des-renovación socialista 9 febrero, 2023
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La presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, ha insistido en que las recientes decisiones electorales de su tienda no obedecen a un viraje ideológico. La realidad parece ser la contraria.
A partir de la instalación de la Convención Constitucional, el país ha conocido a una nueva camada de dirigentes socialistas. Jóvenes altamente influenciados por la cultura asambleísta de las universidades, que han ganado influjo en las generaciones mayores. Una vez electos para la labor constituyente, formaron un “Colectivo” análogo al de los patios universitarios. A bordo de esta entelequia, anunciaron que se desligaban del puñado de representantes de la socialdemocracia.
Esta decisión fue presentada, astutamente, como una necesidad imperiosa, dada la configuración electoral de la Convención. Se trataba de un “órgano especialísimo”, según acuñó la directiva de Álvaro Elizalde. Sin embargo, por debajo de este viraje táctico habitaba una insondable nostalgia sesentera. Durante los primeros meses de “La Constituyente” los socialistas compitieron palmo a palmo por los aplausos frenéticos del plenario. Sus retóricas difícilmente podían distinguirse de la Lista del Pueblo o de los discursos más vociferantes del bloque contrahegemónico. En boca de los socialistas, reaparecieron las planificaciones globales, la teología de la liberación y el resentimiento. En plena fiebre lingüística, llegaron a referirse a su grupo como “La Colectiva socialista”.
Se esmeraron, día y noche, en ganar vicepresidencias y coordinaciones, incluyendo la de la comisión de sistema político. Sin embargo, al momento de redactar el texto constitucional, quedaron aislados. Las izquierdas identitarias les reclamaron coherencia respecto de lo vociferado el semestre anterior. Los funaron de forma inaceptable y con ello los victimizaron ante la opinión pública. Su alianza de conducción con el frenteamplismo naufragó antes de zarpar. Sus propios senadores les dieron la espalda. Por si fuera poco: quedaron moralmente tachados tras protagonizar un famoso piscinazo en Concepción que se esforzaron en desmentir desde noviembre de 2021 en adelante.
Tras el apabullante resultado del plebiscito de septiembre de 2022, Vodanovic se esmeró en justificar, suavizar y calibrar el rol de su partido en el fracaso constitucional. Los convencionales que habían girado a la izquierda fueron premiados por el gobierno de Gabriel Boric. El coordinador de la fracasada comisión de sistema político se reinventó como factótum en el Ministerio de Interior. Asimismo, otros cuatro integrantes del Colectivo fueron rápidamente ubicados en apetecidos puestos del Ejecutivo. El caso más estrepitoso de esto es la nominación de un encargado para la conmemoración de los cincuenta años del golpe de Estado. Su foco: el martirologio de la figura de Allende, cuestión que apunta no solo a culpabilizar a las derechas, sino también a señalar un retorno hacia las “raíces” del socialismo chileno.
Este horizonte se alimenta, intelectualmente, de una añoranza del “almeydismo”. Durante los ochenta, el liderazgo intelectual de Clodomiro Almeyda fue adversario de los “renovados”. Frente a la modernización capitalista que vivió el país, ese grupo funcionó como reducto de resistencia ideológica. Hoy, precisamente, somos testigos de una desrenovación socialista. Un regreso al colectivismo, a la esperanza adolescente y a las teologías redentoras. Cabe preguntarse si Allende, Almeyda y sus mártires los acompañarían en este viaje de regreso. (El Mercurio)
Renato Garin González
Trayectoria Política
Garín González Renato (1986) integró Red Liberal; militante de Revolución Democrática, al cual renuncia en 2021.
En 2012 fue reconocido como uno de los 100 líderes jóvenes, otorgado por la
Revista Sábado, del diario El Mercurio.
diputado por el distrito 14 de la Región Metropolitana 2018-2022 (11.539 votos, 3.8%). Impulsó acusación constitucional contra ministro de Salud Emilio Santelices en 2018 (1).
Vota en contra del proyecto que exige a partido renunciar a la violencia (2). Se retira de Revolución Democrática.
Renuncia al cargo de diputado para postular, para postular a la Convención Constituyente 2021 siendo elegido convencional con 22.019 votos (7.27%) como independiente del Partido Radical, en la lista del Apruebo (60.349 votos, 19.92%) en el distrito 14 de la Región Metropolitana.
