Nicolás Eyzaguirre Guzmán

Biografía Personal

Eyzaguirre Edwards Joaquín, arquitecto, casado con Delfina Guzmán Correa (1928)  [1] destacada actriz, separados en 1955, militante Partido Comunista durante un periodo, «He habitado en la cultura durante muchísimos años, lo que me ha hecho ser una persona muy feliz y agradecida del país en que vivo. Quisiera compartir esa felicidad con todos mis compatriotas. El arte nos transforma, llena los vacios dejados por la educación, la sociedad y la segregación. Nuestros lideres políticos deben hacerse cargo e incluir a la cultura y a las artes no solo en sus programas de gobierno, sino que en sus debates y discursiones, en televisión y a puertas cerradas. Lo queremos, lo  necesitamos, lo reclamamos». (4)

PADRES DE

Eyzaguirre Guzmán Nicolás (1953) [2] ingeniero comercial, doctorado en Economía Universidad de Harvard,  casado con María Elsa Bravo Pemjean (1952)[3] actriz, PPD, agregada cultura en México, hija de José Alfonso Bravo Baltierra (1924) profesor, y Elsa Pemjean Donoso (1924); casado 2 con Jessica Angélica Cuadros Ibáñez (1966) ingeniera; casado 3 con Bernardita Piedrabuena, ingeniera comercial, doctora en economía de la Universidad de Chile, trabajo en el Ministerio de Haciendo en los gobierno de Frei (1996-99), Lagos (2002-06) y Bachelet (2014-18), creadora de una la nueva AFP UNO; gerenta de Riesgo Corporativo del Banco Central 2019; hija de Guillermo Piedrabuena, ex fiscal nacional.

(1) «Afortunadamente hoy tengo una estupenda relación con mis cuatro hijos, a pesar de que siempre me arrepentí de haber perdido a dos de ellos por tanto tiempo… estoy a favor de la eutanasia, porque elegir morir debe ser la máxima expresión de libertad» Entrevista La Tercera 22 septiembre 2019. Delfina Guzmán Correa, nació en Santiago el 7 de abril de 1928. Actriz de teatro, cine y televisión, formada en la Universidad de Chile. Debutó en 1956 en el Teatro Experimental de esa casa de estudios, participó varios años en la compañía de Teatro de la Universidad de Concepción (TUC) y durante 28 años como actriz, guionista, directora y socia de la compañía teatral Ictus. Ha recibido numerosos premios, quizás el más importante en 2019 el Premio Caleuche, reconocimiento de sus pares a su trayectoria artística. Además, es cofundadora y presidenta de la Fundación Teatro a Mil.

I. 499 matrimonio 2000 Santiago, matrimonio celebrado en Asunción en 1997, divorciados en el 2010.

[3] I. 2.880 nacimiento 1952 Moneda

(4) Carta «Debate para primarias, ¿y la cultura?» El Mercurio, 15 junio 2013

Descendencia

Eyzaguirre Bravo Nicolás José (1982)[1] actor

Eyzaguirre Bravo Andrés (1984)[2] estudia magister en la Universidad de Columbia

Eyzaguirre Cuadros Juan Diego (1998)[3]

[1] I. 2.195 nacimiento 1986 Recoleta, nacido en Estados Unidos en 1982.

[2] I. 2.196 nacimiento 1986 Recoleta, nacido en Estados Unidos en 1984.

[3] I. 565 nacimiento 2000 Santiago,  nacido en Estados Unidos en 1998.

Fuentes

Trayectoria Política

Eyzaguirre Guzmán Nicolás (1953) [2]  militó en el Partido Demócrata Cristiano, la Izquierda Cristiana, el Partido Comunista, y finalmente en el Partido Por la Democracia desde 1988, Ministro de Hacienda 2000-2006: implementó un modelo innovador de balance estructural del gasto público; Ministro de Educación 2014-2015: “en un año dos meses, tenía que hacer una nueva carrera docente, reorganizar la educación particular subvencionada, reestructurar la educación pública, y hacer el cambio del financiamiento de la educación superior. Era imposible hacer las cosas bien a ese ritmo… ni Superman puede diseñar técnica y políticamente bien una cantidad de reformas que son complejas y, al mismo tiempo, gestionar bien… la gestión del gobierno no ha sido buena, los problemas que tenemos en salud y en seguridad ciudadana son inaceptables. Inaceptables. Hay que mejorarlos sí o sí ” (1), Ministro Secretario General de la Presidencia 2015.

[1] “Mis dos pies son el marxismo y el cristianismo. Soy mestiza ideológica, porque para mí esas son las dos grandes maravillas del mundo. Es de esos dos pilares que yo empiezo a comprender la vida. Cualquier problema que tenga o que haya tenido la Iglesia, hay que recordar que de repente, cuando el país está más convulsionado, aparece esa fe y esa entrega que emocionan, como, por ejemplo, la del padre Berríos. La crítica aquí es muy fácil, pero mi fe se mantiene intacta. Yo prefiero ver lo bueno” La Tercera, 13 julio 2014.

“de los comunistas no me digas mas, porque yo milite en el Partido Comunista. Y tienen dos defectos…” La despedida de Delfina Guzmán, El Mercurio, 20 febrero 2016.

«Hoy venimos a manifestar nuestro apoyo irrestricto a la definición democrática de la candidatura que como PPD postularemos a la próxima elección presidencial. Estamos convencidos que el mecanismo de una primaria abierta es la única alternativa coherente con nuestros principios y nuestra historia» declaración de 33 dirigentes PPD. 17 noviembre 2020

Suscribe declaración para pre-primaria presidencial PPD-PS: «Llamamos fraternalmente a la realización de preprimaria democráticas y transparentes, para elegir a la persona que nos representará al socialismo democrático o izquierda socialdemócrata en las primarias legales de la centro izquierda. Y expresamos nuestra esperanza de que este sea el primer paso para una colaboración mucho mas amplia, que articule este sector, lo renueve y vitalice» 11 febrero 2021

Apoya al candidato presidencial Boric en la segunda en declaraicón conjunta de ecomistas vauelta. 6 diciembre 2021

Eyzaguirre «lo responsable es unir el proyecto de pensiones al de financiamiento, pues de otro modo es ‘poner como carne de cañon a los pensionados, sin proveer financiamiento, es una avivada» (2)

Nicolás Eyzaguirre se suma a voces contra el quinto retiro: “Hay un problema para la gente más vulnerable muy serio”  «Para la gente que quiere comprar una casa, para las pymes que quieren un crédito el efecto del retiro es devastador», dijo el exministro de Hacienda. (3)

