Luis Claro Solar

Biografía Personal

Claro Solar Luis (1857-1945)[1] abogado, académico de la Universidad de Chile 1897-1912, director de empresa, agricultor,  fundador del estudio de abogados Claro; casado con Victoria Salas Errázuriz, hija de Miguel Salas Errázuriz (de Miguel Salas Palazuelos) y Victoria Errázuriz Errázuriz (de Francisco Javier Errázuriz Sotomayor); 6 hijos.

FIG tomo II página 412.

Descendencia

Claro Salas María casado con Carlos Peña Otaegui, escritor, Partido Conservado, alcalde de Las Condes

Claro Salas Héctor (1887-1964)[1] abogado en 1909, académico, director de empresas, presidente de la Convención Partido Liberal 1939, diputado 1921-1924 y reelegido diputado 1924 por Petorca y La Ligua, casado con María Teresa Vial Vicuña, hija de José Nicolás Vial Bello.

Claro Salas Fernando (1893-1983) abogado, PL, participó en las milicias republicanas 1934, secretario general de la campaña presidencial de Gustavo Ross 1938, ministro de Salud 1946-47, embajador en Argentina 1963-64, elector de presidente; casado con María Tocornal Ross, hij de Juan Enrique Tocornal Doursther

Claro Salas Gustavo (1897) abogado; ha colaborado en diversos diarios sobre asuntos jurídicos y de economía política; casado con Sara Zañartu Sanfuentes, hija de Héctor Zañartu Prieto

Fuentes

Trayectoria Política

Claro Solar Luis (1857-1945) Partido Liberal, senador por Aconcagua 1912-1918 y reelecto senador 1918-1924, Ministro de Hacienda 1918; como adherente a la Unión Liberal, en la convención de 1920, en la

primera votación obtuvo 232 votos; en dicha oportunidad manifestó: “la sinceridad de mi alta, puesta por entero al servicio de la causa del orden, de nuestro régimen constitucional; que es todo lo que significa el bien de la patria. No es la democracia, lucha de unos contra otros, ni rivalidades de clase ni campo de hostilidades encontradas y furiosas, ni es -obra de anarquía y disolución; por el contrario, es la concurrencia viva y permanente de todas las actividades y fuerzas políticas en la vida pública de la nación, es la defensa de los derechos de libertad, al amparo de la ley. La importancia de los pueblos se determina, en gran parte, por su riqueza económica; y su grandeza y su fuerza descansan en la energía de sus hombres, en su perseverancia y fidelidad al deber” (1);

dirigió la oposición a Arturo Alessandri en el Senado a partir de 1920;

“Su versación en derecho y en asuntos administrativos, su facilidad de elocuencia, su acentuado liberalismo y la rectitud y llaneza con que sabía afrontar y resolver las situaciones que s ele presentaban, le dieron pronto el realce de los jefes de grupos y colocaron sobre sus hombros la púrpura de los caudillos” (2).

«El partido Liberal puede decirse que comienza hoy una nueva vida. Unidas en su solo haz todas sus fracciones, se reconstituye para ser el más sólido sostén de la República» (3)

«El liberalismo no ha muerto, como lo gritan fatídicos agoreros; y no morirá para bien de la familia, para la pz de la Sociedad y para el engrandecimiento de la Nación… el cuadro que presenta este último cuarto de siglo es de los más sombrías tonalidades: horrenda lucha de clases; abatimiento del principio d autoridad, entronizamciento de los más audaces y de los más ineptos; negación de los derechos individuales; empleo de medios violentos y  de procedimientos arbitrarios para regular las actividades comerciales e industriales al criterio de cualquier funcionario; desconocimiento d ela jerarquía que tiene su asiento dentro del orden mismo de la naturaleza, dirección improvisada y caprichosa en la formación dle criterio, en la economía, en el desarrollo de los procesos evolutivos, que hoy como ayer y como ocurrirá mañana, obedecen a los dictados seguros del saber y de la experiencia y que fracasan lamentablemente cuando se intenta desviar el curso natural de los acontecimientos humanos… mantener dentro de la doctrina verdadera el liberalismo que respeta las conciencias, que permite el libre desarrollo de las iniciativas individuales que son la sólida base sobre la cual descansa la felicidad del hombre, de la familia, de la sociedad y de la patria;  rechazad una vez mas la aciaga y nefasta doctrina del Estado-providencia y conservad en su pureza e integridad la doctrina liberal. Es siempre humana y grande la doctrina del liberalismo que ofrece la cooperación de todos en la obra del perfeccionamiento y del progreso del país» (4)

  (1) El Mercurio Valparaíso, 5 mayo 1920. (2) FIG tomo II página 412.

(3) En la convención luego de la reunificación del Partido Liberal en 1933.

(4) Como Presidente Honorario de la Convención Liberal de 1937, destacado como «constitucionalista».

Bibliografia

“Explicaciones de derecho civil chileno y comparado (1898, 1978;  1992)

“Derecho civil obligaciones” (1986)

Otras publicaciones

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