Beatriz Sánchez Muñoz

Biografía Personal

Beatriz Sánchez Muñoz (1971) Periodista y candidata presidencial por el Frente Amplio en 2017. Recibió el premio “Mejor periodista televisiva” en 2014 y el “Premio Raquel Correa” en 2016.

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Descendencia

Fuentes

Trayectoria Política

Beatriz Sánchez Muñoz, elegida convencional constituyente 2021, obteniendo 28.159 votos (7,59%) en la lista Apruebo Dignidad (63.046 votos, 16,99%) por el distrito 12 de la Región Metropolitana.

Cercana a Revolución Democrática y en 2017 obtuvo más del 20% de los votos en la primera vuelta presidencial. Durante su carrera política se ha declarado siempre como feminista.
Entre sus propuestas está que la Constitución debe establecer instituciones democráticas que aseguren que la voluntad del pueblo sea la que guíe las decisiones de las autoridades y órganos del Estado. También propone que la Carta Fundamental tenga una perspectiva de género y que posibilite la construcción de modelos socioeconómicos orientados a la prosperidad, al buen vivir y la justicia social en sus diversas expresiones, superando la «imposición de un modelo que deja todas las decisiones al mercado». Además, su programa destaca la idea de disminuir la concentración de poder en el ejecutivo, avanzando hacia una distribución más equilibrada entre los poderes políticos.

Desde el Frente Amplio, por la amenaza del Partido Comunista de no apoyar la candidatura presidencial de Boric, porque la candidata del PC no obtuvo una vicepresidenta titular en la comisión de la convención, la convencional Beatriz Sánchez lamentó que se mezclen los temas. “Yo trataría de no traer a la Convención discusiones que no tienen que ver con la Convención” La Tercera, 29 julio 2021

En la Comisión Principios Constitucionales los coordinadores electos fueron Beatriz Sánchez (Frente Amplio) y Ericka Portilla. (Apruebo Dignidad). 20 octubre 2021

 “el Presidente tiene razón en un punto, y es la preocupación que hay que poner afuera de la Convención y cómo la gente percibe nuestro trabajo”, aseguró que “llegar a 103, que son los dos tercios, es una tarea muy dura, difícil, que significa mucha negociación, muchas conversaciones, mucha discusión para llegar a esos acuerdos. De hecho, el 79% de las normas se han votado por más de dos tercios. Eso es capacidad de diálogo” (3)

(3) Declaración frente a la opinión del presidente Boric en Buenos Aires busando mas acuerdos en la Convención Constituyente. 6 abril 2022

Bibliografia

Otras publicaciones

Beatriz Sánchez «Cuando Bernardo Fontaine miente, tento que decirlo publicamente, a mi no me va a temblar la voz… No permito que nadie cruce esa linea. Este tema no está zajado. Si la gente piensa que los fondos de pensiones son expropiables eso es falso» La Segunda 20 abril 2022

Candidatura presidencial 2017

«Desmilitarizar la zona e indemnizar al pueblo mapuche» 30 agosto 2017 «Ya son demasiados años repitiendo una receta que ha fracasado una y otra vez. Llegó la hora de cambiar el rumbo y poner el diálogo por delante»

Entrevista 17 noviembre 2021

“Aquí habrá un cambio de modelo. Debiéramos dejar atrás el Estado subsidiario neoliberal”

BEATRIZ SÁNCHEZ CONVENCIONAL CONSTITUYENTE ■ Una de las dos coordinadoras de la comisión de Principios Constitucionales plantea la necesidad avanzar hacia una democracia más participativa.

“Cuando hay real representación de sectores distintos, hay real discusión, la democracia es tensión, no es un vaso de leche”.

La periodista Beatriz Sánchez (indep-RD) es una de las dos coordinadoras de la comisión de Principios Constitucionales, instancia que escribirá el preámbulo y los primeros artículos de la nueva Constitución. “Vamos a conversar sobre mecanismos de democracia directa, tenemos que proyectar que se abre un espacio nuevo en la Constitución, donde quedará puesto a firme sistemas de participación que no tenemos y a los que no estamos acostumbrados”, relata sobre el trabajo que están iniciando.

A su juicio, en el país puede abrirse la posibilidad de más plebiscitos, no solo los de carácter comunal que existen hoy. “Pueden ser a nivel regional o nacional, puede haber iniciativas populares de ley, un sistema revocatorio de leyes o aprobatorio, garantizar la participación de las personas en políticas públicas, hay un abanico de posibilidades”, cuenta.