En relación a la Convención respecto del tema agua, dijo que “creo que lo que va a pasar es una expropiación parcial que devuelva al Estado ciertas cuencas y ciertos manejos hídricos en determinados lugares muy dañados. Pero esto implica que el Estado va a tener que comprar esos derechos. Porque aquí tú no puedes quitar ‘a la mala’ esos derechos”.
Sobre el sistema político, aseguró que “el país debe tener un régimen semi presidencial con un ministro del Interior que actúe como jefe de gabinete, que pueda ser destituido por una mayoría amplia del Congreso, 2/3 pueden ser, y que la billetera fiscal la controle el Presidente, eso es clave.
«… se pretende erigir una Presidencia-Monarquía que no gobierna, sino que reina a través de su Ministerio de Gobierno. La responsabilidad política, piedra angular del constitucionalismo ilustrado, se diluye, asi como los relojes blandos de Dali…. el plenario debe rechazar esta ensoñación teológica que se presenta enmascarada como un presidencialismo atenuado» El Mercurio 12 marzo 2022
(2) El Mercurio, 29 de octubre de 2020
(1) La Tercera, 21 junio 2018.
(3) Renato Garin Constituyente @RenatoGarinG 3 abril 2022
(4) Twitter 11 agosto 2022
«Leo constituyentes enojaditos, porque la malvada calse política hace la pega e intenta arreglar, en algo, los produnfos errores que cometimos nosotros en la Convenión. Quizas, la izquierd apopulista desea el triunfo del Rechazo para volver a la retórica de la revuelta» (4)
Bibliografia
Renato Garín lanza libro sobre la Convención: “Fue una experiencia similar a un reality show”
El exconvencional Renato Garín lanza los primeros días de noviembre el libro “El Fracaso. Cómo se incendió la Convención” (Catalonia). “En los jardines del ex Congreso estaba la Iglesia de la Compañía, justo ahí donde funcionó la Convención. Esa es la metáfora. Tal como se incendió la Iglesia que estaba ahí, aquí hubo un incendio en el patio, un incendio político”, explica.
-¿Qué quisiste contar en este libro, que tiene un título bastante expresivo, El Fracaso?
-Es una crónica explicativa respecto de cómo la Convención se va desarmando por dentro. Funciona bajo la tesis de que fue una experiencia de tele realidad, similar a un reality show. Donde las pantallas juegan un rol central.
-¿Cuáles fueron los momentos en que empezaste a darte cuenta de que algo no funcionaba?
-El primer hito es antes de la instalación, en julio de 2021, que es cuando el Partido Socialista nos notifica que ellos van a funcionar hacia la izquierda y que la ex Concertación no va a existir en la Convención.
-¿Quién notifica eso?
-Ricardo Montero, obviamente. Ahí empieza la mala relación que tuvimos con el PS, pese a que habíamos compartido listas. Pero en la Convención decidieron funcionar por la suya. Pienso que Álvaro Elizalde tiene muchísima responsabilidad en eso, porque era el presidente del partido, armó las listas de constituyentes, y Ricardo Montero, que funcionó como jefe fáctico de este grupo, fue electo en su distrito.
Y ellos nos notifican que no va a existir este grupo que se llamaba Unidad Constituyente, Socialismo Democrático, sino que ellos van a funcionar en una especie de alianza hacia el Frente Amplio y la izquierda. Yo fui elegido como independiente por el Partido Radical y me doy cuenta que el asunto no iba para ninguna parte.
-¿Qué genera esa decisión?
-Eso genera un quiebre en los que éramos la ex Concertación. Eso impidió que jugáramos de forma colectiva y derivó en el camino propio del PS dentro de la Convención. Dentro del colectivo socialista había vociferantes como Baradit, como Carlos Calvo, Malucha Pinto y otros, que no querían tener relaciones con el centro político, sino que querían ser aliados de La Lista del Pueblo, del Frente Amplio.
-¿Qué otros episodios revelas en el libro?