Quienes firmamos este manifiesto, votamos por distintas y distintos candidatos democráticos en la primera vuelta. En una elección limpia y transparente, el pueblo quiso que el candidato progresista que pasara a segunda vuelta fuera Gabriel Boric. Y con el voto mayoritario de la ciudadanía, especialmente de mujeres y jóvenes, también con el nuestro, Boric es Presidente de Chile. Queremos que le vaya bien, a pesar de las duras condiciones internas y externas que enfrenta. Por Chile, por la gente más golpeada con las desigualdades y abusos, para que la nueva Constitución de todos sus frutos, necesitamos que le vaya bien.
27 abril 2022 Declaración de 32 ex dirigentes de la Concertación

«Habrá concurrencia del Ejecutivo para leyes que irroguen gastos, un Banco Central autónomo y un derecho de propiedad más resguardado que en la media de los países Ocde. Hay varias disposiciones poco satisfactorias a mi modo de ver, pero no estructurales, por lo que es del todo posible ajustarlas a futuro y no ameritan un salto al vacío» (4)

“Esta Reforma tributaria y lo dijo muy bien Mario, obviamente no nos pilla en una situación económica boyante. El mundo entero está entrando en un riesgo fuerte de estanflación, que es muy complicada, que ningún ministro de Hacienda o presidente del banco central quisiera toparse con ese cuadro. Es una combinación de alta inflación y alto desempleo, y es muy complejo de atacar. El mundo está entrando y nosotros también desgraciadamente. Es un secreto a voces que necesitamos un cambio tributario, mejor hagámoslo ya y terminemos con la incertidumbre” (5)

«Estamos hoy en la encrucijada de lograr consensuar una nueva ola de reformas estructurales que eleven nuestra productividad y cohesión o fallar y condenarnos a la mediocridad» (6)

PPD se envió una carta a 15 militantes de la “vieja guardia”: Sergio Bitar, Guido Girardi, Nicolás Eyzaguirre, Adriana Delpiano, María Antonieta Saa, Adriana Muñoz, Víctor Barrueto, Francisco Vidal, Guillermo Ceroni, Gonzalo Navarrete, Heraldo Muñoz, Ramón Farías, María A Fuentes, Álvaro García y Enrique Jaramillo. “Necesitamos que nuestros mejores cuadros históricos se sumen”: el llamado del PPD a su “vieja guardia” para disputar el Consejo Constitucional. 4 enero 2023

Una misiva haciendo un llamado público al gobierno y al oficialismo emitieron esta jornada siete personeros históricos del  (PPD). La carta está firmada por la exministra de Educación, Adriana Delpiano, extitular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, el senador Ricardo Lagos Weber, uno de los fundadores de la tienda, Domingo Namuncura; el extimonel de la colectividad, Gonzalo Navarrete, la exdiputada María Antonieta Saa, y el exvocero de gobierno Francisco Vidal.  (7)

(7) La Tercera, 17 enero 2023

(1) Entrevista El Mercurio 6 septiembre 2015.

(2) 30 diciembre 2021

(3) 25 marzo 2022

(4) Sobre proyecto de nueva constitución, La Tercera, 15 mayo 2022

(5) La Tercera 1 julio 2022

(6) La Tercera, 11 diciembre 2022

Bibliografia

Artículo «Pandemia y Economía» 20 abril 2020: »
«…La crisis económica actual deriva de la pandemia; al estar esta lejos de ser abatida, la respuesta económica debe considerar entonces el escenario sanitario. En ese sentido, es preciso notar que el virus se expandió mas tardíamente al Hemisferio Sur. Desde Nueva Zelanda a Chile, pasando por Australia y Sudáfrica, entre otros, las cifras de contagiados y fallecidos son moderadas y más recientes, al comparárselas con las del norte.
¿Cuál debe ser entonces la estrategia de mitigación económica? Cuatro consideraciones. La primera, es posible que la tardanza en el testeo lleve a la necesidad de cuarentenas más agresivas en los meses por venir. La segunda es que el alivio a las familias debe ser rápido. Además de la razón humanitaria y la justicia de reparar los ingresos de quienes se les impide obtenerlos al decretarse cuarentenas, es necesario hacerlo, tanto desde el punto de vista sanitario como económico. La tercera es que las empresas, sobre todo las de menor tamaño con menores reservas, se verán también muy afectadas al disminuir notoriamente sus flujos de caja. Lo peor que podríamos hacer es abandonarlas a su suerte, pues cuando la pandemia termine, su compromisos financieros les impedirían reactivar plenamente la producción y quedaríamos detenidos en una recesión prolongada.La última consideración es que debemos prepararnos para que el alivio -ya iniciado en estas líneas- sea mantenido cuanto sea necesario. Lamentablemente, las cartas sanitarias están ya bastante jugadas y es posible, como señalamos, una intensificación de la pandemia durante el invierno. Y, peor aún, esta golpearía con particular fuerza a las familias más vulnerables….».

Otras publicaciones

Eyzaguirre defiende gasto de 3.9%:  una cifra menor «arriesgaba no ser suficientemente apoyadora de la reactivación… con nuestro presupuesto fiscal y nuestra trayectoria de consolidación no estamos comprometiendo la credibilidad financiera de la economía chilena» El Mercurio, entrevista, 8 octubre 2017

“Apuesto hay que el crecimiento no va a ser siquiera 3%, este es un país minero y la situación de la minería producto de las tensiones internacionales ha implicado un descenso del crecimiento” La Tercera 25 mayo 2019.

«El 2020 no vamos a llegar a 3% de crecimiento, así como este año no vamos a llegar a 3%. O sea, que la economía no va a andar y los tiempos mejores no llegaron, es un hecho» La Tercera, 7 septiembre 2019

Entrevista La Tercera, 14 junio 2020: El ex ministro de Hacienda prevé un negro panorama: “Vamos encaminándonos a un desastre sanitario completo, los niveles de contagio y fallecimiento por habitante están acercándose al peak de Italia”. Y acto seguido, critica al titular de Hacienda: “Limita en lo frívolo preocuparse del envoltorio fiscal o de cuánto habrá para la reactivación, cuando seguimos descendiendo hacia los confines del infierno. El ministro Briones va en la misma ruta que Mañalich de estar demorando y demorando las cosas que son completamente evidentes”.