– ¿Cómo se deben enfrentar las expectativas de la gente que confía en que el proceso constituyente garantizará mejor sus derechos?

– Lo primero, es la información y la transparencia. Y ahí creo que hay un problema grande: la información no es tan clara hacia afuera. Cuando hay un órgano que opera con otras lógicas a las conocidas, es difícil explicarlo para afuera y que se entienda. Todo lo que tiene que ver con la comunicación es muy importante para este proceso, porque tenemos un plebiscito de salida y las personas tienen que conocer no solo el resultado, sino también cómo se discutió y por qué se llegó a esa conclusión. De ahí que la información correcta y no torcida y lo más digerida posible que llegue a las personas, es un desafío gigante como Convención; y lo mismo en transparencia.

– ¿Es partidaria de cambiar o de perfeccionar el modelo económico?

– Hay que recordar que muchos de los procesos de asambleas constituyentes o cambios constitucionales, como el que está viviendo Chile, no nacen de que un día se nos ocurrió la idea de que había que cambiar ciertas cosas y todo el mundo se sentó en una mesa y se puso a cambiarlas, sino que surgen de momentos de crisis y Chile vivió un estallido social y la gente lo resumió en las calles diciendo con que no son $ 30, son 30 años, haciendo referencia al modelo económico político y, además social y cultural que vivimos. Entonces, la Constitución debiera revisar y hacer un giro respecto al modelo económico.

– ¿En qué sentido?

– Esto no es en blanco o en el aire. Vivimos hoy un modelo neoliberal subsidiario, donde depende mucho de la billetera que tienes para incluso el acceso a cuestiones vitales como salud, educación y pensiones, solo por mencionar tres. Eso provocó el estallido, la gente repetía en la calle una y otra vez lo mismo: no tenemos derecho a la salud ni a pensiones dignas (…) Y eso provoca que estemos hoy ante una nueva Constitución, que es un nuevo pacto social o como prefiero definirlo, un nuevo balance de poderes. Eso es lo que hacen las constituciones: regulan las relaciones de poder al interior de ese país.

Evidentemente, aquí habrá un cambio de modelo. Debiéramos dejar atrás el Estado neoliberal subsidiario y pasar a un modelo social de derechos y esto debiera ser sobre la base de mirar el desarrollo de Chile en el contexto actual, en que estamos en una crisis climática (…) Y al pasar a un modelo social de derecho, cambia la manera en que ordenamos esa mirada.

– ¿Cómo enfrenta el debate por la independencia de organismos como el Banco Central, donde algunos plantean mayor control político?

– Debe haber órganos que tienen que ser parte del Estado, pero autónomos para garantizar su funcionamiento. A mí nunca me ha gustado el Tribunal Constitucional, creo que la forma de acompañar el cumplimiento de las constituciones o de vigilar el proceso de cumplimiento constitucional puede estar radicado en otros órganos o puede ser de una manera técnica distinta. No soy partidaria de una figura como el TC, pero sí me parece interesante, más allá del Banco Central, que -a propósito de la discusión abierta de una Constitución- se van a revisar todos los organismos autónomos y eso me parece sano.

– ¿Cómo proyecta el trabajo de la comisión donde hay distintas visiones?

– No es fácil juntar a 155 personas que no se conocen para que lo primero que hagan sea ponerse normas de funcionamiento y se logró en un buen plazo; y eso es muy bueno. Y respecto a las confrontaciones o discusiones ásperas, qué bueno que existan, porque cuando hay real representación de sectores distintos, hay real discusión. La democracia es tensión, no es un vaso de leche como nos han tratado de decir en Chile. Y quiero citar al expresidente de Uruguay, José Mujica. En un debate en que estuve con él, me explicó una frase que se había viralizado respecto a que esto era una bolsa de gatos. Me aclaró que cuando dijo eso se refería a que, si no hay discusión áspera y real, significa que unos caballeros de arriba se pusieron de acuerdo en todo y no hay democracia deliberativa real, y eso pasa hoy en la Convención y claro que se puede llegar a acuerdos como lo demuestra el reglamento y el cronograma de trabajo.

Entrevista 2 enero 2022

Beatriz Sánchez, excandidata presidencial del Frente Amplio y actual convencional por el distrito 12, asegura que tiene los atributos que se requieren para suceder a Elisa Loncón en la mesa de la Convención Constitucional, y desestima que una eventual presidencia suya, al pertenecer a la misma coalición que el presidente electo, Gabriel Boric, pueda mermar la autonomía y los equilibrios políticos del proceso.