-El PS nos dice que estamos solos, los Squella, Fernández, yo, Chahin, Harboe. Después Patricio Fernández se va con los socialistas, por ende quedamos más solos. Y después yo decido funcionar como independiente dentro de la Convención y ahí me desligo de todo el mundo.
Después vino la instancia de las comisiones provisorias, que fue otro espectáculo más. Yo estuve en la comisión que propuso los famosos plebiscitos dirimentes. Hubo un episodio donde cuadraron una postura de espaldas a los medios, a la ciudadanía. No hay acta, no hay nada. Hubo un acuerdo político y una indicación que se presentó.
-¿En qué sentido dices que fue de espaldas?
-Se juntaron entre gallos y medianoche y metieron una indicación que sustituyó la propuesta original y llegaron con eso y los votos listos. Y no hubo ninguna deliberación pública respecto a los famosos plebiscitos dirimentes. Ganó la propuesta que armó Constanza Schönhaut. Antes de entrar al fondo, lo que critico es la forma en que se hicieron las cosas.
Un tercer episodio es la aparición pública de los constituyentes con sus discursos de instalación en octubre. Cada uno hizo una performance transmitida a miles de personas. Ahí aparece la política de la identidad. El 4 de enero de 2022 cae la candidatura a la presidencia de Cristina Dorador, también Ramona Reyes, de los socialistas, después intentan ganar con Pato Fernández, apoyado por la derecha. El PS quedó en la lona.
-Uno de los momentos más complejos fue “el papelón”, como le llamaron, de la Comisión de Sistema Político.
-Claro, es el fracaso total, el colapso de la comisión de sistema político. Llega al plenario una propuesta de triunvirato y es rechazado el 97% del informe, porque era intragable. Toda la opinión pública, incluso medios internacionales, El País, la BBC, hablando del bochorno que había sido.
-Tú estabas en esa comisión. ¿Qué pasó?
-Atria, Bassa, Schönhaut y otros más, que eran una minoría, querían un sistema parlamentarista y como había una mayoría presidencialista, lo que hizo la minoría parlamentarista fue tensionar hacia un sistema semipresidencial. Ahí colapsa la convención, cuando se ve que la comisión de sistema político, la más importante, está haciendo cualquier cosa.
-¿A qué crees que se debe este “fracaso”? ¿A la personalidad de los convencionales?
-No, yo creo que ese es un tema menor. Todo ese relato que se ha armado respecto de que hubo errores individuales, es cierto que los hubo, pero es poco riguroso echarle la culpa a eso. Esto no tiene tanto que ver con las subjetividades individuales, sino con un mal diseño institucional. Por ejemplo, se habló de que el quórum de dos tercios daba garantías democráticas, pero en la comisión era quórum simple. Es absurdo.
La comisión de Sistema Político aprobó el triunvirato con 13 votos de 25. O el caso de la comisión de medio ambiente, que se llenó de eco constituyentes, tenían la mitad más uno de los votos, y después fueron al plenario e hicieron el loco. Algo básico y elemental es que el quórum de la comisión deba ser el mismo que el del pleno.
-¿Qué piensas del nuevo proyecto constituyente?
-Yo creo que tiene mucho de continuación del proceso anterior. Hay una experiencia de tele realidad, que se vuelve a repetir, donde la mesa de negociación aparece como una mesa de tele negociación, donde todo tiene que ser informado minuto a minuto, y en paralelo se forma una mesa para otro tele reality, que termina con el Pancho Malo.
Los políticos y los medios se han entrelazado de una forma de convivencia que es esta tele realidad, donde la negociación política es muy difícil, por una lado, y los medios tampoco tienen una información del todo precisa, porque cada cual sale a dar su versión de lo que ocurrió, igual que en un reality. Estamos en un camino ciego de tele realidad.
-¿No se están tomando las lecciones del caso anterior?
-No se han inteligido. No se ha reflexionado sobre esta experiencia que son las pantallas, las cámaras y la transmisión permanente y cómo eso afecta la política y a las personas. No solo a través de la tele, sino en las pantallas de tu teléfono, en tu bolsillo; cada constituyente hace un live, en Instagram, YouTube, Facebook.