La Tercera, 12 junio 2021:

¿es que la inequidad y el abuso, imposibles de ocultar- produjeron una explosión repentina? ¿y que podría ser ese algo?
Postulo al progreso económico, que simplemente se estanco…. un problema profundo… el agotamiento de un cierto modelo de crecimiento
Y esto ya lo vivimos antes. Fue lo que ocurrió hace cien años cuando la crisis de 1929 interrumpió décadas de un auge comercial global..
… tampoco resolverá nuestros problemas redistribuir riqueza y reemplazar la iniciativa privada por la acción del Estado

La Tercera, 10 junio 2021. Nicolás Eyzaguirre «en la primera parte de esta columna postulamos que la desaceleración de nuestro crecimiento habría roto el frágil equilibrio entre la tensión producida por la desigualdad y la cohesión que generaba el sueño de un manera mejor.
Mostramos cómo esta desaceleración, significativa y prolongada por mas de una década, ha ido a la par de la pérdida de dinamismo de nuestro volumen exportado…
si no consensuamos cambios que impliquen una mayor capacidad pública para las tareas de infraestructura, educación, salud e inversión científico y tecnológica, el continuará elusivo. Y además, acordar niveles dignos y universales en bienes esenciales como las pensiones, la vivienda y los ingresos de las familias. Todo lo anterior requiere la revisión urgente, pero responsable, de los recursos públicos impresendibles para materializar este esfuerzo colectivo

Declaración conjunta: Chile necesita la convergencia de las fuerzas progresistas. Llamaos a los candidaturas del progresismo a privilegiar la construcción de puentes programáticos, facilitando la convergencia en la segunda vuelta presidencial y evitando una profundización artificial de las diferencias:
Compromiso nítido con trasformaciones profundas; ajustar las expectativas; responsabilidad fiscal; la herencia de un mal gobierno; evitar la recesión en 2022; resta aun un margen razonable para elevar la deuda pública; una deuda pública sostenible; que los que tienen, paguen más; cambios al presupuesto 2022; imprescindible modernización del Estado; aprendamos de la historia (la confrontación entre el centro y la izquierda solo anticipan derrotas para el movimiento popular… los desencuentros entre el centro y la izquierda entre 1964 y 1973 abrieron paso al desplome de la democracia y a 17 años de dictadura) 4 de noviembre 2021.

«Si Chile hubiese seguido creciendo al 5% o 6%, no habriamos tenido estallido social. Eso te lo doy firmado. ¿Por qué tuvimos estallido social?. Porque no vimos que ese modelo productivo rentista iba a guatear… cuando los países comienzan a tropezar y a tener problemas, casi como una reacción natural, tienden a las viejas certezas. Entonces, la derecha endió a extremar el neoliberalismo: Kast. Las mismas cosas: reintegrar el sistema tributario, bajar los impuestos a las empresas, etc. ¿Como lo a pagar? Y dice  que va a echar 20 mil empleados públicos. ¿Alguién que conoce los sindicatos del sector públicos

Entrevista La Tercera, 7 noviembre 2021
 3 Noviembre 2021  

El exministro de Hacienda propugna cambios que permitan a Chile recuperar el crecimiento. “Si Chile hubiese seguido creciendo al 5% o 6%, no habríamos tenido estallido social. Eso te lo doy firmado”, dice al analizar el auge que se frenó hace más de una década. Partidario de las candidaturas de izquierda, pide moderar las expectativas y no sacar cuentas fiscales alegres. “¿Es todavía Chile un país neoliberal? Yo diría que cada día menos, pero todavía tenemos que avanzar un poco más en este Estado social”.

El profesor Nicolás Eyzaguirre Guzmán responde profesoral, didáctico, pero en sus énfasis se cuela el ministro de Hacienda que más días ha ocupado esa cartera. Por casi siete años, en dos administraciones, Lagos y Bachelet 2, dirigió las finanzas públicas del país. Es, sonríe con su ironía habitual, uno de los “avaros” responsables de los últimos 30 años, un proceso que defiende, pero en el que asume autocríticas. A sus 68 años -jubilado con retiro programado; sin retiros desde su AFP; hace clases en la Facultad de Negocios de la Universidad de Chile-, el profesor Eyzaguirre comienza por describir la economía chilena.

Primero, las fortalezas. “Somos una economía muy abierta. Eso puede parecer trivial, pero no es trivial porque una cantidad enorme de países en el mundo todavía tienen que luchar contra el proteccionismo, que es un verdadero cáncer”. Ese proceso, admite, fue impulsado por la dictadura, lo que aplacó oposición interna, y coincidió con la dirección que entonces seguía el mundo. “Posiblemente en democracia hubiese sido mucho más complejo. Eso tengo que reconocerlo”, concede de nuevo.

Segunda fortaleza: un manejo gubernamental que ha sido reconocido por el mundo. “Es obra de la democracia el haber construido una institucionalidad macroeconómica superfuerte, la que, a diferencia de la apertura comercial, hoy día está más en cuestión”, se lamenta.

La tercera es una historia de inclusión política y una tradición democrática de larga data. “Chile es el país con más profundidad democrática en el concierto latinoamericano”, asegura.

Ahora, las debilidades. “La obvia es que somos muy todavía productores primarios, exportamos cuestiones con relativo poco valor agregado”, dice. “Esa no es una cosa que a mí me quite el sueño. Lo que me quita el sueño es que nuestro menú de exportación, un poco primario, no es el que mejor absorbe cambios de productividad”. El tema lo apasiona y lo desarrolló también en un libro publicado poco después del estallido de octubre de 2019, titulado Desigualdad, raíces históricas y perspectivas de una crisis.

El problema, acota, no deviene de la condición de país exportador de recursos naturales, ni de la ahora popular crítica al “extractivismo”. “Eso ha sido una pelea que yo he tenido con la izquierda la vida entera. Es un concepto completamente erróneo. Nuestra perdición es el rentismo, que no es lo mismo que el extractivismo. El rentismo es que hay ciertas cosas que no son replicables -los yacimientos de cobre, de litio, el agua fría para los salmones-, tú tomas esas ventajas comparativas, estáticas, naturales y crea fama y échate a la cama”, dice. Y luego agrega: “Eso tiene una tensión obvia con muchos planteamientos más de izquierda que son redistributivistas. Yo estoy hablando de un planteamiento productivista, no redistributivista, porque si tú te gastas todos los recursos en pensiones o en atender grupos de presión, no vas a tener dinero para una educación de clase mundial y para invertir en ciencia de clase mundial. No puedes hacer todo a la vez”. Resumen: “Chile tiene grandes fortalezas y algunos incordios por superar: estamos en un punto de inflexión por el que muchos países han pasado. Es como el punto de despegue”, dice.

