04 Jul Carmen Andrade Lara
Biografía Personal
Andrade Andrade Osvaldo (1917) obrero, Partido Socialista, regidor de Puente Alto 1967, casado con Alberta del Carmen Lara Acevedo (1920) auxiliar de enfermería, h. Ermecinda Lara,
padres de
Andrade Lara Carmen Ximena (1954) socióloga; casada con Juan Domingo Pavez Hidalgo (1953) sociólogo, concejal de Puente Alto, gobernador, reconocido como víctima por la Comisión Valech (1).
Se define como feminista en columna de La Tercera en 2022 (ver)
(1) Inscripción número 800 de matrimonio, Recoleta 1980, celebrado el 1 de marzo de 1977 en Viena, divorciada en 2009.
Descendencia
Fuentes
Familia
Trayectoria Política
Andrade Lara Carmen Ximena (1954) Partido Socialista, subsecretaria del Sernam 2006, ministra Servicio Nacional de la Mujer 2009-2010, concejal 2012 de Puente Alto;
“¿Cuál es el valor que buscamos proteger al bregar por una ley de derechos reproductivos que incorpore la despenalización del aborto bajo algunas circunstancias? Primeramente, el derecho a que el Estado de Chile legisle para toda su población, poniendo un marco regulatorio a situaciones que, de hecho, se dan en el país. El segundo bien que protege una ley de derechos reproductivos es la autonomía de las mujeres. Cada una debe ser libre para decidir sobre su cuerpo según sus propias creencias. Y cada una debe estar bajo el alero de un marco jurídico que le permita tomar esas decisiones informadamente y en seguridad. En la certeza de que sus derechos humanos –a la vida, a la salud, al ejercicio consciente de la maternidad– estarán protegidos y le permitirán desarrollar una vida digna” (1).
En el Partido Socialista se comenta como una eventual carta para la Convención Constituyente a la exministra Carmen Andrade, quien hoy es directora del Departamento de Igualdad y Género de la Universidad de Chile (2),
Quienes firmamos este manifiesto, votamos por distintas y distintos candidatos democráticos en la primera vuelta. En una elección limpia y transparente, el pueblo quiso que el candidato progresista que pasara a segunda vuelta fuera Gabriel Boric. Y con el voto mayoritario de la ciudadanía, especialmente de mujeres y jóvenes, también con el nuestro, Boric es Presidente de Chile. Queremos que le vaya bien, a pesar de las duras condiciones internas y externas que enfrenta. Por Chile, por la gente más golpeada con las desigualdades y abusos, para que la nueva Constitución de todos sus frutos, necesitamos que le vaya bien.
27 abril 2022 Declaración de 32 ex dirigentes de la Concertación
(1) El Mostrador, 29 mayo 2014 (2) La Tercera, 2 septiembre 2020
Bibliografia
Otras publicaciones
Primera Dama 22 enero 2022
Diversas reacciones, a favor y en contra, ha suscitado la decisión del Presidente electo de mantener el cargo de Primera Dama y nominar a su pareja, Irina Karamano para ejercerlo.
Este debate nos retrotrae a antiguas discusiones en las que desde organizaciones de mujeres y feministas cuestionamos esta institución y propusimos terminarla. En primer lugar, por su carácter anacrónico y antidemocrático, ya que se trata de un rol de poder que se asume no por elección popular, – la ciudadanía eligió a Gabriel Boric no a los integrantes de su familia-, ni por trayectoria y méritos profesionales, sino por el hecho de ser “la pareja de”. Ello implica que por tener esta relación con el Presidente una persona dirige instituciones que cumplen funciones públicas, maneja cuantiosos recursos públicos y toma decisiones que afectan a miles de trabajadoras/es de las instituciones bajo su cargo. En segundo lugar, porque se refuerza el estereotipo de los “voluntariados femeninos”, es decir de mujeres que desempeñan labores gratuitas de cuidado y al servicio de otros, como mandato cultural de un “deber social” que tiene fuerte carga simbólica. Y además porque se asume que las mujeres construyen sus proyectos de vida, no desde su autonomía, sino dependiendo de los hombres con los que tienen relaciones afectivas y/o familiares. Vale recordar, a modo de ejemplo el esfuerzo desplegado para terminar con la norma que impedía a las esposas de embajadores trabajar remuneradamente y las relegaba a labores protocolares mientras “acompañaban” a sus maridos en misiones diplomáticas.
Por todo ello celebramos la creación de la Dirección Socio Cultural en 2005, que se consolidó en el primer gobierno de Bachelet, contratándose para dirigirla a personas remuneradas y de perfil profesional. Y por lo mismo, lamentamos el restablecimiento del rol de Primera Dama en el gobierno de Sebastián Piñera, aunque no nos sorprendió la decisión ya que era coherente con las concepciones conservadoras sobre el rol de las mujeres.
Pero sí nos ha sorprendido, y no compartimos, que se haya mantenido ese criterio en el gobierno entrante que mantiene una definición y una agenda feminista que suscribimos plenamente. Esta no es una discusión sobre personas, no dudamos de los méritos de Irina Karamanos para desarrollar su camino profesional autónomo, lo que criticamos es una forma de construir institucionalidad pública a partir de privilegios y reforzando los roles tradicionales que subordinan a las mujeres.