La hipótesis es que hubo una experiencia de tele realidad, pero también hay un resultado de fracaso jurídico, que es importante analizar paso a paso cómo se va incendiando. Qué sucede cuando las personas están trabajando, redactando algo, y su entorno, simbólicamente, empieza a quemarse, al punto que mueren todos chamuscados como en la Iglesia de la Compañía. En los jardines del ex Congreso estaba la Iglesia de la Compañía, justo ahí donde funcionó la Convención. Esa es la metáfora. Tal como se incendió la iglesia que estaba ahí, aquí hubo un incendio en el patio, un incendio político.
-¿No ha habido suficiente autocrítica?
-Ha habido una especie de reality show de la autocrítica, insisto en esto. Lo que hay que mirar críticamente es la lógica institucional en la cual se desarrolló la Convención. Más que si el muchacho se duchó o no mientras votaba, salir de la experiencia individual y observar la lógica institucional fallida.
Otras publicaciones
«El programa del Frente Amplio es bastante mas radical que una socialdemocracia tradicional… está alineado con Podemos, Syriza y tiene cierta semblanza con las políticas que han implementado países escandinavos» como respuesta a Beatriz Sánchez que planteó símil entre Frente Amplio y socialdemocracia europea (El Mercurio 15 agosto 2019)
«Giorgio Jackson y la bancada de Revolución Democrática repiten que ellos donan la mitad de su sueldo. Esto no es cierto. El dinero va a un ahorro bancario que ya sua cientos de millones. Con ese ahorro financierán sus campañas a la constituyente y reelecciones» El Mercurio 8 mayor 2020
Los juegos del lobby Renato Garín 19 mayo, 2015
Vieja práctica chilena la de tapar el sol con un dedo y apuntar a una sola persona para salir del paso señalando a un chivo expiatorio. El ministro Insunza representa hoy un blanco fácil para obviar el problema de fondo, esto es, la lógica en la que opera la industria del lobby en Chile. En los últimos meses hemos sido testigos de una serie de movimientos que involucran a las agencias de comunicación estratégica, al Gobierno y a las empresas vinculadas al caso Penta-SQM. Hoy, la industria del lobby representa, en su complejidad sociológica, la disolución de los límites entre lo público y lo privado en favor de un grupo de actores privilegiados. La ley 20.730 tiene deficiencias aunque representa también un primer paso indispensable.
Hoy, gracias a los registros, podemos conocer información que hasta hace poco era secreta. Esos registros sirven para derribar lugares comunes y verdades a medias. “En Chile hay muchas agencias de lobby”, se decía a menudo. “Yo no soy lobbista”, repetían otros.
EL LOBBY AL PODER
Es fecundo realizar un breve recorrido sobre información publicada por este diario los últimos meses. En medio del estallido del caso Penta, Carlos Alberto Délano confeccionó un comité de crisis donde participan, entre otros, Imaginaccion, la agencia de lobby del ex ministro Enrique Correa, y Extend, la agencia de lobby de las hermanas Velasco, hijas del ex ministro Belisario Velasco. Este vínculo no involucra solamente la gestación de una estrategia comunicacional, sino también la puesta en escena de esta. Por ejemplo, el punto de prensa organizado a la salida de la audiencia de formalización fue coordinado por Extend, según informó Radio Bío Bío.
Al poco andar, se publicó que Cristina Bitar, de la agencia de lobby Azerta –cuya propiedad es de Gonzalo Cordero Mendoza, militante UDI–, había sido citada a declarar en la causa Penta y luego también en la arista SQM en cuanto jefa de campaña de Joaquín Lavín en 2005 y 2009. Paralelamente, confirmamos que el ex ministro Correa formaba parte del grupo de asesores de Julio Ponce Lerou en SQM, cargo al que renunció al saberse los detalles del financiamiento electoral entregados por Contesse a la Fiscalía. Días después, se informó que Julio Ponce Lerou dejaba la presidencia del directorio de SQM y en su lugar asumía Juan Antonio Guzmán Molinari, ex ministro de Educación de Pinochet y actual presidente del directorio de Extend.
Es decir, en pocos meses hemos observado cómo la industria delobby se encuentra íntimamente ligada al caso Penta-SQM. Ya como asesores, ya como parte del desfile de rostros que se ha propiciado en la Fiscalía. Al mismo tiempo, el Gobierno ha anunciado un “proceso constituyente” cuya conceptualización habría pasado por Tironi y Asociados. Sorprende que una tarea de este calibre reciba una asesoría de una oficina de lobby.