Neoliberalismo

El profesor Eyzaguirre responde sobre neoliberalismo y afirma que en Chile se suele mal emplear el término. Que no es sinónimo de mercados, propiedad privada o intercambio con el exterior. Esas cuestiones, dice, son propias de la ciencia económica, no del neoliberalismo. “El neoliberalismo es una ideología, tal como la propuesta socialdemócrata. Y el neoliberalismo, que cuyos padres son von Mises y von Hayek, dicen que cuando el Estado se mete, el Estado es capturado por ciertos grupos para su beneficio. Por tanto, la mejor forma de asignación de recursos económicos es que el Estado sea mínimo”. Y Chile, según Eyzaguirre, fue una avanzada a la que ni Inglaterra –”la salud es completamente estatal”– ni Estados Unidos –”la educación es pública desde 1810, con el New School Movement: la escuela pública es tan buena como una escuela privada”- quisieron seguir. “Lo que se impuso durante Pinochet es el experimento casi más puro neoliberal que se ha dado en el mundo”, concluye.

Para Eyzaguirre, esos resabios siguen presentes. “Estados Unidos es el más neoliberalón, entre comillas, entre los desarrollados, el más inequitativo, a años luz menos neoliberal de lo que era Chile en la dictadura. ¿Es todavía Chile un país neoliberal? Yo te diría que cada día menos, pero todavía tenemos que avanzar un poco más en este Estado social”, analiza. “Los neoliberales dan un paso más allá, que es sacar al Estado de la provisión de bienes sociales, que son fundamentales para evitar que algunos se te queden atrás, para que el país se te segregue. Cuando tienes el modelo educacional que existía durante la dictadura o el modelo de las isapre, las AFP, eso es neoliberal”.

¿Por qué esos rasgos no se pudieron revertir en 30 años? Ha dicho que lo impidieron la Constitución y el bloqueo de la derecha…

Voy a partir por la parte que te puede ser más interesante: la autocrítica.

Se lo iba a preguntar. Usted fue el ministro de Hacienda con más tiempo en el cargo…

…El responsable final. Si quieres encontrar un culpable, ahí está (ríe). Nosotros escribimos un trabajo con Mario Marcel, el año 2004, que se llama Hacia la Economía del Conocimiento. El mundo después del proteccionismo, pasó a una fase globalizadora espectacular desde mediados los 80. Las exportaciones, el comercio mundial crecían de una forma impresionante. El caso es que se juntó el hambre con las ganas de comer. El mundo se abrió completamente al mismo tiempo que nosotros nos abrimos de los primeros. Si tú miras el crecimiento exportador de Chile durante la segunda mitad del 80, los 90 y comienzos de los 2000 es espectacular. Estabas metido en un círculo virtuoso que era bastante irresistible, pues las exportaciones crecían mucho, el producto crecía mucho, los ingresos fiscales crecían mucho y eso te permitía tener dinero para mejorar la salud, la educación. Fíjate tú que hasta el 2018 el gasto por estudiante en Chile se había cuadruplicado, el gasto en salud por persona se había quintuplicado.

Pero desde bases muy bajas…

Lo que sea, pero ¡Dios mío!, encuéntrate un país en el mundo en que en poco más de dos décadas cuadripliques los gastos. Estoy en la autocrítica: Nosotros fuimos insuficientemente claros o visionarios en términos de que este modelo de crecimiento fácil no iba a durar para siempre, porque otros te iban a entrar a competir, eventualmente tus precios de tus exportaciones iban a bajar, o tus mercados se te iban a saturar; y tenías que comenzar a meterle productividad, productividad y productividad a estos sectores. Por tanto, este círculo virtuoso se podía comenzar a trancar y se comenzó a trancar hacia mediados de los 2000 y muy definitivamente con la crisis financiera del 2008 (…) Con el crecimiento apagado, el círculo virtuoso de crecer, tener ingresos, mejorar salud, educación, pensiones, se trancó también. Y comenzó, por tanto, la grieta, a aparecer por todos lados. ¿Es todo culpa nuestra, que no vimos que esto iba a tener rendimientos decrecientes? No. Vimos que iba a tener rendimientos decrecientes. Lo vimos más o menos. Y ahí viene la derecha, el Tribunal Constitucional y compañía, que nos trancan la pelota en toda reforma necesaria para ir mejorando salud, educación, ingresos fiscales por vía reforma tributaria para tener más dinero para educación y la ciencia y tecnología. Una derecha rentista, lo mismo que ocurrió el año 1920. Trancaron la pelota, trancaron la pelota, y entre que ellos trancaron la pelota y que nosotros estábamos medio cansados, pasó lo que pasó.

La autocrítica se sitúa más bien en la falta de visión. ¿Faltó audacia programática?

No es que nosotros no vimos que esto podía pasar. No vimos que iba a pasar con tal prontitud. Al menos yo no vi que esto se nos iba a venir encima con tanta fuerza. E insisto -en esto un sociólogo o personas más de izquierda me van a decir “este tal por cual”-, si Chile hubiese seguido creciendo al 5% o 6%, no habríamos tenido estallido social. Eso te lo doy firmado. ¿Por qué tuvimos estallido social? Entre otras cosas porque no vimos que ese modelo productivo rentista iba a guatear, en buen chileno, más temprano que tarde. Y por tanto, la desesperación, la urgencia, la fuerza que tendríamos que haber puesto en los cambios del sistema educacional de salud, ciencia, tecnología, insisto, reforma al Estado, debió haber sido más fuerte. Hubo complacencia. La cosa estaba resultando bien y algunos se tragaron definitivamente esta idea de que la exportación de commodities de bajo valor agregado duraba para siempre, dentro de las misma filas concertacionistas. ¿Teníamos la voluntad política? Sí. Lo intentamos. O sea, yo intenté cuanta reforma tributaria, cuántas veces dije que había que subir los impuestos: un financiamiento público capaz de poner bienes sociales que nos pongan en la punta en productividad. ¿Es misterio por donde pasa eso? Ninguno. ¿Cuánto recauda Chile de impuesto a la renta a las personas? 1,5%. ¿Cuánto recauda Canadá, Australia, Nueva Zelandia? 12%. Hace cuánto tiempo? Hace 40 años.

¿Qué reformas requiere Chile en los próximos 10 años?