¿Cómo surge su opción para la presidencia de la Convención?

Como Frente Amplio tuvimos una discusión larga. Definimos que lo que viene es salir a contar lo que es la Convención, porque tenemos un plebiscito de salida. Hay que llenar ese espacio en que tenemos un déficit en términos no solo comunicacionales, sino en la capacidad de instalar un relato y conectarlo con la ciudadanía. Ante ese escenario, desde el colectivo me plantearon que se necesitan ciertos atributos que no se pueden ir generando en el camino, porque tenemos poco tiempo. Esto, siempre pensando en la presidencia y vicepresidencia, no en un cargo en específico.

¿Ese déficit es responsabilidad de la mesa actual, no?

Jaime Bassa y Elisa Loncón se echaron al hombro un proceso desde cero y con muchos problemas. Esta no fue una presidencia y vicepresidencia simbólicas, como se ha querido instalar. Pero no podemos pedirles a esos liderazgos que sean superhéroes o superheroínas.

¿Qué le ha parecido la crítica respecto de que el FA esté buscando copar todos los cargos y que una presidencia suya pudiera implicar un peligro para la autonomía de la Convención?

El presidente electo va a asumir en marzo, cuando ya estemos terminando de votar, entrando en la armonización. Desde el Frente Amplio creemos que debe haber autonomía total.

¿Ha sido injusta, entonces, esa crítica?

Es una crítica muy injusta, porque no es mi voz solamente la que habla, es nuestra pega de aquí para atrás la que lo hace por nosotras y nosotros. Entonces, me parece injusto y me parece que responde solo a la disputa de un cargo. Me da pena, pero entiendo que es en clave de competencia.

Ustedes van a pasar a ser la coalición gobernante y, por ejemplo, en la Cámara, se están buscando acuerdos de gobernabilidad más transversales, pensando en que van a necesitar esas mayorías en el Parlamento. ¿No le hace sentido que eso se replique en la Convención?

Los liderazgos en la Convención están repartidos, no es que aquí se va a ocupar la presidencia, la vicepresidencia, todas las vicepresidencias adjuntas, todas las coordinaciones. Hay que poner una perspectiva; cuando se dice que el FA está en demasiados lugares, eso no es así. Ha habido una convivencia en la mesa ampliada que representa a todos los sectores.

Si usted llegara a ser electa, ¿podría garantizar que va a ejercer un liderazgo independiente de los intereses del gobierno electo?

Absolutamente. Hemos demostrado como Frente Amplio que hemos tenido independencia de los partidos del conglomerado. Nuestra presencia acá no tiene que ver con un gobierno que dura cuatro años, sino con los próximos 50 años.

¿Cuál es el principal desafío que implica liderar este proceso?

Una cosa es generar este relato del que hablaba y esta conexión con las personas, pero también tenemos un desafío interno que es mantener las condiciones para el diálogo y la mejor convivencia posible. Por eso, la nueva conducción debe ser colaborativa, por un lado, para permitir los acuerdos amplios que se requieren -de 2/3- y, por otro, para lograr los objetivos en el plazo que tenemos. Efectivamente, estamos muy exigidos desde ese punto de vista, es complejo, porque reglamentariamente tenemos muchas cosas que cumplir y el tiempo es muy poco.

¿Sería partidaria, más allá de la conformación del próximo Congreso, de que la Convención pida una prórroga?

Por el momento, no. Soy partidaria, por el momento, de que nos vayamos ajustando lo más posible al cronograma que ya existe. Y si es necesario ir haciendo cambios para ir ganando tiempo, pero terminar el 5 de julio, que es el último día que debería funcionar la Convención Constitucional.

Algunos interpretaron los resultados de la primera vuelta y la parlamentaria como un llamado a la moderación a la Convención que ha perdido respaldo ciudadano. ¿Cómo se lee hoy eso tras el triunfo de Boric?

Cuando uno está en un proceso de transformación estructural hay que explicar mejor de lo que estamos hablando. La Convención ha pasado por etapas y momentos. Evidentemente, hubo un momento de aterrizaje que fue más identitario. Ahora eso se ha ido encauzando. No somos los mismos y las mismas a los que llegamos.

Pero Boric dio giros significativos entre la primera y la segunda vuelta e instaló esta idea de cambios con responsabilidad. ¿Es ese un mensaje que también debería escuchar la Convención?

A mí me gusta cómo suena ese mensaje. Cambios con tranquilidad, cambios con seguridad, cambios que vas a entender, cambios donde te vamos a incorporar.

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