Eugenio Tironi ha repetido hasta el cansancio que él no hace lobby. Sin embargo, en los registros públicos surgidos de la Ley 20.730 se puede encontrar a la empresa Vanguardia Spa inscrita comolobbista ante la Subsecretaría de Energía, la Subsecretaría de Transportes y la Subsecretaría del Medio Ambiente. Tres puntos neurálgicos del Gobierno donde la empresa Vanguardia Spa reconoce ser lobbista. Además, la compañía se encuentra registrada como lobbista en los registros del Senado. Si el lector ingresa al sitio web de Vanguardia, se encontrará inmediatamente con el logo de Tironi y Asociados y en la misma página se reconoce: “En 2011, la empresa de comunicaciones Tironi Asociados se integró a la propiedad de Vanguardia Comunicación. De este modo, ambas agencias sumaron una larga experiencia en la asesoría y gestión de comunicaciones, lo que hoy nos permite ofrecer un sólido análisis estratégico y una implementación especializada y efectiva”.
Es decir, una empresa cuya propiedad depende (en todo o en parte, no lo sabemos) de Tironi y Asociados se reconoce como lobbista en los registros legales habilitados para tales efectos. ¿Podrá Eugenio Tironi, después de esto, seguir afirmando que Tironi y Asociados no hace lobby? Sorprende que el Gobierno recurra a esta empresa para consultarle su opinión sobre el proceso constituyente, lo que demuestra que al Gobierno poco le interesan las señales. Es en este clima de movimientos, en que la industria se vincula con la crisis política para gestionarla, desde las empresas y desde el Gobierno, que el nombramiento del ministro Insunza debe analizarse. Su llegada a La Moneda es el corolario, la guinda de la torta de una seguidilla de enroques y cruces que sirven para entender que la industria del lobby es mucho más poderosa de lo que se ha creído hasta aquí.
Esto no quiere decir que su caso no sea relevante, por supuesto que lo es. Sin embargo, no se trata solamente de un ex parlamentario que sale del Congreso hacia una agencia de lobby y luego vuelve a la Cámara de Diputados y posteriormente a La Moneda. Ya antes, mientras se desempañaba en Imaginaccion, el ministro Insunza había gozado de una doble calidad: por un lado, trabajaba en una empresa de lobby mientras era el encargado del PPD para negociar la plantilla parlamentaria de la Nueva Mayoría en 2013; luego, mientras era candidato a diputado en el distrito 9, Insunza no renunció a Imaginaccion, situación que mantuvo hasta pocos días antes de asumir su escaño en el Parlamento. Este tipo de prácticas se denomina “puerta giratoria” entre el sector público y privado, y es uno de los temas abordados por el informe Engel. Curiosa forma de reforzar dicho informe ha tenido el Gobierno: se nombra ministro a una persona que utiliza un mecanismo cuestionado por la comisión formada para dar directrices sobre la relación dinero y política. De ahí que el profesor Claudio Fuentes haya remarcado la imprudencia de este nombramiento.
BENDITOS REGISTROS
Las puertas giratorias entre La Moneda y el lobby no solo involucran a Imaginaccion y a este gobierno. Ya en la administración de Piñera llamó la atención la presencia de Fernanda Otero en el segundo piso, una persona que nunca ha negado que se encuentra vinculada a la industria. Del mismo modo, se puede recordar el caso de la productora Paulina Kantor, quien pasó de la empresa Grupo Etcheberry a La Moneda, específicamente al programa “Elige Vivir Sano”. Más recientemente, el ex asesor de Piñera, José Miguel Izquierdo, se integró a la agencia Rumbo Cierto Spa, fundada por Valentina Giacaman Hazbún, donde además participa Jorge Frei y uno de cuyos clientes es Penta. Esta empresa se encuentra registrada como lobbista ante el Senado. También cabe destacar el caso del ex ministro Andrés Chadwick, quien –a mediados del año 2014– hizo amagos de crear una agencia de lobby junto a Pablo Longueira y establecer una alianza con Enrique Correa. Al poco tiempo se arrepintieron vaya uno a saber por qué.