Yo creo que la tributaria es la esencial. Pero veo que la responsabilidad fiscal parece que ya no figura en nuestro vocabulario. Kast propone rebajar impuestos de un modo que es completamente imposible que deprima el gasto público, tal de evitar que suban los déficit, lo mismo que le pasó a Trump: bajó los impuestos, no pudo contraer el gasto público, subió el déficit y EE.UU. está más endeudado que nunca, antes de la pandemia. Eso no va a resultar. Pero del lado de Provoste, Boric…

Proponen subir la carga tributaria entre 5 y 8 puntos del PIB…

Si a usted le suben el sueldo al doble, pero sube su gasto al triple, ¿qué cree que le va a pasar? Yo creo que existe una visión un poquito rosada respecto de lo que le va a rendir la reforma tributaria y la capacidad que van a tener de contener los gastos cuando hay tanta cosa que se dice. O sea, sólo la propuesta de pensiones que están trabajando, tanto Yasna como Gabriel, se lo he dicho a sus asesores, cuesta 4 puntos del PIB. Hoy día gastamos poco más de 1. O sea, a la pasadita, en el sencillo, te echaste 2 y medio puntos. Vamos sumando. Yo peleé con los profesores, a quienes amo, por la famosa deuda histórica, que yo creo que no tiene base legal. Bueno, ahora prometiendo que la van a pagar: 10 mil y tantos millones de dólares

El fin del CAE…

El fin del CAE, otros 10 mil millones de dólares. Suma y sigue. Transporte -que va a ser piloto ahora- gratis. Mira, no es que yo me oponga. El problema es que, si leen un poco la historia de Chile, los distintos esfuerzos por subir la carga tributaria es un camino no escarpado, es escalar la roca de Jack. O sea, para andinistas profesionales. Es lo más difícil que hay. Que hay que intentarlo, sin duda alguna, pero no hagan cuentas alegres

Pero la deuda está bajo 40 puntos del PIB y algunos plantean que podría subir…

Es no conocer historia. ¿Por qué Estados Unidos puede tener un déficit gigantesco? Primero, porque ha pagado siempre su deuda y segundo, porque tiene una cosa que se llama el Pentágono. Porque su capacidad de enforce, de hacer cumplir los contratos y de obligar a la aceptabilidad del dólar, es gigantesca. Nosotros, ninguna. No comparemos realidades que son completamente distintas. A mí me encantaría, como no me va a gustar, que pudiéramos (endeudarnos a) 100% del PIB, pero es que no es posible. Y cuando vayas en la mitad del camino, te van a tirar la cadena. ¿Usted no se acuerda de lo que le pasó a Corea, Tailandia, Indonesia en el 97, cuando entraron en default con los mercados internacionales? ¿No se acuerdan lo que le pasó a Italia, España y Grecia el año 2010: si no hubiese sido por el Banco Central Europeo, por Angela Merkel, no sé dónde estarían? Son otras realidades, otro mundo.

O sea, son objetivos loables, pero poco realistas?

Me encantaría, pero por favor, estamos en la periferia del mundo, tenemos que luchar con nuestras propias uñas, como lo hemos hecho siempre, como lo ha hecho Australia y Nueva Zelanda, como lo ha hecho Finlandia, que tenía la amenaza de los rusos y los nazis, por si fuera poco. ¿Tú crees que Noruega tiene mucha deuda pública? Ah, ¿por qué no se gastan el fondo? ¿Han visto la deuda pública noruega? Negativa. Tiene un fondo el petróleo gigante y ¿por qué no se los gastan? ¿Porque tienen un ministro de Hacienda muy avaro, como Eyzaguirre, o porque saben que son vulnerables?

¿Los programas se han movido más a la izquierda?

Cuando los países comienzan a tropezar y a tener problemas, casi como una reacción natural, tienden a las viejas certezas. Entonces, la derecha tendió a extremar el neoliberalismo: Kast. Las mismas cosas: reintegrar el sistema tributario, bajar los impuestos a las empresas, etc. ¿Cómo lo a pagar? Y dice que va a echar 20 mil empleados públicos. ¿Alguien que conoce los sindicatos del sector público puede creer que puedes echar 20 mil sin que se tomen la Plaza de Armas de ahí hasta el fin del gobierno? Si esto no es el concurso de quien es más choro. Seamos maduros. Con ese programa tienes Chile incendiado.

¿Y en la izquierda?

La confianza, a ratos excesiva, en el Estado y en la redistribución. Nosotros tenemos una productividad, por trabajador, que no llega al 40% de la de un trabajador de Estados Unidos. Esta idea que tienen algunos, que somos un país rico y que lo único que pasa es que el chancho está mal pelado, es falsa. Falta de productividad, falta capital humano, falta ciencia y tecnología. Entonces, si tú le sacas uno para darle al otro y es todo lo que haces te vas a quedar pegado donde mismo. Soy partidario del alza de los impuestos, fundamentalmente los que más tienen, pero tenemos que generar capacidad de crecimiento. Y eso es ciencia, tecnología, educación y desarrollo de nuevos sectores, infraestructura, digitalización, economía verde, nueva matriz energética, desalinización del agua (…) Repito: cuando hay incertidumbre se vuelve a las viejas certezas. Entonces tienen la memoria de que es posible de un estado social más como era antes del 73. Otros serán viudos de Pinochet y pensarán en el neoliberalismo de esa época. Ninguna de las dos cosas va a resultar. Los caminos que nos trajeron hasta acá no son los que nos van a llevar al futuro. Eso es un error cognitivo, es un pensamiento melancólico. Podemos conversar qué hacer, pero más gradual. No creo que puedas subir la pensión mínima de 170 lucas a 250. Indéxala al sueldo y salario y anda subiendo de a poco. Y si eres capaz de crecer como crecimos del 85 al 2005, los sueldos y salarios van a crecer y la pensión mínima va a crecer, pero no puedes pegar un salto redistributivo porque no tienes cómo. A todo esto, yo soy claramente partidario de que gane Yasna o Boric, por si no ha quedado claro, pero me gustaría que moderaran un poco las expectativas.

Es comprensible el temor en el sector privado. Hay fuertes salidas de capitales…

A los empresarios le encanta esta cosa de la responsabilidad social de la empresa, cosa que yo creo que es cierta, no pueden estar haciendo tonteras con el medio ambiente, etcétera. Todo eso me lo compro. Pero los empresarios tratan de ganar plata aquí y en la quebrada del ají. La incertidumbre es un premio al riesgo adicional que le exiges a las inversiones. No hay nada inusual en eso. Ahora, si me dices a mí, ¿cómo reducir la incertidumbre?. No es hacer lo que hace Kast. Eso va a aumentar la incertidumbre a niveles exponenciales. Creo que es solucionando las desigualdades estructurales y la falta de capacidad de crecer.

