León de la Barra López José María (1804)  diplomático, patriota, casado con Juana Lastarria Munizaga,

padres de:

Barra Lastarria Eduardo de la (1839-1900) ingeniero geógrafo, profesor, escritor, periodista (firmó con los seudónimos de Juan Bachiller, Argos, V. Erasmo Gesuit y Ali-Gazul);  secretario de la Sociedad de Instrucción Primaria 1860; rector del Liceo de Valparaíso 1879, fundó el diario “La Opinión” de Valparaíso; casado con Lupercia Lastarria Villarreal, h. José Victorino Lastarria Santander

Barra Lastarria (Eduardo) Lincoln de la (1865) dentista, Partido Liberal Democrático, apoyó a Balmaceda en 1891, convencional Unión Liberal 1920; casado con Josefina Montané Urrejola (1873) hija de Rodolfo Montané Rodríguez, y Natalia Urrejola Unzueta.

Barra Lastarría María Hortensia de la (1866)

Barra Lastarría (Alberto) Franklin de la (1868-1919) abogado, juez del Crimen de Santiago, casado con Elena Pérez Canto, h. Rudecindo Pérez Reyes y Delfina del Canto

Barra Lastarria Emilia de la, casado con Roberto Santiago Richardson

Barra Lastarria Margarita de la, casado con Eduardo Morice, con descendencia

Barra Lastarria Eduardo de la (1839-1900) miembro del Partido Radical,  diputado por Rancagua 1882-1885, apoyó a Balmaceda en 1891, yendo al exilio en Uruguay y Argentina hasta 1895.

«El radicalismo no es un partido. Es un cuerpo de doctrina que aun no ha formado ni disciplinado sus legiones. Son radicales, sin necesidad de la investidura cuantos la solución de todas las cuestiones por la libertad» (1875)

En el libro «Bosquejos y perfiles» hay una biografía. «En los salones de su suegro se reunía regularmente el «Circulo de Amigos de las Letras» que presidía y animaba el propio Lastarria;… los grandes líricos ingleses le fascinaron desde niño, como mas tarde los grandes poetas de la América sajona, poco conocidos entonces en Chile… en realidad este vigoroso campeón de ideales de avanzada malgastó sus energías juveniles en luchas infructuosas… a estas polémicas en contra de los jesitas son a las que alude en sus versos:

Luché en la vid sin contar las huestes

del enemigo bando.

Lancé atrevido y formidable reto,

y los llamé al palenque

a lidiarlanza a lanza y pecho a pecho.

La crisis constitional de 1891 influyó de modo decisivo en los destinos de De la Barra. Desvanecidas después de Pacilla sus ilusiones, marchitas sus esperanas, resolvió expatriarse e ir a ganar el sustento en la vecina República Argentina, en donde felizmente encontró la mejor acogida de parte del gobierno y de los particulares. Pronto se utilizaron sus servicios de gran pedagogo, y también muy luego y con nuevos bríos, prosiguió sus labores literarias, volvió al estudio de la métrica, filología y linguistica, y como corolario a ellos, a la restauración de Cantares Antiguios.