La gracia de los registros es que permiten deformar el lugar común que se había repetido durante una década referente a que en Chile existen “muchas” agencias de lobby. Los registros demuestran claramente que estamos ante un mercado pequeño en que destacan las nacionales Azerta, Imaginaccion, Extend, Grupo Etcheberry, y las internacionales Hill+Knowlton y Burson-Marsteller. En los registros también se repite el nombre de la empresa Bernstein y Woodward, sobre la cual no es posible encontrar mayor información en la web, aunque no deja de llamar la atención que una empresa de lobby utilice un nombre de fantasía con los apellidos de los periodistas del Watergate.
La virtud de los registros disponibles en la web no alcanza, pese a todo, a entregar información sobre los clientes que estas empresas representan ante las autoridades públicas. Aunque no existe una norma en la Ley 20.730 sobre publicidad de esta información, la mayoría de las agencias nombradas ha tomado la política de publicar en sus propias páginas web un listado de sus clientes, lo que permite hacer cruces interesantes. Sin embargo, dos empresas mantienen la política opuesta, esto es, mantienen sus clientes en secreto. Ese es el caso de Imaginaccion, cuya información circula en forma de trascendido o especulaciones, sin que la empresa entregue un listado de sus clientes a la opinión pública. Esta es otra de las razones para mirar con cuidado el nombramiento del ministro Insunza, pues a la situación ya descrita se le agrega que no sabemos a ciencia cierta para quién ha prestado servicios realmente.
Existe otro caso de empresa de lobby con clientes secretos, cual es “Grupo Etcheberry”, propiedad de la ex superintendenta de Isapres del Gobierno de Frei, María Elena Etcheberry Court, hija del reconocido profesor de Derecho Penal Alfredo Etcheberry Orthusteguy, quien formó parte de la Comisión Engel. Esta empresa figura en los registros como lobbista ante 9 subsecretarías: Vivienda, Energía, Transporte, Salud, Relaciones Exteriores, Obras Públicas, Hacienda, Economía y Segpres. Al visitar el sitio web de Grupo Etcheberry no se encuentra una lista de sus clientes, aunque sí los rubros a los cuales la agencia se dedica. Al no existir obligación legal de dar publicidad a los clientes de cada empresa, estamos ante una tensión entre el interés público de conocer esta información y las posibles cláusulas de confidencialidad que suelen agregarse en los contratos de lobby. Es decir, en el estado actual, solamente las autoridades saben a quién representa cada agencia, pero esta información no está disponible para los ciudadanos.
Este tipo de tensiones comúnmente se enfrentan mediante el llamado “soft law” o “derecho suave”, que se traduce en recomendaciones y códigos de ética. Este tipo de regulaciones no tienen la fuerza de la ley, aunque tampoco son meros consejos. Son una especie intermedia, una normativa híbrida que sirve para dar directrices a los actores.
En esa línea, el Gobierno acaba de presentar un código de buenas prácticas para lobbistas, donde se ha decidido no incluir la publicidad de los clientes, cuestión que viene a reforzar la conducta de la minoría de las agencias registradas en la ley. Al mismo tiempo, esta normativa pasa por alto el posible rol de los abogados en cuanto lobbistas, y de las oficinas de abogados como agencias delobby. Los antiguos bufetes hoy son organizaciones más complejas, que interactúan con las autoridades en varios planos. No tener al menos un grupo de recomendaciones para los abogados es asumir de plano que ellos nunca son lobbistas, cuestión discutible a la luz de la experiencia comparada.
Finalmente, tampoco se han tocado los conflictos de interés que pueden ocurrir en los medios de comunicación, donde se invita recurrentemente a los lobbistas en calidad de líderes de opinión, verdaderos gurúes que conocen el futuro colectivo. En la prensa gozan de espacios como columnistas, sin siquiera hacer mención a su desempeño profesional. Esto en el extranjero se ha solucionado con reglas de disclosure, donde el lobbista, cada vez que participa en un medio de comunicación, debe indicar sus intereses en la materia sobre la que opina. Todo esto es parte de un proceso de maduración y de superación de los tabúes que por años han impedido avanzar seriamente en este tema.