¿Alterar los equilibrios de poder en la distribución de la riqueza en Chile daña, por definición, el crecimiento?

Tú no tienes que quitarle la riqueza, pero los que tienen más, que pagan muy poco, tienen que pagar mucho más: pagar lo que la ley les exige que paguen y no seguir disfrazando cosas que no son para evadir los impuestos. Pagar y con eso tú ir generando una infraestructura de capacidad productiva que sea mucho más igualitaria. La equidad no se sostiene en transferencias -puede durar algún tiempo-, se sostiene en una estructura productiva que sea igualitaria, basada en el capital humano.

En su libro usted pregona “un nuevo contrato social hecho para la mayoría”. ¿Hoy lo ve posible?

Somos claramente el país de América Latina, y lo digo sin temor a equivocarme, que está más avanzado, lejos, a pesar del estallido social. Los otros están mucho más atrás, las corrupción es generalizada, la violencia, generalizada. Por tanto, si salimos bien de este intríngulis, nadie nos va a detener. Y creo que si la Convención Constitucional se aspecta bien y no se pone voluntarista y repartiendo derechos sin plata… Bueno, para mí es esencial cambiar el régimen político, lo he hablado tantas veces, es un régimen político completamente trancado. No es que yo crea que el problema central sea si predomina el Ejecutivo o el Legislativo, sino que (faltan) cláusulas que obliguen a que ambos se pongan de acuerdo. Te puedes pasar cuatro años con el gobierno yendo para la derecha y el Parlamento yendo a la izquierda, no se ponen de acuerdo nunca y no haces nada. Esto no es nuevo, le pasó a Alessandri Rodríguez y a Frei Montalva. Pero si la Convención se aspecta bien para ese lado, pone derechos sociales responsables, quita esta herencia neoliberal, donde el derecho de propiedad prevalece por todos los otros derechos, y lo que se llama el Estado social… Todo eso puede salir bien. Y si el nuevo gobierno es de la centroizquierda y junta posibilidades con promesas y las ecuaciona… Hay dos alternativas que son las de terror. Que gane Kast: que el país se incendie. No porque quiera que se incendie -tiene todo el derecho, y lo respeto, a pensar cómo piensa-, pero simplemente no creo que vaya a poder lograr unidad nacional así. No lo creo. Sorry, no-lo-creo. Y la otra posibilidad es que gane la izquierda y que el voluntarismo de que se puede gastar, podemos tener 100% de deuda, que se imponga, va a volver la inflación, etc. etc., y vamos a tener, si no otro golpe de Estado, algún gobierno autoritario y nos vamos a ir -como se ha ido tantas veces América Latina, antes Argentina, Venezuela- cuesta abajo en la rodada, después de haber sido una esperanza. No cometamos el error de mirar hacia el pasado y buscar fórmulas que ya no sirven. Eso lo entendieron los países desarrollados después de la Segunda Guerra. Lo entendió Australia y Nueva Zelanda, Canadá, Finlandia. Hay tantos ejemplos donde mirar.

Opiniones sobre Eyzaguirre

Sebastián Edwards: «Chile necesita al antiguo Eyzaguirre, el Nicolás de la Segpres es para olvidar» 2 septiembre 2017

Eugenio Evans, El Mercurio. 24 agosto 2019: Escuché en un programa de radio al exministro Eyzaguirre afirmar que la reforma tributaria aprobada en la Cámara de Diputados es la más regresiva que él ha conocido. Así como se equivocó al “quitarles los patines” a los escolares de clase media, ojalá se equivoque de nuevo y esta reforma contribuya a “ponerle patines” a la economía chilena.

«Sobre dichos del ministro Eyzaguirre» El Mercurio 30 marzo 2018 Carolina Fuensalida, asesora legislativa, Ministerio de Hacienda «la razón por la que creemos en un sistema integrado es porque estamos convencidos de que no es tiempo de ir a buscar un sistema completamente distinto de los ya conocidos y operativos. Queremos simplificar el sistema tributario para todos los contribuyentes… no queremos establecer mas trabas, mas complejidades ni mas desafíos imposibles.

Gobernabilidad, gobernabilidad 9 enero 2022

Alemania era comparativamente próspera a inicios del siglo XX. La devastación de la primera guerra y el cataclismo del nazismo y el segundo conflicto bélico global llevaron al país a ser más pobre que Chile a mediados de dicho siglo, con una renta per cápita de la mitad de sus rivales anglosajones. Hoy su nivel de vida es mayor que el de Gran Bretaña y roza el de los Estados Unidos. ¿Qué lecciones podemos derivar de un país que, tras tanto conflicto, encontró su camino a la prosperidad y la paz?

Hay interesantes paralelos con nuestro país. Durante el siglo XIX Alemania era controlada por la oligarquía terrateniente prusiana; pero la democracia se había abierto paso, existía parlamento y la socialdemocracia había venido creciendo. Con la derrota de la primera guerra y el fin de la monarquía hereditaria, se produjo una explosión participativa durante la República de Weimar. La oligarquía prusiana continuó con poder económico, influyendo en el ejército y en la burocracia; pero la representación política fue copada por una miríada de partidos, polarizada y compartimentada, donde destacaban los social demócratas, los comunistas -que buscaban emular el modelo soviético- y los conservadores que anhelaban la vuelta atrás. El compromiso con la democracia de muchos de ellos era frágil y el multipartidismo exacerbado hacía muy difícil gobernar en un régimen parlamentario donde era imposible formar mayoría. La gran crisis de 1929 fue el golpe de gracia a esta anarquía gubernamental y posibilitó el ascenso nazi.

Tras la segunda guerra Alemania se dio una nueva Constitución. Consagró un estado social de derecho, subiendo impuestos para garantizar derechos sociales universales y un sistema de seguridad social para la vejez. Hoy Alemania gasta 13 puntos del producto en transferencias a las familias por concepto de educación, salud, vivienda y otros (Chile destina 8 puntos, de un producto por habitante de la mitad del alemán). Esto no fue casual, sino un esfuerzo deliberado por generar cohesión social, en el mundo de la guerra fría (esta tendencia fue general en los países desarrollados, de la mano de las ideas de William Beveridge, cuyo principal contradictor era Friedrich Hayek, padre del neoliberalismo). Estableció un cuidadoso equilibrio en los poderes del Estado, con un parlamento bicameral que procura respetar la soberanía popular con una cámara política (bundestag) y el equilibrio entre regiones con otra cámara que las representa (bundesrat). Contiene un sistema electoral diseñado para evitar la proliferación excesiva de partidos, tras la tragedia anterior; con un esquema de doble voto, uno por un partido, el que debe superar el 5% de los votos para permanecer, y en listas cerradas y con asignación proporcional. El otro voto es uninominal por un representante en cada distrito. Así, el número de colectividades se ve contenido.

Con esto han surgido gobiernos de mayoría, que cambian según evolucione la sociedad, que han conducido exitosamente al país. Como hemos insistido en esta columna: la regla más importante es la que establece como se hacen las reglas, esto es, el régimen político y el sistema electoral. Obviamente de poco sirven las reglas si no hay una tradición democrática que valore el diálogo y el acuerdo como la mejor forma de construir un camino común. Pero en eso, según los historiadores, Alemania tenía una tradición que le permitió encauzar los asuntos públicos tras la tragedia nazi. Pero Chile también la tiene y de allí nos tenemos que afirmar.

Y necesitamos nuevas reglas. Exceptuando las primeras décadas de la República, en Chile el ejecutivo y el parlamento se han enfrentado la mayor parte del tiempo. Notorios fueron los casos de Balmaceda, Alessandri Palma y Allende. Con menos dramatismo, esto ha ocurrido siempre. No hemos podido resolver el llamado problema de la “doble legitimidad”, dado que el ejecutivo y el parlamento son elegidos directamente por el pueblo. Nuestro sistema electoral hace virtualmente imposible que el primero cuente con mayoría en el segundo, con lo que el gobierno es desgastado por una oposición mayoritaria, que se polariza en el anhelo de hacerse del ejecutivo en la próxima elección. Así no hay gobernabilidad posible.

Afortunadamente ahora discutimos una nueva Constitución. La Convención podrá definir un régimen presidencial, semipresidencial o parlamentario. Pero lo que no debiera hacer es permitir que construir mayorías para gobernar sea un imposible. Hay distintas fórmulas para ello. En Chile no tenemos ni presidencialismo exacerbado ni parlamentarismo de facto. Lo que tenemos es un exacerbado inmovilismo.

Es probable que una gran mayoría estaría dispuesta a seguir un modelo similar al alemán. Un pujante sector privado que no teme que una revolución social le arrebate lo logrado. Y una sociedad provista de derechos y oportunidades que no tema que el abuso empresarial la mantenga postergada por generaciones. Alemania nos enseña sobre esto.

Neoliberales, extractivistas, estatistas, etc. Cuando los abusos conceptuales nublan

Esperanzado en la Convención Constituyente, me sumo a la preocupación reciente por la polarización que se ha observado en ella. Aunque sus causa es variada, pudiera contribuir a evitarla precisar algunos conceptos económicos con frecuencia usados y abusados para encerrarse en las propias posiciones.

Partamos con neoliberalismo, concepto que no requiere presentación y que se presume heredero de los primeros economistas liberales, principalmente de Adam Smith. Habitante del siglo XVIII, Smith defendió la libertad económica como motor de la prosperidad. Su foco era, no obstante, desafiar el poder discrecional de las monarquías absolutas, como venía ocurriendo en Inglaterra desde la revolución gloriosa. La mano invisible era en realidad lo opuesto a la espada del rey. El neoliberalismo, en tanto, es un intento, dos siglos más tarde, de revisitar a los primeros liberales tras la importancia en lo económico que comienzan a tomar los estados como consecuencia de la crisis de 1929, entre otros factores. Encabezado por la escuela austríaca (Misses, Hayek), esta nueva versión se opone a la regulación estatal de los mercados y concibe un estado pequeño básicamente abocado a la defensa de los derechos de propiedad. Pero, mientras la influencia de Smith llega hasta nuestros días, el neoliberalismo es una corriente extrema, que los países desarrollados no siguieron -animados por la influencia de notables como Beveridge y Keynes. Su peso actual es moderado, salvo en Chile, claro, donde tal teoría tuvo su laboratorio preferido.

¿Por qué esta distinción? Porque usar el instrumental denominado neoclásico (herencia de Smith), como la oferta y la demanda, los precios, la competencia, etc., no tiene relación analítica ni histórica alguna con los planteos neoliberales. El contrario al ideal neoliberal es el de un estado social y democrático de derechos, donde se le concibe como el agente clave para garantizar a todos el acceso a derechos básicos tal de poder ejercer una libertad económica efectiva, de emprendimiento del proyecto vital que cada cual elija y de acceder a protección en la vejez. La utilización de los mercados como mecanismos de coordinación económica, y su regulación cuando funcionan defectuosamente, en nada contradice la construcción de un estado social. Creer que las opciones se limitan a un estado neoliberal o a uno omnipresente que inhibe la iniciativa privada es un reduccionismo inaceptable.

El extractivismo es otro comodín de popularidad reciente. Tres cuartos de la exportaciones de Australia, por ejemplo, son materias primas. Y su volumen es tan copioso que triplica el monto por habitante exportado por Chile. ¿Dónde está la diferencia? En que la cadena de valor tras cada envío es profunda y sofisticada. Desde servicios informáticos especializados para la minería hasta capital humano de frontera, pasando por la generación interna de maquinaria e investigación científica de punta. Por eso exhiben la productividad que tienen y alcanzan los montos citados. Y, desde luego, el estado apropia enormes recursos vía royalties cuando hay concesiones mineras a privados y la legislación ambiental destaca en el mundo entero. El problema nuestro se llama rentismo, no extractivismo. Nuestros recursos naturales poseen rentas que derivan de su escasez. Solo extraer y exportar, usando además para ello tecnologías y maquinarias importadas, equivale a vivir de las rentas que nos dio la geografía. Progresar supone usar dichas rentas para fomentar el conocimiento y la innovación –lo que requiere que sean captadas por el Estado y no apropiadas por los concesionarios- e incentivar el surgimiento de cadenas de proveedores que, de paso, desarrollaran habilidades aplicables a otros sectores. Nacionalizar la minería -propuesta reciente- equivoca el foco. El tema es extraer las rentas (por lo que hay que revisitar la ley de concesiones mineras). Entregar la extracción del mineral al Estado, una actividad fabril como tantas otras, no pareciera resolver nada.

Por último, y del lado contrario –sin pretender una lista económica exhaustiva-, los guardianes del neoliberalismo ven estatismo en todas partes. Pero según el índice de libertad económica (realizado por la Heritage Foundation y el WSJ, instituciones de derecha), Chile superaba a toda Latinoamérica, a los Estados Unidos y a gran parte de los países europeos, ubicándose en el puesto 19 entre 178 naciones. Es sabido que la carga fiscal en Chile es baja e inferior a la que tuvieron en su momento los países hoy desarrollados. El valor de mercado de las empresas públicas asciende a un 40% del PIB en Finlandia y alcanza a unos doce puntos en países como Francia e Italia. Salvo Codelco, en Chile casi no hay empresas públicas. En Europa la salud y la educación son predominantemente estatales y las pensiones se financian con la seguridad social. En Chile sabemos cómo es. Alegar por tanto que estamos al borde de un Estado todopoderoso que inhibiría la iniciativa privada es simplemente absurdo. De hecho necesitamos más y mejor Estado, con mayor carga fiscal, provisión de derechos sociales de calidad, regulación de las fallas a la competencia y los abusos y cooperación con el sector privado en las tareas de investigación y desarrollo y prospección de nuevas áreas económicas con potencial futuro.

Necesitamos discutir en serio, sin reduccionismos ideológicos que escondan sus vacíos recurriendo a descalificaciones (neoliberales, estatistas…). Requerimos mejor mercado, aprovechar nuestros recursos naturales para dar el salto a procesos productivos más complejos y de variada gama y fomentar la cooperación público-privada, sin captura, en la búsqueda de sofisticar nuestra economía con pleno respeto al medio ambiente y la diversidad. En suma, trascender los eslóganes que sólo nos atan al pasado.

“Constitución y progreso económico” 13 AGO 2022

Un tema de fuerte debate reciente es el efecto que tendría el texto constitucional en el progreso económico. Las críticas no se han hecho esperar y han recibido profusa difusión. Las hay de distinto tipo, pero las más estructurales apuntan a un supuesto deterioro de las instituciones que, conforme los más renombrados autores contemporáneos de historia económica, subyacen a la prosperidad que han alcanzado algunas regiones del mundo. Algunas de estas críticas tienen asidero, pero en mi opinión son adyacentes y, aún más, subsanables, mientras otras son exageradas y sobre todo parciales. Veamos algunas.

Se dice que el nuevo texto deterioraría la disciplina fiscal. La posibilidad de que el Parlamento inicie leyes que irroguen gasto es posiblemente la mayor amenaza en ese sentido. Mucho(a)s hemos advertido en contra de esta disposición, lo que afortunadamente se recogió en el acuerdo suscrito esta semana por los partidarios del Apruebo. Esta característica es propia de un régimen parlamentario, donde gobierno y mayoría del Parlamento son uno solo. Pero no es consistente con un régimen presidencial. Se advierten igualmente trazos de federalismo en la autorización a las regiones para emitir deuda y crear empresas públicas. Tampoco me parece apropiado y la ley deberá tomar las cautelas respectivas. En suma, esto es cierto pero subsanable, pues no está en el corazón de la propuesta.

Otras críticas apuntan a la propiedad minera y los derechos de agua, por ejemplo. En minería solo se iguala nuestro marco al de los principales países mineros del mundo desarrollado, donde los concesionarios no tienen propiedad sobre el mineral. Deben respetarse escrupulosamente los contratos, pero el Estado puede y debe ser socio en tanto propietario inalienable de los recursos minerales. Y ello permite cobrar royalties, pues parte de las utilidades de la extracción se explican por el valor del recurso. En el agua, aceptando su característica de bien común de uso público, será necesario diseñar un sistema en que las transferencias de derechos de agua, imprescindibles para la inversión agrícola, sean fluidas y no padezcan de discrecionalidad administrativa; eso se puede hacer en el marco del nuevo texto.

Hasta acá, críticas legítimas pero subsanables; otras exageradas. Pero lo más curioso es la acusación de que el texto debilitaría las instituciones que explican el crecimiento. Efectivamente, los primeros países industriales lograron despegar al derrocar a las monarquías absolutas, de suyo discrecionales, en eventos clásicos como la revolución gloriosa, la francesa y la independencia de EE.UU. Allí se configuran rasgos esenciales como la democracia, la libertad individual y los derechos de propiedad, que siempre habrán de ser preservados. Pero hubo una segunda ola de reformas, predominantemente a fines de la Segunda Guerra Mundial, donde se consagró -particularmente en Europa Continental- el estado social democrático de derecho. No hay verdadera libertad si en común no garantizamos el acceso de todos y todas a un conjunto de bienes esenciales para la vida, a saber, la educación, la salud y la vivienda, entre otros. Como lo han dicho estos mismos autores: sociedades inclusivas o de orden abierto. De lo contrario la concentración del poder económico termina produciendo las mismas características excluyentes y arbitrarias de las monarquías absolutas.

Y de eso se trata el nuevo texto, paradojalmente lo menos presente en la discusión actual. La ciencia económica enseña que el mercado incentiva la disputa por el llamado excedente del consumidor; en simple, que cada cual pague lo más a que está dispuesto para conseguir un bien o servicio. Por eso las líneas aéreas tarifican del modo en que lo hacen, las editoriales sacan primero las ediciones más caras, los productores de vestuario se esmeran en popularizar sus marcas y sus diseños etc. Diferenciación de productos y segmentación de mercados se le denomina. Y que me perdone quien ve reparos en ello. Esto suele ser positivo, pues posibilita también la aparición de productos de consumo masivo a precios más razonables.

Pero ello no es tolerable cuando se trata de derechos básicos, como salud y educación, porque son esenciales para la vida -lo que no ocurre con quien debe esperar la edición con tapa blanda o desistir de adquirir vestuario de las marcas más conspicuas-. Ese acceso común a bienes sociales es lo que es un estado social de derecho. La Constitución actual no lo permite. Más bien hace inmutable la segregación en el acceso a esos bienes sociales, al privilegiar los derechos individuales y bloquear las políticas que los hagan comunes. Hay demasiados ejemplos de rechazos a políticas de equidad por parte de los sectores conservadores en el Congreso, o finalmente en el Tribunal Constitucional. Así hemos llegado a la educación y salud que tenemos.

Esa es la discusión de fondo. ¿Queremos generar instituciones que garanticen un mínimo de equidad en el punto de partida, incluyendo a la mayoría en el pleno goce de esos derechos sociales, eliminando las discriminaciones de género, de credo o de raza y brindando oportunidades parejas en los distintos territorios, o continuaremos fomentando una sociedad segregada y desmembrada? Esa es la lección que nos dan los países hoy exitosos, que cambiaron el orden establecido no solo en siglos pretéritos, sino también con la construcción más reciente del estado social democrático de derecho.

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